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Shoghi Effendi : Advenimiento de la Justicia Divina
====================
Advenimiento de la Justicia Divina
El Advenimiento de la Justicia Divina
SHOGHI EFFENDI
EDITORIAL Bahá'í BUENOS AIRES
PUBLICADO BAJO CONVENIO CON LA ASAMBLEA
ESPIRITUAL NACIONAL DE LOS Bahá'ís DE LOS
ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
Queda hecho el depósito
que marca la ley 11.723
Título original en inglés:
The Advent of Divine Justice
====================
ÍNDICE
Pág .
9
Crisis recurrentes

La Ciudadela Restante de Mayor Importancia 14

Una Cruzada de Magnitud Aún Mayor 21

Las Posibilidades del Futuro 24

La Luz Inagotable 26

El Supremo Propósito de Su Revelación 28

Cuán Inmensa la Responsabilidad! 33

Requisitos Previos Espirituales 35

El Tema que Ofrece el Mayor Reto 52

La Cruzada Doble 63

Los Requisitos para la Enseñanza 67

El Despertar de América Latina 86

La Fundación Necesaria 93

Llamado para Pioneros 98

La Parte Predominante 101

A la Juventud Bahá'í 102

La Posición Especial de Panamá 103

Una Sabiduría Inescrutable, una Voluntad que

Todo lo Compele 106

El Advenimiento del Reino 108

El Destino de América 126

Para los amados de Dios y las siervas
del Misericordioso en Estados Unidos
y el Canadá.
Bienamados hermanos y hermanas en el amor de
Bahá'u'lláh:

Sería ciertamente difícil expresar adecuadamente los

sentimientos de exultación y de dicha irreprimible que

emanan de mi corazón cada vez que hago una pausa

para contemplar las incesantes evidencias de la ener-

gía dinámica que anima a los valientes pioneros del

Orden Mundial de Bahá'u'lláh en la ejecución de Plan

a ellos encomendado. La firma del contrato, por parte

de sus representantes nacionales elegidos marca el

comienzo de la fase final de la más grande empresa

jamás iniciada por los seguidores de la Fe de Ba-

há'u'lláh en occidente; también es significativo, en no

menor grado, el progreso altamente alentador regis-

trado en los sucesivos informes del Comité Nacional

de Enseñanza lo cual también confirma más allá de

toda posibilidad de duda, la fidelidad, el vigor y la

cabalidad con que ustedes están llevando a cabo las

múltiples operaciones que la evolución del Plan de

Siete Años debe necesariamente abarcar. En ambos
7

aspectos y en todos sus detalles, este plan se está reali-

zando con regularidad y precisión ejemplares, con
mantenida eficiencia y con encomiable prontitud.
La destreza que en meses recientes han demostrado

tan vivamente los representantes nacionales de los cre-

yentes americanos evidenciada por sus medidas sucesi-

vas, ha sido equiparada con el apoyo leal, incuestiona-

ble y generoso que en el desempeño de sus sagradas

obligaciones le han otorgado en toda época crítica y

con cada nuevo adelanto, los creyentes a quienes ellos

representan. Esa acción conjunta, esa cohesión tan com-

pleta, esa armonía y camaredería ininterrumpidas entre

las diversas instituciones que contribuyen a la vida or-

gánica y forman la base principal de la comunidad

Bahá'í que funciona debidamente, constituye un fenó-

meno que ofrece un contraste marcadísimo con las ten-

dencias destructivas manifestadas en forma tan trágica

por los elementos discordantes de la sociedad actual.

Mientras que cada prueba aparente que la infinita

sabiduría del Todopoderoso juzga necesario inflingir a

la comunidad por Él escogida sirve sólo para demos-

trar nuevamente la solidaridad básica y consolidar su

fuerza interna, cada crisis sucesiva en los destinos de

una época decadente revela más convincentemente

que la crisis anterior, las influencias corrosivas que

están rápidamente absorbiendo la vitalidad y socavan-

do las bases de sus instituciones debilidadas.

Las personas que se han identificado con la Comuni-

dad del Más Grande Nombre deben sentirse eterna-
mente agradecidas por tales demostraciones de las

interposiciones de una Providencia siempre alerta y

vigilante. De cada nueva prueba de Su inagotable

bendición, por una parte, y de Su castigo, por otra

8

parte, ellos no pueden sino derivar inmensa esperanza

y valor. Alerta para aprovechar toda oportunidad que

les revele las vueltas del destino, dentro de su Fe, y

sin desanimarse por la perspectiva de las convulsiones

espasmódicas que tarde o temprano habrán de afectar

fatalmente a aquellos que trabajarán posteriormente,

deberán avanzar hasta que los procesos puestos en

movimiento hayan gastado su fuerza y a la vez con-

tribuido su parte al nacimiento del Orden que ahora

se mueve en la matriz de una época en labor.
Crisis recurrentes

Estas crisis recurrentes que con grave frecuencia e

irresistible fuerza están afligiendo a una porción de

la raza humana en crecimiento continuo, tienen nece-

sariamente que continuar ejerciendo, aunque no sea

en forma permanente y hasta cierto límite, su influen-

cia perniciosa sobre una comunidad mundial que ha

extendido sus ramificaciones a los más distantes ex-

tremos de la tierra. ¿Cómo pueden los comienzos de

un cataclismo mundial, desatando fuerzas que están

deteriorando tan gravemente el equilibrio social, reli-

gioso, político y económico de una sociedad organi-

zada, arrojando al caos y a la confusión sistemas políti-

cos, doctrinas raciales, conceptos sociales, normas

culturales, asociaciones religiosas y relaciones mercan-

tiles? ¿cómo pueden, tales conmociones en escala tan

vasta y sin precedentes, dejar de producir alguna re-

percusión en las instituciones de una Fe de tan tierna

edad, cuyas enseñanzas tienen relación directa y vital

9

con cada uno de estos aspectos de la vida y conducta

humanas?

No es de sorprenderse, por lo tanto, que ellos, los

que sostienen el estandarte de una Fe tan profunda y

una Cause tan retadora, se encuentren afectados por

el impacto de esas fuerzas que sacuden al mundo. No

es de sorprenderse que ellos descubran en medio de

este remolino de pasiones contrarias, que su libertad

ha sido limitada, sus principios menospreciados, sus

instituciones asaltadas, sus propositos difamados, su

autoridad puesta en peligro, sus reclamaciones recha-

zadas.
En el corazón del continente europeo, una comuni-

dad que, como predijo 'Abdu'l-Bahá, está destinada

por virtud de su potencialidad espiritual y situación

geográfica, a irradiar el esplendor de la luz de la Fe

sobre los países que la rodean, ha sido momentánea-

mente eclipsada por las restricciones impuestas por

un régimen que ha malentendido lastimosamente su

propósito y funciones. Su voz, ay, ha sido silenciada,

sus instituciones disueltas, su literatura prohibida, sus

archivos confiscados y sus reuniones suspendidas.

En el Asia central, en la ciudad que disfruta de la

particular distinción de haber sido escogida por 'Abdu'l-

Bahá como la cuna del primer Mash riqu'l-Adkár del

mundo Bahá'í, así como en los pueblos y poblados de

la provincia a la que pertenece, la Fe de Bahá'u'lláh,

afligida como resultado de la vitalidad extraordinaria

y particular que ha manifestado consistentemente du-

rante el transcurso de varias décadas, se encuentra a

merced de las fuerzas que alarmadas de su creciente

poder, se empeñan ahora en reducirla a la completa

impotencia. Su Templo ha sido expropiado, aunque
10

todavía es usado para fines de adoración Bahá'í; sus

Asambleas y comunidades han sido dispersadas, sus

actividades de enseñanza mutiladas, sus principales

promotores han sido deportados y no pocos de sus más

entusistas defensores, mujeres y hombres, han sido

encarcelados.
En el país de su nacimiento, donde reside la in-
mensa mayoría de sus seguidores -un país cuya ca-

pital ha sido aclamada por Bahá'u'lláh como la "madre

del mundo" y "el manantial de la felicidad del género

humano" -una autoridad civil que aún no se encuen-

tra desvinculada oficialmente de las influencias parali-

zadoras de un clero anticuado, fanático y desmedida-

mente corrupto, contiúa implacablemente su campaña de

represión contra los adherentes de la Fe, a la cual ha

tratado inútilmente de suprimir durante casi un siglo.

Independientemente del hecho de que los miembros

de esta inocente y reprobada comunidad pueden alegar

con justicia que figuran entre los ciudadanos más des-

interesados y más competentes y entre los más ardien-

tes amantes de su tierra nativa, desdeñosa del alto

sentido que ellos tienen de lo que es ciudadania mun-

dial, lo cual los adherentes de un nacionalismo exce-

sivo y limitado no podrán nunca apreciar, dicah auto-

ridad se niega a darle a una Fe que extiende su juris-

dicción espiritual sobre casi 600 comunidades locales

y cuyos adherentes sobrepasan en número a los adhe-

rentes de la Fe cristiana, judía y zoroástrica de ese

país, el necesario derecho legal para poner en vigencia

sus leyes, para administrar sus asuntos, para operar

sus escuelas, para celebrar sus festivales, para poner

en circulación su literatura, para solemnizar sus ritos

y para erigir sus edificios y proteger sus legados.

11
Y ahora, recientemente, en la misma Tierra Santa,

el corazón y centro motriz de una Fe que abarca al

mundo, los fuegos de la animosidad racial, de luchas

fraternales, de terrorismo desenfrenado, ah encendido

una conflagración que interfiere grvemente, por una

parte, con esa corriente de peregrinos que constituye

la sangre vital de aquel centro y que hace que se sus-

pendan, por otra parte, los diferentes proyectos que

han sido iniciados en conección con la preservación

y extensión de las áreas que rodean el sitio sagrado

que este centro encierra. Ha sido puesta en peligro

la seguridad de la pequeña comunidad de creyentes

residentes, enfrentados con la creciente ola del desor-

den; su condición como comunidad neutral y definida

ha sido indirectamente puesta en tela de juicio y su

libertad para llevar a cabo algunas de sus conmemo-

raciones ha sido restringida. Una serie de alatos ase-

sinos, alternados con arranques de amargo fanatismo

racial y religiosoi incluyendo a los dirigentes, lo mismo

que a los seguidores de tres credos sobresaalientes en

ese país perturbado, han amenazado en algunas oca-

siones con cortar todos los medios normales de comu-

nicación dentro de sus confines y fuera de éstos con

el mundo exterior. Aunque ha sido peligrosa la situa-

ción, lod Lugares Sagrados Bahá'ís, objeto de la adora-

ción de una Fe que abarca al mundo, han sido preser-

vados casi milagrosamente, no obstante su número y

ubicación arriesgada y aunque a ligera vista aparente-

mente deprivados de cualquier medio de protección.

Un mundo desgarrado por pasiones en conflicto y

que se desintegra peligrosamente desde su interior, se

encuentra enfrentado en una época tan crítica de su

historia, a los destinos prometedores de una Fe na-

12

ciente, una Fe que a veces parece ser atraída a sus

controversias, complicada por sus conflictos, eclipsada

por sus sombras acumuladas, y doblegada por la ola

creciente de sus pasiones. En su mismo corazón, den-

tro de su cuna en la sede de su primer y venerable

Templo, en uno de sus hasta ahora florecientes y po-

tencialmente poderosos centros, la Fe de Bahá'u'lláh

todavía no liberada, parece ciertamente haber retro-

cedido ante las fuerzas desbordantes de la violencia

y del desorden, de las cuales y en forma gradual, la

humanidad está siendo víctima. Las fortalezas de esta

Fe, una por una y un día tras otro, parecen estar suce-

sivamente aisladas, asaltadas y capturadas. A medida

que las luces de la libertad oscilan y se extinguen, a

medida que el brote de la discordia es más y más in-

tenso cada día, a medida que los fuegos del fanatismo

arden con más vigor en los pechos de los hombres,

a medida que el escalofrío de la irreligión trasciende

implacablemente sobre el alma de la humanidad, las

extremidades y los órganos que forman parte del cuer-

po de la Fe de Bahá'u'lláh, aparentan en diferentes

grados, sufrir de las influencias mutilantes que ahora

mantienen en sus garras a todo el mundo civilizado.

Cuán clara y vívidamente se demuestran las pala-

bras de 'Abdu'l-Bahá en esta hora: "La oscuridad del

error que ha envuelto al oriente y al occidente en este

más gran ciclo batalla con la luz de la Guía Divina.

Sus espadas y lanzas son muy afiladas y agudas; su

ejército está desesperadamente sediento de sangre".

'Hoy en día, los poderes de todos los dirigenes reli-

giosos", Él ha escrito en otro pasaje, "se encauzan hacia

la dispersión de la congregación del Todo Misericor-

dioso y hacia la completa demolición del Edificio Di-

13

vino. Las multitudes del mundo, ya sean materiales,

culturales o políticas, están lanzando su ataque de todos

lados, puesto que la Causa es grande, muy grande. Su

grandeza es, hoy en día clara y evidente a los ojos del

hombre".
La Ciudadela Restante de Mayor Importancia

La única de las importantes ciudadelas restantes, el

brazo poderoso que aún mantiene en alto el estandarte

de una Fe invencible no es otro que la bendita comu-

nidad de los seguidores del Más Grande Nombre en el

continente norteamericano. Como resultado de su tra-

bajo y como consecuencia de la constante protección

otorgada a ésta por una Provin dencia todopoderosa,

este distinguido miembro del cuerpo de las comuni-

dades Bahá'ís del oriente y occidente que trabajan

constantemente entre sí, promete que se le considere

universalmente como la cuna y fortaleza del futuro

Nuevo Orden Mundial, lo cual constituye al mismo

tiempo la promesa y la glioria de la Dispensación que

se asocia con el nombre de Bahá'u'lláh.

Que cualquiera que esté inclinado a menospreciar la

posición conferida a esta comunidad o a cuestionar el

papel que ésta será llamada a desempeñar en días

futuros, reflexiones sobre la implicación de estas pala-

bras fecundas y altamente iluminadoras pronunciadas

por'Abdu'l-Bahá y dirigidas a esta comunidad en una

época cuando los destinos de un mundo quejumbroso

bajo el peso de una guerra desvastadora, habían llegado

a su más bajo nivel. "El continente de América", Él

escribió tan significativamente, "es ante los ojos del

14

Dios único y verdadero, el país donde los esplendores

de Su luz serán revelados, donde los misterios de Su

Fe serán descubiertos, donde los justos morirán y donde

los hombres libres se reunirán".
La comunidad de los creyentes del continente nor-
teamericano -al mismo tiempo promotora principal
y ejemplo para futuras comunidades que la Fe de

Bahá'u'lláh está destinada a hacer surgir a través del

largo y ancho del hemisferio occidental- a pesar

de la tenebrosidad prevaleciente, ya ha demostrado su

capacidad para que se le reconozca como la portadora

de la antorcha de aquella luz, el repositorio de esos

misterios, la exponente de esas virtudes y el santuario

de esa libertad. ¿A cuál otraluz pueden aludir las

palabras citadas arriba, sino a la luz de la gloria de la

Edad de Oro de la Fe de Bahá'u'lláh? ¿ Qué misterios

pudo haber considerado 'Abdu'l-Bahá, escepto los mis-

terios de aquel Orden Mundial embriónico que ahora

se desnvuelve dentro de la matriz de Su adminis-

tración? ¿Qué rectitud, sino la rectitud que el reino

de esa Edad y ese Orden, solamente, pueden estable-

cer? ¿Qué libertad sino la libertad que sería conferidda

por la proclamación de Su soberanía, con el transcurso

del tiempo?
La comunidad de los promotores organizados de la

Fe de Bahá'u'lláh en el continente americano - los des-

cendietes espirituales de los rompedores del alba de

una Edad heróica, quienes por medio de su muerte

proclamaron el nacimiento de esa Fe- debe, a su vez,

introducir por medio del sacrificio en vida, no por

medio de su muerte, ese Orden Mundial prometido:

la concha destinada a encerrar esa joya sin precio que

es la civilización mundial, de la cual la Fe misma es

15

la única engendradora. Mientras que las comunidades

hermanas se doblegan por todos lados, esta comunidad,

preservada por los inmutables decretos del Ordenador

omnipotente y derivando continuo sustento del man-

dato con el cual ha sido investida por las Talbas del

Plan Divino, se encuentra ahora con afán dedicada a

colocar las bases y fomentar el crecimiento de aquellas

instituciones que pregonarán el advenimiento de la

Edad destinada a atestiguar el nacimiento y desarrollo

del Orden Mundial de Bahá'u'lláh.
Una comunidad relativamente insignificante en su

fuerza numérica; separada por vastas distancias del

centro focal de su Fe, así como del país donde reside

la mayoría de recursos materiales y careciendo de experien-

cia y prominencia ; ignorante de las creencias, conceptos

y hábitos de las razas de las cuales surgieron sus Fun-

dadores espirituales; sin absoluto conocimiento de los

idiomas en que fueron originalmente revelados sus Li-

bros Sagrados, obligada a apoyarse únicamente en in-

terpretaciones inadecuadas de porciones fragmentarias

de la literatura que encarna sus leyes, su doctrina y

su historia; sujeta desde su infancia a pruebas de ex-

trema severidad, las que a veces han causado la deser-

ción de algunos de sus miembros más prominentes; te-

niendo que lidiar casi desde sus comienzos y cada vez

con más intensidad, con las fuerzas de la corrupción,

de la laxitud moral y del prejuicio arraigado -tal

comunidad, en menos de medio siglo y sin ayuda de

ninguna comunidad hermana en el oriente o el occiden-

te, por virtud de la potencia celestial con la que un

Maestro amoroso la ha dotado en abundancia, ha dado

16
ímpetu a la marcha progresiva de la Causa que ha

abrazado, la cual no ha podido ser igualada por las

hazañas de sus correligionarios del occidente.
¿Qué otra comunidad, puede preguntarse confiada-

mente, ha servido de instrumento en la confección del

patrón y en impartir el impulso original a aquellas ins-

tituciones administrativas que constituyen la vanguar-

dia del Orden Mundial de Bahá'u'lláh? ¿Qué otra co-

munidad ha sido capaz de demostrar, en forma tan

consistente, el ingenio, la disciplina, la determinación

férrea, el ahinco y la perseverancia, la devoción y la

fidelidad, tan indispensables para la erección y conti-

nua expansión de la estructura dentro de la cual, sola-

mente, esas instituciones nacientes pueden multipli-

carse y madurar? ¿Qué otra comunidad ha dado mues-

tras de haber sido inspirada por tan noble visión o

haber estado dispuesta a elevarse a tales alturas del

sacrificio o a encontrarse preparada para obtener un

grado de solidaridad tan elevado que le haya permi-

tido erigir en tan poco tiempo y durante el transcurso

de años tan cruciales, un edificio que bien puede ser

considerado como la contribución más grande jamás

hecha por el occidente a la Causa de Bahá'u'lláh? ¿qué

otra comunidad puede sostener con justificación que

a través de los esfuerzos sin respaldo de uno de sus

humildes miembros, se haya triunfado en obtener para

su Causa, la aceptación espontánea de la Realeza y se

hayan logrado tales testimonios maravillosos, escritos,

de su verdad? ¿Qué otra comunidad ha demostrado la

perspicacia, la habilidad organizadora, el afán entu-

siasta, que han sido responsables del establecimiento

y la expansión a través de su territorio, de aquellas

primeras escuelas, las que con el transcurso d el tiempo

17

Se desarrollarán, por una perte, en poderosos centros

de enseñanza Bahá'í, y por otra parte, proporcionarán

suelo fértil de reclutamiento para el enriquecimiento

y consolidación de su cuerpo de maestros? ¿Qué otra

comunidad ha producido pioneros que combinen en

grado tan elevado, las cualidades esenciales de la auda-

cia, la consagración, la tenacidad, el desprendimiento,

la devoción sin límites, cualidades que les han instado

a abandonar sus hogares y sus posesiones y a disper-

sarse por la superficie del globo y a elevar en los rin-

cones más lejanos el estandarte triunfante de Bahá'u'-

lláh? ¿quénmes, sino los miembros de esta comunidad,

han sido merecedores de la ete rna distinción de ser los

primeros en haber elevado el llamado de Yá Bahá'u'l-

Abhá en centros y territorios tan importantes y tan

dispersos como son el corazón del Imperio Británico

y el imperio Francés, Alemania, el lejano oriente, los

Estados Balcanes, los países Escandinavos, América

Latina, las islas del Pacífico, África del Sur, Australia,

Nueva Zelandia y ahora, más recientemente, los Esta-

dos Bálticos? ¿Quienes, sino esos mismos pioneros,

han demostrado estar preparados para emprender la

labor, para poner en práctica la paciencia y propor-

cionar los fondos requeridos para la traducción y publi-

cación en no menos de cuatrenta idiomas, de su lite-

ratura sagrada, cuya diseminación es un requisito esen-

cial en cualquier campaña de enseñanza organizada
efectivamente? ¿Qué otra comunidad puede reclamar

haber tomado parte decisiva en los efuerzos internacio-

nales que han sido llevados a cabo con el fin de prote-

ger y extender los alrededores inmediatos de sus sa-

grados santuarios, así como la adquisición preliminar

de futuros lugares para sus instituciones internaciona-

18

les, en su centro mundial? ¿Qué otra comunidad puede,

para su etarna gloria, reclamar haber sido la primera

en organizar sus constituciones nacionales y locales y

por este medio, haber asentado las líneas fundamenta-

les de las certas gemelas designadas a regular las acti-

vidades, definir las funciones y proteger los derechos

de sus instituciones? ¿Qué otra comunidad puede ha-

cer alarde de haber adquirido y legalmente asegurado

la base de sus dotaciones nacionales, pavimentando

así el camino para que las comunidades locales tomen

una acción similar? ¿Que otra comunidad ha logrado

la superema distinción de haber obtenido, mucho antes

de que cualquier otra comunidad hermana hubiese

contemplado dicha posibilidad, los documentos nece-

sarios que reafirman por parte de las autoridades fede-

rales y de los estados, el reconocimientode sus Asam-

bleas Espirituales y sus dotaciones nacionales? Y fi-

nalmente, qué otra comunidad ha tenido el privilegio

y ha sido provista de los medios para socorrer a los

necesitados, para defender la causa de los oprimidos

y para intervenir tan enérgicamente para salvaguardar

los edificios e instituciones Bahá'ís en países tales como

Persia, Egipto, Iraq, Rusia y Alemania, donde en dife-

rentes ocasiones, sus correligionarios han tenido que

sufrir los rigores de las eprsecuciones tanto religiosas

como raciales?

Tal registro de servicios, brillante e inigualable, que

se extiende por un período de casi veinte años y que

está tan completamente vinculado con os intereses y

destino de una sección tan extensa de la comunidad

mundial Bahá'í, merece figurar como un capítulo me-

morable en la historia del Período Formativo de la Fe

de Bahá'u'lláh. Reforzado y enriquecido por el re-

19

cuerdo de los primeros logros de los creyentes ame-

ricanos, tal registro es en sí mismo testimonio convin-

cente de su capacidad para asumir debidamente las

responsabilidades que cualquier tarea pueda imponer-

les en el futuro. Sería casi imposible sobreestimar el

significado de estos múltiples servicios. Evaluar co-

rrectamente su valor y amplificar sus méritos y conse-

cuencias inmediatas, es una tarea que solamente un

futuro historiador Bahá'í puede desempeñar debida-

mente. Por el presente, yo sólo puedo hacer constar

mi profunda convicción de que una comunidad que es

capaz de llevar a cabo tales hechos, de demostrar tal

espíritu, de elevarse hasta tales alturas, no puede sino

encontrarse ya dotada de aquellas potencialidades que

le permitirán vindicar, en la plenitud del tiempo, su

derecho a ser aclamada como la principal creadora
y paladín del Orden Mundial de Bahá'u'lláh.
Magníficas como han sido estas crónicas y rememo-

rativas como son el algunos de sus aspectos, de las

hazañas con las que los rompedores del alba de una

Edad heróica han proclamado el nacimiento de la mis-

ma Fe -la tarea asociada con el nombre de esta comu-

nidad privilegiada, lejos de acercarse a su culminación,

solamente comienza a desenvolverse. Lo que han lle-

gado a hacer los creyentes americanos, dentro del espa-

cio de casi cincuenta años, es infinitesimal comparado

con la magnitud de las tareas delante de ellos. Los

anuncios de aquel cataclismo que proclamará al mismo

tiempo la agonía del viejo orden y los dolores de parto

del nuevo orden, indican tanto el acercamiento conti-

nuo como el carácter imponente de esas tareas.
20
Una cruzada de Magnitud Aún Mayor

El establecimiento virtual del Orden Administrativo

de su Fe, la erección de su estructura, la creación de

sus instrumentos y la consolidación de sus instituciones

subsidiarias, fueron las primeras tareas que se les enco-

mendaron como comunidad organizada, llamada a exis-

tir por la Voluntad y bajo las instrucciones de 'Abdu'l-

Bahá. Ellos han desempeñado esta tarea inicial, con

maravillosa prontitud, fidelidad y vigor. Apenas ellos

crearon y correlacionaron las diferentes agencias nece-

sarias para el desempeño eficiente de cualquier plan

de acción que ellos, subsiguientemente, desearan ini-

ciar, se dedicaron, con igual entusiasmo y consagración,

a la siguiente tarea más ardua, la de erigir la superes-

tructura de un edificio cuya piedra angular fue colo-

cada por 'Abdu'l-Bahá Mismo. Cuando esta hazaña fue

lograda, esta comunidad animada por los ruegos apa-

sionados, las exhortaciones y las promesas inscritas en

las Tablas del Plan Divino, resolvió emprender aún

otra tarea, la cual por su alcance y posibilidades espi-

rituales, sin duda deslumbrará cualquiera de los tra-

bajos anteriormente realizados por ellos. Ellos, empren-

diendo el Plan de Siete Años con entusiasmo insacia-

ble e intrépido valor, como primer paso práctico hacia

el cumplimiento de la misión prescrita en esas Tablas

trascendentales, comenzaron, son espíritu de consagra-

ción renovada, su tarea doble, la consumación de la

cual, se espera, sincronizará con la celebración del cen-

tenario del nacimiento de la Fe de Bahá'u'lláh. Ellos,

bien enterados de que cada adelanto hecho en la orna-

mentación externa de su majestuoso edificio, tendría

una reacción directa con el progreso de la campaña de

21

enseñanza iniciada por ellos en ambos continentes,

América del Norte y Sur y percatándose de que cada

victoria obtenida en el campo de enseñanza facilitaría,

a su vez, el trabajo y aceleraría la terminación de su

Templo, ellos están ahora adelantando con valor y fe,

sus esfuerzos por cumplir con ambas fases de sus obli-

gaciones bajo el Plan al cual ellos se han dedicado

para ejecutar.

Que ellos no se imaginen, sin embargo, que la reali-

zación del Plan de Siete Años, el que coincide con la

finalización del primer siglo de la era Bahá'í, significa

el fin o aún la interrupción del trabajo que la Mano

infalible del Todopoderoso les insta a que lleven a cabo.

El comienzo del segundo siglo de la era Bahá'í debe

revelar perspectivas mayores, introducir otras etapas

y atestiguar la iniciación de planes de más alcance que

ninguno hasta ahora concebidos. El Plan en el que

ahora se enfocan la atención, las esperanzas y recursos

de toda la comunidad de creyentes americanos, debe

ser visto como un comienzo solamente, como una prue-

ba de fuerza, como un vínculo hacia una cruzada de

magnitud aún mayor, si es que los deberes y resposa-

bilidades con los que el Autor del Plan Divino los ha

investido, han de ser honorable y completamente cum-

plidos.

