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Libros Baha'is : El Nuevo Jardín
.
EL NUEVO
JARDIN
HUSHMAND FATHE�ZAM
EDITORIAL Bahai� - BUENOS AIRES
TRADUCCI�N BASADA EN LA SEGUNDA EDICI�N EN
INGLES
PUBLICADA EN NUEVA DELHI, 1963
Primera Edici�n en espa�ol: 1970
Segunda Edici�n: 1972
T�tulo original en ingl�s:
"The New Garden"
Sin fines comerciales
impreso en la Argentina - Printed in Argentina
Editorial Bahá'í Indo-Latinoamer�cana
Per� 428, Buenos Aires, Argentina

"Proclamad a los hijos de la certeza que en los reinos

de santidad, cerca del para�so celestial, ha aparecido un

nuevo jard�n, alrededor del cual circulan los habitantes

del reino de lo alto y los moradores inmortales del

exaltado para�so. Esforzaos, entonces, por alcanzar esa

posici�n, para que de sus an�monas desentra��is los

misterios del amor y aprend�is el secreto de la divina y

perfecta sabidur�a de sus eternos frutos."
Bahá'u'lláh

"El Nuevo Jard�n" est� dedicado a las masas de la India que

est�n despert�ndose, como se�al de mi gratitud por todas

las buenas lecciones de devoci�n, sinceridad y amor que he

aprendido de ellas.
H. F.
�NDICE

Cap�tulo P�gina

I. DIOS Y SU RELIGI�N 9
II. LAS MANIFESTACIONES DE DIOS 17
III. EL CONVENIO 31
IV. ALGUNAS DE LAS ENSE�ANZAS Y PRINCIPIOS 39
V. LA ADMINISTRACI�N 63
VI. ALGUNAS DE LAS LEYES Y OBLIGACIONES 91
RECONOCIMIENTO

"El Nuevo Jard�n" se basa en la revisi�n de mis notas

preparadas para el Instituto Bahá'í de Ense�anza en Indore, India

Central. La versi�n Hind� de este libro ya ha sido publicada. En

cuanto a la versi�n en Ingl�s, debo manifestar mi gratitud al Dr. R.

Muh�jir, Mano de la Causa, quien no solamente me alent� para

preparar estas lecciones sino tambi�n las enriqueci� por sus

sabias sugerencias y observaciones, para que pudieran ser

utilizadas, con apropiadas modificaciones, en otros piases donde

el Mensaje de Dios est� esparci�ndose activamente entre sus

habitantes.

En esta conexi�n, mis esfuerzos fueron grandemente

apoyados por la generosa cooperaci�n de la Se�ora Gloria Faizi

quien ha repasado pacientemente el manuscrito lo ha corregido

y mejorado.
H. F.
Nueva Delhi
Ridvan 119
EL
NUEVO
JARDIN
CAP�TULO I
DIOS Y SU RELIGI�N
EL PROP�SITO DE NUESTRAS VIDAS

�Ha comparado Ud. una selva con una finca? En la jungla los �rboles crecen

silvestres; hay arbustos tupidos y enredaderas indomables. La finca tiene linderos

geom�tricos, tierra arada, una red de canales y arroyos - un pedazo de terreno

sembrado con choclos por aqu�, y un campo de ca�a de az�car por all� -.

�Qu� diferencia existe entre la selva virgen y la finca?

En la finca se puede ver orden en todas las cosas mientras en la selva no existe

orden. En la finca, las cosas tienen que ser cuidadas y atendidas mientras que en la

selva todo crece al azar y sin orden.
Donde existe el orden existe un prop�sito.

No cavamos canales y pozos sin una raz�n. Tenemos un fin al hacer esto. Si no

existiera un prop�sito para hacerlo, hubi�ramos dejado el campo a las lluvias, los

vientos y el sol, los hubi�ramos abandonado para que crezca como selva con toda su

vida silvestre. El terreno cultivado tiene un prop�sito.

Contemplemos la creaci�n como a un todo. �No se ve un orden perfecto en todas

las cosas? �Observemos a la luna, c�mo viene y como se va!. Al mes siguiente el

creciente de la luna nueva brillar� nuevamente en el cielo como una daga dorada.

Esperemos catorce d�as mas y veremos la luna llena levantarse en todo su esplendor

como un escudo de plata. Se puede contar los d�as de la. luna porque viene y va de

acuerdo a un orden. Consideremos al sol, el cambio de las estaciones, el nacimiento

de un ni�o, la temporada de una cosecha. En todas partes hay un orden y por lo tanto

un prop�sito tras todas las cosas. No pod�an existir sin una raz�n.

�Cu�l es el prop�sito de nuestra creaci�n? Es el de conocer a Dios, nuestro

Creador, y adorarte.

Si le conocemos a El, el prop�sito de nuestras vidas se ha cumplido. El prop�sito

de una l�mpara es el de dar luz. El prop�sito de la flauta es el de emitir notas

melodiosas. Tenemos que conocer a Dios si el prop�sito de nuestras vidas ha de

cumplirse. Si no Le conocemos, somos como l�mparas que no est�n encendidas,

como flautas silenciosas.

Bahá'u'lláh, la gran Manifestaci�n de Dios para esta �poca, revela una oraci�n que

dice:

"Soy testigo, oh mi Dios, de que T� me has creado para conocerte y

adorarte. Soy testigo, en este momento, de mi impotencia y de Tu poder, de

mi pobreza y de Tu riqueza."

"No hay otro Dios m�s que T�, el Que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste

por Si Mismo".

Bahá'u'lláh nos ha pedido recitar esta oraci�n al mediod�a de todos los d�as a fin

de no olvidar por qu� hemos sido creados. Seamos una flauta melodiosa, vibrante

con las alabanzas de Dios. �No seamos flautas silenciosas!.

COMO CONOCER A DIOS

Nuestra vida en la tierra depende principalmente del sol. Este nos da luz y vida. Si

por un s�lo segundo se nos retirara la bendici�n del sol, todas las cosas sobre la faz

de la tierra morir�an. Sin embargo, es imposible que nos acerquemos mucho al sol,

imposible que vayamos directamente a �l. Si lo hacemos, esta misma fuente de luz y

vida nos quemar�a. Somos demasiado d�biles para soportar el calor y la luz directos

del poderoso sol. Pero el sol nos da energ�a, calor, luz y vida por medio de sus rayos.

Los rayos del sol nos conectan al sol.

Dios, el Todopoderoso, el Creador, el Omnipotente, es inmensurablemente m�s

grande de lo que podemos imaginar. El es la "Esencia Incomprensible". �C�mo

podemos alcanzarle por medio de nuestros propios esfuerzos? Nos quemar�amos si

trat�ramos de acercarnos mucho al sol. �C�mo podemos esperar alcanzar a Dios, el

Creador de todas las cosas, el Todo Glorioso, el Alt�simo? No podemos ir hasta El

pero El puede llegar hasta nosotros. El sol env�a sus energ�as a nosotros por medio

de sus rayos. La gu�a y gloria de Dios vienen a nosotros por medio de Sus

Manifestaciones como Krishna, Cristo, Mahoma, y Bahá'u'lláh. Las Manifestaciones

de Dios constituyen el �nico medio que puede llevarnos a El. Si no fuera por Ellas,

nuestro mundo se hubiera quedado oscuro y nuestras vidas hubieran estado muertas

de veras.

Si reconocemos las Manifestaciones de Dios, hemos reconocido a Dios. Si Las

negamos, hemos negado a Dios.

Bahá'u'lláh, la Manifestaci�n de Dios para nuestra �poca, nos dice:

La puerta del conocimiento del Antiguo Ser, siempre ha estado y siempre

estar� cerrada a la faz de los hombres. El entendimiento de hombre alguno,

jam�s tendr� acceso a Su sagrada corte. Sin embargo, como una muestra de

Su misericordia y como una prueba de Su amorosa bondad, El ha

manifestado a los hombres los Soles de Su divina gu�a, los S�mbolos de Su

divina unidad y ha ordenado que tener conocimiento de estos Seres

santificados sea id�ntico a tener conocimiento de Su propio Ser. Quienquiera

les reconozca ha reconocido a Dios. Quienquiera escuche su llamado ha

escuchado la Voz de Dios, quienquiera atestig�e la verdad de su Revelaci�n

ha atestiguado la verdad de Dios Mismo. Quienquiera se aleje de ellos se ha

alejado de Dios, y quienquiera no haya cre�do en ellos no ha cre�do en Dios.

Cada uno de sellos es el Camino de Dios, que conecta este mundo con los

reinos de lo alto y el Estandarte de Su Verdad para todos en los reinos de la

tierra y del cielo. Ellos son las Manifestaciones de Dios entre los hombres,

las pruebas de Su Verdad, y los signos de Su gloria".

EL AMOR DE DIOS

El conocimiento de las Manifestaciones de Dios crea el amor de Dios en nuestros

corazones. El amor de Dios es la fuente de la felicidad eterna. El amor es la raz�n

por la que fuimos creados, seg�n Bahá'u'lláh:

"�Oh Hijo del Hombre! Oculto en Mi ser inmemorial y en la antigua

eternidad de Mi esencia, supe de Mi amor por ti; por lo que te he creado, he

grabado en ti Mi imagen y te he revelado Mi belleza"

Dios nos am� y nos cre�, Debido a que Dios nos am� y continuar� siempre

am�ndonos, El nunca nos dejar� solos en nuestra impotencia. El se manifiesta a

nosotros de tiempo en tiempo.
'Abdu�l-Bahá dice:

"Considerad hasta qu� grado el amor de Dios se hace manifiesto. Entre los

signos de Su amor que aparecen en el mundo se hallan los puntos del

amanecer de Sus Manifestaciones. �Qu� grado infinito de amor reflejan las

Divinas Manifestaciones hacia la humanidad! Ellas han sacrificado Sus vidas

voluntariamente a fin de resucitar a los corazones humanos. Han aceptado la

cruz.. Han sufrido pruebas y dificultades durante los limitados a�os de Su

vida a fin de capacitar a las almas humanas para adquirir el supremo grado

de adelanto...

"Observad cu�n raramente las almas humanas sacrifican sus placeres o

comodidades por otros; cu�n improbable es que el hombre ofrezca su ojo o

permita que sea desmembrado por el beneficio de otro. Sin embargo todas

las Manifestaciones divinas han sufrido, han ofrecido Sus vidas y Su sangre,

han sacrificado Su existencia, Sus comodidades y todo lo que poseyeron,

por la humanidad. Por lo tanto, considerad cuanto amaron. Si no fuera por

Su iluminaci�n, las almas humanas no tendr�an irradiaci�n alguna. Cu�n

efectivo fue Su amor... Este es el signo del amor de Dios; un rayo del Sol de

la Realidad".

Dios nos ama. El quiere que nosotros Le amemos a El tambi�n.

"Oh Hijo de la Maravillosa Visi�n", dice Bahá'u'lláh, "he exhalado dentro de

ti el aliento de Mi propio Esp�ritu, para que puedas obtener Mi amor. �Por

qu�, entonces, Me has abandonado, buscando en Mi lugar a otro amado?"

"�Ser el amante de Dios! Este es el �nico objeto de vida del Baha'i. Tener

en Dios al m�s cercano compa�ero, y al m�s �ntimo amigo. Un Amado sin

igual, en Cuya Presencia est� la alegr�a completa. Y amar a Dios quiere decir

amar a todo y a todos, pues todos son de Dios. El verdadero Bahá'í ser� la

personificaci�n perfecta del amor. El amar� a todos con un coraz�n puro y

ferviente, no odiar� a nadie, no despreciar� a nadie; porque en cada rostro

ver� el Rostro del Amado y por doquier encontrar� Sus huellas. Su amor no

conocer� l�mites de secta, naci�n clase o raza� (Bahá'u'lláh y la Nueva Era).

El amor del ser humano hacia el ser humano ser� f�cil s� el amor de Dios existe en

nuestros corazones,
En las palabras de 'Abdu�l-Baha,

"El amor que existe entre los creyentes es motivado por el ideal de la

unidad de los esp�ritus. Este amor se obtiene por medio del conocimiento de

Dios, para que los hombres vean el amor Divino reflejado en los corazones.

Cada uno ve en el otro la belleza de Dios reflejada en el alma, y al encontrar

este punto de similitud, se atraen amorosamente los unos a los otros, Este

amor har� que todos los hombres sean como las olas de un solo mar, Este

amor les convertir� en estrellas del mismo cielo y los frutos de un solo �rbol.

Este amor conducir� a la realizaci�n de la verdadera armon�a, la base de la

unidad real�.
Recordemos el Llamado de Dios:

��Oh hijo del Ser! �mame para que pueda amarte. Si tu no Me amas, Mi

amor jam�s podr� alcanzarte. �Compr�ndelo, oh siervo!�

LA UNIDAD DE LA RELIGI�N.

Cuando somos Bahais, creemos que todas las religiones del pasado tiene origen

divino. No cambiamos nuestra religi�n para hacernos Bahais porque creemos que

Dios tiene solamente una religi�n, que viene a nosotros de tiempo en tiempo. Al

aceptar la religi�n de todas las edades, hemos hecho m�s perfecta nuestra creencia

en Dios. En realidad, no hemos cambiado nuestra religi�n. Una semilla desarrolla

ra�ces, luego, brota un tallo, hojas, flores y frutos. El �rbol es el mismo �rbol en todo

momento. No cambia; solamente crece. El sol es el mismo sol aunque se levanta

desde diferentes horizontes. El g�nero humano, debido a la imitaci�n y la ignorancia,

adora al punto del amanecer desde el cual sus antepasados vieron el Sol de la

Manifestaci�n. Si el mismo sol se levanta desde un punto de amanecer diferente, lo

pasan por alto y se confunden. Pero cuando miramos al sol, reconocemos que es el

mismo Sol que ha brillado antes desde horizontes distintos.

Los Bahais creen que todos los Profetas del pasado tienes igual rango y

prop�sito. Todos son jardineros divinos que ayudan al crecimiento del bendito �rbol

de Dios. Por lo tanto cuando somos Bahais, estamos unidos por una Fe com�n,

Bahá'u'lláh escribi�:

"Considera al sol. Si dijera ahora, �Soy el sol de ayer�, estar�a diciendo la

verdad. Y s� reclamara teniendo en cuenta el orden de sucesi�n del tiempo,

ser otro sol, aun estar�a hablando la verdad. De la misma manera, si se digera

que todos los d�as son uno y el mismo, ser�a correcto y la verdad. Y si se

dijera, con respecto a sus nombres y designaciones particulares, que

difieren, esto tambi�n es verdad. Aunque sean iguales, sin embargo, se

reconoce en cada uno una designaci�n separada, un atributo espec�fico, un

car�cter particular. Piensa, asimismo, en la distinci�n, variaci�n, y unidad

que son caracter�sticas de las varias Manifestaciones de santidad, para que

puedas comprender las alusiones hechas por el Creador de todos los

nombres y atributos a los misterios de distinci�n y unidad y descubrir la

respuesta a tu pregunta sobre por qu� la belleza eterna se hubiese llamado,

en distintas �pocas, por diferentes nombres Y t�tulos".

Nuevamente, Bahá'u'lláh nos asegur� que no existe distinci�n o diferencia entre

las Manifestaciones de Dios. Puede ser que Sus nombres sean diferentes pero

representan la misma Verdad; est�n sentados sobre el mismo Trono y gozan de la

misma proximidad a Dios. Bahá'u'lláh nos invita a creer en todas Ellas cuando El

dice:

�Cuidaos, oh creyentes en la Unidad de Dios, de ser tentados en hacer

distinci�n alguna entre las Manifestaciones de Su Causa, o de menospreciar

los signos que han acompa�ado Su Revelaci�n, Esto es, de cierto, el

verdadero significado de la Unidad Divina, si sois de los que comprenden

esta verdad y creen en ella. Adem�s, estad seguros de que las obras y

hechos de cada una de estas Manifestaciones de Dios, m�s a�n, todo lo que

a ellas ata�e y todo lo que manifiesten en lo futuro, est� ordenado por Dios y

es un reflejo de Su Voluntad y Prop�sito. Quienquiera haga la m�s leve

diferencia entre sus personas, sus palabras, sus mensajes, sus hechos y

costumbres en verdad ha dejado de creer en Dios, ha repudiado Sus signos

y traicionado la Causa de Sus Mensajeros�.
LA RELIGI�N SE REPITE

Hay diferentes estaciones en el a�o. Primero viene la primavera con toda su

belleza, luego el verano la estaci�n de la cosecha y la abundancia. Despu�s de un

tiempo, viene el invierno y la naturaleza se desnuda de su abundancia y gloria. Pero

la terminaci�n de cada invierno es el principio de otra primavera, la cual ser� seguida

otra vez por la estaci�n de la cosecha.

Cada ma�ana se levanta el sol gradualmente hasta llegar a su cenit, pero

gradualmente desciende hasta llegar a su ocaso. Cuando el sol desaparece de la faz

de la tierra, todas las cosas se envuelven en la oscuridad. Pero cuando todas las

velas y l�mparas del mundo son incapaces de disipar la oscuridad, el sol se levanta

nuevamente, el mismo bello y glorioso sol. Esto es exactamente lo que sucede con

las grandes religiones.

Cuando el Sol de la realidad se levanta, empieza un Nuevo D�a de Gloria. En

todas partes hay luz. Todo el mundo est� feliz porque la �poca de la oscuridad ha

terminado. Un nuevo d�a empieza y gradualmente llega a su fin. Viene un momento

en cada religi�n cuando la verdad se oculta por motivo de la introducci�n de

ense�anzas por parte del hombre. Cuanto m�s el hombre olvida las ense�anzas de

Dios, tanto m�s oscura se vuelve su vida espiritual. Cuando el hombre introduce sus

propias ense�anzas e interpreta la religi�n a su antojo de acuerdo con sus motivos

ego�stas, una �poca de oscuridad cubre el mundo. La �nica fuente de luz para

nosotros en tal noche oscura se encuentra en los pocos santos y sabios que son

como peque�as l�mparas y velas que se encienden despu�s de la puesta del sol.

Estas peque�as luces tambi�n se extinguen una tras otra y el mundo cae en el

profundo sue�o de la ignorancia. Este es el momento en que el Sol de la Verdad

brilla nuevamente. En el pasado el Sol de la Verdad ha brillado mediante Krishna,

Buda, Cristo, Mahoma, y otros. En esta �poca e la verdad brilla otra vez por medio

de Bahá'u'lláh, la Gloria de Dios. No nos quedemos satisfechos de nuestras l�mparas

de barro y velas desvanecientes. El Sol est� brillando. �Despierta! �Despierta!

