Toda alabanza sea para Ti, oh mi Dios, Quien eres la Fuente de toda gloria y majestad, de grandeza y honor, de soberanía y dominio, de sublimidad y gracia, de reverencia y poder. A quien Tú quieres le haces acercarse al Grandísimo Océano y a quien deseas le confieres el honor de reconocer Tu Muy Antiguo Nombre. De todos los que están en el cielo y en la tierra, nadie puede resistir la acción de Tu soberana Voluntad. Desde toda la eternidad, Tú has regido la creación entera, y por siempre continuarás ejerciendo Tu dominio sobre todo lo creado. No hay otro Dios más que Tú, el Omnipotente, el Exaltadísimo, el Todopoderoso, el Sapientísimo.
Ilumina, oh Señor, los rostros de Tus siervos para que puedan verte, y limpia sus corazones para que puedan volverse hacia la corte de Tus favores celestiales y reconocer a Aquel que es la Manifestación de Tu Ser y la Aurora de Tu Esencia. Verdaderamente, Tú eres el Señor de todos los mundos. No hay Dios sino Tú, el Libre, Quien todo lo subyuga.
-Bahá'u'lláh*Respecto a sus asuntos, que repita diecinueve veces: «Tú me ves, oh mi Dios, desprendido de todo salvo de Ti y aferrándome a Ti. Guíame pues, en todos mis asuntos, hacia aquello que me favorezca para la gloria de Tu Causa y la grandeza de la posición de Tus amados». Que luego reflexione sobre ello y lleve a efecto lo que le venga a la mente. Esta violenta oposición de los enemigos dará paso, sin duda, a la suprema prosperidad.
-Bahá'u'lláh¡Oh bondadoso Señor! ¡Oh Tú que eres generoso y misericordioso! Somos siervos de Tu umbral y estamos reunidos a la sombra protectora de Tu divina unidad. El sol de Tu misericordia brilla sobre todos y las nubes de Tu generosidad derraman su lluvia sobre todos. Tus dádivas abarcan a todos, Tu amorosa providencia mantiene a todos, Tu protección envuelve a todos y la mirada de Tu favor se dirige hacia todos. ¡Oh Señor! Otorga Tus infinitos dones y haz resplandecer la luz de Tu guía. Ilumina los ojos, alegra los corazones con felicidad perdurable. Confiere un espíritu nuevo a todas las gentes y concédeles vida eterna. Abre las puertas del verdadero entendimiento y permite que brille resplandeciente la luz de la fe. Reúne a todas las gentes al amparo de Tu generosidad y haz que se unan en armonía, para que lleguen a ser como los rayos de un solo sol, como las olas de un mismo océano y como el fruto de un solo árbol. Que beban del mismo manantial. Que se refresquen con la misma brisa. Que obtengan iluminación de la misma fuente de luz. Tú eres el Donador, el Misericordio-so, el Omnipotente.
-`Abdu'l-Bahá