Pues la consumación del presente Plan puede resul-

tar solamente en la formación de por lo menos un cen-

tro en cada una de las repúblicas del hemisferio occi-

dental, mientras que las obligaciones prescritas en esas

Tablas, requieren una difusión más extensa e implican

la dispersión de un número mucho mayor y más re-

presentativo de los miembros de la comununidad Bahá'í

norteamericana, sobre toda la superficie del nuevo

22

Mundo. Es la indudable misión de los creyentes ame-

ricanos, por lo tanto, continuar en el segundo siglo el

glorioso trabajo comenzado en los últimos años del

primer siglo. Ellos no podrán sentirse satisfechos de

haber cumplido adecuadamente con sus obligaciones

inmediatas bajo el Plan divinamente revelado de 'Abdu'l

Bahá, hasta cuando ellos hayan desempeñado su papel

en guiar las actividades de estos centros aislados y re-

cientemente creados y hayan fomentado, a su vez sus

capacidades para iniciar la formación de instituciones

locales y nacionales basadas en las suyas propias.

Ni por un momento debe suponerse que el finalizar

una tarea que tiene como objeto la multiplicación de

los centros Bahá'ís y el suministro de la asistencia y

guía necesarias para el establecimiento del Orden Ad-

ministrativo de le Fe Bahá'í en los países latinoameri-

canos, se cumple completamente con los designios que

'Abdu'l-Bahá, ha vislumbrado para ellos. Un examen,

aunque sea superficial, de esas Tablas que comprenden

Su Plan, revelará al instante, un alcance de sus acti-

vidades, el que se extiende más allá de los confines del

hemisferio occidental. Con la virtual finalización de

sus tareas y responsabilidades interamericanas, su mi-

sión intercontinental comienza su fase más gloriosa y

decisiva. "En el momento en que este Mensaje Divi-

no", el mismo 'Abdu'l-Bahá ha escrito, "es divulgado

por los creyentes americanos desde las costas de Amé-

rica y es propagado a través de los continentes de Euro-

pa, Asia, África y Australasia y a lugares tan distantes

como las islas del Pacífico, esta comunidad se encontra-

rá firmememte establecida en el trono de un dominio

eterno".
23

¿Y quén sabe si cuando esta tarea colosal haya sido

llevada a cabo, una misión mayor, más gandiosa, in-

comparable en su esplendor y predestinada para ellos

por Bahá'u'lláh, les pueda ser impuesta? Las glorias

de dicha misión son de un esplendor tan deslumbrante,

las circunstantcias que la acompañarían tan remotas, y

los eventos contemporáneos con los cuales la culmina-

ción de esa misión están tan estrechamente unida en

un estado de tanto flujo, son tales, que en la actual

época sería prematuro intentar cualquier descripción

exacta de sus caracterísiticas. Basta decir que del torbe-

llino y las tribulaciones de estos "últimos años", sirgi-

rán oportunidades nunca soñadas y se crearán circuns-

tancias que no pueden predecirse, que, capacitarán no

más bien, obligarán a los victoriosos promotores del

Plan de 'Abdu'l-Bahá, por una parte que ellos desempe-

ñarán en el desenvolvimiento del Nuevo Orden Mun-

dial, a que se agreguen nuevos laureles a la corona de

su servidumbre, en el umbral de Bahá'u'lláh.
Las posibilidades del Futuro
Ni debe permitirse que pase desapercibida ninguna

de las múltiples oportunidades de una clase completa-

mente diferente, oportunidades que la evolución de la

Fe misma debe crear o en su centro mundia o en el

continente norteamericano o aún en las regiones más

remota[s] de la tierra, exhortando una vez más a los

creyentes americanos para que desempeñen un papel

no menos conspicuo que aquel que ellos previamente

desempeñaron por medio de sus contribuciones colec-

tivas para la propagación de la Causa de Bahá'u'lláh.

24

Por el momento, yo sólo puedo citar a la ventura algu-

nas de estas oportunidades que se destacan preemi-

nentemente, en cualquier intento que yo haga por estu-

diar las posibilidades del futuro: La erección de la Casa

Internacional de Justicia y su establecimiento en la

Tierra Santa, el centro espiritual y administrativo del

mundo Bahá'í, conjuntamente con la formación de sus

dependencias auxiliares e instituciones subsidiarias; la

erección gradual de las diferentes dependencias del

Primer Mash riqu'l-Adkár del oeste y los intrincados

asuntos que envuelven el establecimiento y la extensión

de la base estructural de la vida de la comunidad

Bahá'í, la codificación y promulgación de las ordenan-

zas del Libro Más Sagrado, el cual requiere en ciertos

países del oriente, la formación de cortes del ley Bahá'í,

debidamente constituidas y oficialmente reconocidas;

la construcción del Tercer Mash riqu'l-Adkár del mun-

do Bahá'í en las afueras de la ciudad de Teherán,

el cuál será seguido por la erección de una Casa de

Asoración similar, en la misma Tierra Santa; la libe-

ración de las comunidades Bahá'ís, de las cadenas de

la ortodoxia religiosa en tales países islámicos como

Persia, Iráq y Egipto y el reconocimiento consiguiente

de las autoridades civiles en aquellos países del estado

legal independiente y del carácter religioso de las

Asambleas Bahá'ís nacionales y locales; las medidas

defensivas y preventivas que serán creadas, coordina-

das y llevadas a cabo con el fin de contrarrestar toda la

fuerza de los inevitables ataques que los esfuerzos

organizados de organizaciones eclesiásticas de varias

denomincaiones, iniciarán progresivamente y continua-

rán en forma implacable; y por último en orden pero

no en importancia, los numerosos tamas que deberán

25

ser afrontados, los obstáculos que tendrán que ser

superados y las responsabilidades que tendrán que ser

asumidas, con el fin de permitir que una Fe puesta a

penosas pruebas, pueda traspasar las sucesivas etapas

de la absoluta emancipación completa, las que, en su turno, la

guiarán a que sea reconocida como una Fe indepen-

diente que disfrute de un estado legal de completa

igualdad con sus religiones hermanas; seguidamente,

será establecida y reconocida como una religión del

estado, lo cual, a su vez, derá curso a que asuma los

derechos y prerrogativas asociados con el estado

Bahá'í, el que funcionará en plenitud de sus poderes

-una etapa que devew culminar, finalmente, con el

surgimiento de la Mancomunidad mundial Bahá'í, to-

talmente animada por el espíritu y operando única-

mente en directa conformidad con las leyes y princi-

pios de Bahá'u'lláh.

Al reto que estas oportunidades ofrecen a los cre-

yentes americanos, las que estoy seguro que ellos

asumirán sin dilación, además de responder a la lla-

mada de enseñanza que 'Abdu'l-Bahá expresó en su[s]

Tablas, ellos responderán con su valor, tenacidad y

eficiencia tradicionales, de tal manera que demostra-

rán ante el mundo entero, su derecho y rango como

constructores paladines de las instituciones más pode-

rosas de la Fe de Bahá'u'lláh.
Su Luz Inagotable
Bienamados amigos! Aunque la tarea sea extensa

y ardua, el galardón que el Todo Generoso ha esco-

26

gido conferirles a ustedes, es de tal valor que ni la

lengua ni la pluma pueden evaluarlo con justicia. A

pesar de que la meta hacia la cual ustedes se esfuer-

zan ahora tan vigorosamente, se encuentra distante

y aún es desconocida a los ojos del hombre, lo que ésta

promete está firmemente establecida en las declara-

ciones autoritativas e inalterables de Bahá'u'lláh. A

pesar de que el rumbo que Él ha trazado para uste-

des parece a veces encontrarse perdido entre las som-

bras amenazadoras que ahora envuelven a una huma-
nidad agobiada, la luz inagotable que Él ha hecho

resplandecer continuamente sobre ustedes es de tal

brillantez que ninguna oscuridad terrenal podrá jamás

eclipsar su esplendor. A pesar de los reducido de su

número y aunque se encuentra circunscripta a sus

experiencias, poderes y recursos, la Fuerza que le da

energía a su misión tiene un alcance sin límite y su

potencia es incalculable. Aunque los enemigos sean

fieras, numerosos e implacables -enemigos que sur-

girán necesariamente después de toda aceleración en

el progreso de la misión de ustedes, sin embargo, las

Huestes invisibles, como se ha prometido, si ustedes

perseveran, se apresurarán en su ayuda y permitirán

que al fin ustedes venzan las aspiraciones de sus ene-

migos y aniquilarán sus fuerzas. Aunque no se duda

de las bendiciones eventuales que deben coronar la

finalización de su misión y las promesas divinas con-

cedidas a ustedes son firmes e irrevocables, la medida

del premio genesoro que cada uno de ustedes cose-

chará, dependerá del grado hasta el que sus esfuerzos

diarios hayan contribuido a la expansión de esa mi-

sión y a la aceleración de su triunfo.
27
Bienamados amigos! Grandes comos on mi amor
y admiración hacia ustedes, convencido como estoy

de la participación importantísima que ustedes, sin

duda, pueden tener y tendrán en las futuras esferas

de actividad y sevicio Bahá'í, tanto continentales

como internacionales, siento que todavía me incumbe

expresar en esta ocasión, una advertencia. Los vehe-

mentes tributos, tan repetida y meritoriamente mani-

festados por causa de la capacidad, espíritu, conducta

y alto rango de los creyentes americanos, tanto indi-

vidualmente como en calidad de comunidad orgáni-

ca, no deben ser confundidos bajo ninguna circuns-

tancia, con las características y naturaleza de las gen-

tes de quienes ellos surgieron por voluntad de Dios.

Debe hacerse una clara distinción entre esa comuni-

dad y estas gentes, la que debe ser resuelta y valerosa-

mente sostenida, si deseamos concederle el debido

reconocimiento al poder de transmutabilidad de la Fe

de Bahá'u'lláh, en su impacto en las vidas y normas

de aquellos que han preferido reclutarse bajo Su es-

tandarte. De lo contrario, el supremo y el distintivo

propósito de Su Revelación, el cual no es otro que la

creación de una nueva raza de hombres, se mantend-

drá completamente desconocido y totalmente oculto.

El Supremo Propósito de Su Revelación

Con cuánta frecuencia los profetas de Dios, no ex-

ceptuando al Mismo Bahá'u'lláh, han preferido hacer

su aparición y pronunciar Su Mensaje en países y

entre gentes y razas, en época cuando éstas se en-

contraban en estrado de rápida decadencia o cuando

28
habían alcanzado las más hondas profundidades de

degradación moral y espiritual. La espantosa miseria

y ruindad a las que los israelitas habían descendido

bajo el gobierno degradante y tiránico de los farao-

nes, en los días que precedieron su éxodo de Egipto

bajo la dirección de Moisés; la decadencia a la que

había llegado la vida religiosa, espiritual, cultural y

moral del pueblo judío, en la época de la aparición

de Jesucristo; la crueldad bárbara, la idolatría y la

inmoralidad crasa, las cuales durante tanto tiempo

habían sido las caracterísiticas más penosas de las tri-

bus de Arabia y las cuales les trajeron tanta vergüen-

za cuando Mahoma se levantó entre ellos para pro-

clamar Su Mensaje; el estado indescriptible de deca-

dencia y su concurrente corrupción, confusión, intole-

rancia y opresión tanto en la vida civil como en la

vida religiosa de Persia, tan vívidamente descrita por

la pluma de un número considerable de eruditos, di-

plomáticos y viajantes, durante la hora de la Revela-

ción de Bahá'u'lláh -todo lo cual pone de manifiesto

este hecho básico e ineludible-. Afirmar que el valor

innato, las altas normas de moral, la aptitud para la

política y los logros sociales de cualquier raza o na-

ción son la razón para que entre ellos haga su apa-

rición cualquiera de estas Luminarias Divinas, sería

una perversidad absoluta de los hechos históricos y

valdría a repudiar totalmente, las interpretaciones no

dudadas atribuidas a ellos, tan clara y enfáticamente,

tanto por Bahá'u'lláh como por 'Abdu'l-Bahá.
Para aquellos que pertenecen a dichas razas y na-
ciones y que hayan respondido al llamado elevado

por estos profetas, cuan grande debe ser, entonces, el

reto para ellos reconocer sin reservas y atestiguar en

29

forma valerosa, esta indubitable verdad: que no fue

por razón de ninguna superioridad racial, capacidad

política o virtud espiritual, que una raza onación pu-

diese poseer, sino más bien como consecuencia directa

de sus urgenstes necesidades, su lamentable degenera-

ción y su perversidad irremediable, por lo quie el Pro-

feta de Dios ha optado por hacer su aparición entre

ellos y con éstos, a manera de palanca, ha levantado

toda la raza humana a un plano de vida y de con-
ducta más elevado y más noble. Pues es precisa-

mente bajo dichas circunstancias y por dichos medios,

que los Profetas, desde tiempos inmemoriales, han pre-

ferido y podido demostrar sus poderes de redención,

para levantar a las gentes de su propia raza y nación

desde las profundidades de su abatimiento y miseria,

permitíendoles transmitir, a su turno, a otras razas y

naciones, la gracia salvadora y la influencia vigori-

zante de Su Revelación.

Al la luz de este principio fundamental, debe siem-

pre tenerse en mente, ni puede enfatizarse suficiente-

mente elque la razón prioncipal por la cual el Báb y

Bahá'u'lláh prefirieron hacer su aparición en Persia,

convirtiéndola en primer repositorio de Su Reve-

lación, fue porque entre todas las gentes y naciones

del mundo civilizado, esa raza y nación, como 'Abdu'l-

Bahá tan frecuentemente la descibrió, se encontraba

sumergida en honduras than ignominiosas y manifes-

tba tal poerversidad que no tenían parelelo entre sus

contemporáneos. Ninguna otra prueba más convin-

cente puede ser alegada para demostrar el espíritu

regenerador que anima las Revelaciones proclamadas

por el Báb y Bahá'u'lláh, que su poder para transfor-

mar al que puede ser considerado de veras como uno

30

de los pueblos más atrasados, cobardes y perversos,

en una raza de héroes a su vez dispuesta a realizar

una revolución similar en la vida de la humanidad.

De haber hecho su aparición entre una raza o nación,

pareciera justificar el privilegio inapreciable de haber

sido convertida en receptáculo de tal Revelación, se

haría menguar ante los ojos de un mundo incrédulo,

la eficacia de ese Mensaje y se le restaría mérito a

la capacidad de su poder omnipotente. El contraste

entre el heroismo que inmortalizó la vida y hazañas

de los Rompedores del Alba y la degeneración y co-

berdía de sus difamadores y perseguidores, tan mar-

cadamente representados en las páginas de la Narra-

ción de Nabíl, es por sí mismo un testimonio muy

impresionante de la veracidad del Mensaje de Aquel

Quien ha infundido tal espíritu en el pecho de Sus

discípulos. El hecho de que cualquier creyente de esa

raza mantenga que la excelencia de su país y la no-

bleza innata de su pueblo fueron las razones funda-

mentales para que se le señalara como el receptáculo

más importatne de las Revelaciones del Báb y Bahá'u'

lláh, sería insostenible en vista de la abrumadora

evidencia que esa Narración proporciona en forma tan

convincente.
En menor grado, este principio debe necesariamen-

te aplicarse al país que ha vindicado su derecho a ser

considerado como la cuna del Orden Mundial de

Bahá'u'lláh. Tan gran función, tan noble papel, no

opuede ser considerado inferior a la parte desempe-

ñada por esas almas inmortales, quienes a través de

su sublime renunciación y hechos inigualados, han

sido responsables del nacimiento de la misma Fe. Por

31
lo tanto, que aquellos que participarán de manera

tan predominante en el nacimiento de aquella civili-

zación mundial, la cual es producto directo de su Fe,

no se imaginen en momento alguno que por algún

propósito misterioso, o por razón de excelencia innata

o mérito especial, Bahá'u'lláh ha preferido conferir a

su país y gentes una distinción tan grande y duradera.

Es precisamente por razones de los males patentes, no

obstante sus otras características y logros reconocida-

mente grandes, males que han sido engendrados den-

tro de ese país por un materialismo excesivo e infle-

xible, por lo cual el Autor de su Fe y Centro de Su

Convenio lo ha escogido para que sea el portaestan-

darte del Nuevo Orden Mundial vislumbrado en sus

escrituras. Es por medios como éste, que Bahá'u'lláh

puede demostrar mejor a una generación negligente,

Su capacidad todopoderosa para hacer surgir del mis-

mo seno de un pueblo que se encuentra sumergido

en un mar de materialismo, preso de una de las formas

más virulentas y duraderas de prejuicio racial y no-

torio por su corrupción palítica, desobediencia a la

ley y laxitud en las normas de moral, para hacer sur-

gir a hombres y mujeres, quienes a medida que pasa

el tiempo, ejemplificarán progresivamente esas vir-

tudes esenciales del sacrificio propio, de la rectitud

moral, de la castidad, de la camaradería sin prejuicios,

de la disciplina sagrada y de la comprensión espiri-

tual, lo que los hará aptos para desempeñar la parte

preponderante que ellos tendrán en la creación de

aquel Orden Mundial y aquella Civilización Mundial

de la lcual su país, no menos que la humanidad entera,

se encuentra en urgente necesidad. De ellos será la

obligación y el privilegio, primeramente en su capa-

32
cidad como los fundadores de uno de los más pode-

rosos pilares que sostienen el edificio de la Casa Uni-

versal de Justicia y luego como los contructores pala-

dines de ese Nuevo Orden Mundial del que esa Casa

será el núcleo y la precursora, para inculcar, demos-

trar y aplicar esos principios gemelos y tan urgente-

mente necesitados, de justicia y orden Divinos, prin-

cipios con los cuales la corrupción política y la licen-

cia moral, mandando progresivamente la sociedad

a la que pertenecen, contrastan tan triste y lamativa-

mente.
Las observaciones como éstas, no importa lo des-

agradables y deprimentes que p;uedan ser, no deben

en lo más mínimo cegarnos a aquellas virtudes y cua-

lidades de vasta inteligencia, juventud, iniciativa y em-

presa ilimitadas que la nación en conjunto despliega

tan conspicuamente y las que se están relfejando cada

vez más en la comunidad de creyentes dentro de

ella. De estas virtudes y cualidades, no menos que

de la supresión de los males a los que nos hemos refe-

rido, debe depoender hasta un gran límite, la habilidad

de esa comunidad para asentar una base firme para

el futuro papel que el país desempeñará en la intro-

ducción de le Edad de Oro de la Causa de Bahá'u'
lláh.
Cuán Inmensa la Responsabilidad!

Cuánb grande, por lo tanto, cuán inmensa es la obli-

gación que debe pesar sobre la actual generación

de creyentes americanos en esta etapa inicial de su

evolución espiritual y administrativa para escardar,

33

por todos losmedios que les sean posibles, esas im-

perfecciones, hábitos y tendencias que ellos han here-

dado de su propia nación y para cultivar, paciente y

devotamente, esas cualidades distintas y caracterísiti-

cas que son tan indispensables para su participación

efectiva en la gran labor redentora de su Fe. Aún

imposibilitados como están por el momento, en vista

del tamaño restricto de su comunidad y de la in-

fluencia limitada que ésta ejerce, de producir algún

efecto marcado en la gran masa de sus conciudada-

nos, que ellos enfoquen su atención, por lo p[resente,

en ellos mismos, en sus necesidades individuales, sus

deficiencias y debilidades personales, siempre cons-

cientes de que cada intensifdicación de los esfuerzos

por parte de ellos los habilitará más para la época

cuando ellos tendrán la obligación de borrar a su vez

dichas tendencias malvadas de las vidas y los cora-

zones del cuerpo total de sus conciudadanos. Tam-
poco deben ellos ignorar el hecho de que el Orden

Mundial, cuya base ellos, en calidad de vanguardia

de las futuras generaciones Bahá'ís de sus compa-

triotas, se esfuerzan por establecer, jamás puede ser

erigido a menos que y hasta tanto la mayoría del

pueblo a la que ellos pertenecen haya sido purificada

de los diversos males, ya sea de carácter social o polí-

tico, que ahora la alfigen con tanta severidad.
Examinando en su totalidad las necesidades más

urgentes de esta comunidad, tratando de valorar las

deficiencias más serias que están impidiendo el de-

empeño de su labor y teniendo siempre en mente la
naturaleza de esa tarea aún mayor con la que ésta

se verá obligada a luchar een el futuro, cro que es

mi deber hacer especial énfasis y llamar la particular

34

y urgente atención de toda la congregación de cre-

yentes americanos, ya sean ellos jóvenes o viejos, blan-

cos o de color, maestros o administradores, veteranos

o principiantes, a lo que yo creo firmemente que son

los requisitos esenciales para el triunfo de las tareas

que están demandando la atención indivisa. Aunque

grande es al importancia de idear los instrumentos

visibles y de perfeccionar las agencias administrativas

que ellos puedan lutilizar para llevar a cabo su doble

tarea bajo el Plan de Siete Años; vitales y urgentes

como son las campañas que ellos están iniciando, los

planes y proyectos que están creando y los fondos que

están levantando, para el eficiente desepeño de qm-

bos trabajos, el de enseñanza y el del Templo, no

son menos urgentes ni vitales los factores espirituales

imponderables que están vinculados a sus propias

vidas individuales e íntimas y los que requieren un

escrutinio constatne, un incesante examen de con-

ciencia y analización de los popias sentimientos, de

parte de ellos, pues de lo contrario, el mérito de estos

factores disminuirá o su requisito fundamental sería

oscurecido u olvidado.
Requisitos Previos Espirituales

De estos requisitos previos espirituales para el triun-

fo, los que constituyen la base sobre la lcual el afian-

zamiento de todos los planes de enseñanza, los pro-

yectos del Templo y los programas financieron deben

finalmente apoyarse, los siguientes se destacan como

preeminentes y vitales, los que los meimbros de la

comunidad Bahá'í americana harían bien en exami-
35

nar. Proporcionalmente de acuerdo con el grado hasta

el cual se llenen estos requisitos básicos y de la forma

c'omo los creyentes americanos los realicen en sus vi-

das individuales, actividades administrativas y rela-

ciones sociales, debe depender la mediad de bendi-

ciones múltiples que el poseedor Todo Generoso

puede concederles a todos ellos. Estos requisitos no

son otrtos que un alto sentido de rectitud moral en sus

actividades sociales y administrativas, pureza absoluta

en sus vidas individuales y completa liberación de pre-

juicios en su trato con las gentes de diferentes razas,

clases, creencias o color.

El primero está diridigo, en particular, aunque no

eclusivamente, a sus representatnes elegidos, ya sean

locales, regionales o nacionales, quienes en su capaci-

dad de custodios y meimbros de las nacientes insti-

tuciones de la Fe de Bahá'u'lláh, asumen la más im-

portante responsabilidad en la colocación de la base

inexpugnable para aquella Casa Universal de Justicia,

la cual, como implica su título, será la expositora y

custodia de esa Justicia Divina que solamente puede

garantizar la seguridad de un mundo extraordina-

riamente desordenado y establecer el reino de la ley

y del orden en el mismo. El segundo conceirne prin-

cipal y directamente a la juventud de Bahá'ís , la que

puede contribuir tan decisivamente a la virilidad, pu-

reza e impulso de la vida de la comunidad Bahá'í y

sobre la cual debe depender la futura orientación de

su destino y el desarrollo completo de las potencia-

lidades con las que Dios la ha dotado. El tercero

debe ser el interés inmediato, de mayor importancia

y universal de todos y cada uno de los miembros de

la comunidad Bahá'í, no importa su edad, rango, ex-

36

periencia, clase o color, ya que todos ellos in excep-

ción, deben efrontar el desafío que éste implica y

ninguno de ellos, por mucho que haya progresado en

esta línea de conducta, puede alegar haber desempe-

ñado en su totalidad las severas responsabilidades

que éste inculca.
La rectitud de conducta, el sentido perdurable de

justicia igualitaria, exencots de las influencias desmo-

ralizantes de una vida política plagada de corrup-

ción ha hecho tan notoriamente patentes; una vida

virtuosa, pura y santificada, ni mancillada ni opacada

por las indecencias, los vicios, las normas falsas que

un código moral inherentemente deficiente, toler,
perpetúa y fomenta; una fraternidad libre de ese

crecimiento canceroso del prejuicio raical, el cual

está corroyendo las entrañas de una sociedad que ya

se encuentra debilitada -estos son los ideales que

los creyentes americanos, en forma individual y a

través de la acción conjunta, deben de ahora en ade-

alente esforzarse por promover tanto en sus vidas pri-

vadas como en sus vidas públicas- ideales que cons-

tituyen la mayor fuerza propulsora capaz de acelerar

de la manera más efectiva, el avance de sus institu-

ciones, planes y actividades, que pueden velar por

el honor y la integridad de su Fe y subyugar cual-

quier obstáculo que ella puede confrontar en el fu-

turo.
Esta rectitud de conducta, con sus inferencias de

justicia, equidad, veracidad, honestidad, imparciali-

dad, confiabilidad e integridad, deber distinguir cada

fase de la vida de la comunidad Bahá'í. "Los com-

pañeros de Dios", el Mismo Bahá'u'lláh ha manifesta-

37

do, "son en este día, la masa que debe levantar a los

pueblos del mundo. Ellos deben manifestar tal sen-

tido de integridad, de veracidad y de perseverancia,

tales hechos y testimonios de conducta que todo el

género humano pueda beneficiarse de su ejemplo".
"Juro por Él, Quien es el Supremo Océano!" Él de

nuevo afirma, "Dentro del mismo aliento de las almas

puras y santificadas, se encuentran ocultas potencia-

lidades de gran alcance. Tan grandes son estas po-

tencialidades que ellas ejercen su influencia sobre

todas las cosas creadas". "es verdadero servidos de

Dios", Él ha escrito en otro pasaje, "quién, si en este

día atravesara ciudades de plata y oro, no se digna-

ría a mirarlas y cuyo corazón permanecería puro e
impoluto de cualquier cosa visible de este mundo,

ya sea ésta sus favores o sus tesoros. Yo juro por el

Sol de la Verdad! El aliento de tal hombre está do-

tado de autoriada y sus palabras, de atractivo". "Por

Aquel Quien brilla sobre la Aurora de santidad!" Él

ha revelado de forma aún más enfática, "Si toda la

tierra fuera convertida en plata y oro, ningún hom-

bre del que pueda decirse que verdaderamente ha

ascendido al cielo de fe y certidumbre se dignaría

a miralo, ni menos aún a tomar y guardarloAque-
llos que moran dentro del Taberáculo de Dios y

están establecidos en las sedes de gloria sempiterna,

rehusarán aunque estén muriendo por habre, ex-

tender y coger ilícitamente la propiedad de su pró-

jimo, por muy bajo y despreciable que éste sea. El

propósito del Dios único y verdadero al manifestarse

a Sí Mismo, es emplazar a toda la humanidad a la

veracidad y sinceridad, a la piedad y confiabilidad,

a la resignación y sumisión a la Voluntad de Dios, a

38

la paciencia y amabilidad, a la rectitud y sabiduría.