Bahá'u'lláh proclama:

"En verdad os digo, este es el D�a en que la humanidad puede contemplar

el Rostro y o�r la Voz del Prometido. El Llamado de Dios ha sido proclamado

y la Luz de Su semblante se ha levantado sobre los hombres. Incumbe a

todos borrar de la tablilla de su coraz�n hasta la �ltima huella de toda

palabra vana y contemplar con mente abierta e imparcial los signos de Su

Revelaci�n, las pruebas de Su Misi�n y las se�ales de Su Gloria"

RELIGIONES PROGRESIVAS
'Abdu�l-Bahá dice:

"De la semilla de la realidad, la religi�n ha crecido en un �rbol que ha dado

hojas y ramas, botones y frutos. Despu�s de un tiempo, este �rbol se ha

deteriorado a una condici�n de decadencia. Las hojas y botones se han

marchitado y perecido: el �rbol se ha vuelto enfermo y sin fruto. No es

razonable que el hombre se adhiera al viejo �rbol, reclamando que sus

fuerzas de vida no se han disminuido, que sus frutos son incomparables,

que su existencia es eterna. La semilla de la verdad debe ser sembrada de

nuevo en los corazones humanos a fin de que un nuevo �rbol pueda crecer

de ella y nuevos frutos divinos refresquen al mundo. De esta manera, las

naciones y pueblos que ahora tienen diferentes religiones se unir�n, las

limitaciones ser�n abandonadas, y la verdadera hermandad unidad ser�

establecida. La guerra y la disensi�n cesar�n entre el g�nero humano; todos

se reconciliaran como siervos de Dios�...

La religi�n es una escuela espiritual en la cual la humanidad recibe ense�anzas

divinas y progresa en cuerpo y alma. El fundador de esta escuela es Dios. Los seres

humanos tienen que pasar por esta escuela divina si es que buscan el progreso y la

felicidad. Al principio, uno tiene que ir al primer grado de una escuela y all� un

maestro cari�oso empieza con el alfabeto y los estudios elementales. Cuando, por

medio del cuidado y la bondad del maestro, nuestra mente se ha desarrollado

suficientemente, entramos al segundo grado donde encontramos a otro maestro

quien basa sus ense�anzas sobre lo que ya hemos aprendido en el grado anterior,

pero agrega nuevas medidas de conocimiento. Nuestra mente y cuerpo se

desarrollan as� en esta escuela bajo la gu�a de nuestros maestros.

�Podemos decir que cualquiera de estos maestros que ense�a un nivel diferente

es mejor que los dem�s? �Podemos decir que tenemos antipat�a para el maestro del

segundo grado solamente porque amamos a nuestro maestro del primer grado?

�Podemos decir que lo que se nos ense�� en el primer grado fue mejor que las

ense�anzas del segundo grado? �Claro que no! Estos diferentes grados pertenecen a

la misma escuela. Siguen el mismo m�todo de ense�anza, pero nuestra edad y

capacidades son diferentes en cada grado. Cuando ten�amos seis a�os, nuestras

capacidades fueron muy limitadas, de manera que el sabio fundador de la escuela ha

aconsejado al maestro de nuestro grado que nos diera solamente la cantidad de

conocimientos que hemos podido comprender.

Lo que nos ense�aron en ese grado fueron las mejores lecciones que pod�amos

recibir en esa edad. Si se nos hubieran dado las lecci�n del tercer grado desde el

principio, nunca habr�amos podido hacer progreso alguno. Lo mismo es cierto en

cuanto a la religi�n. Dios es uno y Su instituci�n de la Religi�n es una. Somos

nosotros quienes tenemos diferentes capacidades en diferentes edades.

Nuestros Maestros divinos, las Manifestaciones de Dios, son maestros sabios.

Todos tienen un solo prop�sito - El de ayudarnos a progresar en el Reino de Dios -.

Pero el Hombre ha estado desarroll�ndose a trav�s de las �pocas y sus capacidades

han cambiado con su crecimiento. Por lo tanto, debemos ver la sabidur�a en esta ley

evolucionar�a del progreso que Dios nos ha prove�do por medio de Sus

Manifestaciones en diferentes �pocas. No debemos permitirnos quedar en un s�lo

grado de esta Instituci�n divina meramente porque amamos al Maestro quien nos

ense�� en ese grado. Esto no es el verdadero amor que tenemos por nuestro

Maestro porque si nos quedamos en Su grado, El entristecer�. El quiere que

adelantemos y que recibamos instrucci�n de los Maestros de los grados posteriores.

Esto no quiere decir que los conocimientos de un Maestro son menores que el del

otro. �No! Todos los Maestros tienen el mismo grado de conocimientos. Todos son

igualmente sabios e importantes. Como Ellos son sabios, nos dan solamente la

cantidad de conocimientos que requerimos en un tiempo dado. Pero Ellos nos

aseguran que cuando hayamos progresado y seguido Sus instrucciones, tendremos

otro Maestro quien nos ayudar� a seguir adelante. Nuestro pr�ximo Maestro, a su

vez, alaba el esfuerzo y capacidad del Maestro previo que nos dio conocimientos. De

la misma manera, vemos que todos los Profetas de Dios han alabado las

Manifestaciones que Les precedieron, y han prometido m�s educaci�n por medio de

un Maestro que ha de venir despu�s de Ellos.

Si alguno de nosotros deja de progresar en la escuela de la religi�n de Dios, ser�

un fracas�, pero si �l cree en el progreso y la sabidur�a de las Manifestaciones

divinas, tratar� de capacitarse de tal manera que pueda recibir una medida mayor de

conocimientos del Maestro Divino que ha tra�do las ense�anzas para su �poca.

Bahá'u'lláh ha ense�ado que la base de todas las religiones es una. En todos los

niveles de la escuela, ense�an que debemos ser honrados, veraces, amables, etc.

Estas reglas fundamentales no cambian cuando pasamos a un nivel m�s alto. Sea en

el primer grado, segundo o el tercero, estos atributos celestiales siempre son loables.

Son verdades eternas, verdaderas en toda �poca. Estas constituyen las bases. Pero

la base sola no basta Hay que construir algo sobre esta base, la cual estar� de

acuerdo con nuestras necesidades en cada �poca. Esto es exactamente lo que

hacen las religiones de Dios. Ellas elevan el conocimiento y la capacidad del hombre

hasta un grado m�s alto en cada etapa de su crecimiento sobre la misma base de

verdad, la cual es incambiable. Al hacer esto, ellas siempre basan sus reglas sobre

las bases del conocimiento ense�adas por las previas Manifestaciones de Dios, as�

como el �lgebra que se ense�a en los niveles m�s altos de una escuela se basa en

las reglas de la aritm�tica elemental que estudiamos en nuestra ni�ez.

Ahora estamos viviendo una nueva �poca y tenemos poderes y capacidades m�s

grandes que los que hayamos jam�s antes tenido. Gracias a las Manifestaciones del

pasado, se nos ha preparado para recibir una gran medida del conocimiento de Dios

por medio de Su Portavoz para esta nueva era, Bahá'u'lláh.

Bahá'u'lláh nos ense�a la unidad de Dios, la unidad de la religi�n y la unidad del

g�nero humano. El ha alabado a todos los Profetas del pasado y nos ha mostrado

como todos Ellos han dado las buenas nuevas de que en la plenitud del tiempo Su

Bienamado Prometido vendr�. La cadena dorada de Profetas ha unido sus eslabones

por medio de Bahá'u'lláh. Es un episodio hermoso.

CAP�TULO II
LAS MANIFESTACIONES DE DIOS
KRISHNA

Krlshna fue un Mensajero de Dios. Su Mensaje fue el mensaje de amor. El naci�

en una prisi�n. Esto fue una se�al para nosotros para que sepamos que todos

nosotros nacemos en la prisi�n del yo, la prisi�n de este mundo. Krishna escap�

milagrosamente de la prisi�n. Si tratamos de ser buenos, si tratamos de ser piadosos,

nosotros tambi�n podemos escapar de la prisi�n del yo.

Krishna, como todas las dem�s Manifestaciones de Dios, fue afrontado por las

fuerzas del mal. El luch� contra el mal y sali� victorioso. No importa cu�n poderoso

sea el mal, el poder de la verdad siempre sale victorioso.

Krlshna lleg� a ser el rey de Dwarka - lo cual significa el peque�o Port�n -. El fue

el port�n del conocimiento de Dios Mismo. Sus ense�anzas fueron para el bien del

hombre. �Pero ay! el hombre las ha rechazado.

Krishna se entristeci� porque no logr� la comprensi�n de la gente. El se quej� que

la gente no cre�a en El porque El vino en forma humana. Ellos ten�an sus propias

fantas�as acerca de Dios y Sus Manifestaciones. Por lo tanto, cuando Krishna

reclam� que El manifestaba a Dios, la gente Le rechaz�. Esto es lo que Kriskna dice

en la �Gita� .

"Los enga�adores me aborrecen envuelto en una envoltura humana sin

conocer Mi naturaleza superior como el Se�or de toda la existencia)', (G�ta,

IXX, 11.)

Aun su amado disc�pulo Arjuna no pudo comprender el Poder Divino en Krishna,

Arjuna no pudo creer que el templo del hombre pudiera ser el asiento del Ser Divino.

Se dice que Krishna tuvo que transfigurarse en una Forma Divina para que Arjuna

pueda ver Su poder y creer en El.

Esto quiere decir que Krishna ayud� a Arjuna a comprender Su majestad y

grandeza espirituales antes de que Arjuna pudiera tener fe en el Se�or. La batalla de

Kurukshetra cambi� su curso cuando Arjura se arm� para obedecer al Se�or

Ud. sabe que esta batalla fue la batalla entre el Bien y el Mal. Los Kaurvas, los

primos del Pandavas, la comenzaron. Arjuna, el poderoso entre Pandavas, fue

dirigido por Krlshna a batallar el ej�rcito de la oscuridad. Krlshna fue el cochero para

Arjuna. Pero Arjuna no quer�a pelear contra sus mismos familiares. Su amado

maestro y sus amigos estuvieron en el ej�rcito de los Kaurvas. Arjuna trat� de discutir

y puso a un lado su poderoso arco. Pero Krishna demand� que Arjuna se rindiera a

El y Le siguiese.

Cuando encontramos a la Manifestaci�n de Dios y abrazamos Su fe, debemos

obedecer Sus Mandamientos. Esto es lo que Krlshna nos ense�� en la Gita:

"Rindiendo en pensamiento todas las acciones a M�, consider�ndome

como el Supremo y adhiri�ndose a la firmeza en la comprensi�n, fijas tu

pensamiento constantemente en M�". (Gita, XVIII, 57.)

Krishna fue la morada de la paz. Nos llama hacia �l, diciendo:

"Abandonando todos los deberes, ven solamente a M� para tu refugio, no

te apenes, pues Yo te librar� de todos los males". (Gita, XVIII,66.)

Krishna, La Manifestaci�n de Dios, trajo una nueva civilizaci�n. El liber� al hombre

del mal y de la pena. El asegur� a Sus seguidores que en el futuro tambi�n Dios Se

manifestar�a para repetir lo que Krlshna hab�a hecho. A fin de guiar la gente errante

del mundo hacia el recto sendero de Dios, El dijo:

"Cuando hay decadencia de la rectitud y el aumento de la maldad, oh

Bharta (Arjuna) ; entonces Yo Mismo Me manifiesto para la protecci�n del

bien, para la destrucci�n de los malvados y para el establecimiento de la

rectitud. Yo vengo de �poca en �poca". (Gita, IV, 7, 8.)

BUDA

Buda naci� de una familia real del reino Himalaya. Era todav�a un ni�o cuando un

sabio anciano llamado Asita visit� al palacio. Asita fue un hombre piadoso y dio las

buenas nuevas al padre de Buda que su hijo llegar�a a ser el Salvador del Hombre.

Buda fue entonces llamado Pr�ncipe Guatama. Su padre provey� a su amado hijo

con todos los goces de la vida. Quer�a hacer a su hijo un buen rey. Pero Guatama se

encontr� que s�lo los placeres mundanos no eran causa de la comodidad. Un d�a vio

a un anciano, luego a un hombre enfermo, y despu�s a otro que hab�a muerto.

Descubri� que todos los seres humanos estaban sujetos al sufrimiento y a la muerte.

Por lo tanto, se dio cuenta de que solamente la felicidad espiritual pod�a hacer a

todos los hombres realmente felices. Dej� Su hogar, Su esposa y Su hijo, para

buscar la verdad espiritual. Al principio se fue a selvas, distantes y se priv� a S�

Mismo de alimentos y comodidad. Esto no le ayud�. Pues, si el cuerpo se debilita, los

poderes mentales tambi�n se vuelven d�biles. Fue bajo el �rbol Bodhi en la India

donde Buda recibi� Su iluminaci�n. Desde ese d�a, empez� Su gran Misi�n de salvar

a la humanidad del sufrimiento. Exhort� a los hombres a purificar sus almas y

mentes, evitar la avaricia y la deshonestidad y a darse cuenta de que este mundo es

de sufrimiento, un lugar donde deben prepararse para el goce y la felicidad eternas y

espirituales.

Su bendita vida sirvi� de un ejemplo para nosotros. Cuando estuvo sentado debajo

del �rbol Bodhi absorto en la meditaci�n, Mara, el malvado, trat� de tentarle por

medio del ofrecimiento de las riquezas mundanas y los placeres de los sentidos. Pero

Buda, el Iluminado, venci� las fuerzas del mal. Su poder fue el poder del esp�ritu.

Por medio de Sus maravillosas ense�anzas, Buda ayud� a millones de personas

de varias naciones a alcanzar la salvaci�n espiritual.

En los d�as de Buda, la gente de Su pa�s estaba peleando los unos contra los otros

en nombres de Dios. En realidad, hab�an inventado muchos dioses y diosas. Buda

sab�a que el camino hacia Dios se encontraba solamente por medio de Sus

Manifestaciones. El fue la Manifestaci�n de Dios, por lo tanto, no quer�a que la gente

peleara los unos contra los otros en el nombre de Dios a Quien no pod�an conocer

sino por medio de El. El fue un maestro sabio. Para evitar las peleas entre la gente,

El se manten�a, por lo general, en silencio referente a Dios, pero apel� a la gente a

que Le obedeciera a El, la Manifestaci�n de la Verdad. De esta manera, tuvo �xito en

unir a millones de personas de distintas clases que estaban divididas entre s�, sea

en el nombre de Dios o en el nombre de la casta.
El dijo:

"Uno no llega a ser un Brahmin por nacimiento, uno no llega a ser un

despreciado por nacimiento, uno llega a ser un Brahmin por sus acciones,

uno se vuelve un despreciado por sus acciones".

Pero antes de Su fallecimiento, Buda hizo una gran promesa a Sus seguidores

quienes tem�an que Su Causa gradualmente desaparecer�a.

El dijo:

"Yo no soy el primer Buda que ha venido sobre la tierra ni ser� el �ltimo.

En su debido tiempo, se levantar� otro Buda en el mundo, un ser sagrado,

uno que ser� supremamente iluminado, dotado de la sabidur�a en Su

conducta, benigno, conocedor del universo, un dirigente incomparable de

los hombres, un maestro de los �ngeles y los mortales. El os revelar� las

mismas verdades eternas que Yo os he ense�ado. Os predicar� esta religi�n,

gloriosa en su origen, gloriosa en su cl�max, y gloriosa en su finalidad, en el

esp�ritu y en la letra. El proclamar� una vida religiosa, completamente

perfecta y pura tal como la que Yo ahora proclamo. Sus disc�pulos sumar�n

en muchos miles mientras los M�os suman en muchos centenares�.

Esta promesa dio la esperanza a los budistas de que ellos no ser�an abandonados

en esta tierra sino recibir�an la luz de la gu�a de otro glorioso Buda. Buda est� ahora

regocij�ndose en Su morada eterna porque El ve que Su gloriosa promesa se ha

cumplido en Bahá'u'lláh, la Gloria de Dios.
MOIS�S

En una tierra lejana hab�a un grupo de esclavos que viv�an una vida muy dif�cil.

Eran llamados los "Hijos de Israel" y trabajaban como esclavos bajo el poderoso

emperador de Egipto. Esta gente pertenec�a a otro pa�s, ahora llamado Israel, pero

hab�an sido llevados de sus hogares por la fuerza. Solamente una Manifestaci�n de

Dios pod�a salvarles de su sufrimiento. Entonces Mois�s fue destinado a levantarse

para la salvaci�n de este pueblo. El estaba solo y el emperador de Egipto ten�a todos

los medios para destruirle. Pero cuando una Manifestaci�n viene, es dotada de un

poder tan grande, que ning�n poder de la tierra puede vencerle. Mois�s, sin ayuda

alguna, se levant� para dar las buenas nuevas del Reino de Dios a Su pueblo.

Cuando Mois�s se declar� como la Manifestaci�n de Dios, los Hijos de Israel

sab�an que el per�odo de su sufrimiento hab�a terminado. Le siguieron. Regresaron a

Israel, la Tierra Santa, y empezaron una nueva vida. El Emperador de Egipto, con

todas sus fuerzas y todos sus poderes, no pudo detenerlos. Cuando el y su ejercito

trataron de hacerlo, se ahogaron en el Mar Rojo.

Las palabras de Dios transformaron las vidas de los Hijos de Israel. Aunque

hab�an sido meros esclavos, establecieron un reino rico. Llegaron a ser grandes

maestros de la humanidad. Muchos de los fil�sofos y maestros de otros pa�ses

recibieron sus conocimientos de los seguidores de Mois�s. Pues, la Manifestaci�n de

Dios, con Su venida, no solamente nos trae felicidad sino tambi�n nos da la fuente de

grandes conocimientos y sabidur�a.

Mois�s resumi� Sus ense�anzas en Los Diez Mandamientos. Fueron leyes

hermos�simas. El nos exhorto a amar a Dios: amar a nuestro padre y a nuestra madre

y obedecerles. Nos dijo que no debemos robar; que no debemos herir a otras

personas; debemos ser puros y limpios; ser siempre veraces. Adem�s de estas bellas

ense�anzas, Mois�s hizo una promesa a Su gente que en la plenitud del tiempo, el

Se�or de las Huestes vendr� a liberarles de todo sufrimiento. El prometi� que cuando

viniera el Se�or de las Huestes, los Hijos de Israel regresar�n nuevamente a Tierra

Santa despu�s de edades de separaci�n, y se unir�n otra vez en la tierra de sus

antepasados.

El Se�or de las Huestes ha venido. Bahá'u'lláh ha proclamado que el D�a de Dios,

prometido en los Libros Sagrados del pasado, ha venido. El dio las buenas nuevas a

los seguidores de Mois�s que su encarecida Promesa ha sido cumplida. Los jud�os

de todos los pa�ses, despu�s de una larga separaci�n, se han reunido en Tierra

Santa. Han establecido una patria propia que se llama Israel. De acuerdo con la

Promesa de Mois�s, todo esto ten�a que cumplirse cuando el Se�or de las Huestes

se sentara sobre el Trono del juicio en esta tierra. Muchos jud�os, cuando vieron

c�mo los Hijos de Israel se hab�an reunido en Tierra Santa de acuerdo con la

Promesa en su Libro Sagrado, comprendieron que El Se�or de las Huestes hab�a

venido. De otra manera, hubiera sido imposible para ellos congregarse all�.

En la comunidad Mundial Bahá'í hay muchos jud�os quienes han cre�do en

Bahá'u'lláh como su Glorioso Prometido.
JESUCRISTO

La historia de Jesucristo es una historia muy bella. Es una historia de amor de Dios

y el amor de la humanidad. Es la historia de una Manifestaci�n de Dios.

