¡Oh mi Dios, mi Maestro, el Objeto de mi deseo! Este siervo Tuyo busca dormir al amparo de Tu misericordia y reposar bajo el dosel de Tu gracia, implorando Tu cuidado y Tu protección.
Te ruego, oh mi Señor, por Tus ojos que no duermen, que guardes los míos de mirar otra cosa que no seas Tú. Fortalece, pues, su visión, para que puedan distinguir Tus señales y contemplar el horizonte de Tu Revelación. Tú eres Aquel ante las revelaciones de Cuya omnipotencia se ha estremecido la quintaesencia del poder.
No hay Dios sino Tú, el Todopoderoso, Quien todo lo subyuga, el Incondicionado.
-Bahá'u'lláh¿Cómo puedo querer dormir, oh Dios, mi Dios, cuando los ojos de aquellos que Te anhelan están en vela por su separación de Ti? ¿Y cómo puedo reposar mientras las almas de Tus amantes están desconsoladas por su lejanía de Ti?
Oh mi Señor, he encomendado mi espíritu y todo mi ser a la diestra de Tu poder y Tu protección, y pongo la cabeza sobre la almohada mediante Tu potestad, y la levanto de acuerdo con Tu voluntad y Tu complacencia. Tú eres, en verdad, el Preservador, el Guardián, el Omnipotente, el Todopoderoso.
¡Por Tu poder! Ya sea dormido o despierto, no pido sino lo que Tú deseas. Soy Tu siervo y estoy en Tus manos. Ayúdame bondadosamente a hacer aquello que difunda la fragancia de Tu agrado. Esta es, en verdad, mi esperanza y la esperanza de aquellos que disfrutan de la cercanía a Ti. ¡Alabado seas, oh Señor de los mundos!
-Bahá'u'lláh