Su objetivo es cubrir a cada hombre con el manto de

un carácter santificado y adornarlo con el ornamento

de acciones buenas y santas". "Hemos amonestado

a todos los amados de Dios", Él insiste, "para que

hagan caso, no sea que el borde de Nuestra vesti-
dura sagrada sea ensuciada con el fango de hechos

ilícitos o sea manchado con el polvo de una conducta

censurable". "Adheríos a la virtud, Oh pueblo de
Bahá", Él de este modo los exhorta, "Éste es, en
verdad el mandamiento de Aquel que ha sido agra-

viado os concede y el cual es la preferencia primor-

dial de Su ilimitada voluntad para con cada uno de

vosotros". "Un testimonio de buena conducta", Él

explica, "es, en verdad, el mejor manto de Dios para

los hombres. Con éste Él adrona los templod de Sus

bienamados. Por mi vida! La luz que irradia una

buena conducta supera a la luz del sol y a sus es-

plendores". "Una acción recta", Él de nuevo ha escri-

to, "está dotada de tal potencia que puede enaltecer

a tal punto al polvo como para hacerlo ir más allá

del cielo de los cielos. Puede rasgar toda la atadura y

tiene el poder de restaurar la fuerza que se ha gasta-

do y desvanecida. Sed puros, oh pueblo de Dios,
sed puros; sed rectos, sed rectos. Di: Oh pueblo

de Dios! Lo que puede asegurar la victoria de Aquel

Quien es la Verdad Eterna, Sus huestes y ayudantes

en la tierra, han sido anotadas en los Libros y Es-

crituras sagradas y son tan claras y manifiestas como

el sol. Estas huestes son los actos rectos, la conducta

y carácter que son aceptables a Su vista. Quien-

quiera se levante a ayudar a Nuestra Causa en este

Día y llame a su ayuda las huestes de un carácter
39

loable y una conducta recta, la influencia que fluye

de tal acción, ciertamente será difundida por todo

el mundo". "El mejoramiento del mundo", es aún
otra afirmación, "puede ser logrado por medio de

hechos puros y hermosos, por medio de una conducta

loable y correcta." "Sed justos con vosotros mismos

y con los demás". Él en estos términos los aconseja,

"para que las señales de justicia sean reveladas por

vuestras acciones entre Nuestros fieles siervos". "La

equidad", Él tambien ha escrito, "es la más funda-

mental de las virtudes humanas. La evaluación de

todas las cosas depende de ella." Y de nuevo, "Sed

equitativos en vuestro juicio, oh hombres de corazón

comprensivo! Aquel que es injusto en su juicio ca-

rece de las caracterísiticas que distinguen la posición

del hombre." "Embelleced vuestra lengua, oh gen-

tes", Él nuevamente los amonesta, "con veracidad y

adornad vuestras almas con el ornamento de la ho-
nestidad. Ciudad, oh pueblo, de no habérselas con
nadie en forma desleal. Sed los fidecomisarios de

Dios entre Sus criaturas y los emblemas de Su gene-

rosidad entre Su pueblo." "Que vuestra vista sea

casta", es otro consejo más, "que vuestra mano sea

leal, vuestra lengua sea veraz y vuestro corazón, es-

clarecido." "Sed un adorno al semblante de la ver-

dad", es aún otra amonestación, "una corona en las

sienes de la fidelidad, un pilar en el templo de la

rectitud, un alimento de la vida para el cuerpo de la

humanidad, una enseña de las huestes de la justicia,

un astro sobre el horizonte de la virtud." "Que la ve-

racidad y la cortesía suan vuestro adorno:, es aún

otra exhortación, "no permitáis ser privados del man-

to de la paciencia y justicia, para que los dulces aro-

40
mas de santidad sean exhalados desde vuestros co-

razones sobre todas las cosas creadas. Di: Cuidado,

oh pueblo de Bahá, no sea que andéis por los cami-

nos de aquellos cuyas palabras difieren de sus hechos.

Esforzaos que seáis habilitados para manifestar a los

pueblos de la tierra las signos de Dios y reflejar Sus

mandamientos. Que vuestros hechos sean una guía
para la humanidad, pues lo que profesan las más

de los hombres, sean nobles o humildes, difieren de

su conducta. Es por vuestros actos que podéis dis-

tinguiros de los demás. Por ellos puede ser derra-

mado sobre todo el mundo el brillo de vuestra luz.

Feliz es el hombre que atiende Mi consejo y guarda

los preceptos prescriptos por Aquel Quien es el Om-

nisciente, el Omnisapiente." "Oh, ejército de Dios!"

escribe 'Abdu'l-Bahá, "Por medio de la protección y

ayuda concedidas por la Bendita Belleza -que sea
mi vida una inmolación a Sus bienamados- debéis

comportaros en tal forma que os permita destacar, mar-

cada y brillantemente como el sol, entre otras almas.

Si alguno de vosotros llegara a entrar a una ciudad,

deberá convertirse en el centro de atracción, por razo-

nes de sinceridad, su integridad y su devoción, su ho-

nestidad y fidelidad, su veracidad y su benevolencia

hacia todas las gentes del mundo, de manera que la

población de esa ciudad pueda pregonar que "Este

hombre es, incuestionablemente Bahá'í, puesto que sus

modales, su forma de proceder, su conducta, sus nor-

mas morales, su naturaleza y su ánimo, reflejan las

características de los Bahá'ís. Hasta tanto vosotros

no alcancéis esta posición, no se podrá decir que habéis

sido leales al Convenio y Testamento de Dios." "El

deber fundamental", Él además ha escrito, "es hoy en

41

día purificar vuestros caracteres, corregir vuestros mo-

dales y mejorar vuestras conductas. Los amados del

Todo Misericordioso deben manifestar tal carácter y

conducta entre sus criaturas, que la fragancia de lsu

santidad pueda derramarse sobre el mundo entero y

pueda avivir a los muertos, dado que la finalidad de

la Manifestación de Dios y de la alborada de la cla-

ridad ilimitada del Invisible es la de educar a las almas

de los homres y el de afinar el carácter de cada perso-

na viviente." . "La veracidad", Él afirma, "es la

base de todas las virtudes humanas. Sin la veracidad, el

progreso y el buen éxito, en todos los mundos de Dios,

son irrealizables para cualquier alma. Cuando este

atributo santo se encuentre arraigado en el hombre,

todas las cualidades divinas serán también adquiri-

das."
Tal rectitud de conducta debe hacerse manifiesta,

con influjo siempre creciente, en cada fallo que los

representates elegidos de la comunidad Bahá'í, en

cualquier capacidad en que se encuentresn, sean lla-

mados a dictar. Ésta debe reflejarse, constantemente,

en las relaciones comerciales de todos sus miembros,

en sus vidas domésticas, en toda suerte de empleos y

en el desempeño de cualquier servicio que ellos, en el

futuro, puedan proporcionar a su gocierno o a su

pueblo. Ésta debe ser ejemplificada en la conducta

de todo elector Bahá'í, durante le ejercicio de sus de-

rechos y funciones sagradas. Debe ser ésta, caracte-

rística de la actitud de cada creyente leal hacia la no-

aceptación de puestos políticos, la no-odentificación

con partidos políticos, la no-participación en contro-

versias políticas y la no-afiliación en organizaciones

políticas e instituciones eclesiásticas. Debe darse a

42

conocer por la firme adhesión de todos, ya sean jóvenes

o viejos, a los principios fundamentales y claramente

enunciados por 'Abdu'l-Bahá en Sus pláticas y a las

leyes y ordenanzas reveladas por Bahá'u'lláh en Su

Libro Más Sagrado. Ésta debe ser demostrada en la

imparcialidad de cada defensor de la Fe, contra sus

enemigos, en su justicia al reconocer cualquier mérito

que pueda poseer ese enemigo y en su honestidad en

el desempeño de cualquier obligación que él tenga para

con éste. Ésta debe constituir el ornamento más relu-

ciente de la vida, las actividades, los esfuerzos y las

declaraciones de cada maestro Bahá'í, ya sea que tra-

baje en su país o en el extranjero, ya sea en las pri-

meras filas del cuerpo de enseñanza u ocupando una

posición de actividad y responsabilidad menores. Ésta

debe ser convertida en el mayor distintivo de ese cuer-

po de representantes nacionales elegidos de cada co-

munidad Bahá'í, el que es, aunque reducido en nú-
mero, intensamente dinámico y muy responsable y

el que constituye el pilar de sostén y único instrumen-

to para la elección, en cada comunidad, de esa Casa

Universal cuyo mismo nombre y título, como lo ordenó

Bahá'u'lláh, simboliza esa rectitud de conducta, la

cual es su más alta misión por proteger y poner en vigor.

Es tan grande y trascendental este principio de jus-

ticia Divina, un principio que deber ser considerado

como la mayor distinción de todas las Asambleas Lo-

cales y Nacionales en sus funciones como heraldos de

la Casa Universal de Justicia, lque el mismo Bahá'u'lláh

subordina Su inclinación y deseos personales, a la

fuerza apremiantísima de sus exigencias e implicacio-

nes. "Dios es Mi testigo!" Él de este modo explica,

"si no fuera contrariio a la Ley de Dios, Yo hubiera

43
besado la mano de Mi supuesto asesino y hubiera

hecho que él heredara Mis bienes terrenales. Me re-

frena, sin embargo, la Ley obligatoria formulada en

el Libro y Yo Mismo me encuentreo despojado de todo

bien terrenal." "Sabed en verdad", Él afirma signifi-

cativamente, "estas grandes opresiones que le han

acontecido al mundo, lo estén preparando para el ad-

venimiento de la Jisticia Más Grande." "Dí", Él de

nuevo afirma, "Él hizo su aparición con esa Justicia

con la que la humanidad ha sido adornada y sin emb-

bargo, la mayor parte de la gente se encuentra dor-

mida." "La luz del hombre es la Justicia", Él, además,

declara, "No lo apaguéis con los vientos contrario de

la opresión y de la tiranía. El propósito de la justicia

es el surgimiento de la unión entre los hombres."

"Nungún resplandor", Él declara, "puede compararse

con aquel de la justicia. La organización del mundo

y la tranquilidad de la humanidad dependen de ella."

"Oh pueblo de Dios!" Él exclama, "aquello que adies-

tra al mundo es la justicia, puesto que está sostenida

por dos pilares, la recompensa y el castigo. Estos dos

pilares son la fuente de vida para al mundo." "Jus-

ticia y equidad", es aún otra aserción, "son dos gura-

dianes para la protección del hombre. Éstas han hecho

su aparición ataviadas en sus nombres poderosos y sa-

grados, con el fin de mantener al mujndo dentro de la

rectitud y proteger a las naciones." "Afanaos, Oh gen-

tes", es su amonestación enfatica, "en anticipación a

los días de Justicia Divina, puesto que la hora pro-

metida ya ha llegado. Tenmed cuidado de no fallar en

comprender su significado y que podáis ser contados

entre los hombres errados." "El día se acerca", Él ha

escrito en forma similar, "cuando los creyentes contem-

44

plarán al sol de la justicia, brillando en todo su es-

plendor, en la aurora de la gloria." "La vergüenza

que se Me hizo soportar", Él observa significativamen-

te", ha dejado al descubierto la gloria con la cual toda

la creación había sido investida y a través de las cruel-

dades que he sobrellevado, el sol de la justicia se ha

manifestado y ha vertido su esplendor sobre los hom-

bres." "El mundo", el ha escrito de nuevo, "se en-

cuentra en gran disturbio y las mentes de sus gentes

están en un estado de completa confusión. Rogamos

al Todopoderoso que Él, bondadosamente, los ilumine

con la gloria de Su Justicia y les capacite para descu-

brir aquello que les será beneficioso en todo tiempo y

bajo cualquier circunstancia." Y de nuevo, "No puede

existir duda alguna de que si el sol de la justicia, el

cual las nubes de la tiranía han oscurecido, derramara

su luz sobre los hombres, la faz de la tierra sería com-

pletamente transformada."
"Loado sea Dios!" 'Abdu'l-Bahá a Su vez exclama,

"El sol de la justicia se ha elevado sobre el horizonte

de Bahá'u'lláh, ya que en Sus Tablas las bases de tal

justicia han sido dispuestas de modo jamás concebido

por ninguna mente desde el comienzo de la creación."

"el dosel de la existencia", Él además explica, "des-

cansa sobre el polo de la justicia y no sobre el del

perdón; y la vida de la humanidad depende de la jus-

ticia y no del perdón."

No es de sorprenderse, por lo tanto, que el Autor de

la Revelación Bahá'í haya preferido asociar el nombre

y título de esa Casa, la lque será la gloria de la coro-0

]nación de Sus instituciones administrativas, con la jus-

ticia y no con la clemencia y que haya hecho de la

justicia la única base y fundamento permanente para

45
Su Más Grande Paz y que haya proclamado en Sus

Palabras Ocultas, que es ésta "lo más amado de todo"

ante Su vista. Es hacia los creyentes americanos, en

particular, hacia quienes me siento iompelido a dirigir

esta súplica ferviente para que estudien en sus cora-

zones las implicaciones de lesta rectitud moral y para

que sostengan con corazón y alma y de manera infle-

xible, tanto individual como colectivamente, esta nor-

ma sublime -una norma de la cual la justicia es un

elemento tan esencial y potente.

En cuanto a una vida casta y santificada, ésta debe

ser considerada como un factor nomenos esencial,

que debe contribuir su medida apropiada al fortale-

cimiento y vitalización de la comunidad Bahá'í, de

la cual, a su vez, debe depender el buen éxito de cual-

quier plan o empresa Bahá'í. En estos días, cuando

las fuerzas de la irreligión están debilitando la fibra

moral y sovavando las bases de la moralidad del indi-

viduo, la obligación que es la castidad y la santidad

debe reclamar una porción creciente de la atención

de los creyentes americanos tanto en sus capacidades

individuales como en la calidad de custodios reesponsa-

bles de los intereses de la Fe de Bahá'u'lláh. en el

desempeño de tal obligación, la lque es particulamen-

te significativa por razones de las circunstancias re-

sultantes de un materialismo excesivo y enervante que

prevalece actualmente en su país, ellos deberían de-

sempeñar un papel conspicuo y predominante. Todos

ellos, ya sean hombres o mujeres, deben en esta hora

amenazadora cuando las luces de la religión se están

apagrando y sus restricciones están siendo abolidads una

a una, hacer una pausa para examinarse a sí mismos,

46

escudriñar sus conductas y con resolución caracterís-

tica, levantarse para purificar la vida de su comunidad

de todo rastro de laxitud moral que pueda manchar

su nombre o menoscabar la integridad de una Fe tan

santa y preciosa.

Una vida casta y santa debe ser el principio que go-=

bierne el proceder y la conducta de todos los Bahá'ís

tanto en lsus relaciones sociales con los miembros de

su propia comunidad, como en su contacto con el

mundo entero. Debe adornar y reforzar los trabajos

incesantes y los esfuerzos meritorios de aquellos cuyo

puesto envidiable consiste en la propagación del Men-

saje y la administración de los asuntos de la Fe de

Bahá'u'lláh. Debe ser apoyada en sus totalidad y en

aquellos que llenan las filas de esa Fe, ya sea en sus

hogares, sus viajes, sus clubes, sus sociedades, sus en-

tretenimientos, sus escuelas y sus universidades. Se les

debe dar consideración especial en el manejo de las

actividades sociales de cada escuela de verano Bahá'í

y en cualquier otra ocasión en que la vida de la co-

munidad Bahá'í sea organizada y fomentada. Debe

estar identificada ciudadosa y continuamente con la

misión de la Juventud Bahá'í, tanto como un compo-

nente de la vida de la comunidad Bahá'í, así como un

factor del futuro progreso y orientación de la juventud

de su propio país.

Tal vida casta y santa, con sus implicaciones de mo-

destia, pureza, tamperancia, decencia y mentalidad

clara, comprende no menos que el ejercicio de la

moderación en todo lo que concierne al vestido, len-

guaje, entretenimiento y todos los pasatiempos artís-

ticos y literarios. Ésta exige la vigilancia diaria en

47

el control de nuestros deseos carnales o inclinaciones

corruptas. Requiere el abandono de una conducta frí-

vola, con su excesivo apego a los placeres triviales y

con frecuencia, erróneamente dirigidos. Requiere la

total abstinencia de toda bebida alcoholica, del opio

y de drogas similares que forman h'abito. Condena a

la prostitución del arte y la literatufa, las prácticas del

nudismo y dl matrimonio en compeñerismo, la infi-

delidad en las relaciones matrimoniales y toda forma

de promiscuidad, de fácil intimidad y de vicios se-

xuales. Ésta no puede tolerar nunguna avenencia con

las teorías, las normas, los hábitos y los excesos de

una época decadente. Por el contrario, ésta trata de

demostrar por medio de la fuerza dinámica de su

ejemplo, el carácter pernicioso de tales teorías, la fal-

sedad de taled normas, la frivolidad de tales deman-

das, la perversidad de tales hábitos y el carácter sa-

crílego de tales excesos.

"Por la rectitud de Dios!" escribe Bahá'u'lláh, "El

mundo y sus vanidades, y su gloria, y todas las deli-

cias que pueda ofrecer, son todas, a la vista de Dios,

tan viles como polvo y cenizas, no, y aun más despre-

ciables que éstos. Si los corazones de los hombres

pudieran comprenderlo! Limpiaos prolijamente, oh

peblo de Bahá, de ls suciedad del mundo, y de todo

lo que pertenece a éste. Dios Mismo es Mi testigo!

Las cosas de la tierra no os convienen. Desechadlas

para quienes puedan desearlas y fijad vuestros ojos

sobre esta muy santa y refulgente Visión." "Oh, voso-

tros Mis amados!" Él de esta manera exhorta a Sus

seguidores, "No toleréis que el borde de mi vestidura

sagrada sea tiznada y enlodada con las cosas de este

mundo y no siguáis las incitaciones de vuestros malé-

48

volos y corruptos deseos." Y de nuevo, "Oh, vosotros

los amados del Dios único y verdadero! Id más allá

de los angostos refugios de vuestros malévolos y corrup-

tos deseos y avanzad hacia la vasta inmensidad del

reino de Dios y habitad en las praderas de santidad y

desprendimiento, que la fragancia de vuestros actos

pueda guiar a toda la humanidad hacia el océano de

la gloria inmarcesible de Dios." "Desembarazaos" Él

les exige, "de todo apego a este mundo y sus vanida-

des. Ciudad de no acercaros a éstas, pues ellas os

incitan a que siguáis vuestros propios deseos de lujuria

y codicia y os impiden penetrar en la Senda recta y

gloriosa." "Huid de toda forma de perversidad", es

Su mandamiento, "puesto que tales cosas os están

prohibidas en el Libro, el cual nadie puede tocar ex-

cepto aquellos que Dios ha limpiado de toda mancha

de culpabilidad e incluido entre los purificados." "Una

raza de hombres", es Su promesa escrita, "incompa-

rable en carácter, será creada la que , con desprendi-

miento, caminará sobre todos los que están en el cielo

y en la tierra y extenderá el manto de santidad sobre

todo lo que ha sido creado del agua y del barro." "La

civilización, es Su grave amonestación, "tan a menu-

do preconizada por los doctos representantes de las

artes y ciencias, traerá, si se le permite rebasar los lí-

mites de la moderación, gran daño sobre los hom-

bres. Si es llevada a exceso, la civilización resultará

ser una fuente de maldad tan prolífica que como lo fue

de bondad cuando era mantenida dentro de las res-

tricciones de la moderación." "Él ha elegido, de todo

el mundo los corazones de Sus siervos", Él explica, "y

los ha hecho la sede de la revelación de Su gloria. Por

tanto, santificadlos de toda mancha, para que aquello

49

para lo cual fueron creados sea garbado en ellos. Esto,

de hecho, es una muestra del generoso favor de Dios."

"Dí", Él proclama, "Aquel que sigue sus desos mun-

danos o fija su corazón en las cosas de la tierra, no

será incluido entre el pueblo de Bahá. Es mi seguidor

verdadero aquel que, de llegar a un valle de oro puro,

pasará recto a través de él, indiferente como una nube

y ni volverá ni se detendrá. Tal hombre es, con toda

seguridad, de los Míos. De su vestidura, el Concurso

de lo alto puede inhalar la fragancia de la santidad.

Y si él encontrase la más hermosa y gentil de las mu-

jeres, no sentirá su corazón seducido por la más leve

sombra del deseo por su belleza. Tal hombre es, cier-

tamente, la creación de una castidad sin mancha. De

esta forma les alecciona la Pluma del Antiguo de los

Días, como lo ordena vuestro Señor, El Todopodero-

so, el Todo Generoso." "Aquellos que siguen su luju-

ria e inclinaciones corruptas", es aún otra adverten-

cia, "han equivocado y disipado sus esfuerzos. Ellos

son, ciertamente, de los perdidos." "Corresponde al

pueblo de Bahá", Él también ha escrito, "morir para

el mundo y todo lo que éste contiene y mantenerse

tan desprendidos de las cosas ter[r]enales, que los mo-

radores del Paraíso puedan inhalar de sus vestiduras,

el dulce perfume de la santidad. Aquellos que
han empañado el dulce nombre de la Causa de Dios,

por seguir asuntos carnales - éstos se encuentran en

palpable error!" "La pureza y la castidad", es su es-

pecial amonestación, "han sido y aún son los mejores

ornamentos para las siervas de Dios. Dios es Mi

Testigo! El resplandor de la luz de la castidad derra-

ma su brillo sobre los mundos del espíritu y su fra-

gancia se difunde aún hasta su Más exaltado Paraíso."

50

"Dios", Él de nuevo afirma, "en verdad ha hecho que

la castidad sea una corona para las cabezas de Sus sier-

vas. Grande es la gloria de aqeulla sierva que ha al-

canzado esta alta posición." "Nosotros, en verdad,

hemos decretado en Nuestro Libro", es Su afirmación,

"un premio hermoso y generoso para todo aquel que

se aparte de la maldad y que lleve una vida casta y

devota. Él es, en verdad, el Gran Dador, el Todo Ge-

neroso." "Nosotros hemos soportado el peso de todas

las calamidades", Él atestigua, "para santificaros de

toda corrupción terrenal y vosotros aún permanecéis

indiferentes. En verdad, contemplamos vuestras

acciones. Si percibimos de éstas el dulce perfume de

la pureza y de la santidad, muy ciertamente, os ben-

deciremos. Será entonces cuando las lenguas de los

moradores del Paraíso pronunciarán vuestras alaban-

zas y engrandecerán vuestros nombres entre aquellos

que se han acercado a Dios."

"Beber vino", escribe 'Abdu'l-Bahá, "esta prohibi-

do de aucerdo con el texto del Libro Más Sagrado;

puesto que es ésta la causa de enfermedades crónicas,

debilita los nervios y consume la mente." "Bebed, oh

siervas de Dios", Bahá'u'lláhMismo ha afirmado, "del

Vino Místico de la copa de Mis palabras. Desechad

de vosotras entonces aquello que vuestras mentes abo-

rrecen, puedto que esto os ha sido prohibido en Sus

Tablas y Sus Escrituras. Cuidado no vaya a ser que

cambiéis el Río que es ciertamente la vida, por aquello

que las almas de los puros de corazón detestan. In-

toxicaos con el vino del amor a Dios y no con aquel

que adormece vuestras mentes, oh vosotras, que Lo
adoráis! en verdad, ésto ha sido prohibido a todo
creyente, ya sea hombre o mujer. De este modo, el
51

sol de mi mandamiento ha resplandecido sobre el ho-

rizonte de Mi declaración, de modo que las siervas

que creen en Mí puedan ser iluminadas."
Debe recordarse, sin embargo, que el mantener

tales altas normas de conducta moral, nodebe ser aso-

ciado o confundido con ninguna forma de ascetismo

o de puritanismo escesivo y fanático. Las normas in-

culcadas por Bahá'u'lláh, no tratan bajo ninguna cir-

cunstancia de negar cualquier derecho o privilegio

legítimo por obtener la mayor ventaja y beneficio de

las múltiples felicidades, bellezas y placeres con las

que el mundo ha sido tan abundantemente enrique-
cido por un Creador Todo Amoroso. "Si un hombre"

el Mismo Bahá'u'lláh nos reasegura, "deseare adornar-

se con los ornamentos de la tierra, vestir sus prendas,

o participar de los beneficios que ésta puede confe-

rirle, ningún daño podrá acaecerle, con tal que no per-

mita que nada intervenga entre él y Dios, pues Dios

ha ordenado todas las cosas buenas creada en el cielo

o en la tierra, para los siervos Suyos que realmente

creen en Él. Comed, oh pueblo, de las cosas buenas

que Dios os ha permitido, y no os privéis de Sus ma-

ravillosas dádivas. Dad gracias a Él y alabadle, y sed

de aquellos que de verdad, son agradecidos."
El Tema que Ofrece el Mayor Reto

En cuanto al prejuicio racial, la corrosión del cual

por casi un siglo ha mordido la fibra y atacado toda

la estructura social de la sociedad americana, éste debe

ser considerado como el tema más vital y desafiante

que la comunidad Bahá'í confronta en la actual etapa

52

de su evolución. Los esfuerzos incesantes que exige

este tema de importancia principalísima, los sacrifi-

cios que debe imponer, el cuidado y la vigilancia que

éste requiere, el valor y fuerza moral que éste requie-

re, el tacto y simpatía que éste necesita, invisten este

problema, el cual los creyentes americanos se encuen-

tran lejos de haber resuelto satisfactoriamente, de una

urgencia e importancia que no pueden ser exageradas.

El blanco y el negro, el rico o el pobre, el viejo y el

joven, sean o no nuevos conversos de la Fe, todos

aquellos que están identificados con ésta, deben par-

ticipar y prestar su asistencia, cada uno de acuerdo

con su capacidad, experiencia y oportunidades, en la

tarea común de cumplir con las instrucciones , de re-

alizar las esperanzas y seguir el ejemplo de 'Abdu'l-

Bahá. Ya sea de color o no, ninguna de las dos razas

tiene el derecho o puede reclamar a conciencia, en-

contrarse absuelta de dicha obligación, haber reali-

zado dichas esperanzas o haber seguido fielmente dicho

ejemplo. Un camino largo y espinoso, rodeado de

trampas, todavía permanece sin que haya sido reco-

gido por los exponentes blancos y negros de la Fe re-

dentora de Bahá'u'lláh. De la distancia que ellos

cubran y de la manera que recorran el camino, debe

depender hasta el punto que pocos de entre ellos pue-

den imaginar, la operación de esas influencias intan-

gibles que son indispensables para el triunfo espiritual

de los creyentes americanos y el buen éxito de su empresa

recientemente iniciada.
Que ellos recuerden sin miedo y determinadamen-

te el ejemplo y la conducta de 'Abdu'l-Bahá mientras

estuvo entre ellos. Que ellos se acuerden de Su valor,

Su amor genuino y Su compañerismo informal y sin
53

discriminación, su desdén e impaciencia hacia la crí-

tica, moderada por Su tacto y sabiduría. Que ellos

revivan y perpetúen el recuerdo de esos episodios y

ocasiones inolvidables e históricos en los cuales Él

demostró tan vívidamente Su agudo sentido de jus-

ticia, Su simpatía espontánea hacia los oprimidos, Su

sentido siempre perdurable de unidad de la raza hu-

mana, Su amor desbordante hacia sus miembros y Su

desagrado hacia todos aquellos que osaran trtar con

desprecio Sus deseos, ridiculizar Sus métodos, desa-

fiar Sus principios o anular Sus actos.