Antes de que Cristo revelara Su misi�n a la humanidad, viv�a un hombre santo

llamado Juan Bautista. Hemos visto en la historia de Buda como un hombre santo dio

las buenas nuevas de que el Salvador de la humanidad pronto aparecer�a. Esto es

exactamente lo que pas� antes de que Cristo revelara Su Misi�n. Juan el Bautista dio

las buenas nuevas a la gente de su �poca que el Mensajero de Dios vendr�a a

liberarles de sus penas. La gente de ese tiempo no les gustaba cambiar de ideas;

deseaban seguir imitando lo que sus antepasados hablan hecho durante siglos

anteriores. Los sacerdotes que guiaban a la gente no quer�an que viniera un

Mensajero de Dios porque tem�an que si El ven�a ellos podr�an perder su posici�n.

Por lo tanto encarcelaron a Juan el Bautista y despu�s de un tiempo le cortaron la

cabeza. Juan se sinti� feliz de dar su vida en el sendero de Dios.

Jesucristo naci� de la Virgen Mar�a en un hogar muy sencillo. Jos�, quien fue

conocido como Su padre, era solamente un humilde carpintero. Cristo naci� en Tierra

Santa. Era muy bueno y amable con la gente, a�n cuando era un ni�o trabajando

como ayudante de Su padre. Cuando lleg� a la juventud, El dijo: "El tiempo ya ha

llegado para que me ocupe de los asuntos de mi Padre Celestial".

Sali� para meditar durante cuarenta d�as, luego regres� y revel� a la gente Su

verdadera misi�n. El dio las buenas nuevas del Reino de Dios. Una vez fue a un

lugar sagrado. Este era un centro de peregrinaje y reverencia para los jud�os, pero lo

hab�an convertido en un centro comercial. Cristo fue donde ellos y derrib� sus

almacenes y entonces los ahuyent� del lugar sagrado, dici�ndoles: �Esta casa es la

casa de Dios, no deb�is profanarla con intereses mundanos". Quer�a El

demostrar que la Religi�n de Dios no debe volverse en una fuente de ganancias

materiales.

En los d�as de Cristo habla muchas personas que estaban espiritualmente muertas

y corporalmente enfermas. El les cur� y les dio vida con el poder de la Palabra de

Dios. Pronto lleg� a ser muy popular. Los sacerdotes se pusieron celosos y no les

gust� que Sus seguidores fueran atra�dos a este hombre sencillo quien estaba

ense�ando una nueva manera de vivir a la gente. Cuando El les dijo que El era su

Rey espiritual, el Prometido de Sus libros sagrados, los sacerdotes se enfurecieron

porque estos cre�an que su rey deber�a ser un hombre de grandeza mundana,

mientras que Cristo fue un hombre sencillo. Ni siquiera ten�a zapatos. No obstante,

El proclam� que El era el Rey de Israel. "Soy su verdadero Rey", les dijo, "Soy el

Maestro del Nuevo Reino. Estos reinos mundanos no son nada en comparaci�n

con el eterno Reino de Dios". Pero los jud�os no quer�an creerle. Se levantaron

contra El y Le crucificaron junto con dos ladrones. A�n en la Cruz Jesucristo pidi� el

perd�n de Sus enemigos.

Los jud�os no comprendieron el verdadero significado de su propio Libro Sagrado;

ni sab�an que al matar la Manifestaci�n de Dios, no pod�an matar a Su voz porque

era la voz de Dios y ser�a o�da en todos los pa�ses del mundo.

Cuando Cristo muri�, figuraban entre Sus creyentes gente muy sencilla y ordinaria.

Hab�an recibido una nueva vida espiritual por medio del poder de la Palabra de Cristo

y resucitaron de sus tumbas de la ignorancia. Aunque estos primeros disc�pulos de

Cristo fueron humildes pescadores, empleados ordinarios, agricultores y labradores

de la tierra, fueron guiados por una Manifestaci�n de Dios y recibieron nuevos

poderes por medio de El. Se esparcieron por todas partes de la tierra y difundieron el

buen Mensaje de su Maestro, Jesucristo. Muchos de ellos a�n dieron sus vidas por

Su Causa. Bajo grandes dificultades y la amenaza de la espada, llevaron Su Mensaje

a distintos pueblos y proclamaron que el Reino de Dios hab�a sido establecido sobre

la tierra por medio de Jes�s. Aunque fueron simples pescadores y agricultores,

soportaron los ataques de las fuerzas de todo el mundo. Conquistaron naci�n tras

naci�n con la Palabra de Dios y llevaron una nueva vida espiritual a todos aquellos

con quien tuvieron contacto. Este fue el poder divino de Jesucristo, la Manifestaci�n

de Dios.

Despu�s de que El dej� este mundo, Cristo, igual a Krishna y Mois�s, asegur� a la

gente del mundo que en la plenitud del tiempo El volver�a en la gloria de Su Padre

Celestial. El dijo a la gente de Su �poca que El ten�a muchas m�s cosas que decirles

pero que no pod�an comprenderlas. Prometi�, sin embargo, que otro gran Mensajero

vendr�a m�s tarde para hablarles m�s acerca de Dios y de la religi�n.

Los Bahais dan las buenas nuevas a sus hermanos cristianos, que Cristo ha

venido otra vez en la gloria del Padre. Esto es lo que Bahá'u'lláh dijo a los l�deres del

Cristianismo: "Ciertamente el Padre ha venido y ha cumplido aquello que os fue

prometido en el Reino de Dios...
MAHOMA

Hay una tierra que se llama Arabia. En su mayor parte, es desierto, tiene muy poca

agua y un clima caliente y desagradable. En esta tierra dif�cil viv�an tribus salvajes

que siempre hac�an la guerra a las otras tribus. Eran tan salvajes que ten�an la

costumbre de enterrar vivas a sus propias hijas s�lo por ser ni�as, y en esos d�as las

mujeres no eran m�s que esclavas.

Pero por muy crueles que eran estos pueblos, eran a�n los hijos de Dios y ten�an

que ser educados. Entonces naci� entre ellos Mahoma, el Profeta de Dios.

Mahoma fue un hombre sencillo. Tenla a su cargo una caravana que llevaba carga

sobre camellos desde Arabia para vender en otras partes. La mayor�a de las

Manifestaciones de Dios fueron personas sencillas. A�n aquellos que vinieron de

categor�as m�s altas de vida, como Buda, dejaron sus posiciones reales para vivir

vidas sencillas. Dios quiere demostrar que Su riqueza e influencia son lo que obran

por medio de Sus Manifestaciones. Cuando uno est� compenetrado con el Poder de

Dios, a�n la persona m�s humilde se vuelve victoriosa sobre todos los poderes del

mundo.

Un d�a cuando Mahoma estaba orando en un monte, El recibi� la inspiraci�n de

Dios. El no hab�a ido a ninguna escuela. No pod�a ni escribir Su propio nombre, pero

desde esa hora los vers�culos del Sagrado Cor�n fueron revelados por medio de El.

Desde entonces, Mahoma ya no era un conductor de una caravana. El fue el

Mensajero de Dios. Anduvo entre la gente con Su Mensaje. Al principio nadie Le

escuch�. Cuando El insist�a en que ellos deb�an dejar de adorar a los �dolos que

hab�an construido, y deb�an creer en el Dios �nico y Verdadero, la gente de Arabia se

levant� en Su contra. Le llamaron loco, Le ridiculizaron diciendo que era un pobre

poeta, Pero Mahoma segu�a ense�ando y dec�a: "Oh pueblo, Soy el Mensajero de

Dios. He venido a salvarles y guiarles hacia el Sendero de la Verdad". Esto fue

demasiado para el orgulloso pueblo de Arabia. Al principio, toleraban a Mahoma,

luego Le persiguieron tanto a El como a Sus creyentes, pero despu�s de 13 a�os de

sufrimiento, Mahoma todav�a les exhortaba a volverse hacia el Dios �nico y

Compasivo y a seguir Sus Mandatos. �Por qu� deb�an poner a un lado sus propios

dioses, pensaban ellos? Adem�s, estaban demasiado ocupados con sus guerras

constantes. Ya no ten�an m�s paciencia con Mahoma. Entonces decidieron matarle a

El y a Su pu�ado de seguidores. Pero la misi�n de Mahoma todav�a no se hab�a

cumplido. Todav�a ten�a otras leyes a dar a la gente de Su �poca. Sali� de la Meca,

Su tierra natal, para otra ciudad, ahora llamada Medina.

Los enemigos de la Causa de Dios organizaron grandes ej�rcitos a fin de matar a

Mahoma y a Su banda de seguidores. Mahoma tuvo que proteger la Causa de Dios y

a aquellos que llegaron a creer en Dios, por lo tanto permiti� a Sus creyentes luchar

contra los salvajes que quer�an destruirles. As�, en los d�as de Mahoma, lo mismo que

en el tiempo de Krlshna, los ej�rcitos de Luz y de la oscuridad soltaron sus fuerzas

los unos contra los otros.

Mahoma fue un pastor Divino. Tuvo que proteger Sus ovejas inocentes de los

ataques de los lobos salvajes. Al principio, Mahoma y Sus seguidores soportaron

muchas dificultades. Muchos de ellos fueron muertos mientras se defend�an de los

ataques feroces de sus enemigos. Pero durante todo este tiempo, Mahoma les

asegur� que la Causa de Dios siempre ha sido victoriosa y siempre lo ser�. Cuando

los musulmanes - Sus seguidores - fueron rodeados por poderosos enemigos,

Mahoma pronostic� que grandes imperios pronto se desmoronar�an ante los ojos de

Sus creyentes, porque ellos estaban vivos con el Esp�ritu de Dios mientras otros

estaban espiritualmente muertos.

Este se cumpli�, como todos sabemos. Los grandes imperios Persa y Romano

fueron vencidos por un pu�ado de Arabes cuyas vidas fueron transformadas al creer

en Mahoma, el Profeta de Dios, y aceptar Su Mensaje Divino. El Mensaje de Dios

transform� la vida de millones de gente, porque las ense�anzas del Islam se

esparcieron desde la India hasta Espa�a. Durante el per�odo de la civilizaci�n dorada

del Islam muchas naciones fueron unidas en una gran hermandad. Ofrec�an

sus oraciones diarias al Dios �nico, el Compasivo, el Misericordioso. Recitaban el

Sagrado Cor�n que prescribe una vida de virtud y sumisi�n a la Voluntad del

Todopoderoso. A�n hoy d�a, millones de personas en todas partes del mundo rezan

la misma oraci�n y leen el mismo Libro Sagrado. Mahoma, as� como todas las

Manifestaciones del pasado, asegur� a Sus seguidores que un gran Mensajero

vendr�a despu�s de El. El dijo que la Religi�n de Dios que hab�a descendido del cielo

por medio de El, regresar�a a Dios despu�s de mil a�os. Con esto, quer�a decir que la

gente olvidar�a Sus ense�anzas en el transcurso de mil a�os. Pero despu�s de eso,

El dijo, cuando ya no habr�a rasgo alguno de la Religi�n de Dios sobre la tierra, el

sonido de una poderosa Trompeta se oir�a - no solamente una vez sino dos veces- y

la gente del mundo contemplar�a el Rostro de Dios Mismo.

El sonido de la Trompeta quiere decir el Llamado de Dios. El Llamado de Dios ya

se ha levantado dos veces en esta �poca de acuerdo con el pron�stico de Mahoma.

El B�b apareci� exactamente mil a�os despu�s de la Revelaci�n del Islam. Casi

inmediatamente despu�s de El, Bahá'u'lláh declar� Su Misi�n. �No fue el B�b Quien

llam� a los hombres a que volviesen hacia Dios y les hizo recordar la gran Promesa

de Dios? �Y no fue Bahá'u'lláh Quien hizo el llamado la segunda vez inmediatamente

despu�s del B�b, pidiendo a los hijos de Dios contemplar Su Rostro?

EL B�B

"El B�b" quiere decir "La Puerta". El B�b fue la puerta que conduce a un nuevo

Reino - el Reino de Dios sobre la tierra.

El B�b era muy joven cuando habl� a la gente sobre el Mensaje que Dios Le hab�a

dado. Solamente ten�a veinticinco a�os. La bella ciudad en el sur de Ir�n, llamada

Shiraz, fue la ciudad natal del B�b. La gente de Ir�n era musulm�n, por lo tanto fue

dado un nombre muy usado en ese pa�s. Se llam� 'Ali Muhammad, y fue

descendiente del Mismo Profeta Mahoma. El padre del B�b muri� poco despu�s de

Su nacimiento, por lo tanto fue puesto bajo el cuidado de Su t�o materno. Cuando era

ni�o fue enviado a un maestro quien ense�aba el Cor�n y asignaturas elementales.

Desde una temprana edad, el B�b fue distinto a los otros ni�os. Siempre hac�a

preguntas muy dif�ciles y luego El Mismo daba las contestaciones de tal manera que

asombraba a Sus mayores. A menudo cuando los otros ni�os estaban jugando, El

estaba absorto en Sus oraciones bajo la sombra de un �rbol o en alg�n otro sitio

sereno.

M�s tarde cuando el B�b revel� Su identidad como una Manifestaci�n de Dios,

tanto Su t�o como Su maestro creyeron en El porque Le hab�an conocido desde Su

ni�ez, y vieron la diferencia entre El y los otros ni�os. Su t�o a�n muri� como m�rtir

por la Causa de Dios revelada por medio de su Sobrino, el B�b.

Antes de que el B�b declarara Su Misi�n como Mensajero de Dios, habla dos

famosos maestros quienes dec�an que, de acuerdo con el Cor�n y las tradiciones

sagradas, el Prometido del Islam pronto aparecer�a. Estos dos maestros se llamaron

Shaykh Ahmad y su principal disc�pulo, Siyyid Kazim. Como ellos fueron hombres

santos y muy eruditos, muchas personas creyeron lo que ellos dec�an y se

prepararon para recibir el Prometido.

Cuando Siyyid Kazim muri�, sus seguidores se esparcieron en distintas

direcciones a fin de encontrar al Prometido. Algunos de ellos, bajo la direcci�n de un

joven piadoso y erudito, llamado Mull� Husayn, pasaron 40 d�as en oraci�n y ayuno,

y luego fueron hacia Shiraz.

Sus oraciones fueron contestadas. Cerca de la entrada de Shiraz, Mull� Husayn se

encontr� con un radiante joven que hab�a salido para recibirles. Este joven era el

B�b Mismo.

El invit� a Mull� Husayn a Su casa y all�, el 23 de mayo de 1844, el B�b se declar�

como el Prometido.

El coraz�n de Mull� Husayn hab�a sido atra�do hacia el B�b en el momento en que

sus ojos descansaron sobre El afuera de la entrada de Shiraz, pero ya que su

Anfitri�n hab�a hecho Su gran anuncio, el pidi� algunas pruebas por las cuales �l

pod�a conocerle como el Prometido. El B�b dijo que ninguna prueba era m�s grande

que los vers�culos divinos revelados por una Manifestaci�n de Dios. Luego, cogiendo

Su pluma y papel, El escribi� Su primera obra sagrada. Aunque El no hab�a asistido a

escuela alguna salvo durante un breve per�odo en Su ni�ez, el B�b, como todas las

otras Manifestaciones, fue dotado de profundo conocimiento que fue un don de Dios.

El escrib�a velozmente y durante el proceso de escribir, El cantaba los vers�culos en

una suave voz celestial. Mull� Husayn no necesit� m�s pruebas. Con l�grimas en

sus ojos, �l se postr� ante la Manifestaci�n de Dios.

Mull� Husayn fue el primer disc�pulo del B�b. El B�b le dio el t�tulo de B�bu'I-B�b

que quiere decir la puerta de la Puerta. Esa noche fue el principio de una nueva era.

El calendario Bahá'í empieza desde ese a�o.

Poco tiempo despu�s, muchas personas llegaron a creer en el B�b. Algunos se

encontraron con El, algunos leyeron Sus sagradas escrituras y otros Le reconocieron

por medio de sue�os y visiones.

La Manifestaci�n de Dios es como el sol. Cuando el sol se levanta, todo el mundo

lo ve, menos aquellos que est�n durmiendo profundamente. A�n los dormidos, tarde

o temprano, deben reconocer que el sol est� brillando.

.

El mensaje del B�b fue dado primero a la gente de Ir�n. Pero los musulmanes de

otros pa�ses no sab�an todav�a que su Prometido hab�a venido. Por eso, cuando

miles de musulmanes de todos los pa�ses se reunieron en Meca en peregrinaje, el

B�b hizo un viaje a este lugar m�s sagrado del Islam para decirles que el objeto de

su adoraci�n hab�a llegado y que El era su Prometido. Nadie le escuch�; pero el B�b

hab�a completado Su anuncio.

Cuando el B�b regres� a Su tierra nativa, se encontr� con un grupo de soldados

que hab�an venido para arrestarle porque los mull�s fan�ticos no quer�an que se

esparciera una nueva Fe. Estos mull�s hicieron todo esfuerzo para extinguir la Luz de

Dios que estaba encendida en el coraz�n del Bendito B�b. Desde ese d�a, el B�b

sufri� muchas penalidades. Su vida corta pero brillante la pas�, en su mayor parte en

la prisi�n, despu�s de que El hizo Su Declaraci�n. En dos ocasiones fue enviado a

c�rceles construidas en monta�as muy fr�as e inh�spitas. Pero ni las cadenas ni las

c�rceles pod�an obstaculizar la difusi�n del Llamado de Dios. Cuando el B�b estuvo

en la prisi�n, Sus fieles seguidores esparcieron Su Mensaje a trav�s del pa�s, y

durante ese breve lapso de tiempo, miles de personas dieron sus vidas por Su

Causa.

El B�b era todav�a joven, ten�a unos treinta y un a�os, cuando Sus perseguidores

decidieron matarle. El B�b sab�a que iba a ser martirizado en el sendero de Dios. El

B�b estuvo feliz de dar Su vida para que la gente del mundo pudiera llegar a

comprender el prop�sito de sus vidas y volverse hacia Dios y Su reino eterno. El d�a

de Su martirio fue el 9 de julio de 1850. En la ma�ana el oficial encargado con la

ejecuci�n del B�b fue a la celda del B�b en la prisi�n. El B�b estaba hablando con

uno de Sus creyentes quien escrib�a Sus �ltimas instrucciones. El oficial Le dijo que

la hora hab�a llegado para Su ejecuci�n y que los soldados estaban listos en la plaza

de la ciudad para llevar a cabo las �rdenes. El B�b Ie dijo que El ten�a que terminar

Su conversaci�n con Su disc�pulo, pero el oficial se ri� y dijo que un prisionero no

pod�a hacer lo que quisiera. Al llevar al B�b afuera, El dijo que ning�n poder sobre la

tierra pod�a hacerle da�o hasta que El no hubiera completado Su misi�n en este

mundo y no hab�a terminado lo que El ten�a que decir. El oficial no Le hizo caso y

llev� al B�b a la plaza p�blica. En este momento, uno de los disc�pulos del B�b, un

joven con el nombre de Muhammad 'Ali Zun�z�, se tir� a los pies de Su amado

Maestro rog�ndole que le permitiera morir con El. El oficial trat� de alejarlo pero

Muhammad 'Ali Zun�z� llor� tanto y suplic� con tanto ardor que el oficial se vio

obligado llevarle a �l tambi�n.

En la plaza donde los soldados estaban esperando, se congreg� una gran

multitud. Todos miraban mientras el B�b y Su joven disc�pulo eran colgados de tal

manera que la cabeza del disc�pulo descansaba sobre el pecho de su Bienamado.

Luego lleg� el gran momento. Sonaron los tambores, tocaron las trompetas. Y al

desvanecerse el sonido de las trompetas, se dio la terrible orden: "Fuego".

Centenares de soldados quienes hab�an apuntado, dispararon sus fusiles. Se

esparci� una gran humareda por todo el lugar. El olor de la p�lvora llen� el aire.

Despu�s de un rato, cuando el humo se desvaneci�, todos quedaron sorprendidos.

No hab�a rastro alguno del B�b, y Su fiel disc�pulo se encontraba parado, ileso.

Nadie sab�a que pensar. Muchas personas dec�an que un milagro hab�a tenido lugar

y que el B�b hab�a ascendido al Cielo.El escuadron y su comandante - nunca hab�an

visto suceder una cosa tan extraordinaria. Se enviaron oficiales en todas direcciones

en busca del B�b. El mismo oficial que hab�a tra�do al B�b de Su celda, ahora Lo

encontr� sentado serenamente en el mismo sitio, terminando Su conversaci�n que

hab�a sido tan bruscamente interrumpida. El B�b mir� al oficial y sonri� diciendo que

Su Misi�n en la tierra ahora s� hab�a terminado, y que El estaba listo para sacrificar

Su vida para probar la verdad de Su Misi�n.

El B�b otra vez fue llevado a la plaza, pero el comandante del pelot�n rehus�

tomar parte alguna en Su ejecuci�n. Sac� a sus soldados de la plaza y jur� que nada

podr�a inducirle a tomar la vida de un joven tan inocente y santo. Se encontr� otra

compa��a de soldados para llevar a cabo la ejecuci�n, y esta vez los cuerpos del B�b

y Su fiel disc�pulo fueron acribillados con centenares de balas. Su hermoso rostro, el

cual no fue tocado por bala alguna, todav�a llevaba una sonrisa que demostraba la

paz y la felicidad de Uno que hab�a dado Su vida para proclamar el comienzo de una

nueva era para la humanidad.

El B�b fue una gran Manifestaci�n de Dios. En todas Sus Escritos El dec�a que el

prop�sito principal de Su venida era el de dar las buenas nuevas de que pronto

aparecer�a el Prometido de todas las edades. El advirti� a Sus seguidores que

estuvieran alertas para que no dejaran de reconocer a Dijo que deb�an poner todo a

un lado para seguirle tan pronto que "Aquel Quien Dios manifestar�". hubieran

o�do Su Mensaje. El B�b escribi� muchas oraciones suplicando a Dios que aceptara

Su propia vida como un sacrificio para el Bienamado de Su coraz�n, "Aquel Quien

Dios manifestar�". El a�n se refiri� en Sus Escritos al Orden de Bahá'u'lláh, y dijo:

"Bienaventurado aquel que sigue a Bahá'u'lláh"
.

Las oraciones del B�b fueron contestadas y Su promesa cumplida. Diecinueve

a�os despu�s de la declaraci�n de Su Misi�n, Bahá'u'lláh abiertamente declar� que

El era el Prometido cuya venida hab�a sido profetizada por todas las Manifestaciones

de Dios de las edades anteriores.
BahaiU�LL�H

El 21 de abril de 1863, Bahá'u'lláh proclam� al mundo que "la Revelaci�n que

desde tiempo inmemorial ha sido aclamada como el Prop�sito y Promesa de

todos los Profetas de Dios y el m�s caro deseo de Sus Mensajeros, ha sido

ahora manifestada a los hombres". Cuando Bahá'u'lláh hizo este maravilloso

anuncio, era un prisionero en manos de dos potentes monarcas, y Le estabas

exilando a �Akka, "la m�s desolada de las tierras".

Unos cuarenta y seis a�os antes de este anuncio, Bahá'u'lláh hab�a nacido en el

hogar de un distinguido Ministro de la corte real de Ir�n. Aunque desde los d�as de

Su ni�ez todo el mundo pod�a notar que Bahá'u'lláh era diferente de otros ni�os,

nadie realmente sab�a que este maravillosa Ni�o pronto iba a cambiar el destino

entero de la humanidad. Cuando El ten�a catorce a�os, Bahá'u'lláh ya era famoso en

la corte por Su erudici�n y sabidur�a. Ten�a veintid�s a�os cuando Su padre muri�.

El gobierno quiso que El tomara el puesto que Su padre hab�a ocupado. Pensaban

que este joven talentoso har�a un buen ministro, pero Bahá'u'lláh no ten�a intenci�n

de desperdiciar Su tiempo en el manejo de asuntos mundanos. Siendo un hombre de

Dios no ten�a inter�s en la vida real que Le fue ofrecida. Rechaz� la vida de la corte

y de sus ministros para seguir el sendero destinado para El por el Todopoderoso.

Cuando el B�b declar� Su Misi�n, Bahá'u'lláh ten�a 27 a�os. El inmediatamente

acept� al B�b como la Manifestaci�n de Dios y pronto lleg� a ser uno de Sus m�s

poderosos y afamados seguidores.

En el per�odo cuando el gobierno y los fan�ticos mull�s persegu�an a los

seguidores del B�b, Bahá'u'lláh no se liber� del sufrimiento de ninguna manera.

Estuvo encarcelado dos veces, y una vez fue azotado tan severamente con l�tigos y

bastones que las plantas de Sus pies sangraban. Nueve a�os despu�s de la

declaraci�n del B�b, Bahá'u'lláh fue encarcelado en una oscura mazmorra. Este era

un terrible cuarto subterr�neo que no ten�a ventanas ni otra apertura salvo la puerta

por la cual se entraba. En esta mazmorra, Bahá'u'lláh estuvo encarcelado con unos

150 asesinos, ladrones y otros criminales parecidos. Las cadenas que fueron

colocadas por Su cuello eran tan pesados que El no pod�a levantar Su cabeza.

Bahá'u'lláh pas� cuatro meses terribles aqu�, y sin embargo, fue en esta misma

mazmorra que la Gloria de Dios llen� Su alma. El escribe que una noche en un

sue�o, El oy� las siguientes palabras vibrando desde todos los lados: "En verdad,

Te haremos victorioso por Ti Mismo y por Tu Pluma".

Bahá'u'lláh soport� todas estas penalidades por nosotros y por las generaciones

que han de venir. El llev� las cadenas alrededor de Su bendito cuello a fin de

librarnos de las cadenas y grillos del prejuicio, fanatismo, y enemistad.

Al final, Bahá'u'lláh y Su familia fueron privados de todas sus riquezas ancestrales

y ordenados a dejar el pa�s. Fueron exilados a Bagdad en el agudo fr�o del invierno.

El camino corr�a por los sectores monta�osos del Ir�n donde una nieve gruesa y hielo

cubr�an la tierra. Bahá'u'lláh, Su esposa y ni�os tiernos tuvieron que caminar

centenares de kil�metros hasta llegar a su destino, y como no ten�an ropa adecuada

el viaje result� mucho m�s dif�cil de soportar. Al fin llegaron a Bagdad pero los

sufrimientos de Bahá'u'lláh no se hab�an terminado en esa ciudad. Sin embargo, si

Bahá'u'lláh hubiera temido a las penalidades y aflicciones, El habr�a podido gozar de

la vida lujosa en la corte del rey de Ir�n, El estuvo listo para soportar cualquier

cantidad de sufrimientos en el sendero de Dios.

La fama de Bahá'u'lláh muy pronto se extendi� a trav�s de Bagdad y otras

ciudades de Ir�n. Mucha gente golpe� las puertas de este prisionero exilado para

recibir Sus bendiciones. Los seguidores del B�b se reunieron alrededor de El, desde

Ir�n a Iraq, buscando gu�a e inspiraci�n. Muchos se pusieron celosos de Su fama,

entre ellos se hallaba Su propio hermano Yahya, que estaba bajo el amoroso cuidado

de Bahá'u'lláh. Yahya pens�, que ya que �l era respetado por los seguidores del B�b,

podr�a ser aceptado como su l�der si es que denunciaba a Bahá'u'lláh. No se daba

cuenta que poni�ndose en contra de una de las Manifestaciones de Dios, estaba

preparando su propia ca�da, porque cuando una Manifestaci�n de Dios aparece,

solamente aquellos que La aceptan pueden alcanzar la verdadera grandeza. Por lo

tanto, ni sus parientes m�s cercanos pueden exceptuarse, porque las

Manifestaciones est�n separadas completamente de los dem�s seres humanos y

ocupan un lugar inalcanzable. Todas las Manifestaciones de Dios del pasado han

tenido hermanos o parientes pero sus nombres, con el tiempo, han sido relegados al

olvido.

Yahya conspir� y caus� la desuni�n de los seguidores del B�b, e hizo entristecer a

Bahá'u'lláh. Una noche sin decirlo a nadie, Bahá'u'lláh dejo Su casa y se fue a las

monta�as del Curdist�n. Se recluy� all� por dos a�os en retiro solitario, orando y

meditando. Permaneci� en una cueva peque��sima, alimentado de comida muy

simple. Nadie sab�a Su identidad o de donde proven�a. De pronto, como la luna en

una noche oscura, Su luz se difundi� en todo el Curdist�n y todo el mundo se

enter� del "sin nombre". Todo este tiempo Su familia y amigos estaban con el

coraz�n destrozado por Su partida, y no sab�an donde se encontraba. Ellos, tambi�n

alcanzaron a o�r del "sin nombre", El Gran Santo conocido por Su saber inherente,

conferido a El por Dios. El hijo de Bahá'u'lláh, 'Abdu'I-Baha, inmediatamente presinti�

que este era su Padre amad�simo. Envi� cartas y un mensajero especial pidi�ndole

que regresara, no solamente por Su propia familia, sino por todos los seguidores del

B�b que estaban sufriendo Su ausencia.

Por lo tanto, despu�s de pasar dos a�os en oraci�n y meditaci�n, Bahá'u'lláh

regres� a Bagdad y con El retorn� la alegr�a a todos los seguidores del B�b. Los

�nicos que sintieron desagrado por el regreso de Bahá'u'lláh fueron los mull�s

fan�ticos junto al celoso y p�rfido Yahya.

Los Mull�s no quer�an que Bahá'u'lláh permaneciera en Bagdad, porque estaba

cerca de muchos lugares sagrados, que pertenec�an a los musulmanes, y los

peregrinos que ven�an a visitar estos lugares sagrados, eran a menudo atra�dos por

la atrayente personalidad de Bahá'u'lláh. Estos mull�s se quejaban continuamente,

hasta que lograron que el Gobierno de Ir�n se uniera a las autoridades del Imperio

Turco y desterraran a Bahá'u'lláh. Fue desterrado a un lugar distante, Estambul,

donde volvi� a ocurrir lo mismo, ya que Estambul era la cuna de los Califas

musulmanes. La gran sabidur�a y encanto personal de Bahá'u'lláh, atra�a a mucha

gente. "No debe permanecer en Estambul ni un momento m�s", dijeron os fan�ticos

mull�s, as� es que por segunda vez fue exilado a un pueblo peque�o llamado

Adrian�polis. Desde all�, una vez m�s, exilado a �Akka, en la Tierra Santa, que era

en ese tiempo una colonia penal, reservada para los criminales, ladrones, y

asaltantes castigados a prisi�n perpetua. Era una prisi�n espantosa y en los primeros

d�as se le neg� a Bahá'u'lláh hasta lo m�s esencial como es el agua, sin dejarle ver

ni a la familia ni a los amigos. Los sufrimientos de Bahá'u'lláh en �Akka son en

demas�a para poder describirlos. Al principio estaba aprisionado en una celda

solitaria en la cual ni siquiera Sus hijos pod�an visitarlo. Estaba rodeado de enemigos

por todos lados noche y d�a y no ten�a la m�s m�nima comodidad. Sin embargo, fue

desde �Akka que envi� Sus famosas cartas a los m�s poderosos reyes de Su tiempo,

pidi�ndoles que escucharan el Mensaje de Dios y obedecieran los Mandatos del Rey

de los Reyes. Nadie sino una Manifestaci�n de Dios se hubiese atrevido a dirigirse a

los que le apresaron, como un rey que se dirige a sus vasallos.

Bahá'u'lláh iz� el Estandarte de la paz universal y de la hermandad desde Su

prisi�n y a pesar de que todo el mundo se hallaba en Su contra, logr� la victoria

sobre todos, como Dios lo hab�a prometido en Su sue�o. El mensaje de Bahá'u'lláh

influy� en los corazones de miles de gente, y muchos de ellos dieron sus vidas por

Su causa. A trav�s del poder de la Palabra de Dios y de. los sacrificas de Sus

seguidores, ahora centenares de miles de personas, que una vez estuvieron divididas

bajo diferentes nombres, se han hecho miembros de una sola familia.

A pesar de que Bahau�ll�h fue enviado a �Akka como un prisionero con condena

perpetua, El decidi� dejar el fuerte nueve a�os despu�s de haber sido enviado all�.

Se habla hecho de muchos amigos incluyendo al endurecido carcelero, de tal manera

que nadie se opuso a que El dejara la prisi�n. Bahá'u'lláh permaneci� el resto de Sus

d�as en un lugar fuera de �Akka donde abandon� el mundo dirigi�ndose a Su Reino

celestial, el 29 de Mayo de 1892.

El mensaje que Bahá'u'lláh esparci� por las diferentes partes del mundo desde la

Tierra Santa como hab�a sido predicho en los Libros sagrados del pasado. En las

Escrituras budistas, la Tierra Santa es referida como El Para�so del Oeste, la Sede

del Prometido Amitabha. Para los jud�os es la Tierra Prometida, de donde la Ley de

Dios ir� otra vez a todo el mundo. Los cristianos y musulmanes tambi�n tienen

maravillosas profec�as acerca de esta Tierra Sagrada, la que ha sido su Tierra Santa

por muchos siglos. Desde el tiempo en que Bahá'u'lláh fue exilado a �Akka, la Tierra

Santa de las religiones del pasado se ha convertido en el Centro Mundial de la Fe

Baha'i.

Bahá'u'lláh es la Gran Manifestaci�n de Dios, Cuyo advenimiento ha sido predicho

por todas las Manifestaciones del pasado. Las religiones divinas de todas las �pocas

van en la misma direcci�n y tienen la misma meta: La Fe Baha'i. Son como muchos

r�os que desembocan en el oc�ano. Cada r�o riega miles de hect�reas de tierra, pero

ning�n r�o es solitario como el vasto y poderoso mar, porque el oc�ano es el lugar de

reuni�n de todos esos r�os. En la comunidad Baha'i, seguidores de todas las

religiones se han unificado. A pesar de que ellos provienen de. los cuatro rincones

del mundo, han enlazado las manos en una gran Hermandad, una Fe com�n.

�Las aguas de los diferentes R�os se funden de verdad cuando desembocan en el

Poderoso Oc�ano!
CAP�TULO III
EL CONVENIO
'ABDU�L-Baha

Bahá'u'lláh era un arquitecto divino. El proyect� el plano magn�fico de la

humanidad unida. Asent� las bases firmes de su edificaci�n sagrada y seleccion� los

materiales necesarios para su edificio.

�Pero qui�n iba a erigir este maravilloso edificio despu�s de que El nos dejara?

Es verdad que Su plan era un plan perfecto, pero a�n un plan perfecto debe ser

dejado a manos de una persona capaz y debidamente calificada o de lo contrario la

construcci�n pod�a derrumbarse. No importa cu�n perfecto es el plano y firmes los

cimientos, si es que no son supervisados por un hombre competente, la construcci�n

puede levantarse contrariamente a las especificaciones del arquitecto.

Cuando Bahá'u'lláh abandon� este mundo, dej� la ejecuci�n de Su obra divina en

las manos de Su hijo. Design� a 'Abdu'I-Bahá como el Centro de Su Convenio y pidi�

a Sus seguidores que se cobijaran bajo su gu�a.

'Abdu'I-Bahá significa el siervo de Baha. 'Abdu'I-Bahá era el hijo primog�nito de

Bahá'u'lláh y naci� el 23 de Mayo de 1844, la misma noche que el B�b anunci� Su

Misi�n. Un hijo bendito naci� en un hogar bendito a una hora bendita.

'Abdu'I-Bahá ten�a solamente ocho a�os cuando Bahá'u'lláh fue encerrado en esa

terrible mazmorra. Desde muy temprana edad estaba deseoso de compartir los

sufrimientos de su padre amad�simo. El acompa�� a Bahá'u'lláh en la dif�cil jornada

de Teher�n a Bagdad, y pas� cuarenta a�os de su vida en la prisi�n o el exilio.

Cuando 'Abdu'I-Bahá fue finalmente puesto en libertad, era un hombre viejo. Pero

el amor de Dios lo habla conservado feliz en las horas m�s amargas de su vida. Su

felicidad espiritual era tan profunda que ni siquiera las prisiones m�s tenebrosas se la

pod�an quitar. 'Abdu'l-Bahá quer�a que nosotros goz�ramos de esta clase de

felicidad; El dice:

"La felicidad consiste en dos clases: f�sica y espiritual. La felicidad f�sica

es limitada; su cl�max es a lo m�ximo de un d�a, un mes, un a�o. No vale la

pena. La felicidad espiritual aparece en el alma, con el amor de Dios y hace

desear y obtener las virtudes y perfecciones de la humanidad. Por lo tanto,

esforzaos todo lo que pod�is para que as�, la l�mpara de vuestro coraz�n sea

iluminada con la luz del amor".

Bahá'u'lláh anunci� la Palabra de Dios a 'Abdu'I-Bahá en Bagdad.

A pesar de que era s�lo un ni�o, 'Abdu'I-Bahá reconoci� el Rango de su Padre.

Arroj�se a Sus pies y Le rog� que lo aceptase como un sacrificio a Su Causa divina.

Desde aquel d�a, 'Abdu'I-Bahá brind� su vida al servicio de Bahá'u'lláh y sacrific�

cualquier comodidad. 'Abdu'I-Bahá gan� el respeto y el amor de los seguidores de

Bahá'u'lláh desde muy temprana edad, y m�s tarde fue conocido como el Maestro.

Cuando Bahá'u'lláh muri�, y fue abierto Su testamento, el cual es llamado el Libro del

Convenio, los Bahais se alegraron al saber que Bahá'u'lláh habla nombrado a

'Abdu'I-Bahá como el Centro de Su Convenio y que lo hab�a autorizado como

int�rprete de Sus ense�anzas.

El nombramiento de Centro del Convenio es una caracter�stica �nica en la Fe

Baha'i. Todas las religiones del pasado se han dividido despu�s de la muerte de su

Fundador, ya que los seguidores no sab�an a que atenerse o a quien dirigirse

despu�s de que las Manifestaciones de Dios les dejaron. Empezaban entonces a

interpretar las ense�anzas de Dios como ellos las entend�an y como no las

interpretaban de la misma manera, estas ense�anzas eran explicadas en diferentes

formas. Esto, por supuesto, fue la causa de desuni�n entre los seguidores de las

religiones antiguas. En la Fe Baha'i, sin embargo, el caso ha sido diferente.