La discriminación contra cualquier raza, basándose

en que ésta está socualmente atrasada, políticamente

inmadura y numéricamente en minoría, es una viola-

ción flagrante del espíritu que anima la fe de Bahá'-

u'lláh. El conocimiento de cualquier división o re-

quebradura en sus filas es ajeno a su mismo propósi-

to, principios e ideales. Una vez que sus miembros

han reconocido completamente la posición de Su Autor

y por razón de haberse identificado con su Orden Ad-

ministrativo, hayan aceptado sin reservas los princi-

pios y leyes incluidos en sus enseñanzas, cada diferen-

ciación de clase, credo o color debe ser automática-

mente borrado y nunca debe permití rsele que se

reafirme bajo pretexto alguno, no importa cuán fuerte

sea la presión de los eventos o de la opinión pública.

Si alguna discriminación ha de tolerarse, ésta debería

ser una discriminación no en contra, sino más bien a

favor de la minoría, sea ésta racial o de otra índole.

A diferencia de otras naciones y gentes del mundo, ya

sean éstas del oriente o del occidente, democráticas o

autoritarias, comunistas o capitalistas, pertenecientes

ya sea al Viejo Mundo o al Nuevo, quienes ignoren,

54

pisoteen o extirpen las minorías raciales, religiosas o

políticas dentro de la esfera de su jurisdicción - cada

comunidad organizada, alistada bajo la bander de

Bahá'u'lláhdebe sentir que es su obligación principal

e ineludible la de nutrir, alentar y proteger cada mi-

noría perteneciente a cualquier fe, raza, clase o nación,

dentro de ésta. Es tan grande y vital este principio,

que tales circunstancias como cuando un número

igual de balotas ha sido depositado en una elección

o cuando los requisitos para cualquier puesto son ba-

lanceados entre las diferentes razas, credos religiosos

y nacionalidades dentro de la comunidad, la prioridad

debe ser dada, sin vacilación, a la persona represen-

tante de la minoría y ésto por ninguna razón que

la de estimularla y alentarla y proporcionarle una opor-

tunidad para adelantar los intereses de la comunidad.

A la luz de este principio y teniendo en mente que es

en extremo deseable que los elementos minoritarios par-

ticipen y compartan la responsabilidad en el manejo

de la actividad Bahá'í, debe ser el deber de cada co-

munidad Bahá'í arreglar sus asuntos de tal manera

que en los casos donde los individuos perteneceitnes

a los diversos elementos minoritarios dentro de ésta,

estén ya capacitados y llenen los requisitos necesarios,

las institucioones representativas Bahá'ís, ya sean éstas

Asambleas, convenciones, conferencias o comités, ten-

gan representados en ellas tantos elementos diversos

raciales o de otra índole como sea posible. La adop-

ción de tal proceder y la fiel adhesión a éste, no sólo

sería una fuente de inspiración y estímulo para aque-

llos elementos que son pequeños en número e inade-

cuadamente representados, sino que demostraría al

mundo entero la universalidad y el carácter repre-

55

sentativo de la Fe de Bahá'u'lláh y que Sus seguidores

están libres de la mancha de esos prejuicios, que ya

han forjado tales estragos en los asuntos internos de

las naciones, así como también en las relaciones con

el extranjero.

La liberación del prejuicio racial en cualquiera de

sus formas, en tal época como la actual cuando una

poricón grande y creciente de la raza humana está

cayendo víctima de su ferocidad devastadora, debe ser

adoptada como el lema de todo el cuerpo de creyentes

americanos, en cualquier Estado en el que ellos resi-

dan, en cualquier círculo en que se muevan, no im-

porta qué edad, tradiciones, gustos y hábitos ellos

tengan. Ésta debe ser de4mostrada en forma consis-

tente en cada fase de su actividad y de su vida, ya

sea dentro de la comunidad Bahá'í o fuera de ésta,

en publico o privado, formalmente tanto como infor-

malmente, individualmente tanto como en capacidad

oficial como grupos organizados, comités y Asambleas.

Ésta debe ser cultivada deliberadamente a través de

las diversas oportunidades diarias que se presentan,

no importa lo insignificantes, ya sea en sus hogares,

sus oficinas de negocios, sus escuelas y universidades,

sus fiestas sociales y campos de recreación, sus reu-

niones, conferencias, convenciones, escueas de verano

y Asambleas Bahá'ís. Ante todo, ésta debe convertirse

en principio fundamental de la política de ese augusto

cuerpo, el cual, en capacidad de representante nacio-

nal y de director y coordinador de los asuntos de la

comunidad, debe sentar el ejemplo y facilitar la apli-

cación de un principio tan vital, a las vidas y las

actividades de aquellos cuyos intereses ésta protege y

representa.
56

"Oh, vosotros que discernís!" Bahá'u'lláh ha escri-

to, en verdad, las palabras que han descendido del

cielo de la voluntad d eDios son la fuente de unidad

y de armonía para el mundo. Cerrad vuestros oos a

las diferencias raciales y dadles a todos la bienvenida

con la luz de la undidad." "No deseamos más nada que

el bien del mundo y la feliciada de las naciones", Él

proclama, ".que todas las naciones lleguen a ser una

en fe y todos los hombres como hermanos; que los lazos

del afecto y la unidad entre todos los hijos de los hom-

bres sean fortalecidos; que cesen las diferencias de reli-

gión y que las diferencias de raza sean abolidas."

"Bahá'u'lláh ha dicho", escribe 'Abdu'l-Bahá, "que las

diferentes razas de la humanidad prestan una armonía

mixta y un colorido hermoso a la totalidad. Que todos

se asocien, por lo tanto, en este gran jardín humano

así como las flores crecen y se mezclan juntas, lado

a lado, sin discordia o desacuerdo entre ellas." "Bahá-

u'lláh", 'Abdu'l-Bahá además ha dicho, "una vez com-

paro a la gente de color con la negra pupila del ojo,

rodeada de lo blanco. En esta negra pupila puede ser

visto el reflejo de aquello que se encuentra delante

de ésta y a través de ella fulgura la luz del espíritu."

"Dios", el Mismo 'Abdu'l-Bahá manifiesta, "no hace

distinción entre el negro y el blanco. Si los corazones

son puros, ambos son aceptables a Él. Dios no tiene

en cuenta el color o la raza de una persona. Todas

las razas son aceptables a Él, ya sean ellas blancas,

negras o amarillas. Ya que todas fueron creadas en

la imagen de Dios, debemos darnos cuenta que todas

encarnan posibilidades divinas." "En la opinión de

Dios", Él expresa, "todos los hombres son iguales. No

hay distinción ni preferencia por ninguna alma en el

57

reino de su justicia y equidad." "Dios no hizo estas

divisiones", Él afirma, "estas divisiones tuvieron su ori-

gen en el mismo hombre. Por lo tanto, ya que ellas

son contrarias al plan y propósito de Dios, son ellas

falsas e imaginarias". "En la opinión de Dios", Él

de nuevo afirma, "no hay distinción de color; todos

están unidas en el color y la belleza de servidumbre

a Él. El color no es importante; el corazón es todo lo

que importa. No importa lo que el exterior sea, si

el corazón es puro y blanco por dentro. Dios no con-

templa las diferencias de matices y de tez. Él mira

los corazones. Aquél cuya moral y virtudes son dignas

de alabanza, es preferido en la presencia de Dios;

aquel que es devoto al Reino, es más amado. En el

reino de origen y de creación, el asunto del color

es de menor importancia". "en todo el reino animal",

Él explica, "no encontramos a las criaturas separadas

por razones del color. Ellas reconocen la unidad de

las especies la del género. Si no encontramos que la

distinción de colores haya sido hecha en un reino de

menor inteligencia y razonamiento, ¿cómo se puede

justificar entre seres humanos, especialemente cuando

sabemos que todos hemos tenido el mismo origen y
pertenecemos a la misma familia? La humanidad es

una, con respecto al origen y propósito de su creación.

Las distinciones de raza y de color, han surgido des-

pués". "El hombre está dotado de un poder superior

de razonamiento y de la facultad de percepción"; Él

más ampliamente explica, "él (hombre) es la manifes-

tación de las gracias divinas. ¿Prevalecerán las ideas

raciales y oscureceran el propósito creativo de unidad,

en su reino?" "una de las questiones importantes" Él

observa significativamente, "que afectan la unidad y

58

solidaridad de la humanidad, es la confraternidad e

igualdad de las razas blancas y de color". Entre estas

dos razas existen ciertos puntos en común y ciertos

puntos que las distinguen, los que justifican conside-

ración justa y recíproca. Los puntos de contacto son

muchos. En este país, los Estados Unidos de Amé-

rica, el patriotismo es común en ambas razas; todos

tienen igual derecho a ciudadanía, hablan un solo

idioma, reciben los beneficios de la misma civilización

y siguen los preceptos de la misma religión. En efec-

to, existen numerosos puntos de consorcio y de acuer-

do entre las dos razas; siendo así que el único punto

de distinción es el del color. ¿Se le permitirá a ésta, la

menor de todas las diferencias y os separe a vosotros

como razas y como in[d]ividuos?" "esta variedad en for-

mas y colores", Él subraya, "la que se manifiesta en

todos los reinos, existe conforme a la Sabiduría crea-

tiva y tiene un propósito divino". "La variedad en la

familia humana", Él sostiene, "debe ser la causa del

amor y de la armonía, como lo es en la música, donde

muchas notas diferentes se combinan para producir un

acorde perfecto". "Si llegárais a conocer", es Su amo-

nestación, "aquellas personas de diferente raza o color

al vuestro, no desconfiéis de ellos y no os retiréis a

vuestras corazas de convencionalismo, pero en vez, ale-

gráos y demostradles amabilidad". "En el mundo del

ser", Él atestigua, "el encuentro es bendito, cuando las

razas blancas y de color se reúnen con infinito amor

espiritual y armoía celestial. Cuando se establezcan

dichos encuentros y los participantes se asocien entre

sí en perfecto amor, unidad y benevolencia, los ánge-

les del Reino los alabarán y la Belleza de Bahá'u'lláh les

dirá, 'Bendito seáis! Bendito seáis!'" "Cuando una

59

reunión de estas dos razas se efectúe". Él afirma asi-

mismo, "esa reunión se convertirá en el imán del Con-

curso de lo alto y las confirmaciones de la Bendita

Belleza la rodearán". "Esforzáos encarecidamente", Él

de nuevo exhorta a ambas razas "y ejerced vuestro

mayor esfuerzo hacia la realización de [de] esta confra-

ternidad y el afienzamiento de este vínculo de her-

mandad entre vosotros. No es posible lograr tal haza-

ña sin la voluntado y el esfuerzo de parte de cada uno;

de uno, expersiones de gratitud y de aprecio; del otro

benevolencia y el reconocimiento de la iogualdad. Cada

uno debe esforzarse por mejorar y ayudar al otro hacia

el progreso mutuo. El amor y la unión deben ser

fomentados entre vosotros, de tal modo que se realice

la unión de la humanidad. En efecto, el logra la uni-

dad entre los de color y los blancos, será una seguridad

de la paz del mundo". "Tengo la esperanza", Él de

esta froma se dirige a los miembros de la raza blanca

"que vosotros seáis los causantes de que esa raza opri-

mida llegue a ser gloriosa y que se una a la raza blan-

ca, para servir al mundo del hombre con la mayor

sinceridad, fidelidad, amor y pureza. Esta oposición,

enemistad y prejuicio entre los hombres de la raza

blanca y la de color no pueden ser borrados excepto

a través de la Fe, las convicciones y las enseñanzas

dela Bendita Belleza". "Este asunto de la unión del

negro y el blanco es muy importante", Él adiverte,

"puesto que si no es realizada, antes de mucho sur-

girán grandes dificultades y después vendrán resulta-

dos perjudiciales". "Si este asunto permanece sin cam-

bio" es aún otra advertencia "la enemistad aumentará

día a día y el resultado final será la dificultad y puede

terminar en derramamiento de sangre".
60
Un esfuerzo tremendo es requerido por ambas razas

si su perspectiva, maneras y conducta deberán reflejar,

en esta época ensombrecida, el espíritu y las ense-

ñanzas de la Fe de Bahá'u'lláh. Desechando una vez

por todas la doctrina falaz de la superioridad racial,

con todos los males, confusión y miserias que la acom-

pañan y dándole la bienvenida y alentando la mezcla

de las razas, y derribando las barreras que ahora las

dividen, cada una de ellas debe esforzse, día y no-

che, por cumplir con sus responsabilidades perticu-

lares en la tarea común que con tanta urgencia se les

enfrenta. Mientras que cada una intenta contribuir su

parte hacia la solución de este delicado problema, que

ellos recuerden las advertencias de 'Abdu'l-Bahá y

que se den cuenta, mientras aún es tiempo, de las

horribles consecuencias que deben venir después si

esta situación desafiante y desdichada, la que se le

enfrenta a toda la nación americana, no es definitiva-

mente remediada.
Que los blancos hagan un esfuerzo supremo en su

resolución por contribuir su parte a la solución de este

problema, por abandonar una vez por todas su senti-

miento de superioridad, el que por lo general es in-

herente y a veces, subconsciente, por corregir tu ten-

dencia por manifestar una actitud desdeñosamente

condescendiente hacia los miembros de la otra raza,

por persuadirlos a ellos a través de su asociación ínti-

ma, espontánea e informal con ellos, de la autenticidad

de su amistad y de la sinceridad de sus intenciones y

por vencer su impaciencia porque no respondan aque-

llas gentes, quienes por un período tan largo, han

recibido heridas tan dolorosas y lentas en cicatrizarse.

Que los negros, a través de un esfuerzo correspon-

61

diente por parte de ellos, demuestren por cada medio

en su poder, el entusiasmo de su respuesta, su dispo-

sición y buena voluntad para olvidar el pasado y su

habilidad para borrar cada vestigio de sospecha que

pueda aún persistir en sus corazones o mentes. Que

ninguno de los dos piense que la solución de un pro-

blema tan inmenso es asunto que concierne al otro
exclusivamente. Que ninguno de los dos piense que

dicho problema puede ser resuelto fácil o inmediata-

mente. Que ninguno de los dos piense que ellos pue-

den esperar confiadamente por la solución de este

problema, hasta cuando la iniciativa haya sido toma-

da y las circunstancias favorables hayan sido creadas

por agencias fuera de la órbita de su Fe. Que nin-

guno piense que cosa alguna, con escepción del amor

genuino, la paciencia extremada, la humildad verda-

dera, el mayor tacto, la iniciativa cabal, el discerni-

miento maduro y el esfuerzo deliberado, persistente

y devoto, pueden lograr que se borre la mancha que

este mal patente ha dejado en el nombre honrado de

su país común. Que ellos más bien crean yu estén fir-

memente convencidos que en su comprensión, su
amistad y su prolongada cooperación, más que n

ninguna otra fuerza u organización operante fuera del

círculo de su Fe, debe depender la desviación de ese

peligroso curso tan seriamente temido por 'Abdu'l-

Bahá y la materialización de las esperanzas que Él

abrigaba para que ellos contribuyeran conjuntamente

al cumplimiento del destino de ese país.
62
La Cruzada Doble
Bienamados amigos! Una rectitud de conducta que

en todas sus manifestaciones ofrece vívido contraste

con la falasía y corrupción que caracterizan la vida

política de la nación y de los partidos y las facciones

que la componen; una santidad y castidad que están

completamente opuestas a la laxitud moral y a la li-

cencia que manchan el carácter de una porción con-

siderable de sus ciudadanos; una confraternidad inter-

racial completamente purgada de la maldición del pre-

juicio racial, el cual estigmatiza a la gran mayoría de su

pueblo -éstas son las armas que los creyentes america-

nos pueden y deben esgrimir en su cruzada doble, pri-

mero para regenerar la vida interior de su propia comu-

nidad y seguidamente, para arremeter, contra los males

de larga duración que se han atrincherado en la
vida de su nación. La perfección de dichas armas,

la utilización sabia y efectiva de cada una de ellas,

más que el adelantamiento de cualquier plan en par-

ticular o la proyección de cualquier sistema especial

o la acumulación de cualquier cantidad de recursos

materiales, pueden prepararlos para la época cuando

la Mano del Destino les haya ordenado que ayuden
a crear y a poner en marcha ese Orden Mundial que

ahora se incuba dentro de las instituciones administra-

tivas mundiales de la Fe.
En el manejo de esta cruzada doble, los valientes
guerreros que luchan en el nombre y por la Causa

de Bahá'u'lláh deben forzosamente tropezar con fuerte

resistencia y sufrir muchas contrariedades. Sus pro-

pios instintos no menos que la furia de las fuerzas

conservadoras, la oposición de los intereses creados y

63

las objeciones de una generación corrupta y amante

de los placeres deberán ser tomadas en cuenta, resis-

tida con determinación y completamente subyugadas.

Mientras que las medidas defensivas para la inminente

lucha son organizadas y extendidas, tormentas de abu-

so y de mofa y capañas condenatorias y de noticias

falsas, pueden ser desatadas contra ellos. Su Fe, ellos

pronto podrán descubrir, ha sido atacada, sus motivos

han sido interpretados erróneamente, sus propósi-

tos han sido difamados, sus aspiraciones ridiculizadas,

sus instituciones despreciadas, su influencia rebajada,

su autoridad socavada y su Causa, a veces, abandonada

por unos pocos quienes serán incapaces de apreciar la

naturaleza de sus ideales o estarán reunentes a acep-

tar el embate de las crecientes críticas que dichas

contiendas incolucrará de seguro. "Por causa de

'Abdu'l-Bahá", el Amado Maestro ha profetizado, "mu-

chas pruebas os visitarán. La dificultades os aconte-

cerán y el sufrimiento os afligirá".

Que el invencible ejército de Bahá'u'lláh, sin em-

bargo,m el cual en el Occidente y en uno de sus centros

potenciales de borrasca ha de pelear en Su nombre y

por Su causa una da las batallas mas fieras y gloriosas,

no tenga miedo de cualquier crítica que las fuera

dirigida contra éste. Que no sea disuadido por con-

denación alguna con la que la lengua del calumniador

trate de degradar sus motivos. Que no retrocedca ante

el avance amenazador de las fuerzas del fanatismo,

de la ortodoxia, de la corrupción o del prejuicio que

pueden aliarse contra éste. La voz de la crítica es

una voz que indirectamente refuerza la proclamación

de su Causa. La impopularidad sólo sirve para poner

a mayor relieve el contraste entre ésta y sus adversa-

64

rios; mientras que el ostracismo es en sí un poder mag-

nético que eventualmente atraerá hacia su campo los

más vociferantes e inveteranos de sus enemigos. Ya

en el país donde las más grandes batallas de la Fe

han sido libradas y donde sus enemigos más rapa-

ces han vivido, la marcha de los acontecimientos, la

infiltración lenta pero constante de sus ideales y el

cumplimiento de sus profecías han resultado no sólo

en el desarme y la trasformación del carácter de

algunos de sus enemigos más formidables, pero tam-

bién en la obtención de su alianza firme y sin reservas

a sus Fundadores. Tan completa transformación, tan

pasmosa reversión de actitud sólo pueden ser realiza-

das si aquel medio escogido, el cual está diseñado

para llevar el Mensaje de Bahá'u'lláh a las multitudes

hambrientas, inquietas y sin pastor, se encuentra él

mismo, enteramente limpio de las contaminaciones
que trata de remover.

Es a ustedes, por lo tanto, mis más amados amigos,

a quienes deseo impresionar no sólo con la urgencia e

imperiosa necesidad de su tarea santa, pero también

con las posibilidades ilimitadas que están en posesión

de ésta para elevar a un nivel tan eminente no sólo

la vida y actividades de su propia comunidad, sino

también los motivos y las normas que gobiernan las

relaciones existentes entre las gentes a las cuales uste-

des pertenecen. Sin haber perdido el ánimo por la

naturaleza formidable de esta tarea, ustedes, al reto

de estos tiempos tan cargados de peligros, tan llenos de

corrupción y sin embargo, tan repletos con la pro-

mesa de un futuro tan brillante que ninguna época
65

previa en los anales de la humanidad, puede rivalizar

su gloria.
Bienamados amigos! Yo he tratado en el comienzo

de estas páginas, de transmitir una idea de las glo-

riosas oportunidades lo mismo que de las tememdas

responsabilidades, las que, como resultados de la per-

secución de la extensa Fe de Bahá'u'lláh, ahora se

encaran a la comunidad de creyentes americanos en

una etapa tan crítica del Período Formativo de su Fe

y en una época tan crucial en la historia del mundo.

Yo he tratado suficiente sobre la índole de la misión,

la que en un futuro no muy distante, esa comunidad, a

través de la fuerza impelente de las circunstancia,

deberá levantar y llevar a cabo. Yo he pronunciado

la advertencia que sentí necesaria para un entendi-

miento más claro y una ejecución mejor de las tareas

que se encuentran delante de ésta. He manifestado

y he dado énfasis, hasta donde he podido a aquellas

virtudes eminentes y dinámicas, a aquellas normas ex-

celsas, las que por difíciles que sean de lograr consti-

tuyen no obstante los requisitos esenciales para el buen

éxito de esas tareas. Ahora, yo creo, debe decirse una

palabra en relación con el aspecto material de su tarea

inmediata sobre la finalización de la cual, al tiempo

señalado, debe depender no sólo el desenvolvimiento

de las etapas subsiguientes en el Plan Divino contem-

plado por 'Abdu'l-Bahá, sino también la adquisición

de esas capacidades que las habilitarán para que des-

empeñen en la plenitud del tiempo, los deberes y las

responsabilidades requeridas por aquella misión aún

mayor, la que les será un privilegio desempeñar.
El Plan de Siete Años, con sus aspectos dobles de
66

ornamentación para el Templo y expansión de su acti-

vidad de enseñanza, abarcando tanto el continente
norteamericano como el suramericano, se encuentra

bastante avanzado dentro de su segundo año y ofrece

a cualquiera que ha observado su progreso en los

recientes meses, señales que son lentadoras en extre-

mo y que auguran favorablemente el logro de sus

objetivos dentro del tiempo asignado. los pasos suce-

sivos que cubren el campo entero y que están dise-

ñados para facilitar el trabajo por realizar en conexión

con la ornamentación del Templo, han sido tomados

en su mayor parte. La fase final que señalará la victo-

riosa conclusión de una empresa de treinta años, ha

sido, al fin, introducida. El contrato inicial relacionado

con el primer piso principal de ese edificio histórico

ha sido firmado. El Fondo asociado con el amado
nombre de la Hoja Más Sagrada, ha sido comenzado.

La continuación ininterrumpida hasta el mismo fin,

de una empresa tan loable, están confirmada. Los re-

cuerdos conmovedores de uno cuyo corazón tanto se

regocijó del levantamiento de la super-estructura de

esta Casa sagrada, darán tal vigor a los esfuerzos fina-

les requeridos para completarla, que disiparán cual-

quier duda que pueda aún persistir en cualquier man-

te, acerca de la capacidad de sus constructores para

acabar dignamente su tarea.
Los Requisitos para la Enseñanza
El aspecto del Plan relacionado con la enseñanza,

debe ahora ser estudiado. Su reto debe ser afrontado

y sus requisitos examinados, considerados y realizados.

67

Gradiosa e irresistible como es la belleza del Primer

Ma?sh_riqu'l-A?dh_kár del occidente, majestiosas como

son sus dimensiones, singular como es su arquitectura

e inapreciables como son los ideales y las aspiraciones

que éste simboliza, éste debe ser considerado en la

época acual como nada más que un instrumento para

una propagación más efectiva de la Causa y na difu-

sión más extensa de sus enseñanzas. En este sentido,

ésta debe ser contemplada en la misma luz quee a las

instituciones administrativas de la Fe, las cuales son

concebidas como medios para la debida diseminación

de sus ideales, sus doctrinas y sus verdades.

Es por lo tanto, hacia los requisitos de enseñanza

del Plan de Siete Años que la comunidad de creyentes

americanos debe en los sicesivo dirigir su cuidadosa

y prolongada atención. La comunidad entera debe,

como un solo hombre, levantarse para realizarlos. En-

señar la Causa de Dios, proclamar sus verdades, de-

fender sus intereses, demostrar por medio de palabras

tanto como por hechos su calidad de indispensable,

su poder y su universalidad -no debe en ningún mo-

mento ser considerados como la exclusiva preocupa-

ción ni el provilegio exclusivo de las instituciones

administrativas Bahá'ís, ya sean éstas Asambleas o

comités. Todos deben participar, no importa cuán hu-

milde sea su origen, cuán limitada su experiencia, cuán

restringidos sus medios, cuán deficiente su educa-

ción, cuán apremiante sus inquietudes y preocupa-

ciones, cuán desfavorable el ambiente en que viven.

"Dios" el Mismo Bahá'u'lláhha revelado inequívoca-

mente, "ha prescrito a cada uno el deber de enseñar

Su Causa". "Dí", Él además ha escrito, "Enseña[d] la

Causa de Dios, oh pueblo de Bahá, porque Dios ha
69

prescrito a todos y a cada uno el deber de proclamar

Su mensaje y lo considera como la más meritoria de

todas las acciones".
Una posición alta y eminente en las filas de su

comunidad, que confiere a su tenedor ciertos provile-

gios y prerrogativas, sin duda lo invieste de una res-

ponsabilidad queél no puede evadir honorablemente,

en su deber de enseñar y promover la Fe de Dios. A

veces, pero no invariablemente, ella puede crear ma-

yores oportunidades y proporcionar mejores facilida-

des para difundir el conocimiento de esa Fe y ganar

partidarios para sus instituciones. Si embargo, ella

bajo ninguna circunstancia, lleva consigo necesaria-

mente el poder de ejercer una influencia mayor sobre

las mentes y los corazones de aquellos a quienes esa

Fe se presenta. Con cuanta frecuandia - y la primera

historia de la Fe ofrece en su país natal muchos testi-

monios sorprendentes - los más humildes adherentes

de la Fe, sin enseñanza y completamente carentes de

experiencia y sin reputación alguna y en algunos casos

desprovistos de inteligencia, han sido capaces de ganar

victorias para su Causa, ante las cuales han palidecido

las más brillantes hazañas de los eruditos, los sabios

y los experimentados.
"Pedro", 'Abdu'l-Bahá ha atestiguado, "de acuerdo

con la historia de la Iglesia, era también incapaz de

llevar la cuenta de los días de la semana. Cuando

quiera que él decidiera ir a pescar, él envolvía su

comida de la semana en siete bultos y cada día se
comía uno de ellos y cuando llegaba al séptimo él
sabía que el día de descanso había llegado y por

consiguiente cumplía con éste". Si el Hijo del Hom-

bre fue capaz de infundir a un instrumento aparente-

69

mente tan imprefecto y desvalido tal fuerzo que ésta

causara, en las palabras de Bahá'u'lláh, "que los mis-

terios de la sabiduría y de la expresión brotaran de

su boca" y que lo enalteciera por encima del resto

de Sus discípulos y que se le hciciera apto para conver-

tirse en Su sucesor ye l fundador de Su Iglesia, cuanto

más poder puede dar el Padre Quien es Bahá'u'lláh

al más pequeño e insignificante de Sus seguidores,

para que logre por la ejecución de Su propósito, tales

maravillas que empequeñecerán las más enormes proe-

zas de aún el primer apóstol de Jesucristo!