Bahá'u'lláh, que hab�a venido a disolver toda clase de desuni�n, no permiti� que la

Fe Bahá'í se desuniera. Escribi� un documento en el que design� a 'Abdu'I-Bahá

como aquel a quien todos los Bahais deber�an volverse, pidi�ndole gu�a en cualquier

asunto que se relacionara con Sus ense�anzas. Este documento, el Libro del

Convenio, salv� a los Bahais de la divisi�n. El Libro del Convenio, preserv� la uni�n

entre los seguidores de Bahá'u'lláh, pero fue la causa de los celos del hermano de

'Abdu'I-Baha, Muhammad 'Ali. Como Yahya en el tiempo de Bahá'u'lláh, Muhammad

'Ali trat� de traer la desuni�n entre los Bahais. El pens� que, siendo tambi�n hijo de

Baha'u' ll�h, �l podr�a reclamar el liderato; pero sus esfuerzos fueron vanos, porque

la relaci�n f�sica con la Manifestaci�n de Dios no ten�a valor alguno, ya que no

obedeci� a lo que Bahá'u'lláh hab�a ordenado. Muhammad 'Ali era como una rama

que hab�a crecido de un �rbol poderoso pero que no pod�a dar fruto, porque s� hab�a

secado y por lo tanto era inservible. Y, como una rama marchita fue cortado y

desechado.

Cuando Muhammad 'Ali fall� en su intento de traer la desuni�n entre los Bahais,

se uni� a los enemigos de la Causa y trat� de hacer da�o a 'Abdu'I-Baha. Envenen�

las mentes de los oficiales del gobierno en contra del Maestro diciendo que �l estaba

reuniendo gente a su alrededor para provocar un levantamiento contra el gobierno.

Cuando 'Abdu'I-Bahá estaba construyendo el Santuario del B�b en el Monte Carmelo,

Muhammad 'Ali inform� a los oficiales del gobierno que �l estaba construyendo un

fuerte, y esto caus� que el gobierno Turco mandase a la Tierra Santa una comisi�n

especial para que investigara este asunto. Muhammad 'Ali tuvo �xito en sobornar al

general corrompido que vino como la cabeza de esta comisi�n, e informes falsos

fueron enviados sobre 'Abdu'I-Bahá a Turqu�a.

'Abdu'I-Bahá mientras tanto, estaba dando cada minuto de su vida al servicio de la

Causa. Las tablas bell�simas que brotaron de su pluma, trajeron inspiraci�n a miles

de Bahais en el mundo. A trav�s de sus cartas preciosas, gui� y fortaleci� sus pasos

por el sendero del servicio de Su Fe. Cuando no escrib�a, el Maestro se ocupaba en

satisfacer las necesidades del pobre y de visitar a los enfermos. De su escasa bolsa

libremente daba a los dem�s, y nunca nadie golpe� sus puertas y se retir�

desilusionado.

'Abdu'I-Bahá no prest� atenci�n a la comisi�n de oficiales que ven�an a investigar

los falsos cargos que hab�an sido tra�dos en su contra. Muhammad 'Ali le demostraba

un gran respeto y le ba�aba con regalos y presentes. Antes de que ellos se fueran, el

general a cargo de la comisi�n, jur� que volver�a y que colgar�a a 'Abdu'I-Bahá a las

puertas de la ciudad, lo que caus� gran regocijo entre los enemigos del Maestro,

mientras que aquellos que le amaban se hallaban presos del terror y ansiedad.

Muchos de sus amigos le rogaban que escapara de la Tierra Santa antes de que

fuese demasiado tarde, pero el Maestro que ten�a su confianza puesta siempre en

Dios, no se preocupaba en lo m�nimo.
El dijo:

"Para m� la prisi�n es la libertad, para m� el encarcelamiento es una corte

abierta, para m� la humildad es id�ntica con la gloria, la adversidad es un

regalo y la muerte es la vida".

El general que quer�a colgar a 'Abdu'I-Bahá fue muerto en una guerra, un poco

despu�s de dejar la Tierra Santa. El Imperio Turco fue dividido y un nuevo r�gimen

se apoder� del gobierno. Muhammad 'Ali y los pocos que hab�an roto el Convenio de

Bahá'u'lláh se vieron frustrados en sus esfuerzos para hacer da�o a 'Abdu'I-Bahá o

en el causar la desuni�n entre los Bahais. Cayeron en desgracia y sus artificios

vergonzosos llegaron al conocimiento de todos.

Con el cambio de Gobierno, 'Abdu'I-Bahá se vio libre despu�s de una vida entera

de aprisionamiento. Al fin el Maestro, que hab�a servido a Bahá'u'lláh fielmente bajo

tan duras circunstancias, se vio libre y en capacidad de poder llevar el mensaje de su

Padre a la gente de otros pa�ses. Los Bahais del Occidente le pidieron que viajara

por Europa y Am�rica, y a pesar que llevaba muchos a�os encima y era muy d�bil

debido a sus a�os de encarcelamiento, 'Abdu�I-Bahá acept� su invitaci�n

.

Durante su viaje en el Occidente, 'Abdu�l-Bahá habl� a miles de personas sobre la

Fe Baha'i, a veces daba varias conferencias en un solo d�a. Los que eran Bahá'ís y

los que no eran, ven�an de largas distancias para visitarlo y escuchar su palabra llena

de inspiraci�n. Por doquiera que iba 'Abdu�l-Baha, pasaba desde el crep�sculo hasta

el anochecer ense�ando la Causa. No pensaba en s� mismo, ni cuando estaba

enfermo con fiebre y sus amigos le rogaban que descansara.

En Am�rica, 'Abdu�l-Bahá asent� la piedra angular de la primera Casa Bahá'í de

Adoraci�n en el Occidente, la cual es ahora un magn�fico edificio dedicado a la gloria

de la Causa de Dios.

Los viajes de 'Abdu'I-Bahá por Am�rica y Europa produjeron magn�ficos

resultados. La Fe Bahá'í fue establecida en muchos piases, y antes de que 'Abdu�l-

Bahá muriera, anim� a los creyentes que llevaran el Mensaje a otros pa�ses.

El Maestro abandon� esta vida en la Tierra Santa el 28 de Noviembre de 1921.

Sus restos se hallan en un cuarto adyacente al Santuario del B�b, en el mismo

edificio que �l construyera en vida.

'Abdu'I-Bahá fue el Exponente de la Fe de Dios, el Int�rprete de los escritos de

Bahá'u'lláh, y el perfecto Ejemplar de Sus ense�anzas. Bahá'u'lláh lo ha llamado "El

Misterio de Dios".
SHOGHI EFFENDI - GUARDI�N DE LA FE

'Abdu'I-Bahá fue como un padre amoroso para los Bahais. Cuando muri�, los

Bahais del mundo entero se entristecieron de verdad. Su ministerio dur� cerca de

treinta a�os durante los cuales, los Bahais progresaron bajo su gula infalible, y

hablan profundizado sus conocimientos en las ense�anzas de Bahá'u'lláh. Cuando

'Abdu'I-Bahá abandon� este mundo, los Bahais se sintieron hu�rfanos que hab�an

perdido su sabio y amoroso padre. Los enemigos de la Causa por otro lado, y

aquellos que hablan quebrantado el Convenio de Bahá'u'lláh, creyeron que era

tiempo de adelantarse y llevar a cabo sus planes siniestros. Pensaron que a causa

de la muerte de 'Abdu'I-Bahá no hab�a nadie que protegiera la unidad de los Bahais,

por lo tanto ser�a relativamente f�cil para ellos el atacar la Causa. No comprend�an

que Dios no permitir�a ninguna brecha en la unidad de Su Causa para esta �poca.

'Abdu'I-Bahá hab�a ya contribuido a la unidad de sus seguidores. El tambi�n hab�a

hecho un firme Convenio con los Bahais de todo el mundo. Dej� como constancia

una maravillosa Tablilla - la Voluntad y Testamento - en la cual hab�a se�alado a su

nieto Shoghi Effendi, como el Guardi�n de la Fe de Dios.

Con la muerte de 'Abdu'I-Bahá los Bahais perdieron un padre amoroso, pero

encontraron en Shoghi Effendi "un verdadero hermano".

Shoghi Effendi naci� en la bendita casa de 'Abdu�l-Baha. Su madre era hija de

'Abdu'I-Bahá y su padre era un pariente cercano del B�b. 'Abdu'I-Bahá lo llam� "La

maravillosa, �nica e inapreciable perla que ha resplandecido de los dos

bullientes mares", y "La rama sagrada que ha salido de los Sagrados Arboles

gemelos" porque en �l, las familias del B�b y de Bahau�ll�h se juntaban. Shoghi

Effendi creci� bajo la supervisi�n y cuidado de 'Abdu'I-Baha, pero nadie sab�a cual

era el rango para el que 'Abdu'I-Bahá lo estaba preparando, a pesar de que muchos

se dieron cuenta de la grandeza de Shoghi Effendi mucho antes de la muerte de

'Abdu'I-Baha.

En cierta ocasi�n, una Bahai americana escribi� al Maestro pregunt�ndole si es

que ella hab�a entendido correctamente una profec�a mencionada en las escrituras

seg�n la cual un ni�o deber�a haber nacido ya, que estaba destinado a llevar el

estandarte de la Causa despu�s de 'Abdu'I-Baha. El Maestro le contest� que as� era

y que el ni�o bendito estaba en ese entonces viviendo y que pronto iluminar�a al

mundo con la luz que irradiar�a. A otra persona 'Abdu'I-Bahá le asegur� que el ni�o

bendito "Levantar�a la Causa de Dios agrandes alturas�,

Shoghi Effendi era apenas un ni�o cuando el amado Maestro escribi� su

Testamento. S�lo ten�a veinticuatro a�os de edad cuando llego a ser el Guardi�n de

la Causa de Dios, pero ya que �l siempre estaba asistido por Bahá'u'lláh, no

importaba que tuviese tan poca edad. 'Abdu�I-Bahá llam� a Shoghi Effendi el Signo

de Dios en la tierra y dijo que aquel que le obedeciese, obedecer�a al mismo Dios,

Fue a trav�s de la gran sabidur�a y gu�a espiritual de Shoghi Effendi que el Mensaje

de Bahá'u'lláh fue llevado a todos los pa�ses del mundo.

Cuando 'Abdu'I-Bahá muri�, Shoghi Effendi se hallaba estudiando en Inglaterra en

la Universidad de Oxford. Su m�s grande anhelo era el de servir al Maestro y fue

capaz de traducir las sagradas escrituras de la Fe Bahá'í al ingl�s, para los miles de

creyentes que no pod�an leerlas en �rabe o persa. Las nuevas de la muerte de

'Abdu'I-Baha, fueron un duro golpe para Shoghi Effendi, de tal manera que se

enferm�. Antes de que se hubiera recobrado del golpe de haber sido separado del

Maestro, fue a la Tierra Santa para encontrarse con que 'Abdu'I-Bahá le hab�a dado

la abrumadora responsabilidad de ser el Guardi�n de la Causa de Dios. Pero cuando

Dios le da a alguien una tarea que cumplir, le da tambi�n la fortaleza para llevarla a

cabo. Luego de muchas semanas de meditaci�n y oraci�n, Shoghi Effendi pudo

empezar su gran labor en esta vida. Dios le bendijo con gran inspiraci�n y sabidur�a

en cada paso que el dio para el fomento de Su Causa.

Durante los treinta y seis a�os que dur� su guardian�a, Shoghi Effendi no tuvo otro

pensamiento que el progreso de la Causa. Trabaj� d�a y noche, no economiz� sus

esfuerzos de ninguna manera. Su vida privada era muy simple, rara vez comi� m�s

de una comida diaria, o durmi� m�s de unas pocas horas en la noche. El resto de su

tiempo y energ�a fue dedicado a su creciente trabajo por la Causa de Bahá'u'lláh.

Aquellos que vieron la cantidad de trabajo que realizaba cada d�a, se dieron cuenta

que s�lo a trav�s del poder de Dios un simple hombre pod�a hacer tanto d�a tras d�a,

a�o tras a�o.

Los enemigos de la Causa, que ten�an la esperanza de llevar a cabo sus deseos

demon�acos luego de la muerte de 'Abdu�I-Baha, muy pronto se dieron cuenta que la

Fe de Bahá'u'lláh estaba resguardada por los brazos de hierro de Shoghi Effendi.

Fue �l, quien ense�o a los Bahais del mundo como se deb�a trabajar para poder

establecer el Orden Mundial de Bahá'u'lláh c�mo deber�an llevarse a cabo las

instrucciones de 'Abdu'I-Bahá mencionadas en las Tablas del Plan Divino. En esta

Tabla, la cual el Maestro escribi� a los Bahá'ís antes de morir, �l hace un llamado a

todos para que se levanten y trabajen en el fomento de la Causa, que renuncien a

sus hogares y sus comodidades, y que lleven el Mensaje de Bahá'u'lláh hasta los

m�s lejanos rincones del mundo. Shoghi Effendi adiestr� a los Bahá'ís por muchos

a�os para que as� estuviesen preparados para su gran tarea. Les ense�� como

trabajar a trav�s de sus asambleas locales y nacionales, porque a menos que los

Bahá'ís aprendieran a trabajar como un solo cuerpo, ser�a imposible el conseguir

ning�n fin. Cuando estaban preparados para esta gran responsabilidad, el Guardi�n

les anim� a esparcirse por todo el mundo y llevar el estandarte de Bahá'u'lláh a todas

partes del globo. Baj� su gu�a divina, centenares de Bahá'ís salieron con la antorcha

de la Fe y se establecieron en islas y territorios distantes, a fin de dar el nuevo

Mensaje a la gente en todas partes.

Cuando 'Abdu'I-Bahá falleci�, la Fe Bahá'ís se hab�a difundido a 35 pa�ses, pero

durante la vida del amado Guardi�n, el Mensaje de Bahá'u'lláh fue llevado a 251

naciones del mundo incluyendo todos los lugares mencionados por 'Abdu'I-Bahá en

la Tabla del Plan Divino.

En su Testamento, 'Abdu'I-Bahá hizo un llamado a los Bahá'ís del mundo entero a

levantarse en el servicio de la Causa, y no descansar un solo minuto hasta que

hubieran establecido el estandarte de la Fe en cada rinc�n del globo. Nuestro

querido Guardi�n realiz� este pedido del Maestro a trav�s de su vida entera y hasta

el mism�simo d�a de su muerte. Muri� el 4 de Noviembre de 1957, en Londres donde

habla ido a comprar materiales para la construcci�n de Instituciones Bahais en la

Tierra Santa.

El Guardi�n nos dej� solamente cuando estuvo seguro de que sus esfuerzos

durante sus treinta y seis a�os de Guardian�a hab�an dado a la Fe Universal de

Bahá'u'lláh una base firme y que su trabajo seria continuado por los Bahais cuando

�l abandonara este mundo. Como un perfecto capit�n de su nav�o, �l nos indic� el

rumbo que ten�amos que seguir, nos dio las instrucciones necesarias antes de que

partiera a descansar. No habla peligro de que perdi�ramos la direcci�n, ya que

ten�amos se�alado el camino a seguir por nuestro Guardi�n. Bajo su gu�a espiritual,

esta Arca de Dios seguramente alcanzar� su destino. Durante su vida, Shoghi Effendi

traz� un plan de Diez A�os, el cual termin� en 1963. De acuerdo a este plan, todos

los Bahais del mundo ten�an que trabajar unidos y llevar el Mensaje de Bahá'u'lláh a

las islas y territorios restantes donde la Fe Bahá'í no hab�a sido todav�a establecida.

El Guardi�n por si mismo supervis� el progreso de este Plan en sus comienzos, y

antes de que muriera, sobre 4.200 centros Bahais hab�an sido establecidos en el

mundo, mientras que la literatura Bahá'í hab�a sido traducida a 200 lenguas distintas.

(En 1970 la Fe Bahá'í est� establecida en 35.000 localidades, en 312 pa�ses,

territorios e islas, con un total de 94 Asambleas Nacionales, y m�s de 6.000

Asambleas Locales. Se ha editado literatura Bahá'í en 411 idiomas y dialectos).

En la Tierra Santa el Centro Mundial de la Fe El Guardi�n construy� una

bell�sima superestructura sobre el Santuario del B�b, y tambi�n un edificio de los

Archivos Internacionales donde se guardan los escritos originales del B�b y

Bahá'u'lláh as� como otras reliquias muy preciosas. Estos edificios y los bellos

jardines que los rodean son unos de los m�s hermosos lugares del mundo, y miles de

personas los visitan cada a�o.

Shoghi Effendi complet� su trabajo nombrando a veintisiete "Manos de la Causa�

a quienes llam� los "Fideicomisarios Principales" de la Fe y a quienes dio la

responsabilidad de proteger la Causa y de esparcir las Ense�anzas de Bahá'u'lláh.

Cuando el Guardi�n muri�, las Manos de la Causa eligieron un cuerpo de nueve

entre ellos mismos para que permanecieran en la Tierra Santa y supervisaran el

trabajo desde el Centro Mundial. Estos fueron llamados los Custodios. El resto de

las Manos se esparcieron por el mundo para ayudar al cumplimiento del Plan de Diez

A�os trazado por el Guardi�n.

La finalizaci�n del Plan de Diez A�os en 1963 se�al� un nuevo moj�n en la

historia de la Fe Baha'i. Un siglo ha pasado desde el d�a en que Bahá'u'lláh proclam�

Su Misi�n, y los Bahais del mundo eligieron su primera Casa Internacional de

Justicia, aquel Cuerpo Supremo el cual 'Abdu'I-Bahá asegur� estarla bajo la gula

directa de Dios y por lo tanto infalible en todas sus decisiones.

Para celebrar esta ocasi�n, los Bahais de todo el mundo fueron llamados a un

gran festival en Londres desde el 28 de Abril al 2 de Mayo de 1963. M�s de 6.200

personas de todas partes del mundo asistieron a este gran jubileo. La unidad del

g�nero humano estuvo encarnada en esta gran celebraci�n. Gente de much�simas

razas y procedencias, en sus vestidos t�picos, formaron un bell�simo jard�n de

Bahá'u'lláh. Esta congregaci�n tan colorida y pintoresca en el Congreso Mundial

Bahá'í fue, en verdad, el m�s digno buquet que pod�amos ofrecer a la preciosa

memoria de Shoghi Effendi, nuestro amado Guardi�n, quien nos hab�a prove�do con

la Cruzada Espiritual de Diez A�os, plena de tantas victorias y logros.

Gracias al incansable esfuerzo de nuestro amado Guardi�n, los Bahais del mundo

est�s muy bien preparados para el enorme desarrollo nuevo en el progreso de la

Causa de Dios. Shoghi Effendi, como 'Abdu�l-Bahá predijo, cuando era a�n muy ni�o,

ciertamente levanto la Causa de Dios a grandes alturas.

CAP�TULO IV
ALGUNAS DE LAS ENSE�ANZAS
Y PRINCIPIOS
LA UNIDAD DEL G�NERO HUMANO

Bahá'u'lláh nos ha ense�ado la unidad del g�nero humano. Todos los seres

humanos somos hijos de un solo Dios. Si creemos en un solo Padre Celestial,

entonces debemos aceptarnos los unos a los otros como hermanos, como miembros

de una sola familia, la familia del hombre.

Antes de que Bahá'u'lláh nos trajera la luz de la unidad, hubieron muchas causas

que hicieron a los hombres pensar que eran diferentes los unos de los otros.

Algunos cre�an que porque su color de la piel era blanco, eran mejores que aqu�llos

que ten�an la piel oscura o amarilla o negra. Bahá'u'lláh nos hizo ver que esto no es

verdad. El hombre no se diferencia por su color. Si los hombres son diferentes, es

porque han recibido diferentes grados de educaci�n y no porque tienen diferente

color de piel. Las gentes de diferentes colores en el mundo son como las distintas

clases de flores que se encuentran en un jard�n. Si todas las flores de un jard�n

fueran del mismo color, no ser�a tan bello. Bahá'u'lláh dijo que Dios es un pastor

bondadoso para quien las ovejas blancas no tienen diferencia alguna ni son mejores

que las caf�s o negras. Dios nos ama a todos sin importarle a cual raza

pertenezcamos, o el color de la piel que tengamos o de donde provengamos. �Por

qu� entonces debemos considerarnos extra�os los unos a los otros? Bahau�ll�h ha

sabido encender tanto amor en los corazones de Sus seguidores que ellos se sienten

como miembros de una sola familia a pesar de que provienen de diferentes artes del

mundo.
En sus escritos Bahá'u'lláh dice:

iOh bien amados! el Tabern�culo de la unidad se ha levantado; no os

consider�is como extra�os los unos a los otros. Vosotros sois los frutos de

un solo �rbol, y hojas de la misma rama".

"Sed como los dedos de una sola mano, y los miembros de un solo

cuerpo. As� os aconseja la Pluma de la Revelaci�n".

'Abdu'I-Bahá ha escrito:

"Entre las ense�anzas de Su Santidad Bahá'u'lláh est� la unidad del

mundo, de la humanidad; todos los humanos somos el reba�o de Dios y El

es nuestro bondadoso Pastor. Este Pastor es bueno con todas sus ovejas,

porque �l cre� a todas, las educ�, provey� lo necesario para todas y las

protegi�. No hay duda de que el pastor es bueno con todas sus ovejas y si

hubiese ovejas que se encontraran todav�a ignorantes, �stas deber�n ser

educadas; si hubiesen ni�os, ellos deben ser entrenados hasta que alcancen

la madurez; si hay enfermos, deben ser curados. No debe haber odio o

enemistad, y esos ignorantes y enfermos deben ser curados como un amable

m�dico cura a sus pacientes".
Oremos por la unidad de la Humanidad:

��Oh mi Dios! �Oh mi Dios! Une los corazones de Tus Siervos y rev�lales

Tu gran prop�sito. Puedan ellos seguir Tus mandamientos y atenerse a Tu

ley, Ay�dalos, oh Dios, en sus esfuerzos y confi�reles fuerza para servirte.

�Oh Dios! No los abandones a si mismos sino gu�a sus pasos con la luz de

conocimiento y anima sus corazones con Tu amor.
Verdaderamente T� eres su ayuda y su Se�or".
EXTIRPAR LOS PREJUICIOS

Bahá'u'lláh, ense�a que el prejuicio en todas sus formas debe ser olvidado, sea

nacional o racial o religioso. Mientras la gente se aferre al prejuicio, no tendremos

paz en la tierra.

En el pasado, todas las guerras que hemos tenido, el crimen, el derramamiento de

sangre, han sido causados por los prejuicios. La gente ha peleado por su patria o por

su religi�n trayendo destrucci�n al mundo muerte a millones de sus semejantes.

�Abdu�l-Bahá dice:

"SI la enemistad y los prejuicios son causados por la religi�n, hay que

tomar en cuenta que la religi�n debe ser la causa de compa�erismo, pues de

otra manera es infructuosa. Y si hay prejuicios acerca de la nacionalidad,

tomemos en cuenta que toda la humanidad es una sola naci�n; todos hemos

provenido del �rbol de Ad�n, y �l es la ra�z del �rbol. Ese �rbol es uno y

todas esas naciones son como las ramas, mientras que la humanidad es

como las hojas, las flores y los frutos del mismo. Por lo que el.

establecimiento de varias naciones y el consiguiente derramamiento de

sangre son el resultado de la ignorancia y del ego�smo humano.

"El prejuicio patri�tico, se debe tambi�n a ignorancia absoluta, porque la

superficie terrestre es una sola tierra nativa. Cada uno puede vivir en

cualquier lugar de la superficie terrestre. Por lo tanto todo el mundo

constituye el lugar de nacimiento del hombre y estas fronteras y salidas han

sido inventadas por �l.

�En la creaci�n tales fronteras no fueron demarcadas. Europa es un

continente. Asia es un continente, Africa es un continente, Australia es un

continente pero algunas almas por ego�smo, o por motivos personales, o por

intereses creados han dividido cada uno de estos continentes considerando

ciertas partes como suyas propias, como su propio pa�s, Dios no hizo

fronteras entre Francia y Alemania; son pa�ses continuos, Ciertamente en los

primeros siglos almas ego�stas guiadas por su propio inter�s, demarcaron

fronteras y han dado d�a por d�a m�s importancia a esos l�mites, hasta que

han conseguido enemistad, rapacidad, derramamiento de sangre en los

siglos subsiguientes. De la misma manera esto continuar� indefinidamente;

y si esta concepci�n del patriotismo contin�a limitada a cierto c�rculo, esta

ser� la causa primordial de la destrucci�n del mundo. Ninguna persona sab�a

y justa da cabida a estas distinciones imaginarias. Cada �rea limitada a la

que llamamos nuestro pa�s nativo, la consideramos como patria, a pesar de

que el globo terrestre es la cuna de todos, y no un �rea restringida. En

resumen, por unos pocos d�as vivimos en esta tierra y eventualmente somos

enterrados en ella: ella es nuestra tumba eterna. �Vale realmente la pena que

derramemos tanta sangre y nos despedacemos unos a otros por nuestra

eterna tumba?. No, lejos de eso; Dios no est� contento con nuestra

conducta, ni ning�n hombre con sentido com�n aprobar�a esto.

��Considerad! Los benditos animales no se empe�an en armar peleas

patri�ticas. Ellos son verdaderos compa�eros el uno del otro, y viven juntos

en armon�a. Por ejemplo, si una paloma del este, una paloma del norte y una

paloma del sur, por casualidad llegan a un mismo punto, al mismo tiempo,

ellas de inmediato se asocian arm�nicamente. As� sucede con todos los

benditos animales y con las aves, Pero los animales salvajes, apenas se

encuentran, atacan y se pelean, se despedazan y no es posible para ellos

convivir en un mismo lugar, Son insaciables y fieros, salvajes y

combatientes",
LA B�SQUEDA DE LA VERDAD

Cuando un ni�o nace de una familia cristiana, �l es autom�ticamente un cristiano,

cuando los padres son musulmanes, los ni�os ser�n musulmanes; si son hind�es, los

hijos ser�n hind�es. �Por qu�? Porque la mayor�a de la gente contin�a imitando a

sus antepasados, y ciertamente si esta ciega imitaci�n contin�a, la gente nunca

podr� unirse. Todos pelean sobre sus imitaciones. Todos dicen que ellos son los que

conocen la verdad y que los otros est�n errados. La gente muy rara vez se detiene a

pensar que si hubiera nacido dentro de una familia diferente, con diferentes

creencias, habr�a pensado en forma muy diferente de lo que ahora cree ser el �nico

camino a la verdad.

Bahá'u'lláh nos ense�a que la Verdad es Una. Si la gente del mundo dejara de

imitar a sus padres y buscara la verdad por ella misma, llegar�an todos a una sola

conclusi�n y se unir�an. Las distintas clases de gentes son como ni�os que viven en

casas diferentes y miran al sol bajo vidrios de colores. As� como el color de los vidrios

difiere, seg�n la casa por la que se mire, as� un ni�o al mirar al sol a trav�s de un

vidrio verde, creer� que el sol es verde, mientras que aquel que mire al sol a trav�s

de un vidrio de color rojo creer� naturalmente que el sol es rojo; y otro que mire al

sol. a trav�s de un vidrio azul creer� que el sol es azul. Estos ni�os pueden discutir

el color del sol, cada uno creyendo que lo que ve es el color verdadero. Pero si ellos

dejasen de ver a trav�s de sus diferentes vidrios de colores, y salieran afuera,

entonces todos ver�an el verdadero color del sol y dejar�an de discutir.

Bahá'u'lláh est� haciendo un llamado a los hijos del hombre para que salgan de

sus casas; las casas que han heredado ellos de sus antepasados, y dejen de mirar al

sol a trav�s de distintos vidrios de colores, porque el sol al que miramos es el mismo

sol, y una vez que nos quitemos el lente de colores de nuestros ojos, entonces

veremos al sol en su verdadero color.

Dios espera que nosotros pensemos en lo que creemos en vez de seguir

ciegamente nuestras creencias solamente por el hecho de que nuestros antepasados

han cre�do de esa manera durante muchas generaciones. Si es que buscamos la

verdad por nosotros mismos, veremos que la verdad es �nica, y que nos puede unir y

hacernos olvidar las diferencias que hayan existido en el pasado.

'Abdu�l-Bahá dice:

". . las religiones divinas de las Manifestaciones de Dios son realmente

una sola aunque difieren en nombre y nomenclatura. El hombre debe amar la

luz sin importarle en qu� d�a ella aparezca. Debe amar la rosa sin importarle

en que tierra crezca. Debe buscar la verdad, sin importarle de que fuente

provenga. Sentir apego a la linterna no es amar la luz, sentir apego a la tierra

no es propio, pero disfrutar de la rosa que crece en la tierra eso s� vale la

pena. Sentir devoci�n hacia un �rbol es infructuoso pero participar de sus

frutos es beneficioso. Los frutos deliciosos de donde quiera que ellos

provengan o de donde se los haya recogido deben ser apreciados. La

palabra de la verdad, no importa la lengua que la pronuncie, debe ser

escuchada. Las verdades absolutas, no importa el libro en que se hallen

escritas, deben ser aceptadas. Si es que amparamos el prejuicio este ser� la

causa de depravaci�n e ignorancia. La contienda entre religiones, entre

naciones y razas se deben al malentendido. Si investigamos las religiones y

descubrimos sus principios b�sicos, veremos que todas encierran no varios,

sino un solo fundamento y que todas se hallar de acuerdo. Por este medio

todos las religiones del mundo entero llegar�n a comprenderse y alcanzar�n

la unidad y la reconciliaci�n. . ."
En otro lugar 'Abdu�l-Bahá dice:

"�Ay! la humanidad est� totalmente sumergida en imitaciones y en

falsedades; sin embargo, la verdad de la religi�n divina siempre ha

permanecido igual. Supersticiones han oscurecido la realidad fundamental,

el mundo se halla en tinieblas y la luz de la religi�n no se hace aparente.

Esta oscuridad conduce a crear diferencias y desacuerdos; se hallan por

miles los dogmas y los ritos; por lo tanto el desacuerdo se ha levantado

entre los sistemas religiosos a pesar de que la religi�n tiene por objeto la

unificaci�n de la humanidad. La verdadera religi�n es la fuente de amor y

acuerdo entre los hombres, la causa principal del desarrollo de cualidades

elevadas; pero la gente est� acostumbrada a lo falso y a las imitaciones, y

descuida la realidad que unifica; as� son despojados y privados de la luz de

la religi�n. Siguen las supersticiones heredadas de sus padres y

antepasados. Esto ha prevalecido hasta tal grado que han opacado la luz

celestial de la verdad divina y se sumergen en la oscuridad de la imitaci�n y

de las imaginaciones. Lo que fue el motivo de la vida ha sido causa de la

muerte; lo que deber�a ser una evidencia de sabidur�a, se convierte en una

prueba de ignorancia; aquello que fue factor en la sublimidad de la

naturaleza humana se ha convertido en degradaci�n. Por lo tanto, la esfera

del religionarlo se ha ido cerrando y oscureciendo gradualmente y el c�rculo

del materialismo se ha ido ensanchando y avanzando; porque el religionario

se ha adherido a la imitaci�n y lo espurio, descuidando y descartando la

santidad y la sagrada realidad de la religi�n. Es cuando el sol se pone que

los murci�lagos empiezan a volar. Ellos aparecen porque son criaturas de la

oscuridad. Cuando la luz de la religi�n se oscurece, los materialistas

aparecen. Ellos son los murci�lagos de la noche Es en la declinaci�n de la

religi�n cuando ellos se vuelven m�s activos; buscan la sombra cuando el

mundo se halla a oscuras y las nubes se han esparcido sobre �l.

"Su Santidad Bahá'u'lláh se ha levantado por el horizonte oriental. Como la

gloria del sol, ha venido al mundo. Ha implantado la realidad de la religi�n

divina, ha disipado la oscuridad de las imitaciones, ha sentado las bases de

nuevas ense�anzas y ha resucitado al mundo.

"La primera ense�anza de Bahá'u'lláh es la investigaci�n de la realidad. El

hombre debe buscar la realidad por s� mismo, desechando las Imitaciones y

las adherencias a meros formulismos hereditarios. Como las naciones del

mundo se hallan tan apegadas a las imitaciones llam�ndolas verdades, y

corno tales son variadas, las diferencias en el credo han producido las

contiendas y las guerras. Mientras estas imitaciones contin�en, la unidad del

mundo es Imposible. Por lo tanto, debemos investigar la realidad para que,

mediante su luz, las nubes y la oscuridad puedan disiparse. La realidad es una

sola, no admite multiplicidad o divisi�n. Si las naciones del mundo

investigaran la realidad, se pondr�an de acuerdo y llegar�an a unirse. Mucha

gente ha buscado la realidad a trav�s de las ense�anzas y de la gu�a de

Bahá'u'lláh. Han llegado a unirse y ahora viven de acuerdo, am�ndose unos

a.otros; entre ellos no hay ya la m�s peque�a traza de enemistad o desuni�n".

EL IDIOMA UNIVERSAL

Una de las causas que acarrean los malentendidos en el mundo es el hecho de

que las gentes no pueden entenderse unas a otras. Cada pa�s posee su lengua

propia y cuando una persona viaja a otra parte del mundo, siente como si se

encontrara entre extra�os.

Bahá'u'lláh ha venido a unir todos los pueblos y hacer sentir a la gente como

miembros de una sola familia. Una de Sus Leyes, por lo tanto, es la de que deber�a

existir un idioma com�n en todas partes del mundo; de esta manera las personas

aprender�an este lenguaje adem�s de su lengua nativa, y as� se sentir�an en su casa

dondequiera que se hallaren, porque todo el mundo se entender�a.

Las diferencias en el lenguaje muchas veces son la causa de malentendidos que

pueden conducir a conflictos peligrosos. Tomemos el nombre de nuestro Creador, por

ejemplo. En la lengua hind� es llamado Ishwara, en �rabe Al�, en ingl�s God. La

gente ignorante piensa que Dios difiere de Ishwara o Al�, y pelean sobre ello.

Cuando la gente pueda hablar un solo lenguaje com�n, universal, se dar� cuenta

entonces de que est� refiri�ndose al mismo Creador. Esto ayudar� enormemente a

eliminar muchos malentendidos.

Los Bahá'ís, hasta ahora, han traducido el Mensaje de Bahá'u'lláh a 411 idiomas y

dialectos porque la gente no sabe a�n un lenguaje com�n. Cuando se adopte un

idioma universal en todo el mundo, ser� mucho m�s f�cil hacer llegar las ense�anzas

de Bahá'u'lláh a distintos pueblos; todo el mundo podr� leer las Sagradas Escrituras

de la Manifestaci�n de Dios en ese lenguaje.
IGUALDAD DEL HOMBRE Y DE LA MUJER

Si cort�ramos las plumas de una de las alas de una paloma, ella no podr�a volar,

aun si su otra ala fuera en extremo fuerte, porque un p�jaro necesita de dos alas para

volar.
'Abdu'I-Bahá dice:

"La humanidad es como un p�jaro con dos alas, la una es el hombre, la

otra la mujer. A menos que las dos alas sean fuertes e impelidas por una

fuerza com�n, el ave no podr� volar hacia el cielo".

Prosigue:

"Dios ha creado todas las criaturas en parejas. El hombre, la bestia o el

vegetal, todas las cosas de estos tres reinos son de dos sexos, y todos son

iguales.

"En el mundo vegetal, hay plantas de los dos sexos, tienen igualdad de

derechos, y poseen partes iguales de la belleza de su especie; aunque se

puede decir que el �rbol que da frutos es mucho m�s bello que aquel que no

los da.

"En el reino animal, vemos que tanto el animal macho como la hembra

tienen igualdad de derechos; y que todos participan de las ventajas de su

especie�..

"Ahora bien, en los dos reinos inferiores hemos visto que no existe el

problema de superioridad de un sexo sobre el otro. En el mundo de la

humanidad encontramos una gran diferencia; el sexo femenino es

considerado inferior al masculino; no se le da igualdad de derechos y

privilegios. Esto se debe no a la naturaleza sino a la educaci�n. En la Divina

Creaci�n no hab�an tales distinciones. Ning�n sexo es superior al otro a la

vista de Dios. . �

Dios nos ha creado como seres humanos, y El no hace ninguna diferenciaci�n entre

hombres y mujeres. Para un padre amoroso, hijos e hijas son igualmente queridos.

'Abdu'I-Bahá dice que el hombre y la mujer

"pertenecen a la humanidad y que bajo Dios todos somos iguales; cada

uno es el complemento del otro bajo el plan divino de la creaci�n. La �nica

distinci�n entre ellos ante la vista de Dios es la pureza y la rectitud de sus

actos y hechos, por lo que Dios prefiere a quien es m�s parecido en esp�ritu

a la imagen y semejanza del Creador".

Ya que la bondad de Dios alcanza tanto al hombre como a la mujer, nosotros no

debemos diferenciarnos. Las obligaciones de un hombre en su comunidad pueden

diferir de las de una mujer, pero sus derechos y privilegios deben ser iguales. No

debemos pensar que el talento de una mujer es de ninguna manera inferior al del

hombre. En el pasado la mujer no recib�a la misma educaci�n y no ten�a las mismas

oportunidades del hombre; esa era la raz�n por la cual la mujer no estaba en

capacidad de desarrollar sus talentos.