"El Báb", 'Abdu'l-Bahá por otra parte ha escrito, "ha

dicho: "Si una pequeña hormiguita deseare en este

día estar dotada de tal poder que le permitiera dese-

trañar el más abstruso y el más intrincado de los

pasajes del Corán, sus deseos, sin duda, serían cum-

lidos, puesto que el misterio del poder eteno vibra

dentro del más íntimo ser de todas las cosas creadas".

Si una criatura tan indefensa puede ser dotada de

una capacidad tan sutil, cuánto más eficaz debe ser

el poder liberado a través de las efusiones generosas

de la gracia de Bahá'u'lláh!"
El campo es ciertamente tan inmenso, la época

tan crítica, la causa tan grande, los trabajadores tan

pocos, el tiempo tan escaso, el privilegio tan inapre-

ciable, que ningún adherente de la Fe de Bahá'u'lláh

que sea merecedor de Su nombre, puede permitirse

el lujo de un momento de vacilación. Esa fuerza na-

cida de Dios, irresistible en su poder arrollador, incal-

culable en su fuerza, imprevista en su curso, misteriosa

en su funcionamiento e impotente en sus manifesta-

ciones - una Fuerza que, como el Báb ha escrito, "vi-

bra dentro del más íntimo ser de todas las cosas
70

creadas", y la cual, de acuerdo con Bahá'u'lláh, a tra-

vés de su "vibrante influencia", "ha trastornado el

equilibrio del mundo y revolucionado su vida orde-

nada" -, dicha Fuerza, haciendo a veces de espada

de doble filo, está separando en nuestra miesma pre-

sencia, los vínculos milenarios que por siglos han man-

tenido junta la fibra de la sociedad civilizada y la

que está desatando por otra parte, los lazos que toda-

vía encadenan a la joven y aún no-emancipada Fe de

Bahá'u'lláh. Las oportunidades nunca soñadas, ofre-

cidas a través del funcionamiento de esta Fuerza, a

éstas deben ahora levantarse los creyentes americanos

y explotar en forma cabal y valerosa. "Las santas re-

alidades del Concurso de lo alto", escribe 'Abdu'l-Bahá,

"anhelan hoy en día en el Exaltadísimo Paraíso, regre-

sar a este mundo de manera que puedan ser ayudadas

para que presten algún servicio al umbral de la be-

lleza de Abhá y surjan para demostrar su servidumbre

a Su Umbral sagrado".
Un mundo oscurecido por la luz progresivamente

desvaneciente de la religión, palpitante con las fuerzas

explosivas de un nacionalismo ciego y victorioso; cha-

muscado con los fue[go]s de la persecución despiadada,

ya sea recial o religiosa; engañado por las teorías y

doctrinas falsas que amenazan suplantar el culto de

Dios y la santificación de Sus leyes; debilitado por el

materialismo desenfrenado y brutal; desintegrándose

por causa de la influencia corrosiva de la decadencia

de la anarquía y la contienda económicas tal es el

espectáculo que se le presenta a los ojos de los hom-

bres, como resultado de los arrasadores cambios que

esta Fuerza revolucionaria, todavía en su etapa inicial

71

de operación, está ahora produciendo en la vida de

todo el planeta.
Un espectáculo tan triste y conmovedor, confuso

como debe ser para cada observador ajeno a los pro-

pósitos, las profecías y las promesas de Bahá'u'lláh,

lejor de impartir desaliento a los corazones de Sus

seguidores o de paralizar sus esfuerzos, no puede sino

profundizar su fe e incitar su entusiasta ahínco para

levantar y despleagar, en el vasto campo que para ellos

trazó la pluma de 'Abdu'l-Bahá, sus capacidades para

desempeñar su parte en el trabajo de redención uni-

versal proclamada por Bahá'u'lláh. Cada instrumento

en la maquinaria administrativa que ellos a través de

varios años, han erigido tan laboriosamente, debe ser

completamente utilizado y subordinado al propósito

para el cual ésta fuera creada. Al Templo, esa altiva

personificación de un espíritu tan extraordinario del

sacrificio propio, debe también hacérsele que desem-

peñe su papel y que contribuya su parte a la campaña

de enseñanza concebida para que abarque a todo el
hemisferio occidental.
Las oportunidades que presentan los disturbios de

la época actual, con todos los pesares que ésta evoca,

los temores que ésta incita, la desilusión que ésta

produce, la perplejidad que ésta crea, la indignación

que ésta suscita, la revuelta que ésta provoca, las injus-

ticias que ésta engendra, el espíritu de intranquila

búsqueda que ésta despierta, deben, en forma similar,

ser explotados con el propósito de extender por todas

partes el conocimiento del poder redentor de la Fe

de Bahá'u'lláh y con el fin de enrolar nuevos reclutas

en el ejército siempre creciente de Sus seguidores. Una

oportunidad tan preciosa, una unión tan extraordinaria

72

de circunstancias favorables, puede que no se repita de

nuevo. Ahora es el tiempo, la época señalada para

que los creyentes americanos, la vanguardia de las

huestes del Más Grande Nombre, proclamen a través

de las agencias y canales de un Orden Administrativo

especialmente creado, su capacidad y disposición para

rescatar a una generación deshonrada y dolorosamen-

te puesta a prueba, la que se ha rebelado contra su

Dios e ignorado Sus advertencias y para ofrecerle a

ésta esa completa protección que sólo las fortificacio-

nes de su Fe pueden proporcionar.
La campaña de enseñanza inagurada a través de
los estados de la República Norteamericana y del
Dominio del Canadá, adquiere por lo tanto una im-

portancia y es investida de una urgencia que no pue-

den ser exageradas. Iniciada en su curso a través de

las fuerzas creativas liberadas por la voluntad de 'Ab-

du'l-Bahá y recorriendo de una parte a otra el hemis-

ferio occidental por causa de la fuerza propulsora que

ésta genera, creo que ésta debe ser llevada a cabo de

conformidad con ciertos principios creados para ase-

gurar su eficiente manejo y para acelerar el logro de

sus objetivos.
Aquellos que participen en dicha campaña, ya sea

en capacidad de organizadores o como trabajadores a

cuyo cuidado la ejecución de la tarea misma ha sido

encomendada, deben, como preliminar esencial para

el desempeño de sus deberes, familiarizarse concien-

zudamente con los diversos aspectos de la historia y

las enseñanzas de su Fe. En sus esfuerzos por lograr

este propósito, ellos deben estudiar por sí mismos,

concienzuda y afanosamente, la literatura de su Fe,

73

deben ahondar en sus enseñanzas, asimilar sus leyes

y principios, reflexionar acerca de sus amonestaciones,

doctrinas y propósitos, aprender de memoria algunas

de sus exhortaciones y oraciones, conocer a fondo lo

esencial de su administración y mantenerse al tanto

de los asuntos de la actualidad y de los últimos ade-

lantos. Ellos deben esforzarse por obtener de fuentes

que son autoritativas y sin prejuicios, un conocimiento

bien fundado de la historia y doctrina del islam - la

fuente y antecesor de su Fe - y empezar reverente-

mente y con una mente purgada de cualquier idea

preconcebida, el estudio del Corán que , aparte de las

escrituras sagradas de las Revelaciones Bábí y Bahá'í,

constituye el único Libro que puede considerarse como

un Repositorio completamente autenticado de la Pala-

bra de Dios. Ellos deben dedicar especial atención

a las investigaciones de aquellas instituciones y cir-

cunstancias que tiene directa relación con el origen y

nacimiento de su Fe, con la posición a la que su Pre-

cursor hizo reclamación y con las leyes reveladas por

su Autor.
Después de haber adquirido, en lo esencial, estos

requisitos previos para el buen éxito en el campo de

la enseñanza, cuando quiera que ellos contemplen

emprender cualquier misión específica en los países

de Latino América, ellos deben siempre que sea fac-

tible, adquirir cierta pericia en los idiomas hablados

por los habitantes de esos países y un conocimiento

de sus costumbres, hábitos y perspectivas. "Los maes-

tros que van a esas regiones", 'Abdu'l-Bahá ha escrito,

refiriéndose en una de las Tablas del Plan Divino a

las Repúblicas Centroamericanas, "deben también es-

tar familiarizados con el idioma castellano". "Un gru-

74
po que hable sus idiomas.", Él ha escrito en otra

Tabla, "debe volver sus caras y viajar por entre los

tres grandes grupos de islas del Océano Pacífico".

"Los maestros que viajen en diferentes direcciones",

Él además afirma, "deben conocer el idioma del país

al que ellos entrarán. Por ejemplo, una persona pro-

ficiente en el idioma japonés puede viajar al Japón o

una persona que conoce el idioma chino puede apre-

surarse a la China, etc.".
Nungún participante en esta campaña interameri-

cana de enseñanza, debe sentir que la iniciativa de

cualquier actividad en particular relacionada con este

trabajo, debe reposar únicamente con aquellas agen-

cias, ya sean Asambleas o comités, cuyo interés espe-

cial es el de fomentar y facilitar el logro de este objeti-

vo vital del Plan de Siete Años. Es el deber obligatorio

de cada creyente americano, como el fiel depositario

del Plan Divino de 'Abdu'l-Bahá, iniciar, fomentar y

consolidad dentro de los límites fijados por los princi-

pios administrativos de la Fe, cualquier actividad que

él o ella juzgue convenientemente que sea empren-

dida para el avance del Plan. Ni la situación amena-

zadora del mundo, ni cualquier consideración de la

falta de recursos materiales, de equipo mental, de

conocimiento o de experiencia - por muy deseables

que éstos sean - deben disuadir a ningún pionero en

perspectiva, de levantarse independientemente y de

poner en movimiento las fuerzas que, como 'Abdu'l-

Bahá nos ha confirmado repetidamente, una vez que

sean liberadas, atraerán así como un imán, la ayuda

prometida e infalible de Bahá'u'lláh. Que él no aguar-

de por ninguna indicación o espere ningún estímulo

especial de los representantes elegidos de su comu-

75
nidad, ni que sea disuadido de ésto por causa de

cualquier obstáculo que sus parientes o conciudada-

nos estuviesen inclinados a colocar en su paso, ni que

haga caso de la censura de sus críticos o de sus ene-

migos. "Sé irrestringido como el viento", es el consejo

de Bahá'u'lláha cada aspirante a maestro de Su Cau-

sa, "cuando lleves el Mensaje de Aquél Quien ha hecho

que rompoa la Aurora de la Guía Divina. Considera

como el viento, fiel a lo que Dios le ha ordenado,

sopla la Aurora de la Guía Divina. Considera

como el viento, fiel a lo que Dios le ha ordenado,

sopla sobre todas las regiones de la tierra, sean habi-

tadas o desoladas. Ni la vista de la desolación, ni

las muestras de la prosperidad pueden causarle dolor

ni agradarle. Sopla en todas las direcciones, como le

ha sido ordenado por su Creador". "Y cuando deter-

mine dejar su hogar por amor de la Causa de su Se-

ñor", Bahá'u'lláh ha revelado en otro pasaje, refirién-

dose a tal maestro, "que ponga toda su confianza en

Dios, como la mejor provisión para su viaje y que se

atavíe con el manto de la virtud. Si es encendido

con el fuego de Su amor, si renuncia a todas las cosas

creadas, las palabras que profuera abrasarán a quienes

le escuchen".

Después que él haya resuelto levantarse y responder

al llamado de la enseñanza, por su propio iniciativa

e impávido a cualesquier impedimiento con los que

ya sea amigo o enemigo haya obstruido su paso, in-

consciente o diliberadamente, que considere deteni-

damente cada vía de acceso de la que él pueda hacer

uso en sus intentos personales por captar la atención,

mantener el interés y ahondar la fe de aquéllos a

quienes él trata de atraer a la congragación de fieles

de su Fe. Que estudie las posibilidades que le ofre-

cen las circunstancias particulares en le que él vive,

76

que evalúe sus ventajas y proceda inteligente y siste-

máticamente a utilizarlas para el logro del propósito

que él tiene en mente. Que también trate de idear

tales métodos como la asciación con clubes, exhibi-

ciones y sociedades, charlas sobre temas análogos a

las enseñanzas e ideales de su Causa, tales como la

temperancia, la moralidad, el bienestar social, la tole-

rancia religiosa y racial, la cooperación económica, el

Islam y la Religión Comparada, o la participación en

oraganizaciones o empresas de fin social, cultural, hu-

manitario, benéfico y educacional, las cuales, mientras

que resguardaran al integridad de su Fe, le revelarán

una multitud de medios arbitrario por medio de los

cuales puede enrolar sucesivamente la simpatía, el

apoyo y finalmente, la lealtad de aquellos con quienes

él establece relaciones. Que tenga en mente, cuando

dichas relaciones sean hechas, las reclamaciones que

su Fe le impone constantemente para que mantenga

la dignidad y posición de ésta y para que proteja sus

leyes y principios, para que demuestre su alcance y

su universalidad y para que defienda intrépidamente

sus intereses múltiples y vitales. Que considere el

grado de receptividad de su oyente y decida por sí

mismo la conveniencia ya sea del método directo o

indirecto de enseñanza, por medio del cual él puede

grabar en el buscador la importancia vital del Men-

saje Divino y persuadirlo a que comparta la suerte

junto con aquellos que ya lo han abrazado. Que re-

cuerde el ejemplo sentado por 'Abdu'l-Bahá y Su cons-

tante amonestación porque se derrame tal benevolen-

cia sobre el investigador y porque se ejemplifique

hasta tal grado el espíritu de las enseñanzas que él

aspira a inculcarle, que el recibidor de éstas se verá

77

espontáneamente impulsado a identificarse con la Cau-

sa que incorpora tales enseñanzas. Que se refrene, al

principio, de hacer hincapié en tales leyes y costum-

bres que pudieran imponerle tan severa tansión en la

fe recién despertada del buscador, y que se esfuerce

por nutrirlo paciente y discretamente y sin embargo,

en forma resuelta, hacia la madurez completa y por

ayudarlo a que él proclame su absoluta exeptación de

cuénto ha sido ordenado por Bahá'u'lláh. Que tan

pronto como esa etapa haya sido lograda, le dé entrada

al buscador en el gremio de sus correligionarios y que

trate a través del compañerismo constante y de la

participación activa en las actividades locales de su

comunidad, de permitirle que contribuya su parte al

embellecimiento de la vida de ésta, al auge de sus

tareas, a la consolidación de sus intereses y a la coor-

dinación de sus actividades con aquellas actividades

de sus comunidades hermanas. Que él no se sienta

satisfecho hasta que haya infundido en su hijo espi-

ritual, una ansia tan profunda que lo impulse, a su

turno, a levantarse independientemente y a dedicar

sus energías a la vivificación de otras almas y a la

defensa de las leyes y principios formulados por su

Fe reicén adoptada.

Que cada participante en la campaña intercontinen-

tal iniciada por los creyentes americanos y particular-

mente aquellos que desempeñan el trabajo de pione-

ros en territorios vírgenes, tengan en mente la nece-

sidad de manteneer estrecho y constante contacto con

quellas agencias responsables creadas para dirigir,

coordinar y facilitar las actividades de enseñanza de

toda la comunidad. Ya sea que se trate del cuerpo

de sus representantes nacionales elegidos o su princi-

78

pal institución auxiliar, el Comité Nacional de Ense-

ñanza o sus órganos subsidiarios, los comités regiona-

les de enseñanza o las Asambleas Espirituales locales

y sus respectivos comités de enseñanza, ellos, que tra-

bajan por la expansión de la Causa de Bahá'u'lláh, por

medio de un constante intercambio de ideas, por me-

dio de cartas, circulares, informes, boletines y otros

medios de comunicación con estos instrumentos esta-

blecidos, diseñados para la propagación de la Fe - de-

ben dar seguridad del funcionamiento fluido y rápido

de la maquinaria de enseñanza de su Orden Adminis-

trativo. De esta manera, la confusión, la demora, la

repetición de esfuerzos, la disipación de la energía,

serán completamente evitadas y el enorme diluvio de

la gracia de Bahá'u'lláh, manado abundantemente y

sin la menor obstrucción a través de estos canales

esenciales, inundarán de tal forma a los corazones y las

almas de los hombres, que serán capaces de producir

la cosecha que 'Abdu'l-Bahá predijo repetidamente.

Sobre cada participante en este esfuerzo concer-

tado, sin precedente en los anales de la comunidad

Bahá'í americana, descansa la obligación espiritual de

hacer que el mandato por la enseñanza, el que es tan

vitalmente obligatorio para todos, constituya el interés

que ocupe toda su vida. En sus actividades y contactos

diarios, en todos sus viajes, ya sean de negocio o de

otra índole, en sus días festivos o paseos, o en cual-

quier misión que él pueda ser llamado a desempeñar,

cada portador del Mensaje de Bahá'u'lláh debe consi-

derar que es no sólo una obligación, sino un privilegio

el diseminar por todas partes las semillas de Su Fe, y

debe confiar en el conocimiento perdurable que no

importa cuál fuese la respuesta inmediata a su Men-

79
saje y por muy inadecuado que fuese elmedio por

el cual éste fue transmitido, el poder de su Autor

permitirá que esas semillas germinen, como Él juzgue

conveniente, y que ne circunstancias que nadie puede

predecir, enriquecerá la cosecha, la cual será recolec-

tada a través de la labor de Sus seguirodres. Si él es

miembro de cualquier Asamblea Esoiritual, que esti-

mule a su Asamblea para que consagre cierta parte

de su tiempo, en cada una de sus sesiones, a la consi-

deración esperada y devota de tales medio y arbi-

trarios que puedan fomentar a la campaña de enseñanza

o que puedan proporcionar cualesquiera recursos dis-

ponibles para su progreso, expansión y consolidación.

Si asiste a su escuela de verano y se recomienda que

todos, sin excepción se aprovecha de ella - que él

considere dicha ocasión como una oportunidad bien-

venida y preciosa para enriquecer a través de sus char-

las, estudio y discusiones, su conocimiento del fun-

damento de su Fe, de manera que le sea posible

transmitir con mayor confianza y efectividad, el Men-

saje que ha sido depositado a su cuidado. Que ade-

más trate , siempre que sea factible, por medio de sus

visitas entre las comunidades, de estimular el celo por

la enseñanza y de demostrar a los forasteros el discer-

nimiento y estado de vigilancia propios de los promo-

tores de Su Causa y la unidad orgánica de sus insti-

tuciones.
Que quienquiera que sienta el impulso entre los

participantes en esta cruzada, la que abarca todas las

razas, todas las repúblicas, clases y denominaciones

de todo el Hemisferio Occidental, se elvante y si las

circunstancia lo permiten, encaucen en particular, la

80

atención y eventualmente ganen la adhesión incondi-

cional a su Fe, de las razas negra, india, esquimal y

judía. Ningún servicio más loable o meritorio puede

ser prestado a al Causa de Dios, en el tiempo acual,

que el esfuerzo exitoso por aumentar la diversidad

de los miembros de la comunidad americana Bahá'í,

engrosando las filas de la Fe con el enrolamiento de

los miembros de estas razas. Una mezcla de estos

elementos tan diferenciados de la raza humana, armo-

niosamente entretejidos en el paño de una fraternidad

Bahá'í que abraza y comprende todo y asimilada a

través de los procesos dinámicos de un Orden Admi-

nistrativo prescrito por designio divino y donde cada

uno contribuye su aprte al enriuquecimiento y gloria

de la vida en la comunidad Bahá'í, es ciertamente una

realización cuya contemplación debe entusiasmar y
emocionar cada corazón Bahá'í. "Reflexionad sobre

las flores de un jardín, 'Abdu'l-Bahá ha escrito", las

cuales, aunque difieren de género, color, forma y dise-

ño, puedto que son refrescadas por las aguas de un

manantial, revividas por el eliento de un viento, vigo-

rizadas por los rayos de un sol, esta diversidad aumen-

ta su encanto y añada a su belleza. Cuán desagrada-

ble a la vista sería si todas las flores y plantas, las

hojas y los capullos, las frutas, las famas y los árboles

de ses jardín fuesen todos de la misma forma y color!

La diversidad de matices, forma y diseño, enriquece

y adorna el jardín y acrecenta el efecto de éste. En

forma similar, cuando las diversas tonalidades de pen-

samiento, temperamento y carácter se juntan bajo el

poder y la influencia de una agencia central, la belle-

za y la gloria de la perfección humana se revelarán

y se manifestarán. Nada excepto la fuerza celestial

81

de la palabra de Dios, la que gobierna y trasciende

las realidades de todas las cosas, es capaz de armo-

nizar los pensamientos, sentimientos, ideales y con-

vicciones divergentes de los hijos de los hombres".

"Tengo la esperanza", es el deseo expresado por 'Ab-

du'l-Bahá, "que vosotros podáis ocasionar que esa raza

oprimida (la raza negra), llegue a ser gloriosa y que

se una a la raza blanca para servir con la mayor sin-

ceridad, fidelidad, amor y pureza, al mundo del hom-

bre". "Uno de los asuntos importatnes", Él tambien

ha escrito, "que afectan la unidad y la solidaridad de

la humanidad, es la confraternidad y la igualdad de las

razas blanca y negra". "Tenéis que prestar gran im-

portancia", 'Abdu'l-Bahá escribe en las Tablas del Plan

Divino, "a los indios, los habitantes originales de Amé-

rica. Pues, estas almas pueden compararse a los anti-

guos habitantes de la Península Arábiga, quienes, antes

de la Revelación de Mahoma, eran como salvajes.
Cuando la Luz de Mahoma resplandeció entre ellos,

se encendieron tanto que esparcieron iluminaciones

sobre el mundo. Asimismo, si estos indios reciben ins-

trucciones y la debida guía, no puede haber duda

alguna que el mundo entero será iluminado". "si es

posible", 'Abdu'l-Bahá también ha escrito, "enviad

maestros a otras partes del Canadá; asimismo despa-

chad maestros a Groerlandia y al hogar de los esqui-

males". "Si es la voluntad de Dios:, Él además ha

escrito en esas mismas Tablas, "el llamado del Reino

podrá llegar a los oídos de los esquimales. Si de-

mostráis un esfuerzo de manera que las fragancia de

Dios se difundan entre los esquimales, su efecto será

muy grande y de mucho alcance". "Loado sea Dios",
escribe 'Abdu'l-Bahá "que todo lo que se ha anun-
82

ciado para los israelitas en las Tablas Benditas y

las cosas explícitamente escritas en las cartas de 'Ab-

du'l-Bahá, todas se están cumpliendo. Algunas se han

realizado; otras se revelarán en el futuro. La Antigua

Belleza ha escrito explícitamnte en Sus Santas Tablas,

que el día de su abatimiento se ha acabado. Su bon-

dad los cubrirá, y esta raza progresará día a día, y se

librará de su oscuridad y degradación prolongadas".

Que aquellos que ocupan posiciones administrativas

en su capacidad como miembros ya sea de la Asam-

blea Espiritual Nacional o de los comités de enseñan-

za nacionales, regionales o locales, tengan siempre en

mente la necesidad vital y urgente de asegurar dentro

del menor tiempo posible, la formación de grupos, no

importa lo pequeños o rudimentarios que sean, en los

pocos estados restantes de la República Norteameri-

cana y las provincias de Dominio del Canadá y de

proporcionar todas las facilidades que les sea posible

para permitir que estos núcleos recién formados, evo-

lucionen rápida e íntegramente, en Asambleas reco-

nocidas que funcionen debidamente y que se basten

por sí mismas. A la colocación de tales fundaciones, a

la formación de tales avanzadas - trabajo que es reco-

nocidamente inspirativo - las miembros individuales de

la comunidad americana Bahá'í tienen que prestar su

apoyo generoso, continuo y entusiasta. Sabias como

sean las medidas que los representatnes elegidos pue-

dan idear, por prácticos o bien concebidos que sean

los planes que ellos formulen, tales medidad y planes

jamás pueden rendir ningún resultado satisfactorio, a

menos que un número suficiente de pioneros haya
83

decidido hacer los sacrificios necesarios y se haya ofre-

cido voluntariamente pra llevar a cabo estos proyec-

tos. La implantación, una vez por todas, del estan-

darte de Bahá'u'lláh en el corazón de estos territorios

vírgenes, la erección de la base estructural y de Su

orden Administrativo en sus ciudades y pueblos y el

establecimiento de un ancladero firma y permanente

para sus instituciones, en las mentes y corazones de

sus habitantes, constituye, yo creo firmemente, el paso

inicial y más significativo en las etapas sucesivas por

las cuales tienen que pasar la campaña de enseñanza

inaugurada bajo el Plan de Siete Años. Mientras que

la ornamentación externa de Ma?sh_riqu'l-A?dh_kár, bajo

este mismo Plan, ha esntrado ahora a la fase final de

su desarrollo, la campaña de enseñanza se encuentra

todavía en sus etapas inciales y está lejos de haber

extendido en forma efectiva sus ramificaciones a cual-

quiera de estos territorios vírgenes o aquellas repú-

blicas que están situadas en el Continente Sudameri-

cano. El esfuerzo requerido es prodigioso, las condi-

ciones bajo las cuales estas fundaciones preliminares

han de hacerse, con frecuencia son desagradables y

desfavorables, los trabajadores que se encuentran en

posición de emprender dichas tareas, están limitados

y los recursos de los que ellos disponen, son escasos e

inadecuados. Y sin embargo, con cuánta frecuencia

la pluma de Bahá'u'lláh nos ha asegurado que "si un

hombre, completamente solo, se levata en nombre
de Bahá y se pone la armadura de Su amor, a ese

hombre el Omnipotente hará salir victorioso, aunque

se jutaren contra él todas las fuerzas de la tierra y

del cielo". ¿No ha escrito Él: "Por Dios, fuera de

Quien no hay otro Dios! Si alguna persona se levanta

84

para el triunfo de nuestra Causa, a esa persona hará

Dios salir victoriosa auqne se alieren contra ella de-

cenas de miles de enemigos. Y si la fuerza de su

amor por Mí crece, Dios establecerá el ascendiente

de esa persona sobre todos los poderes terrestres y

celestes". "Considerad el trabajo de las generaciones

anteriores", 'Abdu'l-Bahá ha escrito, "Durante la vida

de Jesucristo, las almas creyentes y firmes eran pocas

y contadas, pero las bendiciones celestiales descen-

dieron tan copiosamente que en un número de años

infinidad de almas ingresaron bajo la sombra del Evan-

gelio. Dios ha dicho en el Corán: 'Un grano produ-

cirá siete gavillas y cada gavilla contendrá cien gra-

nos'. En otras palabras, un grano se convertirá en

setecientos; y si es la voluntad de Dios, Él también

doblará esta cantidad. Ha sucedido con frecuencia

que un alma santa ha llegado a ser la causa de la guía

de una nación. Ahora, no debemos considerar nuestra

habilidad y capacidad, pero más bien debemos, en

estos días, fijar nuestra vida en los favores y gracias

de Dios, Quien ha hecho un mar de una gota y un

sol de un átomo". Que aquellos quienes resuelven ser

los primeros en izar la bandera de dicha Causa, bajo

tales condiciones y en tales territorios, alimenten sus

almas con la fuerza sustentadora de estas palabras y

"poniéndose la armadura de Su amor", un amor que
debe "aumentar de intensidad" a medida que ellos

perseveren en su solitaria tarea, se levanten para ador-

nar con el relato de sus hazañas, las páginas más bri-

llantes jamás escritas en la historia espiritual de su

país.
"A pesar", 'Abdu'l-Bahá ha escrito en las Tablas
del Plan Divino, "de que en la mayoría de estas y
85

ciudades de los Estados Unidos, loado sea Dios! - sus

fragancias son difundidas y de que un sinnúmero de

almas está volviendo sus caras y avanzando hacia el

reino de Dios, en algunos de los estados el Estandarte

de la Unidad todavía no se ha izado como debiera

izarse, como tampoco están descifrados los misterios

de los Libros Sagrados, tales como la Biblia, los Evan-

gelios y el Corán. A través de los esfuerzos concen-

trados de todos los amigos, el Estandarte de la unidad

debe ser desplegado en esos estados y las enseñanzas

divinas deben ser promovidas de manera que esos

estados puedan también recibir su porción de los pre-

sentes divinos y una parte de la Guía Más Grande".