Cuando los Bahá'ís eligen sus asambleas cada a�o, los miembros que escogen,

son los m�s sinceros y los m�s capaces. No hay ninguna diferencia si ellos son

mujeres u hombres. Debemos siempre recordar que Dios mira siempre al coraz�n y

al car�cter de una persona y no a su sexo.
'Abdu'I-Bahá dice:

"Aquel cuyo pensamiento es puro, cuya educaci�n es superior, cuyos

conocimientos cient�ficos sobresalen, cuya filantrop�a se destaca, sea

hombre o mujer, blanco o de color, merece completos derechos y

reconocimiento; no existe diferencia alguna".
EDUCACI�N UNIVERSAL

Una de las ense�anzas de Bahá'u'lláh es la de que cada ni�o o ni�a debe recibir

educaci�n. Si sus padres descuidan la educaci�n del ni�o o de la ni�a, ellos son los

responsables ante Dios. Este es el mandamiento de Bahá'u'lláh:

"Est� decretado que todo padre debe educar a sus hijos e hijas en

erudici�n y escritura, y tambi�n en aquello que ha sido ordenado en la Tabla.

Aquel que desatiende lo que se le ha ordenado, si es rico, incumbe a los

albaceas cobrar de �l la suma requerida para la educaci�n de los hijos; de

otro modo, este asunto pasar� a la Casa de justicia. Ciertamente, la hemos

hecho asilo para los pobres y necesitados".

La educaci�n de los ni�os, por lo tanto, es coactiva y obligatoria para todos los

Bahá'ís. Si los padres tienen medios para educar a sus ni�os pero no lo hacen, la

Asamblea Espiritual debe entonces forzarlos a que lo hagan. Pero si ellos son

pobres, la Asamblea Espiritual debe proveer para la educaci�n de los ni�os a trav�s

de los fondos de la comunidad.

De las palabras de Bahá'u'lláh se puede deducir que la educaci�n de los ni�os es

una obligaci�n sagrada. El dice:

"Aquel que educa a sus hijos, o a cualesquier otro ni�o, es como si

hubiese educado a uno de Mis hijos".

�No es acaso, para nosotros un gran honor el educar a uno de los hijos de

Bahá'u'lláh? Podemos recibir ese honor al educar a nuestros hijos o a aquellos de

otros padres.

No podemos decir que necesitamos que nuestros hijos trabajen en la casa o

saquen el ganado a pastar, y que por lo mismo no tienen tiempo para ir a la escuela.

Debemos recordar que mandar a nuestros hijos a trabajar en el campo no es un

mandamiento de Dios, pero que reciban educaci�n si lo es. Si no obedecemos este

mandamiento, somos nosotros los responsables. De la misma manera, no podemos

decir que porque nuestra hija es una mujer, ella no necesita educaci�n alguna.

'Abdu�l-Bahá nos ha dicho que a pesar de que hay igualdad en los derechos de

hombres y mujeres, en el caso de las mujeres, se debe dar prioridad a su educaci�n,

porque son ellas las futuras madres, y una madre educada puede educar mejor a sus

hijos.

Pero la educaci�n de acuerdo con Bahá'u'lláh no es solamente ense�arles a los

ni�os a leer y a escribir. Los hijos deben ser educados para que puedan servir a la

raza humana. Actualmente, a los ni�os que viven en las diferentes partes del mundo,

se les ense�a lealtad a su patria solamente, y muchas veces se inculca en sus

mentes j�venes odio para otro pa�s. Ellos son adoctrinados a. ser orgullosos de ser

Alemanes, Arabes 0 Chinos, y se les hace creer que su raza, su religi�n o su casta es

la mejor del mundo. De acuerdo con la Fe Bahá'í esto no es correcto. La meta de la

educaci�n debe ser criar hombres y mujeres que crean que "la tierra es un solo

pa�s y la humanidad sus ciudadanos", y quienes dar�n su amor y sus servicios en

pos de mejoramiento del mundo entero. Si la gente adoptara este m�todo de

educaci�n, s�lo tomar�a una generaci�n para establecer la unidad de toda la

humanidad.
Bahá'u'lláh tambi�n ha dicho:

"Las escuelas deben entrenar a los ni�os primordialmente en los

principios de la religi�n para que as� la Promesa y la Amonestaci�n

mencionados en los Libros de Dios, le prevengan de las cosas prohibidas y

les adornen con el manto de los mandamientos, pero hecho de tal manera

que no perjudique a los ni�os volvi�ndoles fan�ticos e intolerantes.

Esto significa que los valores espirituales que ense�an las Manifestaciones de

Dios, deben sentar las bases para todos los sistemas de educaci�n. S�lo por medio

del esclarecimiento espiritual puede el hombre volverse m�s feliz en la vida, porque

aprender� a vivir sin ning�n prejuicio hacia sus semejantes y estar� lleno de

esperanza y confianza en el futuro.

La educaci�n nos debe liberar de las supersticiones y de los prejuicios y tambi�n

de las garras del materialismo.
'Abdu�l-Bahá escribe:

"Y entre las ense�anzas de Su Santidad Bahau'll�h est� la libertad del

hombre, a fin de que a trav�s del poder ideal pueda emanciparse de la

cautividad de la naturaleza, porque mientras el hombre se encuentra cautivo

de la naturaleza mundana, es un animal feroz, ya que la lucha por la

existencia es una de las exigencias de la naturaleza del mundo. Esta lucha

por la supervivencia es la causa de las calamidades es una aflicci�n

suprema�.

Ning�n Bahá'í debe privar a sus hijos de adquirir el verdadero conocimiento, pues

de acuerdo con Bahau�ll�h:

"El conocimiento es como las alas del ser (del hombre) y es como una

escalera que permite el ascenso. Incumbe a todos adquirir conocimientos,

sobre todo el conocimiento de aquellas ciencias que benefician a la

humanidad y no de aquellas ciencias que solamente empiezan y terminan en

palabras. Los conocedores de ciencias y artes tienen un gran derecho entre

la gente del mundo. Ciertamente, el verdadero tesoro del hombre es el

conocimiento. El conocimiento es el medio para llegar al honor, prosperidad,

regocijo, alborozo, felicidad, exaltaci�n".
LA RELIGI�N Y LA CIENCIA DEBEN IR JUNTAS

Dios nos ha dado el poder del pensamiento para as� diferenciarnos de los

animales. Ya que el hombre puede usar su mente, ha sido capaz de progresar a

trav�s de los siglos, y vive de manera muy diferente ahora de lo que sol�a antes vivir

hace miles de a�os. Nuevos descubrimientos e invenciones han hecho posible que la

gente viva mejor, que habiten mejores viviendas y que luchen contra las

enfermedades y la ignorancia. Pero el progreso material es vano si es que no

progresamos espiritualmente tambi�n. Dios nos ha dado la religi�n para ayudarnos a

progresar espiritualmente. La ciencia sin la religi�n puede hacernos mucho da�o,

pero la religi�n sin la ciencia tambi�n puede traernos problemas. Para alcanzar el

verdadero progreso del g�nero humano, las dos juntas son necesarias; la ciencia y la

religi�n deben marchar paralelamente.

La ciencia nos da los materiales y la religi�n nos dice c�mo utilizarlos. Una hoz o

una hacha son m�ltiples cuando aprendemos a manejarlas, pero si un asesino se

apodera de estas herramientas, estas mismas herramientas �tiles se convertir�an

entonces en armas peligrosas. El problema hoy en d�a es que la ciencia nos ha dado

herramientas y las hemos convertidos en armas peligrosas, porque la gente no tiene

una religi�n que les ense�e el buen uso de esas herramientas. Por otra parte, si

dejamos la ciencia a un lado, y dejamos de usar del todo nuestras mentes y nuestra

raz�n, la religi�n se convertir�a no en otra cosa que en ignorancia y superstici�n, y

por lo tanto, ser�a da�ina para la gente del mundo.

Antiguamente, la gente cre�a que la religi�n y la ciencia no pod�an acoplarse

juntas, pero Bahá'u'lláh nos ense�a que la verdadera religi�n est� de acuerdo con la

ciencia verdadera. Nos dice que nuestros corazones y nuestras mentes pueden

aceptar las mismas verdades.

Concluiremos este cap�tulo con una maravillosa cita sacada de una conferencia de

�Abdu�l-Baha:

"Dios hizo la religi�n y la ciencia para que sean la medida de nuestro

entendimiento. . . Presten atenci�n y no descuiden tan maravilloso poder.

Pesen todas las cosas en esta balanza...

"Pongan todas sus creencias en armon�a con la ciencia; no puede haber oposici�n,

ya que la verdad es una sola. Cuando la religi�n, libre de supersticiones, tradiciones,

y dogmas in�tiles, se acople con la ciencia, entonces habr� una gran fuerza

unificadora y purificadora en el mundo, que eliminar� todas las guerras, desacuerdos,

discordias y peleas, y la humanidad se unir� en el poder del amor de Dios.

LOS EXTREMOS DE RIQUEZA Y POBREZA DEBER�N ELIMINARSE.

Bahá'u'lláh nos dice que prefiere justicia a cualquier otra cosa en el mundo.

�Oh Hijo del Esp�ritu! Lo m�s amado de todo ante Mi vista es la justicia, no

te separes de ella si est� en M� tu anhelo y no la menosprecies para tener en

ti Mi confianza".
'Abdu'I-Bahá dice:

"Uno de los m�s importantes principios de las ense�anzas de Bahá'u'lláh

es: 'El derecho de todo ser humano al pan de cada d�a para su subsistencia,

o la igualdad de los medios de vida'.

"El arreglo de las circunstancias de la gente debe hacerse de tal manera

que la pobreza desaparezca, para que todos, en lo posible, de acuerdo a su

posici�n y rango, compartan el confort y el bienestar.

"Vemos entre los hombres a aquellos que est�n sobrecargados de

riquezas por una parte, y por otro lado hay quienes se mueren de hambre,. o

aquellos que poseen palacios majestuosos, y aquellos que no tienen donde

posar sus cabezas. Aquellos a quienes se les sirve los m�s deliciosos

manjares, y otros que escasamente pueden alimentarse con migajas.

Mientras algunos se visten de terciopelos y lino fino, otros no tienen ni

siquiera lo esencial para cubrirse del fr�o.
"Esto est� mal y debe ser remediado.

"Ciertamente, habiendo quienes son inmensamente ricos y otros que son

desesperadamente pobres, precisa una organizaci�n para controlar y

mejorar este estado de cosas. Es importante que se limiten las riquezas, y

as� como es tambi�n importante limitar la pobreza. Cualquiera de los dos

extremos no est� bien.�

"Cuando vemos que se permite que la pobreza avance hasta el punto en

que la gente se muera de hambre, seguro es que encontraremos la tiran�a.

Los hombres deben tomar las medidas convenientes para evitar esto y no

demorarse m�s en alterar estas condiciones que traen la miseria aguda a una

gran cantidad de gente...�

Hay un sinn�mero de leyes y ense�anzas maravillosas en la Fe Bahá'í para la

creaci�n de una sociedad bien balanceada donde no haya pobreza extrema, ni

riqueza extremada. Muchas de estas leyes deben ser puestas en pr�ctica por los

gobiernos del mundo, pero la soluci�n b�sica de los problemas econ�micos de hoy

depende primordialmente del individuo. Se impulsa a los Bahá'ís a hacer todo

esfuerzo para conseguir el adelanto tanto material como espiritual, recordando

siempre estas palabras de Baha'u�ll�h:

"La esencia de la riqueza es amor hacia M�. Aquel que Me ama es el

poseedor de todas las cosas, y aquel que no Me ama, es ciertamente pobre y

necesitado�.

La verdadera riqueza para un Bahá'í entonces consiste en amar a Dios desde lo

m�s profundo de su coraz�n. Cuando el posea esta gran riqueza, las riquezas

materiales no tendr�n gran valor ante sus ojos y su pobreza no ser� la causa de su

infelicidad.
Bahau�ll�h dice:

"�Oh Hijo de Mi Sierva! Si te llegare la prosperidad no te regocijes; y si el

abatimiento viniera sobre ti, no te aflijas, porque ambos pasar�n y dejar�n de

ser".

Una vez que nuestros corazones se desprenden de las riquezas de este mundo

ser� f�cil para nosotros el compartir nuestra riqueza con los necesitados, y esto es lo

que Bahá'u'lláh espera de Sus seguidores. En una de las Tablillas de 'Abdu�l-Bahá

leemos:

"Entre las ense�anzas de Bahá'u'lláh est� la participaci�n voluntaria de la

propiedad de unos con otros. Esta participaci�n voluntaria es m�s grande

que la igualdad (legalmente impuesta), y consiste en que no debe uno

preferirse a los dem�s; m�s bien, debe sacrificar su vida y su propiedad para

otros. Pero esto no debe introducirse por medio de la coerci�n,

convirti�ndose en una ley que el hombre es obligado cumplir. No, es

preferible que el hambre lo haga por su propia voluntad, sacrificando su

vida o su propiedad en beneficio de los otros, y gastando voluntariamente

para ayudar a los pobres, as� como se ha venido haciendo en Ir�n entre los

Bahais�.

Por pobre que sea una persona, siempre encontrar� a otros que sean m�s pobres

que ella, y con quienes ella pueda compartir lo que tiene. A los ricos Bahá'u'lláh dice:

"�Oh Vosotros los ricos de la tierra! Los pobres que se hallan entre

vosotros son Mi dep�sito; cuidadlo, y no os preocup�is solamente por

vuestro propio bienestar�.

Advierte que no se debe olvidar a aquellos que necesitan, porque ser�n

castigados si son ego�stas.

"�Oh Hijo del Polvo! Hablad al rico de los lamentos del pobre a media

noche, no sea que su indiferencia los lleve al camino de la destrucci�n y los

prive del Arbol de la Abundancia. El dar y la generosidad son atributos M�os.

Dichoso quien se adorne con Mis Virtudes�.

Aunque el rico es llamado a dar de sus riquezas, Bahá'u'lláh prohibe al pobre

mendigar. El dice que deben ellos esforzarse por ganar su sustento, poniendo su

confianza en el Todopoderoso. Todo individuo est� obligado a "seguir su profesi�n

y oficio en este mundo, y a sostenerse. . ."

No debemos envidiar a aquellos que tienen m�s dinero que nosotros, pues

Bahá'u'lláh dice:

"�Oh Hijo de la Tierra! Sabed, verdaderamente, que el coraz�n en donde

a�n aliente el menor residuo de envidia, jam�s alcanzar� Mi dominio

sempiterno ni podr� aspirar el suave aroma de pureza que emana de Mi reino

de Santidad".
Y prosigue:

�0h Mi Siervo! Purifica tu coraz�n de toda malicia y, libre de envidia, entra

a la divina corte de Santidad�.

Debemos saber que la riqueza en s� misma no es una virtud. Puede convertirse en

algo peligroso. Bahau�ll�h dice que Dios prueba a los hombres con el oro, as� como

el oro es probado en el fuego.
Tambi�n dice �l:

"Sabed en verdad que la riqueza es una barrera poderosa entre quien

busca y su anhelo, entre el amante el su amado. Los ricos, salvo unos pocos,

en modo alguno alcanzar�n Su presencia ni entrar�n a la ciudad de la dicha y

de la resignaci�n. Dichoso aquel que siendo rico, sus riquezas no le son

obst�culo para llegar al reino de lo eterno, ni lo privan del dominio

imperecedero. �Por el M�s Gran Nombre! El fulgor de tal hombre opulento

alumbrar� a los moradores del cielo como el sol alumbra los pueblos de la

tierra".

Nuestro objetivo en la vida, por lo tanto, no debe ser el de recoger riquezas, para

as� rodearnos de bienestar en este mundo. Las riquezas materiales pueden

beneficiamos solamente cuando hayamos adquirido riqueza espiritual y hayamos

llegado a conocernos a nosotros mismos, as� como el prop�sito de nuestras vidas en

este mundo.
Bahau�ll�h ha escrito:

"El hombre debe conocerse a s� mismo, y a todas aquellas cosas que le

conducen hacia la elevaci�n o hacia la bajeza, a la verg�enza o al honor, a la

afluencia o a la pobreza Luego que el hombre se haya conocido a s� mismo y

haya llegado a la madurez, necesitar� la riqueza. Si es que esta riqueza se la

consigue por medio de un oficio o una profesi�n, es aceptable y digno de

alabanza para los hombres sabios, especialmente hacia aquellos siervos que

se levantan para entrenar al mundo y embellecer las almas de las

naciones...�

Tengamos o no riquezas, debemos recordar que todos podemos ser ricos

espiritualmente si es que dejamos el amor de Dios entrar en nuestros corazones.

Esto es lo que Dios dice a todos por intermedio de Bahau�ll�h:

"Te he creado rico, �por qu� te reduces a la pobreza? Noble te he hecho,

�por qu� a ti mismo te envileces? De la esencia de la sabidur�a te he dado la

existencia, �por qu� buscas el conocimiento fuera de M�? De la arcilla del

amor te model�, �C�mo es que te ocupas de otro? Vu�lvete hacia ti mismo y

Me hallar�s dentro de ti, fuerte, poderoso y subsistente por Mi mismo".

LA FELICIDAD

Una de las grandes bendiciones de Bahá'u'lláh hacia nosotros es la alegr�a y la

felicidad que El ha creado en nuestros corazones. Estamos alegres porque el amor

de Dios se halla dentro de nosotros. Somos felices porque sabemos el significado y

el prop�sito de nuestras cortas vidas en este mundo. Nos alegramos porque hemos

encontrado a nuestro Bienamado, y a trav�s de la influencia de Sus palabras

creativas estamos en paz con el resto de la humanidad.

Bahau'll�h dice:

�Oh Mis amigos que moran sobre el polvo! Apresuraos hacia vuestra

habitaci�n celestial. �Anunciad a vosotros mismos las alegres nuevas!

�Aquel Quien es el Bienamado ha venido! Se ha coronado con la gloria de la

Revelaci�n de Dios, Y ha abierto las puertas de Su antiguo Para�so a la faz de

los hombres �Dejad que todos los ojos se alegren, y que cada oido se

contente, porque ahora es cuando debemos admirar Su belleza, ahora es

cuando debemos escuchar su voz! Proclamad a todo amante que espera:

�H� aqu�, tu Bienamado ha venido entre los hombres! Y el mensajero del

Monarca del amor impartir las buenas nuevas: ��Mirad, el Adorado ha

aparecido ataviado en la plenitud de su Gloria!�

�Oh amantes de su belleza! Convertid la angustia de vuestra separaci�n de

El en la alegr�a de una reuni�n eterna�.

�La alegr�a de haber reconocido al Bienamado y escuchado su voz llena el coraz�n

de cada Baha!. Esta gran bendici�n fue percibida por los miles de m�rtires Bahais

quienes estuvieron contentos de dar su vida por su Amado. Cuando la alegr�a de la fe

se posesiona de nuestros corazones, nada ni nadie en este mundo puede

desalentarnos o hacernos infelices La pobreza, la enfermedad, y las dificultades,

pueden olvidarse cuando el amor de Dios y de Sus criaturas est� en nuestro coraz�n.

'Abdu�l-Bahá a menudo mencion� la felicidad que sinti� inclusive cuando se

encontraba en prisi�n bajo condiciones deplorables.

�l escribi�:

"Yo fui feliz en la prisi�n. Sent�a la m�s completa elaci�n, porque no era un

criminal, ellos me hab�an aprisionado en el sendero de Dios... Estaba feliz de

que - alabado sea Dios - estuve prisionero en la Causa de Dios, que mi vida

no estuvo desperdiciada, que la hab�a dedicado al servicio. Nadie que me vio

pudo imaginarse que estuve en prisi�n. Ellos me vieron en la m�s completa

felicidad, agradecimiento y salud, sin prestar atenci�n a la c�rcel�.