"El futuro de Dominio del Canadá", Él ha afirmado

en otra Tabla del Plan Divino, "es muy grande y los

sucesos relacionadas con éste infinitamente gloriosos.

El ojo de la benevolencia de Dios se dirigirá hacia

éste y vendrá a ser la manifestación de los favores del

Todopoderoso". "De nuevo repito", Él en esa misma

Tabla reafirma Su declaración previa, "que el futuro

del Canadá, ya sea desde un punto de vista material

o espiritual, es muy grande".
El Despertar de la América Latina
Tan pronto como se da este paso inicial, el que

comprende como lo hace, la formación de por lo menos

un núcleo en cada uno de estos estados y rpovincia

vírgenes en el continente norteamericano, entonces la

maquinaria para una intensificación tremenda de es-

fuerzo concentrado Bahá'í tiene que ponerse en mar-

cha, el propósito de la cual debe ser el reforzar los

86

nobles esfuerzos que solamente unos pocos creyentes

aislados están ahora haciendo por el despertamiento

de las naciones de la América Latina, el Llamado de

Bahá'u'lláh. No sería hasta cuando haya sido comen-

zada esta segunda fase de la campaña de enseñanza,

bajo el Plan de Siete Años, que la campaña pueda ser

considerada como completamente iniciada o que el

Plan mismo haya alcanzado la etapa más decisiva de

su evolución. Tan poderosas serán las efusiones de la

gracia Divina que se derramarán sobre una valiente

comunidad que ya ha erigido en la esfera administra-

tiva su Edificio principal en toda la gloria de su orna-

mentación exterior y que en el campo de enseñanza

haya elevado en cada estado y provincia en el conti-

nente norteamericano, la bandera de su fe - tan gran-

des serán estas efusiones que sus miembros se encon-

trarán abrumados por las evidencias de su poder rege-

nerador.
El Comité Inter-Americano debe en dicha etapa

- no, aún antes de que ésta se inicie - elevarse al

nivel de sus oportunidades y demostrar un vigor, una

consagración y empeño que serán proporcionados a
las resposabilidades que éste ha asumido. No debe

olvidarse ni por un momento, que Centro y Sur Amé-

rica abarcan no menos de veinte naciones indepen-

dientes, constituyendo aproximadamente un tercio del

número total de estados soberanos del mundo y que

están destinados a desempeñar un papel de creciente

importancia en la formación del futuro destino del

mundo. Con el mundo que se contrae en un vecin-

dario y los destinos de sus razas, neciones y gentes

que se están entretejiendo inextricablemente, se des-

vanece la lejanía de estos estados del Hemisferio Occi-

87

de ntal y las oportunidades latentes en cada uno de ellos

se están haciendo cada vez más aparentes.
Cuando se llegue a esta segunda etapa en el des-

arrollo progresivo de las actividades y empresas de

enseñanza, bajo el Plan de Siete Años y la maquinaria

requerida pra su proseguimiento comienza a operar,

los creyentes americanos, los pioneros de corazón vi-

goroso de este poderoso movimiento, guiados por la

luz inagotable de Bahá'u'lláh en estructa conformidad

con el Plan trazado por 'Abdu'l-Bahá y actuando bajo

la dirección de la Asamblea Espiritual Nacional y

asegurados de la ayuda del Comité Inter-Americano,

tienen que iniciar una ofensiva contra los poderes de

las tinieblas, la corrupción y la ignorancia - una ofen-

siva que debe extenderse hasta el último extremo del

continente sudamericano y abrazar dentro de su esfe-

ra de acción a cada una de las veinte naciones que la

componen.
Que algunos, en este mismo momento, apresten sus

esfuerzos, huyan de sus pueblos, ciudades y estados

natales, abandonen su país y "poniendo toda su con-

fianza en Dios como la mejor provisión para su viaje",

vuelvan sus rostros y dirijan sus pasos hacia esas re-

giones distantes, esos campos vírgenes, esas ciudades

no capituladas y encaminen sus energías a la captura

de las ciudadelas de los corazones de los hombres

- corazones los cuales, como Bahá'u'lláh ha escrito,

"pueden ser subyugados por las huestes de la Revela-

ción y de la prolación". Que ellos no se detengan

hasta cuando llegue aquella fecha en la que sus com-

pañeros de labor hayan pasado la primera etapa de

su campaña de enseñanza, pero por lo contrario, que

88
ellos, desde este mismo momento, se levantes para

anunciar esta fase inaugural de aquello que será con-

siderado como uno de los capítulos más glorioso en

la historia universal de su Fe. Que ellos, desde el

mismo principio "se enseñen a sí mismos, para que

sus palabras atraigan a los corazones de los que le

escuchan". Que ellos consideren el triunfo de su Fe

como su "objetivo cumbre". Que ellos no "consideren

lo grande o pequeño del receptáculo" que lleva la

mensura de favores que Dios derrama en esta época.

Que ellos "se desprendan de todo apego a este mundo

y a sus vanidades" y que con aquel espíritu de des-

prendimiento que 'Abdu'l-Bahá ejemplificó y deseaba

que ellos imitaran, induzcan a estas gentes yh países

diversificados a que recuerden a Dios y a Su suprema

Manifestación. Que su amor sea un "depósito de teso-

ros para sus almas" en el día cuando "todo pilar tem-

blará, cuando la piel misma de los hombres se estre-

mecerá, cuando todos los ojos se alzarán aterrorizados".

Que sus "almas fulguren con la llama del Fuego

eterno que se encuentra encendido en el mismo centro

del mundo, en tal forma que las aguas del universo

serán impotentes pra enfriar su ardor". Que ellos

sean "irrestringidos como el vietno" al cual "no pue-

den causarle dolor ni agrandarle la vista de la desola-

ción ni las muestras de la prosperidad". Que ellos

"suelten sus lenguas y proclamen incesantemente Su

Causa". Que ellos "proclamen aquello que el Más

Grande Espíritu los inspire a pronunciar al servicio

de la Causa de su Señor". Que ellos "cuiden de no

contender con alguien, más aún que se esfuercen para

hacerle consciente de la verdad de manera bondadosa

y con muy convincentes exhortaciones". Que ellos
89
"proclamen Su Mensaje enteramente por amor a Dios

y con ese mismo espíritu acepten cualquier respuesta

que sus palabras pueden suscitar en sus oyentes". Que

ellos ni por un momento, se olviden que el "Fiel Espí-

ritu los fortalecerá mediante su poder", y que "una

compañía de Sus ángeles escogidos los acompañarán,

como lo ha ordenado Aquél Quien es el Todopode-

roso, el Omnisapiente". Que ellos siempre tengan en

mente "Cuán grande es la bienaventuranza que espera

a aquellos que han alcanzado el honor de servir al

Todopoderoso", y recuerden que tal servicio, es en

verdad, el príncipe de todos los buenos hechos y el

hornamento de todo acto bueno".
Y finalmente, que las palabras conmovedoras de

Bahá'u'lláh, a medida que siguen su rumbo a través

del largo y ancho del continente sudamericano, estén

siempre en sus labios, sean un consuelo para sus cora-

zones, una luz en su camino, un compañero en su

soledad y un sustento diario en sus viajes: "Oh cami-

nante en el sendero de Dios! Toma tu porción del

océano de Su gracia y no te prives de las cosas que

yacen ocultas en sus profundidades. Una gota de

este océano, si fuera derramada sobre todos los que

están en los cielos y en la tierra, sería suficiente para

enriquecerles con la munificencia de Dios, el Todo-

poderoso, el Omnisciente, el Sapientísimo. Con las

manos de la renunciación, saca de sus aguas vivifi-

cadoras, y rocía con ellas todas las cosas creadas, para

que sean limpiadas de todas las liminationes hechas

por el hombre y puedan aproximarse a la poderosa

sede de Dios, este resplandeciente y sagrado Lugar.

No te apenes si lo realizas solo. Dios te sea suficiente

para todo. Proclama la Causa de tu Señor a todos
90

los que están en los cielos y en la tierra. Si algún

hombre respondiera a tu llamado, descubre ante él

las perlas de la sabiduría del Señor tu Dios, que Su

Espíritu te ha enviado, y sé de aquellos que de verdad

creen. Y si alguien rechazara tu ofrecimiento, apár-

tate de él y deposita tu fe y confianza en el Señor, tu

Dios, el Señor de todos los mundos. Por la rectitud

de Dios! Quienquiera en este Día, abra sus labios y

haga mención del nombre de su Señor, las huestes

de la inspiración Divina descenderán sobre él desde

el cielo de Mi nombre, el Omnisciente, el Sapientí-

simo. También descenderá sobre él el Concurso en

lo Alto, cada uno llevando en alto, un cáliz de luz

pura. Así ha sido preordinado en el reino de la Reve-

lación de Dios, por el mandato de Aquél Quien es el

Todo Glorioso, el Todopoderoso".
Que estas palabras de 'Abdu'l-Bahá, recogidas de

las Tablas del Plan Divino, suenen igualmente a sus

oídos a medida que ellos avanzan, seguros y sin temor,

en Su misión" "Oh, vosotros apósoles de Bahá'u'lláh!

Que mi vida sea sacrificada por vosotros!. Con-

templad los portales que Bahá'u'lláh ha abierto ante

vosotros! Considerad cuán eminente y excelsa es la

posición que estáis destinados a alcanzar; cuán espe-

ciales son los dones con los que vosotros habéis sido

dotados". "Mis pensamientos se dirigen hacia vos-

otros y mi corazón salta dentro de mí cuando os men-

cionan. Si supiérais cómo brilla mi alma con vuestro

amor, una dicha tan grande invadiría vuestros cora-

zones, que daría lugar a que quedaráis enamorados

los unos de los otros." "Todo el alcance de vuestro

éxito todavía no ha sido revelado; su significado toda-

vía no es comprendido. Dentro de poco atestiguaréis

91

con vuestros propios ojos, con cuánta brillantez cada

uno de vosotros aun como una estrella resplandeciente,

irradiaría en el firmamento de vuestro país la luz de

la Guía Divina yu concederá a su pueblo la gloria

de una vida eterna." "Tengo la ferviente esperanza de

que en el futuro cercano, el mundo entero pueda ser

agitado y sacudido por los resultados de vuestras ha-

zañas." "El Todopoderoso sin duda os concederá la

ayuda de Su gracia, os investirá con las pruebas de

Su fuerza y dotará vuestras almas con el poder sus-

tentador de Su Espíritu santo." "Que no os preocupe

lo reducido que podáis ser numéricamente, no os in-

táisoprimidos por la multitud de un mundo incré-
dulo. Esforzáos; vuestra misión es indeciblemente

gloriosa. si el buen éxito llegara a coronar vuestra

empresa, América ciertamente evolucionará en un cen-

tro del cual emanarán las olas del poder espiritual y

el trono del Reino de Dios, será firmemente estable-

cido en la plenitud de su majestad y gloria."
Debe recordarse que la realización del Plan de

Siete Años comprende en lo que concierne al trabajo

de enseñanza, no más que la formación de un centro,

por lo menos, en cada una de las repúblicas Centro

y Suramericanas. El centenario del nacimiento de la

Fe de Bahá'u'lláh debe ser testigo, si el Plan ya ini-

ciado ha de tener buen éxito, de la colocación en cada

uno de estos países de una fundación por rudimen-

taria que sea, sobre la cual pueda construir la gene-

ración creciente de creyentes americanos durante los

primeros años del segundo siglo de la era Bahá'í. A

ellos atañerá la tarea, en el curso de las décadas suce-

sivas, de extender y reforzar esas fundaciones y de

92

proporcionar la guía, la ayuda y el estímulo necesarios

que permitirá que los grupos de creyentes, los que

se encuentran muy dispersos en esos países, puedan

establecer Asambleas locales independientes y debi-

damente constituidas, y de tal modo erigir la estruc-

tura del Orden Admionistrativo de su Fe. La erección

de tal estructura es primordialmente la responsabili-

dad de aquéllos quienes han sido convertidos al Diovi-

no Mensaje, por la comunidad de creyentes norteame-

ricanos. Es una tarea que tiene que incluir, además

de la obligación inmediata de permitir que cada grupo

evolucione en una Asamblea local, el establecimiento

de toda la maquinaria del Orden Administrativo, en

conformidad con los principios espirituales y adminis-

trativos que gobiernan la vida y actividades de cada

comunidad Bahá'í establecida a travésdel mundo.

Nunguna desviación de estos principios fundamentales

y claramente enunciados, incorporados y preservados

en las constituciones Bahá'ís nacionalesy locales, los

cuales todas las comunidades Bahá'ís tienen en coomún,

debe ser tolerada bajo ninguna circunstancia. Ésta

es sin embargo, una tarea que concierne a aquéllos

quienes en un período posterior, deberán levantarse

para adelantar un trabajo que en realidad no ha sido

aún efectivamente iniciado.
La Fundación Necesaria
La preparación del terreno en forma más sistemá-

tica, para el establecimiento de la fundación necesaria

sobre la cual tales instituciones permanentes naciona-

les y locales pueden ser erigidas y firmenente esta-

93

blecidas, es una tarea que muy pronto requerirá la

atención concentrada de los promotores del Plan de

Siete Años. Tan pronto como sea desempeñada su

obligación inmediata en relacióin con la apertura de

los pocos territorios restantes en los Estados Unidos

y el Canadá, debe concebirse un plan cuidadosamen-

te trazado, cuya meta sea el establecimiento de dicha

fundación. Como ya se ha especificado, la provisión

para estas empresas vastas y preliminares, cuyo al-

cance debe abarcar toda el área ocupada por las re-

públicas cuentro y suramericanas, constituye el corazón

mismo de la campaña de enseñanza gestionada bajo

el Plan de Siete Años y debe decidir finalmente la

suerte del mismo. De esta campaña tiene que depen-

der no sólo el desempeño eficaz de las solemnes obli-

gaciones emprendidas con relación al presente Plan,

sino también el desarrollo progresivo de las etapas

subsiguientes, esenciales para la realización de la vi-

sión de 'Abdu'l-Bahá, del papel que los creyentes ame-

ricanos han de desempeñar en la propagación de su
Causa por todo el mundo.
Estos empeños, preliminares como son a las faenas

energicas y organizadas que deben distinguir a las

futuras generaciones de creyentes en los países lati-

nos, requieren a su vez, sin un momento de dilación

de parte de la Asamblea Espiritual Nacional y de am-

bos comités, el de Enseñanza y el Inter-Americano,

cuidadosas investigacioines preparatorias al envío de

pioneros y de maestros viajeros cuyo privilegio será el

de elevar el llamado del Nuevo Día en un nuevo con-

tinente.

Yo sólo puedo, en mi deseo de ser de algún servicio

a aquéllos que asumirán responsabilidades tan gran-

94

des y que experimentarán tal abnegación, tratar de

ofrecer algunas sugerencias provechosas, las que es-

pero faciliten el logro de la gran labor que se llevará

a cabo en el futuro muy cercano. A este trabajo que

debe constituir después de completado, un aconteci-

miento culminante e histórico de primera importancia,

deben ser resueltamente consagradas las energías de

toda la comunidad. El número de maestros Bahá'ís

ya sean ellos pioneros o viajantes, debe ser sustancial-

mente aumentado. Los recursos materiales que serán

puestos a disposición de ellos, deben ser multiplicados

y administrados con eficiencia. La literatura, de la

que ellos deben estar provistos, debe aumentarse gran-

demente en cantidad. La publicidad que debe ayu-

darlos en la distribución de dicha literatura debe ser

amplificada, centralmente organizada y vigorosamente

dirigida. Las posibilidades latentes en estos países

deben ser explotadas en forma diligente y desarro-

lladas en forma sistemática. Los diversos obstáculos

causados por muy variantes condiciones políticas y

sociales prevalecientes ene estos países, deben ser exa-

minados cuidadosamente y suerados en forma re-
suelta. En una palabra, ninguna oportunidad debe

ser desatendida y ningún esfuerzo debe ser escatima-

do para colocar una base tan extensa y sólida como

sea posible para el progreso y desarrollo de la em-

presa de enseñanza más grande jamás iniciada por la

comunidad Bahá'í americana.
La cuidadosa traducción de importantes escritos

Bahá'ís como son aquéllos relacionados con la histo-

ria, las enseñanzas o el Orden Administrativo de la

Fe, y su extensa y sistemática diseminación, en gran-

des cantidades y a través de tantas de estas repúbli-

95

cas como sea posible y en los idiomas que sean más

arpopiados y necesitados, parecerían ser la medida

principal y más urgente que debe tomarse simultá-

neamente con la llegada de los trabajadores pioneros

a esos campos. "Los libros y los folletos" escribe

'Abdu'l-Bahá en una de las Tablas del Plan Divino,

"deben ser traducidas o redactadas en los idiomas de

esos países e islas, para que circulen en cada lugar

y en todas direcciones". En los países donde las auto-

ridades civiles o cualquier círculo influyente no pue-

da levantar objecciones, esta medida debe reforzarse

por publicaciones en diversas dependencias de la

Prensa, de artículos y cartas cuidadosamente redac-

tados, diseñados para inculcar en el público en gene-

ral ciertos aspectos de la conmovedora historia de la

Fe y el alcance y carácter de sus enseñanzas.
Cada trabajador en esos campos, ya sea en calidad

de maestro viajante o de pionero, yo creo, debe hacer

su interés principal y constante el relacionarse en for-

ma amistosa con todos los sectores de la población

sin consideración a clase, credo, nacionalidad o color;

el familiarizarse con sus ideas, gustos y hábitos; el

estudio de la mejor forma de acercamiento apropiado

para ellos; la concentración paciente y discreta en al-

gunos que han demostrado una capacidad y recepti-
vidad marcadas y el empeño en extremo benevolente

por implantar tanto amor, celo y devoción en sus co-

razones, que se les permita a su vez que lleguen a ser

promotores autosuficientes e independientes de la Fe

en sus localidades respectivas. "Asociaos con todos

los hombres, oh pueblo de Bahá", es la amonestación

de Bahá'u'lláh, "con espíritu de amistad y compañe-

rismo. Si sois conscientes de cierta verdad, si poseéis

96

una joya, de la que otros están privados, compartidla

con ellos en un lenguaje de sumo afecto y buena

voluntad. Si es aceptada, si cumple su propósito, ha-

bréis logrado vuestro objetivo. Si alguien la rehusara,

abandonadle a sí mismo, e implorad a Dios que le
guíe. Guardaos de tratarle sin bondad. Una lengua

amable es el imán del corazón de los hombres. Es el

pan del espíritu, reviste de significado las palabras, es

fuente de la luz de la sabiduría y el entendimiento".

Por otra parte, un esfuerzo puede y debe ser hecho,

no sólo por los cuerpos representativos Bahá'ís, sino

otros creyentes individuales quienes están privados

del privilegio de visitar esas costas o de radicarse en

ese continente, por aprovechar toda oportunidad que

se presente para entablar relaciones y despertar el

ganuino interés de aquellas gentes que son o ciuda-

danos de esos países o están en alguna forma vincu-

ladas con éstos, no importa cuáles fueren sus intereses

o profesiones. Por medio de la bondad que se les
demuestre o cualquier literatura que se les dé, o

cualquier vínculo que puedan establecer con ellos,

los creyentes americanos pueden de tal modo sembrar

en sus corazones tales semillas que en futuras circuns-

tancias pueden germinar y rendir los resultados más

inesperados. Sin embargo, debe tenerse cuidado todo

el tiempo, no sea que en su afán por adelantar los

intereses internacionales de la Fe se frustre su pro-

pósito y ellos alejen por medio de cualquier acto que

pueda ser interpretado erróneamente como un aten-

tado a convertirlos y hacerles indebida presión, a

aquéwllos a quienes ellos desean atraer a su Causa.

97
Llamado para Pioneros

Yo dirigiría particularmente mi llamado a aquellos

creyentes americanos presionados como están por pro-

blemas múltiples, urgentes y siempre crecientes que

se les presentan en la actualidad y a quienes pueda

serles posible, no importa cuál fuese su profesión o

empleo, ya sea que fuesen hombres de negocios, maes-

tros de escuela, abogados, escritores, oficinistas o algo

parecido, establecer su residencia permanente en aque-

llos países que puedan ofrecerles una probabilidad

razonable de poder ganarse los medios de vida. Ellos,

a través de su acción, estarán aliviando la presión

siempre creciente de su Fondo para la Enseñanza, la

que, en vista de su reducido tamaño, debe proporcio-

nar, cuando no se pueda en otra forma, los gastos de

viaje y otros en los cuales se incurra en relación con

el desarrollo de esta vasta empresa. Si ellos encontra-

ren imposible aprovecharse de un privilegio tan sin-

gular y sagrado, que ellos, atentos a las palabras de

Bahá'u'lláh, se decidan, cada uno con los medio de

su disposición, a nombrar un delegado, quien de

parte de ese creyente, se levante y lleve a cabo una

empresa tan noble. "Centrad vuestras energías" son

las palabras de Bahá'u'lláh, en la propagación de la

Fe de Dios. Quien sea digno de vocación tan elevada,

que se levante y lo promueva. Quien sea incapaz de

hacerlo, tiene el deber de designar a quien en su

lugar, haya de proclamar esta Revelación, cuya fuer-

za ha hecho temblar las más poderosas estructuras,

ha reducido a polvo todas las montañas y ha anona-

dado a todas las almas.

En cuanto a aquéllos a quienes les ha sido posible

98

dejar sus hogares y su país y servir en esas regiones,

ya sea temporal o permanentemente, un deber espe-

cial recae sobre ellos, el cual debe tenerse en mente

continuamente. Debe ser una de sus metas princi-

pales por una parte, el mantenerse en comunicación

constante con el Comité Nacional encargado específi-

camente de la promoción de su trabajo y, por otra

parte, la de cooperar por todos los medios posibles y

en la mayor armoníoa, con aquellos correligionarios en

esos países, no importa en qué campo ellos trabajen,

no importa su posición, habilidad o experiencia. A

través de la realización de su primer deber ellos de-

rivarán el estímulo necesario y obtendrán la guía

necesaria que les permitirá llevar adelante su misión

en forma efectiva y ellos también, por medio de sus

informes periódicos a ese comité, impartirán al cuer-

po conjunto de sus correligionarios las nuevas de los

últimos desarrollos en sus actividades. Por medio del

cumplimiento de su otra obligación, ellos asegurarán

una eficiencia uniforme, facilitarán el progreso e im-

pedirán cualquier incidente adverso que pueda obs-

taculizar el desarrollo de su empresa común. El man-

tener estrecho contacto y relaciones armoniosas entre

el Comité Inter-Americano, encargado de la inmedia-

ta responsabilidad de organizar una empresa de tan

vasto alcance y los pioneros privilegiados que están

realmente ejecutando esa empresa y extendiendo sus

ramificaciones por todas partes, como también entre

los mismos pioneros, establecería, además de sus ven-

tajas inmediatas, un ejemplo meritorio e inspirados

para las generaciones por venir, que han de continuar,

son sus complejidades creciente, el trabajo que se

inicia en la actualidad.
99
Sin duda sería de importancia y valor excepciona-

les, particularmente en estos tiempos cuando las di-

ferentes restricciones impuestas en esos países hacen

difícil que un número considerable de pioneros

Bahá'ís establezca su residencia y gane su subsisten-

cia en esos estados, que algunos de los creyentes cuyos

ingresos por reducidos que sean, les proporcione los

medios para una existencia independiente, arreglarán

sus asuntos de tal manera que les fuera posible residir

indefinidamente en esos países. Los sacrificios que

implica, el valor, la Fe y la perseverancia que esto

exige son sin duda muy grandes. Su valor, si em-
bargo, no puede ser nunca determinado en la pre-

sente época y la recompensa ilimitada que recibirán

aquéllos que demuestren esas cualidades no podrá ser

adecuadamente descrita. "Aquéllos que han abando-

nado su país", es el propio testimonio de Bahá'u'lláh,

"por el propósito de enseñar Nuestra Causa, a éstos

los fortalecerá el Fiel Espíritu mediante su poder.

Por mi vida! Ningún acto, por muy grande que sea,

puede comparársele excepto los hechos que han sido

ordenados por Dios, El Omnipotente, el más Pode-

roso. Tal servicio es, en verdad, el príncipe de todos

los buenos hechos y el ornamento de todo acto bueno".

Tal recompensa, debe notarse, no debe ser conside-

rada como una bendición puramente abstracta con-

finada a la vida futura, sino también como un bene-

ficio tangible que sólo tal valor, fe y perseverancia

pueden conferir en este mundo material. Los logros

sustanciales, tales espirituales como administrativos

que han sido realizados por los creyentes represen-

tantes tanto del Canadá como de los Estados Unidos

en el continente lejano de Australasia y más reciente

100
en Bulgaria, proclaman en términos inequívocos la

naturaleza de esos permios que aún en este mundo ese

heroísmo tan genuino está destinado a ganar. Bahá'u'-

lláh ha escrito en un pasaje memorable, exaltando a

aquéllos de Sus amados que "han viajado en Su Nom-

bre y para Su encomio a través de los países", que

"Quienquiera que haya logrado la presencia de ellos

se glorificará al conocerlos y todos los habitantes de

todos los países serán iluminados por el recuerdo de

ellos".
La Parte Predominante
En este momento me siento conmovido al serme

recordada la parte que las siervas de Bahá'u'lláh, dis-

tintas de los hombres, han tenido desde el comienzo

de la Fe en occidente en abrir paso por sí solas

en tantos países tan diversificados y dispersos sobre

toda la superficie del globo, no sólo para pagar tributo

a tal fervor apostólico que es verdaderamente reme-

morativo de los heroicos hombres que fueron respon-

sables por el nacimiento de la Fe de Bahá'u'lláh, sino

también para poner en relieve el significado de aquella

preponderante participación que las mujeres del occi-

dente han tenido y tienen en el establecimiento de Su

Fe a través del mundo entero. El Mismo 'Abdu'l-Bahá

ha atestiguado: "Entre los milagros que distinguen a

esta Sagrada Dispensación es el de que las mujeres

han hecho patente una audacia mayor de aquélla

de los hombres que se han enrolado en las filas de la

Fe". Un testimonio tan grande y espléndido es apli-

cable en particular al Occidente y a pesar de que hasta

101

ahora éste ha sido confirmado copiosa y convincente-

mente, a medida que pasan los años, éste debe ser

reforzado conforme los creyentes americanos van in-

troduciendo la fase más gloriosa de sus actividades de

enseñanza bajo el Plan de Siete Años. La "audacia"

que, en las palabras de 'Abdu'l-Bahá, ha caracterizado

sus hazañas en el pasado, no debe ser eclipsada mien-

tras ellas permanecen en el umbral de hazañas aún

más grande[s] y nobles. Por lo contrario, ésta debe, en

el trascurso del tiempo y a lo ancho y largo de los

vastos territorios vírgenes de la América Latina, ser

demostrada más convincentemente y ganar para la
amada Causa victorias más conmovedoras que cual-
quiera hasta ahora logradas.
A la Juventud Bahá'í
A la juventud Bahá'í de América, además, siento

que debe dirigírsele unas palabras en particular, a

medida que yo estudio las posibilidades que ofrece

una campaña de proporciones tan gigantescas al es-

píritu anhelante y emprendedor que inspira en ellos

en forma tan poderosa el servicio a la Causa de

Bahá'u'lláh. A pesar de que les falta experiencia y

de que se enfrentan con recursos insuficiente, el es-

píritu aventurero que tienen, el vigor, la viveza y el

optimismo que hasta ahora han demostrado tan con-
sistentemente, los capacitan para que desempeñen

una parte activa en despertar el interés y obtener la

lealtad de sus compañeros jóvenes en esos países. Nin-

guna demostración más grande puede ser brindada a

las gentes de ambos continentes, de la vitalidad ju-

102

venil y la fuerza vibrante que anima la vida y las

instituciones de la naciente Fe de Bahá'u'lláh que

la participación inteligente, persistente y efectiva de

la Juventud Bahá'í de todas las razas, nacionalidades

y clases tanto en la esfera de la enseñanza como de

la administrativa de las actividades Bahá'ís. Por me-

dio de tal participación, los críticos y enemigos de

la Fe, contemplando con diversos grados de escepti-

cismo y resentimiento los procesos evolucionarios de

la Causa de Dios y Sus instituciones, pueden ser la

mejor forma convencidos de la indudable verdad de

que dicha Causa se encuentra intensamente viva, es

cabal hasta su mismo núcleo y que sus destinos están

bien custodiados. Tengo la esperanza y hago votos

porque dicha participación no sólo resulte en la gloria,

la fuerza y el prestigio de la Fe, sino que también

tenga una reacción tan poderosa en la vida espiritual

y vigorizar a tal extremo las energías de los miembros

jóvenes de la comunidad Bahá'í, que les permita po-

ner de manifiesto en una medida mayor sus capaci-

dades inherentes y desarrollar una etapa más avan-

zada en su evolución espiritual bajo la sombra de la

Fe de Bahá'u'lláh.
La Posición Especial de Panamá

Leal a las disposiciones de la Carta Constitucional

formulada por la pluma de 'Abdu'l-Bahásiento que

es mi obligación llamar la atención especial de aqué-

llos a quienes la ha sido confiada, a las necesidades

urgentes de la República de Panamá y de la posición

especial que ésta disfruta tanto en vista de su relativa

103

proximidad al corazón y centro de la Fe en Norteamé-

rica como de su posición geográfica en calidad de

eslabón entre dos continentes. "Todos los países antes

mencionados" 'Abdu'l-Bahá ha escrito en una de las

Tablas del Plan Divino, refiriéndose a los Estados

Latinos, "son de importancia pero en especial la Re-

pública de Panamá, donde los Océanos Atlántico y
Pacífico se juntan por medio del Canal de Panamá.

Es éste un centro para los viajes y tránsito desde Amé-

rica a otros continentes del mundo y en el futuro ga-

nará suma importancia". "Del mismo modo" Él ha

escrito del tema éste, "Debéis prestar gran atención

a la República de Panamá, ya que ene se punto el

Occidente y el Oriente se encuentran unidos por me-

dio del Canal de Panamá y está ella situada entre
dos grandes océanos. Ese lugar llegará a ser muy

importante en el futuro. Las enseñanzas, una vez que

sean establecidas allí, unirán al Oriente y al Occi-

dente, al Norte y al Sur". Una posición tan privile-

giada ciertamente exige la atención especial y expe-

dita de la comunidad americana Bahá'í. Con la Re-

pública de México ya abierta a la Fe y con una Asam-

blea Espiritual debidamente constituida en su cuidad

capital, la penetración hacia el Sur de la Fe de Bahá'u'-

lláh en un país vecino es sólo un paso natural y lógico

y se espera que no será un paso difícil. No se debe

escatimar esfuerzo ni se debe considerar ningún sa-

crificio demasiado grande para el establecimiento de

un grupo, por pequeño que sea, en una República

que ocupa tanto espiritual como geográficamente una

posición tan estratégica, un grupo que , en vista de la

potencia conque ya ha sido dotado por las palabras

de 'Abdu'l-Bahá, no puede sino atraer hacia sí, tan

104

pronto como sea formado, el flujo de gracia desbor-

dante del Reino de Abhá ly evolucionar con tanta ma-

ravillosa rapidez como para suscitar el asombro y la

admiración aún de aquéllos que ya han sido testigos

de evidencias tan conmovedoras de la fuerza y poder

de la Fe de Bahá'u'lláh. Todos los posibles pioneros,

lo mismo que todos los miembros del Comité Inter-

Americano deben darle la preferencia, sin duda, a las

necesidades espirituales de esta república privilegiada

aunque todo esfuerzo debe ser hecho al mismo tiempo

para introducir la Fe aunque sea en forma tentativa a

las repúblicas de Gautemala, Honduras, El Salvador,

Nicaragua y Costa Rica, las que la unirían en cadena

ininterrumpida con sus Asambleas Madres en el Con-

tinente Norteamericano. Los obstáculos por formida-

bles que sean, deben ser susperados, los recursos del

tesoro Bahá'í deben ser generosamente usados en su

beneficio y los esfuerzos más capaces y más preciados

deben ser consagrados a la causa de su despertar. La

erección de aún otro puesto de avanzada para la Fe,

en su corazón, creo firmemente que constituiría un

punto culminante en la historia del Período Forma-

tivo de la Fe de Bahá'u'lláh en el Nuevo Mundo. Esta

creará oportunidades sin límites, solidificará los es-

fuerzos y revigorizará la vida de aquéllos que habrán

logrado esta hazaña e infundirá inmenso valor y dicha

sin fin en los corazones de los grupos e individuos

aislados en las repúblicas vecinas y distantes y ejer-

cerá influencias espirituales intangibles y sin embargo

poderosas sobre la vida y el futuro desarrollo de su

pueblo.
105
Una Sabiduría Inescrutable, una Voluntad
que Todo lo Compele
Ésta, bienamados amigos, es la perspectiva que se

extiende ante los ojos y que desafía los recursos de la

comunidad Bahá'í en éstos, los últimos años del Pri-

mer Siglo de la Era Bahá'í. Tales son las cualidades

y los requisitos exigidos de ellos para el desempeño

apropiado de sus resposabilidades y debers. Tales

son los requerimientos, las posibilidades y los objetivos

del Plan que reclama cada onza de su energía. Quién

sabe si estos pocos años restantes y fugaces no pue-

dan estar preñados de sucesos, de inimaginable mag-

nitud, con pruebas más severas de las que jamás han

sido experimintadas por la humanidad, con conflictos

más desvastadores que cualquier otro que los haya

precedido. Los peligros, por siniestros que sean, no

deben en ningún tiempo turbar el brillo de su Fe re-

cién nacida. La lucha y la confusión no importa lo

desconcertante que parezca, nunca debe nublar su

visión. Las tribulaciones por aflictivas que sean, no

deben nunca hacer pedazos sus resoluciones. Las

denunciaciones por estruendosas que sean, nunca de-

ben minar su lealtad. Los trastornos por cataclísmicos

que sean, nunca deben desviar su curso. El presente

Plan, que acuerpa las florecientes esperanzas de un

Maestro fallecido, debe ser perseguido, perseguido

implacablemente, no importa lo perturbador de las crisis

que puedan agitar a su país o al mundo. Lejos de

ceder en su resolución, lejos de llegar a despreocu-

parse de su tarea, ellos no deben olvidar a ninguna

hora, por muy abatidos que estén por las circunstan-

106

cias, que la sincronización de esas crisis que estremecen

al mundo con el desarrollo progresivo y frictífero de

su tarea divinamente asignada es en sí mismo obra

de la Providencia, el diseño de una Sabiduría inescri-

table y el propósito de una voluntad que todo lo com-

pele, una Voluntad que dirige y controla, en su propio

modo misterioso, tanto el destino de la Fe como los

destinos de los hombres. Tales procesos simultáneos

de altos y bajos, de integración y de desintegración, de

orden y caos, con sus reacciones continuas y recíprocas

una con otras, son solamente aspectos del Plan más

grande, único e indivisible, cuya fuente es Dios, cuyo

autor es Bahá'u'lláh, el teatro de cuyas operaciones

es el planeta entero y cuyos objetivos finales son la

unidad de la raza humana y la paz de toda la huma-

nidad.

Las reflecciones como éstas deben fortalecer la de-

terminación de toda la comunidad Bahá'í, debe disi-

par sus presentimientos negativos y elevarlos para que

se vuelvan a dedicar a cada una de las disposiciones

de esa Carta Constitucional Divina cuyo esquemo ha

sido delineado para ellos par la pluma de 'Abdu'l-

Bahá. El Plan de Siete Años como ya ha sido men-

cionado, es sólo la etapa inicial, una piedra de apoyo

para el desarrollo de las implicaciones de esta CArta

Constitucional. El impulso, generado originalmente

a través del movimiento de esa pluma y el que ahora

avanza con creciente ímpetu la maquinaria del Plan

de Siete Años, debe ser acelerado más aún durante

los primeros años del próximo siglo y debe impeler

a la comunidad americana Bahá'í para que inicie

otras etapas adicionales en el desarrollo del Plan Di-

vino, las cuales llevarán a éste mucho más allá de las

107

costas del hemisferio del norte, a las tierras y entre

los pueblos donde han de llevarse a cabo los actos más

nobles de heroísmo de esa comunidad.
El Advenimiento del Reino

Que cualquiera que esté inclinado a dudar del curso

que esta envidiable comunidad está destinada a se-

guir, se vuelva y medite sobre las palabras de 'Abdu'l-

Bahá, guardadas para siempre en las Tablas del Plan

Divino y dirigidas a toda la comunidad de creyentes

de Estados Unidos y Canadá: "Todo el alcance de

vuestro buen éxito", Él les informa, "no ha sido aún

revelado, su significado es todavía incomprendido.

Dentro de poco vosotros atestiguaréis con vuestros

propios ojos cuán brillantemente cada uno de vosotros

así como una estrella brillante, radiará en el firma-

mento de su país, la luz de la Guía Divina y otorgará

a su pueblo la gloria de una vida eterna. El alcance

de vuestros futuros logros todavía permanece sin re-

velar. Tengo la ferviente esperanza que en el futuro

cercano la tierra entera pueda ser conmovida y sacu-

dida por los resultados de vuestras hazañas. La es-

peranza, por lo tanto, que 'Abdu'l-Bahá abriga para

vosotros es que el mismo buen éxito que ha acompa-

ñado vuestros esfuerzos en América, pueda coronar
vuestros empeños en otras partes del mundo de ma-

nera que a través de vosotros la fama de la Causa de

Dios pueda ser difundida a través del Oriente y del

Occidente y que el advenimiento del Reino del Señor

de las Huestes sea proclamado en todos los cinco con-

tinentes del globo". "El momento" Él añade de la
108

manera más significativa, "en que este Mensaje Di-

vino se lleva por los creyentes americanos desde las

costas de América y se propaga a través de los conti-

nentes de Europa, Asia y Australasia y tan

lejos como las islas del pacífico, esta comunidad se

encontrará firmemente establecida en el trono de un

dominio eterno. Entonces todas las gentes del mundo

serán testigos de que esta comunidad está iluminada

espiritualmente y guiada por mano divina. Entonces

el mundo entero resonará con las alabanzas de su ma-

jestad y su grandeza".

Ningún lector de estas palabrtas, tan vibrantes con

promesas que no pueden ser cumplidas ni por con-
sumación triunfante del Plan de Siete Años, puede
esperar que una comunidad que ha sido elevada tan
alto y dotada tan profusamente, permanezca satis-

fecha de cualquier distinción de la que se haga mere-

cedora en el futuro inmediato. Descansar sobre tales

laureles sería ciertamente equivalente a una tración *

de la confianza depositada en esa comunidad por

'Abdu'l-Bahá. El terminar repentinamente la cadena

de victorias que la tienen que llevar al supremo triun-

fo cuando, "toda la tierra puede ser conmovida y sa-

cudida" por los resultados de sus logros, destrozarían

Sus esperanzas. La vacilación y la omisión en "la pro-

pagación a través de los continentes de Europa, Asia,

África y Australasia y tan lejos como las islas del Pa-

cífico" de un Mensaje tan magníficamente procla-

mado por ésta en el continente americano lo priva-

rían del privilegio de encontrarse "firmemente esta-

blecida en el trono de un dominio eterno". La negli-

gente pérdida del honor de proclamar "el advenimien-

to del Reino del Señor de las Huestes" en "todos los

109

cinco continentes del globo" acallaría esas "alabanzas

a su majestad y grandeza" las que de otro modo re-

percutirían a través de "el mundo entero".
Los creyentes americanos, los embajadores de la

Fe de Bahá'u'lláh, estoy firmemente convencido que

nunca permitirán tal vacilación, fracaso o negligencia.

Tal confianza nunca será traicionada, tales esperanzas

nunca podrán ser despedazadas, tal privilegio nunca

será perdido, ni tales alabanzas permanecerán sin ser

expresadas. Más bien, la generación actual de esta

comunidad bendita, en repetidas ocasiones bendita,

irá de fuerza en fuerza y entregará a medida que el

primer siglo llega a su fin, a las generaciones subsi-

guientes en el segundo siglo, la antorcha de la Guía

Divina, no atenuada por los vientos tempestuosos que

deben soplar sobre ella, para que ellas a su vez, fieles

al deseo y mandato de 'Abdu'l-Bahá, puedan llevar esa

antorcha, con ese mismo vigor, fidelidad y entusiasmo,

a los rincones más oscuros y remotos de la tierra.

Muy amados amigos! Nada mejor puedo hacer

-ansioso como estoy por extender a cada uno de us-

tedes cualquier ayuda a mi alcance que pueda permi-

tirles desempeñar con mayor eficiencia sus deberes

divinamente asignados, los cuales se multiplican cons-

tantemente- que llamarles la atención especial, en

esta hora decisiva, hacia estos pasajes inmortales, parte

de los cuales han sido seleccionados del cúmulo de

escritos inéditos y no traducidos de Bahá'u'lláh. Ya

sea en Su revelación de la posición y funciones de Sus

amados o Sus elogios de la grandeza de Su Causa o

Su énfasis en la suprema importancia de la enseñanza

o en los peligros que Él presagia, los consejor que

110

Él imparte, las advertencias que Él profiere, las pers-

pectivas que Él revela y las aseveraciones y promesas

que Él da, estos ejemplos dinámicos y típicos de la

sublime palabra de Bahá'u'lláh, teniendo cada uno

relación directa con las tareas que actualmente en-

frentan o que yacen delante de la comunidad Bahá'í

americana, no pueden dejar de producir en la mente y

corazón de cada uno de sus miembros quienes se
acercan a éstos con la humildad y desprendimiento

debidos, reacciones de tal poder que iluminen todo

su ser y que intensifiquen enormemente sus esfuerzos

diarios.
"Oh amigos! No descuidéis las virtudes con que

habéis sido dotados, ni seáis negligentes con vuestro

alto destino.Sois las estrellas del cielo del entendi-

miento, la brisa que sopla al amanecer, las fluyentes

aguas de las cuales debe depender la vida misma de

todos los hombres, las letras inscritas de su pergami-

no sagrado." "Oh pueblo de Bahá! Sois las brisas
primaverales que soplan sobre el mundo. Mediante

vosotros, Nos hemos adornados el mundo del ser con el

ornamento del conocimiento del Más Misericordioso.

Por medio de vosotros el rostro del mundo ha sido

adornado con sonrisas y ha resplandecido el brillo

de Su luz. Aferraos al cordón de constancia, de ma-

nera tal que todas las vanas imaginaciones se desva-

nezcan por completo. Apresuraos del horizonte de

poder, en el nombre de vuestro Señor, el Irrestringido,

y anunciad a Sus siervos con sabiduría y elocuencia,

las buenas nuevas de esta Causa, cuyo esplendor ha

sido derramado sobre el mundo del ser. Ciudad que

nada os impida observar lo que la Pluma de Gloria os

111
ha prescrito mientras se movía sobre Su Tabla con
soberana majestad y poder. Grande es la bendición
de aquel que ha respondido a su penetrante voz,

cuando fue alzada, por el poder de la verdad, ante to-

dos los que están en el cielo y todos los que están

en la tierra.Oh pueblo de Bahá! El río que es la
Vida misma ha fluido para vosotros. Bebed en Mi
nombre, a pesar de los que no han creído en Dios,

el Señor de la Revelación. Os hemos hecho las manos

de Nuestra Causa. Haced victorioso a esta Agraviado,

que ha sido penosamente probado en manos de los
obradores de iniquidad. Él, en verdad, ayudará a

todo el que Le ayude, y recordará a todo el que Le

recuerde. Esto lo atestigua esta Tabla que ha derra-

mado el resplandor de la amorosa bondad de vuestro

Señor, el Todo Glorioso, el Que Compele Todo".

"Bendito es el pueblo de Bahá! Dios es Mi testigo!

Son el solaz del ojo de la creación. Con ellos han

sido adornados los universos y la Tabla Preservada

ha sido revestida. Son ellos quienes han navegado

en el arca de la independencia absoluta, con rostros

fijos en la Aurora de la Belleza. Cuán grande es su

bendición por haber alcanzado lo que su Señor, el

Omnisciente, el Sapientísimo, ha deseado. Con su luz

los cielos han sido adornados y se han hecho brillar los

rostros de aquellos que se han acercado a Él." "Por

la tristeza que aflige la belleza del Todo Glorioso!

Tal es la posición ordenada para el verdadero cre-

yente, que si en medida menor que el ojo de una

aguja fuese revelada a la humanidad la gloria de esta

posición, todo observador se consumiría en su anhelo

por alcanzarla. Por esta razón, se ha decretado que,

en esta vida terrenal, la medida completa de la gloria

112

de su propia posición permanezca oculta a los ojos

de tal creyente." "Si se levantara el velo, y se manifes-

tara la gloria plena de la posición de aquellos que se

han vuelto completamente hacia Dios y han renun-

ciado al mundo, por amor a Él, toda la creación que-

daría atónita."
"en verdad, digo! Nadie ha comprendido la raíz
de esta Causa. Incumbe a cada uno, en este día,

percibir con el ojo de Dios y escuchar con Su oído.

Quienquiera que Me mire con ojo que no sea el Mío,

jamás podrá conocerme. Ninguna entre las Manifes-

taciones de antaño, excepto en un grado prescrito,

jamás ha percibido completamente la naturaleza de
esta Revelación." "Doy testimonio ante Dios de la

grandeza, la inconcebible grandeza de esta Revela-

ción. Una y otra vez hemos testificado, en la mayoría

de Nuestras Tablas, esta verdad, para que la huma-

nidad sea despertada de su negligencia." "Cuán
grande es la Causa, cuán abrumador el pso de su
Mensaje!" "en esta poderosísima Revelación, todas

las Dispensaciones del pasado han alcanzado su más

elevada y final consumación." "Aquello que ha sido

puesto de manifiesto en esta preeminente, en esta

muy exaltada Revelación, no tiene paralelo en los ana-

les del pasado, ni nada similar han de presenciar eda-

des futuras." "El propósito que cimienta toda la crea-

ción es la revelación de este muy sublime, de este Día

santísimo, Día conocido por el Día de Dios en Sus

Libros y Escrituras; Día que todos los Profetas, y los

Elegidos, y los santos, han deseado presenciar." "La

más pura esencia y la más perfecta expresión de todo

lo que los pueblos del pasado hayan dicho o escrito,

113
han sido enviadas mediante esta potentísima Reve-

lación desde el cielo de la Voluntad del Poseedor de

todo, el Dios perdurable." "Este es el Día en que los

más excelentes favores de Dios han sido derramados

sobre los hombres, Día en que Su poderosísima gra-

cia ha sido infundida ne todas las cosas creadas."

"Este es el Día en que el Océano de la misericordia

de Dioos ha sido manifestado a los hombres, Día en

que el Sol de Su amorosa bondad ha derramado su

resplandor sobre ellos, Día en que las nubes de Su

generoso favor han dado sombra a toda la humani-
dad." "Por la rectitud de Mi propio Ser! Grande,
inmensurablemente grande es esta Causa! Poderoso,

inconcebiblemente poderoso es este Día, y todo Men-

sajero ha gemido en Su anhelo por esta Revelación,

revelación que, no bien fue revelada, cuando todo lo

creado exclamó diciendo: 'La tierra es de Dios, el

Más Exaltado, el Más Grande!'" "El Día de la Pro-

mesa ha llegado, y Aquel Quien es el Prometido pro-

clama en voz alta ante todos los que están en el cielo

y todos los que están en la tierra: 'Verdaderamente,

no hay Dios sino Él, el Que Ayuda en el Peligro, el

Que Subsiste por Sí mismo!' Juro por Dios! Aque-

llo que había sido resguardado desde la eternidad en

el conocimiento de Dios, el Conocedor de lo visible

e invisible, está revelado. Felices los ojos que vean

el Semblandte de Dios, Señor de toda la existencia, y el

rostro que se vulva hacia Él." "Grande, en verdad

es este Día! Las alusiones que se hacen a él en las

sagradas Escrituras como el Día de Dios atestiguan

su grandeza. El alma de cada Profeta de Dios, de

cada Mensajero Divino, ha añorado este maravilloso

114
Día. Asimismo, todos los pueblos de la tierra han

ansiado llegar a él." "En este Día hay una puerta más

abierta que el cielo y que la tierra. El ojo de la mise-

ricoria de Aquel Quien es el Deseo de los mundo se *dia

ha vuelto hacia todos los hombres. Un acto, por infi-

nitesimal que sea, cuando se le ve en el espejo del

conocimiento de Dios, es más poderoso que una mon-

taña. Cada gota ofrecida en Su sendero es como el

mar en ese espejo. Pues éste es el Día en que el Dios

único y verdadero -glorificado sea Él- ha anun-

ciado en todos Sus Libros a Sus Profetas y Sus Men-

sajeros." "Esta es una Revelación bajo la cual, si un

hombre derramare por ella una gota de sangre, mi-
llares de océanos serían su recompensa." "Un mo-

mento fugaz, en este Día, sobrepsas a siglos de una

edad pasada. Ni el sol ni la luna ha presenciado

día como este Día." "Este es el Día en que el mundo

invisible proclama: 'Grande es tu bnedición, oh tierra,

porque has sido hecha el escabel de tu Dios y has

sido escogida como el asiento de Su poderoso trono'."

"El mundo del ser brilla, en este Día, con el resplan-

dor de este Divina Revelación. Todo lo creado ensalza

su gracia salvadora y canta sus alabanzas. El úni-

verso está envuelto en éxtasis de alegría y regocijo.

Las Escrituras de Dispensaciones pasadas celebran el

gran Jubileo que debe necesariamente saludar este

más gran Da de Dios. Bienaventurado él que ha vi- * el

vido para ver este Día y ha reconocido su posición."

"En este Día un Sol distinto ha aparecido, y un Cielo

diferente ha sido adornado con sus estrellas y sus

planetas. El mundo es otro mundo, y la Causa otra

Causa." "Este es el Día que pasadas edadesy siglos

jamás podrán rivalizar. Sábelo, y no seas de los igno-

115

rantes." "Este es el Día en que los oídos humanos han

tenido elprivilegio de escuchar lo que Aquel Quien

conversó con Dios (Moisés) escuchó sobre el Sinaí,

lo que Aquel Quien es el Amigo de Dios (Mahoma)

oyó cuando era elevado hacia donde Él, lo que Aquel

Quien es el Espíritu (Jesús) oyó cuando ascendía

adonde Él, el Que Ayuda en el Peligro, el Que Sub-

siste por Sí mismo." "Éste es el Día de Dios, y esta

Causa Su Causa. Felíz aquel que ha renunciado a
este mundo y se ha aferrado a Aquel Quien es la
Aurora de la Revelación de Dios." "Este es el Rey

de los Días, el Día que ha presenciado la llegada del

Más Amado, de Aquel que a través de toda la eter-
nidad fuera aclamado como el Anhelo del Mundo."

"De todos los días éste es el Principal, y el Rey de

ellos. Grande es la bendición de aquel que, por el

dulce aroma de estos días, ha alcanzado la vida eter-

na, y quien, con la mayor firmeza, se ha levantado

para ayudar a la Causa de Aquel Quien es el Rey
de los Nombres. Tal hombre es como un ojo para el

conjunto de la humanidad." "Inigualable es este Día,

porque es como un ojo para edades y siglos pasados

y como una luz para la oscuridad de los tiempos."

"Este Día es diferente de otros días, y esta Causa di-

ferente de otras causas. Implorad al Dios único y
verdadero que no prive los ojos de los hombres de

ver sus signos, ni sus oídos de oír la penetrante voz

de la Pluma de Gloria." "Estos días son los días de

Dios, con un momento de los cuales ni edades ni si-

glos podrán jamás rivalizar. Un átomo en estos días

es como el sol, una gota como el océano. Un solo

aliento exhalado en el amor de Dios y para Su servi-

cio es anotado por la Pluma de Gloria como un hecho

116

principezco. Si las virtudes de este Día fuesen con-

tadas, todos quedarían atónitos, salvo aquellos a quie-

nes tu Señor ha exento." "Por la rectitud de Dios!

Éstos son los días en los cuales Dios ha puesto a prue-

ba los corazones de todos Sus Mensajeros y Profetas

y, más allá de ellos, a quienes montan guardia sobre

Su sagrado e inviolable Santuario, los moradores del

Pabellón celestial y los habitantes del Tabernáculo

de Gloria." "Si la grandeza de este Día fuese reve-

lada en su plenitud, todo hombre abandonaría una

miríada de vidas en su anhelo por participar, aun por

un solo momento, de su gran gloria; cuanto más este

mundo y sus tesoros corruptibles." "Dios, el Verda-

dero, es Mi Testigo! Éste es el Día en que incumbe

a todo aquel que ve, mirar; y a todo oído que oye,

escuchar; y a todo corazón que comprende, percibir;

y a toda lengua que habla, proclamar a todos los que

están en el cielo y en la tierra, este santo, est exal-

tado y altísimo Nombre." "Dí: Oh hombres! Éste
es un Día inigualable. Asimismo, inigualable debe

ser la lengua que celebra la alabanza del Deseoo de

todas las naciones, e inigualable el hecho que aspira a

ser aceptable a Su vista. Toda la raza humana ha año-

rado este Día, por si acaso pueda cumplir aquello

que sea digno de su rango y sea merecedor de su des-

tino."
"Por el movimiento de Nuestra Pluma de Gloria,

por el deseo del Omnipotente Ordenador, hemos inspi-

rado una nueva vida en toda estructura humana y
hemos infundido una nueva potencia en cada pala-

bra. Todas las cosas creadas proclaman los indicios

de esta regeneración mundial."Oh pueblo! Juro
por el Dios único y verdadero! Éste es el Océano
117

del cual han procedido todos los mares, y con el cual,

cada uno de ellos se unirá finalmente. De Él se han

generado todos los Soles y a Él regresarán todos ellos.

Por Su potencia los Árboles de la Revelación Divina

han dado sus frutos, cada uno de los cuales ha sido

enviado en la forma de un Profeta que lleva un Men-

saje a las criaturas de Dios en cad auno de los mun-

dos cuyo número sólo Dios, en Su Conocimiento
omnímodo, puede calcular. Él ha logrado esto por

la acción de sólo una Letra de Su palabra, revelada

por Su Pluma, estando Su Pluma movida por su Dedo
guador, estando Su propio Dedo sostenido por la

fuerza de la Verdad de Dios." "Por la rectitud del

Dios único y verdadero! Si se perdiere una partícula

pequeñísima de una joya y quedara esnterrada debajo

de una montaña de piedras y escondida detrás de los

siete mares, la Mano de la Omnipotencia con segu-

ridad la revelaría en este Día, pura y limpia de moho."

"Cada letra procedente de Nuestra boca está dotada

de tal poder regenerador, que la capacita para traer

a la existencia una nueva creación, creación cuya mag-

nitud es inescrutable a todos, salvo Dios. Él cierta-

mente tiene conocimiento de Todo." "Si Nos así lo
deseáramos, está en nuestro poder capacitar a una
partícula flotante de polvo para que, en monos de

un abrir y cerrar de ojos, genere soles de infinito e

inconcebible esplendor; hacer que una gota de rocío

se convierta en vastos e innumerables océanos; infun-

dir en cada letra una fuerza tal, que el dé poder para

revelar todo el saber de edades pasadas y futuras."

"Poseemos tal poder, que de ser éste traído a luz, ha

de transmutar el más mortífero veneno en panacea
de eficacia infalible."
118

"Los días se aproximan a su término, y sin embargo

los pueblos de la tierra se ven sumiodos en grave ne-

gligencia y perdidos en error manifiesto." "Grande,

grande es la Causa! Se aproxima la hora cuando sur-

girá la más gran convulsión. Juro por Aquel Quien

es la Verdad! Ella hará que la separación aflija a

todos, incluso a quienes circulen en derredor Mío."

"Di: Oh concurso de negligentes! Juro por Dios!

El día prometido ha llegado, día en que pruebas ator-

mentadoreas se agitarán por encima de vuestras cabe-

zas y bajo vuestros pies diciendo: 'Gustad lo que
vuestras monos han forjado!'" "el timepo para la
destrucción del mundo y sus pueblos ha llegado.

Aquel Quien es el Preexistente ha venido, para con-

ferir vida sempiterna, y conceder protección perpe-

tua, y otorgar aquello que lleva a la verdadera vida."

"Se aproxima el día en que su llama (de la civiliza-

ción) devorará las ciudades, en que la Lengua de

Grandeza proclamará: 'El Reino es de Dios, el Todo-

poderoso, el Todo Alabado.'" "Oh vosotros que ca-

recéis de entendimiento! Una severa prueba os per-

sigue y repentinamente os alcanzará. Levantaos para

que quizás pase sin causaros daños." "Oh vosotros,

pueblos del mundo! Sabed en verdad que una cala-
midad imprevista os sigue y os espera un castigo

doloroso. No penséis que las acciones que habéis co-

metido han sido ocultas a Mi vista." "Oh negligen-

tes! Aun cuando las maravillas de Mi misericordia
han envuelto a todo lo creado, tanto visible como

invisible, y las revelaciones de Mi gracia y minifi-

cencia han penetrado cada átomo del universo, no

obstante, la vara con que puedo castigar al perverso

es severa, y la fiereza de Mi ira contra ellos es terri-

119

ble." "No te apesadumbres por causa de aquellos que

se han ocupado con las cosas de este mundo y han ol-

vidado el recuerdo de Dios, el Más Grande. Por
Aquel Quien es la Verdad Eterna! Se aproxima el
día, cuando la indignada ira del Todopoderoso se
apoderará de ellos. Verdaderamente Él es el Omni-
potente, el que Todo Sojuzga, el Todopoderoso, Él

limpiará el mundo de la contaminación de su corrup-

ción, y lo hará un legado para aquellos de Sus siervos

que estén cerca de Él." "Pronto el grito: 'Sí, sí, aquí

estoy, aquí estoy' se oirá desde cada país. Pues nunca

ha habido para nadie algún otro refugio adonde huir,

ni podrá jamás haberlo." "Y cuando haya llegado la

hora señalada, aparecerá de súbito lo que hará tem-

blar los miembros de la humanidad. Entonces, y sólo

entonces, se desplegará el Estandarte Divino y el rui-

señor del Paraíso gorjeará su melodía."
"Al comienzo de cada Revelación han prevalecido

las adversidades, que más tarde se han convertido en

gran prosperidad." "Di: Oh pueblo de Dios! Cui-

daos, no sea que las guerzas de la tierra os alarmen,

o que el poder de las naciones os debilite, o que el

tumulto de la gente de la discordia os desanime, o

que los exponentes de la gloria terrenal os entristez-

can. Sed como una montaña en la Causa de vuestro

Señor, el Todopoderoso, el Todo Glorioso, el Irrestrin-

gido." "Di: Cuidado, oh pueblo de Bahá, no sea que

los fuertes de la tierra os despojen de vuestra forta-

leza, o aquellos que gobiernan el mundo os llenan de

miedo. Depositad vuestra confianza en Dios, y poned

vuestros asuntos a Su custodia. Él, verdaderamente,

es potente para hacer lo que Él quiere y en Su puño

121

están las riendas de omnipotente fuerza." "Juro por

Mi vida! Nada puede sobrevenir a Mis amados salvo

aquello que les aproveche. Esto lo atestigua la Pluma

de Dios, el Más poderoso, el Todo Glorioso, el más

Amado." "No dejéis que los sucesos del mundo os

entristezcan. Juro por Dios! El océano de la alegría

anhela alcanzar vuestra presencia, pues toda cosa

buena ha sido creada para vosotros y os será reve-

lada de acuerdo con las necesidades del tiempo."

"Oh Mis siervos! No os apenéis si, en estos días y

en este plano terrenal, cosas contrarias a vuestros de-

seos han sido ordenadas y manifiestas por dios, por-

que días de alegría de delicia celestial, hay de seguro

en abundancia para vosotros. Mundos, santos y espi-

ritualmente gloriosos, serán desvelados a vuestros

ojos. Habéis sido destinados por Él a participar, en

este mundo y en el siguiente, de sus beneficios, com-

partir sus alegrías y obtener una proción de su gracia

sostenedora. A todos y a cada uno de ellos, sin duda,

alcanzaréis."
"Este es el día en que se ha de hablar. Incumbe

al pueblo de Bahá esforzarse, con máxima paciencia

y entereza, a guiar a los pueblos del mundo hacia
el Más Grande Horizonte. Todo cuerpo pide en voz

alta un alma. Las almas celestiales deben necesaria-

mente vivificar los cuerpos muertos con un nuevo

espíritu, mediante el hálito de la Palabra de Dios. Den-

tro de cada palabra se esconcd un nuevo espíritu.

Felíz el hombre que lo logra y que se ha levantado a

enseñar la Causa de Aquel Quien es el Rey de la

Eternidad." "Di: Oh siervos! El triunfo de esta Causa

ha dependido, y continuará tependiendo de la apa-
121
rición de almas santas, de la ejecución de buenas

obras, y la revelación de palabras de consumada sa-

biduría." "Centrad vuestras energías en la propaga-

ción de la Fe de Dios. Quien sea digno de vocación

tan elevada, que se levante y la promueva. Quine sea

incapaz de hacerlo, tiene el deber de designar a

quien, en su lugar, haya de proclamar esta Revela-

ción, cuya fuerza ha hecho temblar las más poderosas

estructuras, ha reducido a polvo todas las montañas

y ha anonadad o a todas las almas." "Que vuestro in-

terés principal sea rescatar al caído del ciénaga de

la extinción inminente y ayudarle a abrazar la anti-

gua Fe de Dios. Vuestro comportamiento para con

vuestro prójimo debe ser tal que manifieste clara-

mente los signos del dios único y verdadero, porque

entre los hombre, vosotros sois los primeros en ser

creados de nuevo por Su Espíritu, los primeros en

adorarle e inclinarse ante Él, los primeros en circundar

Su trono de gloria." "Oh vosotros, amados del Dios!

No reposéis en vuestros lechos, no, más bien, conmo-

veos tan pronto como reconozcáis a vuestro Señor,

el Creador, y orír de las cosas que Le han sucedido,

y apresuraos para ayudarle. Desatad vuestras len-

guas y proclamad sin cesar Su Causa. Esto será para

vosotros mejor que todos los tesoros del pasado y del

furuto, si sois de aquellos que comprenden esta ver-

dad." "Juro por Aquel Quien es la Verdad! Dentro

de poco Dioos adornará el comienzo del libro de le

Existencia con la mención de sus amados que han

sufrido tribulaciones en Su sendero y han viajado por

los países en Su nombre y para Su alabanza. Quine-

quiera que haya alcanzado Su presencia se gloriará

de encontrarles y todos los que habitan en cada país

122
serán iluminados con Su recuerdo." "Competid uno

con otro en el servicio de Dios y de Su Causa. Esto

es de hecho lo que os aprovecha en este mundo y en

el venidero. Vuestro Señor, el Dios de Misericordia,

es el Informado de Todo, el Omnisciente. No os afli-

jáis por lo que presenciéis en este Día. Llegará el

día en que las lenguas de las naciones proclamarán:

'La tierra es de Dios, el Todopoderoso, el Único, el

Omnisciente!'" "Bendito es el sitio, y la casa, y el

lugar, y la ciudad, y el corazón, y la montaña, y el

refugio, y la cueva, y el valle, y la tierra, y el mar, y

la isla, y la pradera, donde se ha hecho mención de

Dios, y se ha glorificado Su alabanza." "El moverse

en sí de lugar a lugar, hecho or amor de Dios, siem-

pre ha ejercido su influencia en el mundo, y puede

ahora ejercerla. En los Libros del pasado se ha he-

cho conocer, y ha sido anotada la posición de aquellos

que han viajado cerca y lejos, a fin de guiar a los sier-

vos de Dios." "Juro por Dios! Tan grande es lo que

ha sido ordenado para los firmes, que si de ello se

revelase tanto como el ojo de una aguja, todos los

que están en el cielo y en la tierra quedarían atóni-

tos, excepto aquellos a aquienes Dios, Señor de todos

los mundos, ha querido eximir." "Juro por Dios!
Aquello que ha sido destinado paraél que ayude a

Mi Causa supera los tesoros de la tierra." "Quien-

quiera en este Día, abra sus labios y haga mención

del nombre de su Señor, las huestes de la inspiración

Divina descenderán sobre él desde el cielo de Mi
nombre, el Omnisciente, el Sapientísimo. También

descenderá sobre él, el Concurso en lo alto, cada uno

llevando en alto, un cáliz de luz pura. Así ha sido

preordinado en el reino de la Revelación de Dios,
123
por mandato de Aquel Quin es el Todo Glorioso, el

Todo Poderoso." "Por la rectitud de Aquel Quien, en

este Día, exclama dentro del corazón íntimo de todas

las cosas creadas: 'Dios, no hay otro Dios fuera de

Mi!' Si algún hombre se levantase, para defender, en

sus escritos, la Causa de Dios contra sus acometedo-

res, tal hombre, por muy insignificante que fuera su

aporte, será tan honrado en el mundo venidero que

el Concurso en lo alto envidiará su gloria. Ninguna

pluma puede retrarar la sublimidad de su posición ni

puede lengua alguna describir su esplendor." "Quie-

ra Dios que todos seáis fortalecidos para llevar a

cabo aquello que es la Voluntad de Dios, y que seáis

ayudados benévolamente a apreciar el grado con-
ferido a aquellos de Sus amados que se han levan-

tado pra servirle a Él y magnificar Su nombre. Sobre

ellos sea la gloria de Dios, la gloria de todo lo que

está en la tierra, y la gloria de los moradores del

más exaltado Paraíso, el cielo de los cielos." "Oh

pueblo de Bahá! Que no haya nadie que compida con
vosotros es un signo de misericordia. Bebed de la
Copa de Munificencia el vino de inmortalidad, a

despecho de quienes han repudiado a Dios, Señor de

los nombres y Hacedor de los cielos."

"Juro por el Dios único y verdadero! Este es el día de

aquellos que se han desprendido de todo salvo de Él; el

día de aquellos que han reconocido Su unidad; el día en

que Dios con las manos de Su poder, crea seres divi-

nos y esencias imprecederas, de las cuales cada una

desechará el mundo y todo lo que hay en él, y se

hará tan firme en la Causa de Dios, que de ello se

maravillará todo coraz' sabio y comprensivo." "Es-

124

condida tras el Velo Santo y preparada para el ser-

vicio de Dios, hay una compañía de elegidos Suyos
que serán manifestados a los hombres, ayudarán a
Su Causa, no tendrán temor a nadie, aunque toda

la raza humana se levante a luchar contra ellos. Estos

son los que ante la mirada de los habitantes de la

tierra y losmoradores del Paraíso, se levantarán y

aclamarán en voz alta el nombre del Todopoderoso y

llamarán a los hijos de los hombres al sendero de

Dios, el Todo Glorioso, el Todo Alabado." "Se apro-

xima el Día en que Dios, por un acto de Su Voluntad,

habrá de crear una raza de hombres cuya naturaleza

es inescrutable pra todos excepto Dios, El Todopo-

deroso, el Que Subsiste por Sí mismo." "Pronto hará

Él surgir de Seno de Potestad, las Manos de Poder y

Ascendencia, Manos que se levantarán para hacer

triunfar a este Joven y que purificarán al género hu-

mano de la corrupción de los viles y de los impíos.

Estas Manos se aprestarán a ganar victorias para la

Fe de Dios, y en Mi nombre, el que subsiste por sí

mismo, el poderoso, someterán a los pueblos y razas

de la tierra. Entrarán en las ciudades e infundirán

temor en los corazones de todos sus habitantes. Tales

son las evidencias del poder de Dios: cuán temible y

vehemente es Su poder!"
Una palabra más, pra concluir. Entre las decla-

raciones más importantes que incitan a la meditación,

jamás hechas por 'Abdu'l-Bahá durante sus viajes
trascendentales por el continente Norteamericano,

están las siguientes: "Que esta Democracia Americana

sea la primera nación en establecer la fundación para

acuerdos internacionales. Que sea la primera nación

125
en proclamar la unidad del género humano. Que sea

la primera en desplegar el Estandarte de la Más Gran-

de Paz." Y de nuevo: "El pueblo americano cierta-

mente se merece ser el primero en erigir el Taber-

náculo de la Gran Paz y de proclamar la unidad del

género humano. Pues América ha desarrollado po-

deres y capacidades más grandes y maravillosas que

otras naciones. La nación americana está habilita-

da y capacitada para lograr aquello que adornará las

páginas de la historia, llegar a ser la envidia del

mundo y ser bendecida tanto en Oriente como en

el Occidente por el triunfo de su pueblo. El conti-

nente americano muestra indicios y evidencias de un

progreso muy grande. Su futuro es aún más prome-

tedor puesto que su influencia e iluminación son de

gran alcance. Guiará espiritualmente a todas las na-

ciones."
El Destino de América
Las energías creativas, misteriosamente engendra-

das por los primeros movimientos del embriónico Or-

den Mundial de Bahá'u'lláh, tan pronto fueron libe-

radas dentro de una nación destinada a llegar a ser

su cuna y su defensora, han dotado de mérito a esa

nación y la han investido de los poderes y facultades

y la han dotado espiritualmente pra que desempeñe

la parte prevista en estas palabras proféticas. Las po-

tencias que esta misión asignada por Dios ha infun-

dido a su pueblo por una parte, se están haciendo

evidentes a través de los esfuerzos conscientes y los

logros por toda la nación, tanto en la esfera de la

126

enseñanza como en la administrativa de las activida-

des Bahá'ís, de la comunidad organizada de los segui-

dores de Bahá'u'lláh en el continente norteamericano.

Estas mismas potencias por separado y a la vez en

forma subsidiaria con estos esfuerzos y logros, están,

por otra parte, bajo el impacto de las fuerzas mun-

diales políticas y económicas, moldeando insensible-

mente al destino de aquella nación e influyendo en

las vidas y actos tanto de su gobierno como de su
pueblo.

A los esfuerzos y logros de aquéllos quienes, cons-

cientes de la Revelación de Bahá'u'lláh, están ahora

trabajando en ese continente, y a la marcha actual y

futura de sus activiades yo me he referido suficien-

temente en las páginas anteriores. Si el destino del

pueblo americano en su totalidad ha de ser com-

prendido correctamente, debe ahora decirse una pa-

labra en referencia a la orientación de esa nación en

conjunto y a la tendencia de las actividades de sus

gentes. Pues, no importa lo mucho que se ignore

sobre la Fuente de la cual proceden estas fuerzas di-

rigentes y por muy lento y arduo que sea el proceso,

se está haciendo cada vez más evidente que la na-

ción, en conjunto, ya sea a través de la acción de su

gobierno o de otro medio, gravita bajo las influencias

de fuerzas que no puede ni comprender ni controlar,

hacia tales asociaciones y políticas donde radica su

verdadero destino, como 'Abdu'l-Bahá lo indicó. Tanto

la comunidad de creyentes americanos, quienes están

conscientes de aquella Fuente, como la gran masa de

sus conciudadanos, quienes todavía no han reconocido

a la Mano que dirige su destino, están contribuyendo

cada uno a su modo, a la realización de las esperanzas

127

y al cumplimiento de las promesas expresadas en las

palabras de 'Abdu'l-Bahá, arriba citadas.
El mundo se mueva hacia adelante. Sus sucesos se

desarrollan en forma siniestra y con sorprendente rapi-

dez. El torbellino de sus pasiones es rápido y alar-

mantemente violento. El Nuevo Mundo es insensible-

mente atraído hacia su vórtice. Los posibles crentor

de tormenta de la tierra ya están proyectando sus

sombras sobre sus costas. Peligros nunca soñados e

imprevistos la amenazan tanto desde adentro como

desde afuera. Sus gobiernos y sus pueblos están sien-

do gradualmente aprisionados en los espirales de las

crisis recurrentes y de las fieras controversias del

mundo. Los océanos Atlántico y Pacífico, con cada

aceleración en progreso de la ciencia, se están gra-

dualmente convirtiendo en simples canales. La Gran

República de Oeste se encuentra particular y cre-
cientemente involucrada. Rumores distantes retum-

ban amenazadoramente en las ebulliciones de su pue-

blo. A sus costados se encuentran alienados los posi-

bles centros de tormenta del continente europeo y del

lejano Oriente. En su horizonte sureño se destaca lo

que concebiblemente pueda desarrollarse en otro cen-

tro de agitación y peligro. el mundo se contrae en un

vecindario. América, quiera o no, debe afrontar y

abordar esta nueva situación. Para fines de la segu-

ridad nacional, sin mencionar cualquier motivo huma-

nitario, ella debe asumir las obligaciones impuestas

por este vecindario recientemente creado. Paradójico

como parezca, su única esperanza de extricarse de los

peligros que la redean, consiste en implicarse en esa

misma red de asociación internacional que está sien-

do tejido por la Mano de una Providencia inescruta-

128

ble. Nos viene a la mente con una propiedad y fuer-

zas especiales el consejo de 'Abdu'l-Bahá a un alto

oficial de su gobierno: "Puedes servir a tu país en

la mejor forma si te esfuerzas en tu capacidade como

ciudadano del mundo, a ayudar en la aplicación even-

tual del principio del federalismo, fundamental en el

gobierno de tu propio país, a las relaciones actual-

mente existentes entre los pueblos y naciones del
mundo." Los ideales que animaron la imaginación
del Presidente de América, quien fue trágicamente

incomprendido, cuyos encomiables esfuerzos, por muy

anulados que fueron por una generación falta de vi-

sión, han sido aclamados por medio de la propia plu-

ma de 'Abdu'l-Bahá como signos del amanecer de
la Más Grande Paz, y aunque ahora yacen en el
polvo, reprochan amargamente a una generación in-
cauta por haberlos abandonado en forma tan cruel.
Que el mundo está acosado de riesgos, que los pe-

ligros se están ahora acumulando y que actualmente

amenazan a la nación americana, no puede ser ne-

gado por ningún observador perspicaz. La tierra se

encuentra transformada en un campo armado. Tanto
como cincuenta millones de hombres se encuentran
armados o en la reserva. No menos que la suma de

tres mil millones de libras se gastan en un año en

armamentos. La luz de la religión es opacada y

la autoridad moral se desintegra. Las naciones del

mundo, en su mayoría han caído presas de ideologías

que están en pugna y que amenazan hacer pedazos

las mismas fundaciones de su unidad política tan cos-

tosamente ganadas. La multitudes agitadas en estos

países las miran con descontento, se encuentran ar-

madas hasta los dientes, presas del miedo y gimen
129

bajo el yugo de las tribulaciones engendradas por la

contienda política, el fanatismo racial, los odios na-

cionales y las animosidades religiosas. "Los vientos

de la desesperación", Bahá'u'lláh ha afirmado inequí-

vocamente, "lamentablemente, soplan desde todas las di-

recciones, y la contienda que divide y aflige a la

raza humana crece día a día. Los signos de convulsio-

nes y caos, inminentes pueden discernirse ahora."

"Los males", 'Abdu'l-Bahá ha profetizado en escritos

que datan desde hace dos décadas, "de los que ahora

el mundo sufre se multiplicarán y las tinieblas que

lo envuelven se harán más obscuras. Los Balcanes
permanecerán descontentos. Su inqietud aumenta-

rán. Los Poderes vencidos continuarán en agitación.

Ellos recurrirán a cualquier medida que pueda volver

a prender la llama de la guerra. Los movimientos

recién formados y de alcance mundial se esforzarán

lo más posible por el adelantamiento de sus proyectos.

El Movimiento Izquierdista adquirirá gran importan-

cia. Su influencia se extenderá". En cuanto a la mis-

ma nación norteamericana, la voz de su propio Pre-

sidente, enfática y clara, advierte a su pueblo que

la posibilidad de un ataque a su país se ha hecho
infinitamente más inminente como consecuencia del

adelanto en la aviación y debido a otros factores.

Su Secretario de Estado, dirigiéndose a los represen-

tantes reunidos en reciente Conferencia de todas las

repúblicas americanas, expresa una advertencia no

menos siniestra. "Estas fuerzas resurgentes se asoman

amenazadoramente por todo el mundo -su sombra

nefasta car por el través de nuestro propio Hemis-

ferio." En cuanto a su Prensa, repercute la misma

nota de advertencia y de alarma por un peligro que

130

se aproxima. "Debemos estar preparados para defen-

dernos tanto dentro como fuera del país. Es ex-

tensa nuestra frontera de defensa. Se extiende desde

Poin Barrow de Alaska hasta el Cabo de Hornos e

incluye el Atlántico y el Pacífico. Nadie puede decir

cuándo ni dónde los agresores de Europa y Asia pue-

den atacarnos. Puede ser en cualquier parte, en cual-

quier hora. No tenemos otra opción, excepto la de
ir armados. Debemos montar atenta guardia sobre
el Hemisferio Occidental.

La distancia que la nación narteamericana ha reco-

rrido desde que repudió formal y categóricamente el

ideal de Wilson, los cambios de los que ha sido ines-

perada presa an años recientes, la dirección en que

se mueven los sucesos mundiales con su inevitable
impacto en la política y la economía de esa na-
ción, son para cada observador Bahá'í que contem-

pla los desarrollos de la situación internacional y

a la luz de las profecías tanto de Bahá'u'lláh como

de 'Abdu'l-Bahá, muy significativos y altamente ins-

tructivos y alentadores. Trazar el curso exacto que

seguirá esta nación en estos tiempos inquietos y fe-

cundos, sería imposible. Nosotros sólo podemos, juz-

gando por la dirección que toman sus asuntos en la

actualidad, anticipar el curso más probable que ella

seguirá en sus relaciones tanto con las Repúblicas

de América como con los países de los continentes
restantes.
Una asociación más estrecha con estas Repúblicas,

por una parte y una aumentada participación en di-

versos grados, por otra parte, en los asuntos del mun-

do entero, como resultado de las recurrentes crisis

internacionales, parecen ser los desarrollos más pro-

131

bables que el futuro guarde para ese país. Inevita-

blemente surgirán retrasos y ocurrirán contratiempos

por sobrellevar, en el transcurso de la evolución de

ese país hacia su destino final. Nada, sin embargo,

puede alterar aquel curso prescrito para él por la

pluma infalible de 'Abdu'l-Bahá. Después de haber

logrado su unidad federal y de haber consolidado sus

instituciones internas -una etapa que marca la lle-

gada a su mayoría de edad como entidad política-
su evolución más amplia como miembro de la fami-

lia de naciones debe continuar en forma constante,

bajo circunstancias que en la actualidad no pueden

ser visualizadas. Tal evolución tiene que persistir

hasta aquella fecha cuando esa nación, a través de

la parte activa y decisiva que ésta habrá desempeñado

en la organización y arreglo pacífico de los asuntos

de la humanidad, haya logrado la plenitud de sus po-

deres y funciones como miembro sobresaliente y parte

componente de un mundo federado.

El futuro inmediato, como resultado de esta absor-

ción constante, gradual e inevitable de las múltiples

dudas y problemas que afligen a la humanidad, debe

ser oscuro y agobiador para esa nación. La aflicción

que sacudirá al mundo que Bahá'u'lláh ha profetizado

en forma tan vívida comos e ha citado en páginas an-

teriores, puede encontrar que esta nación ha sido

arrastrada a su vórtice, hasta un grado sin precedente.

De este cataclismo esta nación probablemente surgi-

rá, a diferencia de sus reacciones al último conflicto

mundial pasado, decidida a conciencia a aprovechar

su oportunidad, para hacer que todo el peso de su in-

fluencia recaiga sobre los gigantescos problemas que

tales acontecimientos suscitarán subsiguientemente y

132
para ahuyentar de modo permanente, en unión con
sus naciones hermanas tanto del Oriente como del
Occidente, a la mayor maldición de que tiempo in-

memorial ha alfigido y degradado a la raza humana.

Entonces y sólo entonces, la nación americana, mol-

deada y purificada en el crisol de una guerra común,

endurecida por sus rigores y disciplinada por sus es-

carmientos, se encontrará en posición para elevar su

voz en los consilios de las naciones, para colocar ella

misma la fundación de la paz universal y duradera,

proclamar la solidaridad, unidad y madurez de la

humanidad y asistir en el establecimiento del reino de

rectirud prometido en la tierra. Entonces y sólo en-

tonces la nación americana, mientras que la comuni-

dad de creyentes americanos dentro de su corazón

está consumando su misión divinamente asignada, po-

drá realizar el destino indeciblemente glorioso decre-

tado para ésta por el Todopoderoso, e inmortalmente

grabado en los escritos de 'Abdu'l-Bahá. Entonces

y sólo entonces la nación americana logrará "aquéllo

que adornará las páginas de la historia", "se converti-

rá en la envidia del mundo y será bendito tanto en

el Oriente como en el Occidente".
SHOGHI.
el 25 de diciembre de 1938.
133
ESTE LIBRO
SE TERMINO DE IMPRIMIR
EL 3 DE FEBRERO
DE 1972
EN MACAGNO, LANDA Y CIA.,
ARAOZ 164, BUENOS AIRES

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