La felicidad que viene a trav�s del amor que sentimos por Dios y por nuestros

semejantes nos hace mas dignos de dar nuestras a alabanzas al Todopoderoso

y recibir Sus bendiciones.
Bahá'u'lláh ha escrito:

"iOh Hijo del Hombre! Regoc�jate en la alegr�a de tu coraz�n y merecer�s

hallarme y reflejar Mi belleza".

Los Bahá'ís deben siempre reflejar la radiante felicidad que les embraga. Como

podemos estar infelices cuando leemos estas maravillosas palabras de Bahá'u'lláh:

"�Oh Hijo del Esp�ritu! Con las gozosas nuevas de la luz, te saludo;

�al�grate! A la morada de Santidad te llamo; vive ah� y vivir�s en paz

eternamente".

Bahá'u'lláh dice que el coraz�n es la morada de Dios. Cuando el coraz�n ha

conocido la alegr�a de recibir al Bienamado, no hay felicidad en el mundo que pueda

compar�rsele. Las riquezas del mundo no pueden aumentar esta felicidad, y tampoco

la falta de prosperidad puede ensombrecer a este coraz�n. La alegr�a que viene con

los placeres del mundo no es una verdadera felicidad porque no perdura, y

Bahá'u'lláh nos dice que no nos dejemos llevar por esa felicidad.

iOh Hijo del Hombre! Si te llegara la prosperidad, no te regocijes; y si el

abatimiento viniere sobre ti, no te aflijas, porque ambos pasar�n y dejar�n de

ser".
,Abdu'I-Bahá dice:

"Cuando un hombre est� sediento bebe agua. Cuando est� hambriento se

alimenta. Pero si un hombre, no tiene sed, el agua no le da placer alguno, y si

su hambre ha sido satisfecha, la comida no tiene sabor para �l. Esto no

sucede con la alegr�a espiritual. Ella trae siempre el regocijo. El amor de Dios

trae felicidad sin fin. Este es el verdadero alborozo y no meramente un

paliativo...

"Dios cre� en nosotros un santo esp�ritu divino el esp�ritu humano con

sus poderes intelectuales que est�n muy por encima de los poderes

naturales. por esto gozamos del �xtasis del esp�ritu y vemos al mundo

brillantemente iluminado... Este poder nos distingue de entre las dem�s

criaturas, �por qu� entonces, lo dedic�is solamente hacia vuestras

condiciones materiales? Esto es lo que se debe utilizar para la adquisici�n y

la manifestaci�n de las bendiciones de Dios, a fin de que pod�is establecer

el Reino de Dios entre los hombres y lograr la felicidad en ambos mundos, el

visible y el invisible".

Seamos felices porque estamos viviendo en una �poca tan maravillosa.

Gocemos del para�so que Dios nos ha preparado, donde los hombres son hermanos,

y donde las Contiendas y las diferencias del pasado han sido olvidadas:

Alegr�monos en estas palabras de 'Abdu'I-Baha.
"�Buenas Nuevas!
�Porque la vida eterna est� aqu�!
Los que duermen, �despertad!
Los negligentes, �aprended la sabidur�a!
Los ciegos, �recobrad la vista!
Los sordos, �oid!
Los mudos, �hablad!
Los muertos, �resucitad!
�Sed felices!
Sed felices!
�Llen�os de gozo!"
LA INMORTALIDAD

Nuestras vidas son muy cortas. Veinte o treinta a�os nos pueden parecer un

largo tiempo cuando todav�a somos j�venes, pero cuando esos a�os han pasado, nos

preguntamos a menudo, c�mo han podido pasar los a�os tan velozmente. Los a�os

que nos restan, tambi�n pasar�n volando, y la muerte nos alcanzar� muy pronto. �Es

la muerte el fin de todo para nosotros? �No! La Fe Bahá'í nos ense�a que la muerte.

no es el fin. Es solamente el principio.
Bahá'u'lláh dice:

iOh Hijo del Supremo! He hecho de la muerte tu mensajero de alegr�a.

�Por qu�, pues, te afliges? He hecho la luz para esparcir sobre ti su

esplendor. �Por qu� te ocultas de ella?"

La muerte es el comienzo de nuestra jornada espiritual hacia Dios. Es el

renacimiento, un renacimiento espiritual.

Cuando nuestra alma se separa de nuestro cuerpo, continua viviendo y

progresando en el Reino de Dios. Pero nunca regresar� a la tierra en forma material.

Un ruise�or que ha vivido enjaulado no conoce otro lugar que su jaula. Puede

mirar al jard�n a trav�s de su jaula pero el pobre p�jaro no tiene idea de lo que

significa la libertad o la alegr�a de volar entre los verdes �rboles o en el campo

abierto. Si abri�ramos la puerta de la jaula, para dejar libre al p�jaro, es probable que

�l se recoja en una de las esquinas de la jaula y no quiera salir; tendr�a miedo y

cuando tratara de cogerlo para dejarlo libre, tratar�a de escapar de su mano. Pero

una vez que es libre, se eleva a las alturas y canta entre los verdes �rboles. Hace su

casa la pradera florida y los bosques perfumados y nunca m�s regresar�a a la jaula

aunque se le ofrezcan miles de jaulas de oro.

Del mismo modo, cuando un alma se est� liberando de la jaula de su cuerpo,

aquellos que no se dan cuenta de la existencia del Reino de Dios, y de la felicidad

que les aguarda, tienen recelo y les parece tan dif�cil morir. Esto es porque ellos

solamente conocen la jaula, y no son conscientes del cielo del amor a Dios y Su

eterna misericordia.

Aquellos que han reconocido las Manifestaciones de Dios, sin embargo, est�n

seguros de la inmortalidad del alma y de la vida eterna. Alguien pregunt� a

Bahá'u'lláh acerca de la vida despu�s de la muerte, y esta fue Su contestaci�n:

"Y ahora, referente a tu pregunta acerca del alma del hombre y su

supervivencia despu�s de la muerte. Sabe t� ciertamente que el alma

despu�s de su separaci�n del cuerpo, continuar� progresando hasta que

alcance la presencia de Dios, en un estado y condici�n que ni la revoluci�n

de las edades y siglos, ni los cambios o azares de este mundo pueden

alterar. Ella perdurara tanto como el Reino de Dios, Su soberan�a, Su

dominio y fuerza perduren. Manifestar� los signos de Dios y Sus atributos y

revelar� Su amorosa bondad y generosidad. El movimiento de Mi Pluma se

detiene cuando intenta describir apropiadamente la grandeza y gloria de tan

exaltada posici�n"

La muerte es el renacimiento espiritual Para cada uno de nosotros. Estemos

preparados para dar la bienvenida a la "mensajera de alegr�a" cuando golpee a

nuestra puerta.
CIELO E INFIERNO

Si es que plantan la tierra en la estaci�n debida, la riegan regularmente, y la

protegen de las pestes y de las aves, ser�n entonces recompensados con una buena

cosecha. Pero si no siembran las semillas en la �poca debida, y no riegan el campo,

entonces no se puede esperar una buena cosecha. Ser�n castigados por su

negligencia cuando sea la �poca de cosechas, y �qui�n deber� ser culpado de la

p�rdida sino Uds. mismos?

La recompensa y el castigo son necesarios para que exista orden en el mundo. La

recompensa y el castigo son las consecuencias naturales de nuestros actos. Todos

los Mensajeros del pasado han tratado de hacernos comprender que lo que hacemos

en este mundo no solamente afecta nuestra vida aqu� pero contin�a produciendo sus

efectos despu�s de nuestra muerte.

Si nuestros actos son buenos, nos dar�n buenos resultados y ser�n la causa de

nuestra felicidad eterna, Y si son malos, nos traer�n resultados malos y nos traer�n el

sufrimiento eterno No es porque Dios sea vengativo con los que han hecho el mal,

sino porque es imposible obtener buenos resultados de las malas acciones como no

es posible obtener bellas flores en el jard�n cuando hemos plantado hierba mala. Esto

es el significado de la recompensa y al castigo. Desafortunadamente esta creencia

esencial que ha sido ense�ada en todas las religiones ha sido mal interpretada.

Las Manifestaciones de Dios han explicado la existencia de la recompensa y del

castigo a trav�s de s�mbolos y par�bolas. Hemos mencionado que las

Manifestaciones de Dios son Educadores perfectos. Un educador perfecto debe

necesariamente ense�ar de una manera en que los estudiantes puedan entenderle o

de lo contrario todo seria vano. Para hacer a la gente comprender que ellos tendr�n

que dar cuenta de sus actos cuando abandonen este mundo, los Mensajeros de Dios

han pintado una vida llena de gozo y placer para el bueno, y han hablado de torturas

y miserias para el malvado. Los placeres y torturas que Ellos han mencionado, son

aquellos que la gente conoce en este mundo porque era �sta la �nica manera de

hacer a la gente comprender la importancia de Sus ense�anzas sobre la vida

despu�s de la muerte.

A un ni�o peque�o que pregunta acerca del conocimiento, puede el padre decirle

que es algo m�s dulce que todo lo que �l haya jam�s probado. El por supuesto no

quiere indicar con eso, que el conocimiento es una clase de comida que puede ser

saboreada; y cuando el ni�o crezca se dar� cuenta de lo que su padre quer�a decir.

La mayor�a de la gente toma literalmente los s�mbolos o par�bolas que las

Manifestaciones de Dios han usado sobre la vida y la muerte, y no se dan cuenta de

que estos fueron intencionados para ilustrar experiencias espirituales. Ellos, por lo

tanto, han ilustrado un infierno y un cielo imaginarios. Algunos creen que el infierno

es un lugar horrible de fuego, enfermedad, y diablos h�rridos, en el que los

pecadores reciben torturas eternamente. Y el cielo, de acuerdo a ellos, es un

maravilloso jard�n lleno de frutos deliciosos y placeres terrenales. Otros creen que

nuestras almas retornar�n a la tierra despu�s de la muerte como si no existiese otro

lugar en este inmenso universo excepto nuestro peque�o planeta. Ellos dicen que

regresaremos a la tierra tomando formas diferentes y que podremos venir como

animales inclusive, dependiendo de que manera hayamos actuado en nuestra vida.

Por cuanto las Manifestaciones del pasado tuvieron que hablar de nuestras

experiencias despu�s de la muerte en t�rminos simb�licos, Bahá'u'lláh dice que

estamos preparados ya para saber el verdadero significado del infierno y del cielo.

Dos de los m�s importantes factores que debemos recordar son los siguientes:

1. Nuestras almas son inmortales y contin�an viviendo despu�s de que

nuestros cuerpos hayan muerto.

2. Nuestras acciones en este mundo dar�n su resultado a�n despu�s de que

nuestra alma deje el cuerpo.

El mundo al que el alma entra despu�s de dejar el cuerpo, es muy diferente al

mundo al que estamos acostumbrados. 'Abdu�l-Bahá dice que este mundo es tan

distintos nuestro mundo como nuestro mundo es tan diferente al vientre de la madre

donde el ni�o vive antes de nacer.

Y de la misma manera que un ni�o se prepara para la vida en este mundo

desarrollando sus ojos, o�dos, y extremidades, los cuales �l no necesita dentro del

vientre materno pero sin ellos no podr�a vivir una vida normal y sana en este mundo,

nosotros tambi�n debemos prepararnos para una vida feliz en ese otro mundo en que

nuestras almas renacer�n despu�s de haber dejado este. En el otro mundo no

necesitaremos ojos ni o�dos f�sicos, pero necesitaremos cualidades espirituales, que

podremos adquirir en este mundo siguiendo las ense�anzas que Dios nos ha enviado

a trav�s de Sus Mensajeros.

Hay, sin embargo, una gran diferencia entre la condici�n de un ni�o en el vientre

de su madre, y el de una persona que est� viviendo en este mundo El ni�o no es

responsable de su desarrollo porque el no puede escoger y no se puede ayudar a s�

mismo de manera alguna. Pero una vez en este mundo, se le da el derecho de

escoger entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo. Somos, por lo tanto,

responsables de nuestro desarrollo espiritual, y si fallamos y no fortalecemos y

hacemos saludable nuestro esp�ritu, seremos muy infelices en el otro mundo. A este

estado de infelicidad se lo llama infierno. Si es que por otra parte, nos esforzamos

por obedecer las leyes de Dios, estamos prepar�ndonos para una vida de felicidad

en el otro mundo y gozaremos de un estado de felicidad y que llamamos cielo.

Bahá'u'lláh dice que el cielo es la cercan�a de Dios y el infierno es estar privado de

esta bendici�n. El nos hace un llamado para luchar y hacernos merecedores de las

bendiciones eternas que est�n preparadas para nosotros en el mundo que viene:

��Hijo de la Generosidad! Con la arcilla de Mi mandato te hice aparecer del

residuo de la nada y he ordenado para tu ense�anza cada �tomo existente y

la esencia de todas las cosas creadas. As�, antes de que nacieras del vientre

de tu madre, destin� para ti dos fuentes de exquisitas lactancias, ojos que te

vigilaran y corazones que te amaran. A la sombra de Mi merced y de Mi

amorosa bondad, te he nutrido y te he guardado por la esencia de Mi gracia y

favor. Y ha sido, con todo, Mi prop�sito, que alcanzaras Mi reino sempiterno

y te hicieras digno de Mis invisibles d�divas".
MILAGROS

Las Manifestaciones de Dios est�n dotados de grandes poderes. �Son capaces de

realizar cosas que son imposibles para otros realizar!. La m�s grande de Sus

milagros son Sus ense�anzas, Su vida personal, y la influencia de Sus palabras en

los corazones de los hombres por siglos y siglos despu�s de que Ellas han

abandonado este mundo. Todas las Manifestaciones de Dios han realizado milagros

Los Mensajeros de Dios no han tenido bienes o poderes terrenales con los cuales

influenciar a la gente y siempre han tenido la oposici�n de las fuerzas del estado y de

toda la gente poderosa y erudita de sus tiempos. Aquellos que primero han cre�do en

Ellos fueron la gente pobre e insignificante, sin ninguna posici�n mundana. A pesar

de todo esto, Su Mensaje se ha difundido y conquistado el mundo y creado nuevas

civilizaciones. Este hecho ha sido repetido en todas las �pocas, y con la venida de

cada Manifestaci�n, una nueva civilizaci�n ha sido establecida en el mundo. Cuando

o�mos hablar de la antigua civilizaci�n hind�, o de las civilizaciones que los jud�os,

cristianos o musulmanes desarrollaron en siglos pasados, debemos recordar que el

Fundador de cada uno de estos grandiosos Movimientos fue un s�lo Mensajero de

Dios, Quien, en Su d�a, se enfrent� solo contra las fuerzas del mundo entero, y

siempre result� victorioso. �Qu� milagro m�s grande podemos pedir para demostrar

la verdad de estas Manifestaciones de Dios?

Hay mucha gente que cree que la prueba de un Profeta, radica en la realizaci�n de

una tarea dif�cil, la que se espera de un mago. Los seguidores de cada religi�n

relatan las cosas extraordinarias que el Fundador de su religi�n hizo, para probar que

El era una Verdadera Manifestaci�n de Dios. Los hind�es dicen que el d�a en que el

beb� Krishna fue llevado por Su padre, Sus pies tocaron el agua del r�o Jamuna y las

aguas inmediatamente, retrocedieron para permitir que El fuera llevado al otro lado.

Los cristianos dicen que Cristo satisfizo el hambre de centenares de personas con

unos pocos panes. Milagros similares son atribuidos a Zoroastro, Buda, Mois�s y

Mahoma por Sus seguidores.

Los Bahá'ís creen que todas las Manifestaciones de Dios han sido capaces de

hacer cosas extraordinarias, pero que tales actos no convencen a aquellos que no

creen en Ellas, y tampoco pueden ser tomados como pruebas de la autenticidad de la

Manifestaci�n. Un cristiano, por ejemplo, puede decir a un jud�o o a un budista que

Cristo dio vida a los muertos, pero sus palabras har�n muy poco efecto en quien no

cree en Jes�s. Esto, ciertamente, no le convencer� de que Cristo fue una

Manifestaci�n de Dios, El puede a�n decir que son solamente los seguidores de

Cristo quienes le han atribuido Sus milagros. A�n en los d�as de Jes�s, hubo gente

que no crey� en El a pesar de sus milagros. Pero si el cristiano se�ala c�mo las

maravillosas ense�anzas de Cristo han tra�do vida eterna a millones de gente

muertas espiritualmente, o se refiere a la santa vida de Cristo, que ha inspirado a los

corazones de tantas generaciones de la raza humana, �nadie puede negarlo! La vida

y las ense�anzas de Jesucristo son por dem�s milagrosos a�n m�s grandes que el

haber levantado una o dos personas de la tumba, que hubieran vivido por unos pocos

a�os m�s para volver a morir.

Las Manifestaciones de Dios son M�dicos divinos. Lo que debemos esperar de

Ellas es que nos den una receta para curar nuestras dolencias del esp�ritu. Es necio

de parte de nosotros pedir que prueben Su misi�n Prof�tica a trav�s de

demostraciones m�gicas. Nosotros no pedimos a un doctor que, para probar su

habilidad, salte del tejado. La �nica manera en que �l. puede probar que es lo que

reclama ser, es curando a su paciente. Es por esto que Bahá'u'lláh, a pesar de que

aquellos que estaban con El Le vieron hacer cosas extraordinarias, ha prohibido a los

Bahá'ís mencionar los milagros como pruebas de Su grandeza. El incidente que a

continuaci�n relatamos que ocurri� cuando Bahá'u'lláh estuvo en Bagdad, prueba

que los milagros pueden carecer de valor.

Un concilio de sacerdotes musulmanes que sab�a que no pod�an negar la Verdad

de Bahá'u'lláh a trav�s de argumentos y l�gica, Le pidieron que realizara un milagro,

con la esperanza de que El se negara para as� poder denunciarlo. Escogieron a uno

de los m�s grandes Mull�s (doctor de la religi�n) entre ellos para que llevara el.

mensaje a Bahá'u'lláh. Su respuesta fue la de que la Causa de Dios no era una cosa

de juego, y que El no hab�a venido a demostrar una representaci�n de magia para as�

satisfacer los gustos y deseos de la gente. Pero que si ellos se decid�an sobre

cualquier cosa, no importa cuan imposible fuere, Bahá'u'lláh la llevarla a cabo frente

a sus propios ojos, con la condici�n de que cuando el milagro fuera realizado, todos

Lo aceptar�an como el Prometido.

Los Mull�s no aceptaron esta condici�n. Ten�an miedo de que El pudiera hacer el

milagro y que no tendr�an luego ninguna excusa para negar Su Reclamo As� es que

se dispersaron sin pedir a Bahá'u'lláh ning�n milagro.

Este incidente demuestra claramente que los milagros, a�n si fueran realizados, no

sirven para probar nada a aquellos que han decidido desconocer la Verdad. Aquellos

que son justos en sus juicios y desean entender las ense�anzas de las

Manifestaciones de Dios, son en s� mismos verdaderos y eternos milagros.

ENSE�ANZAS DE MORAL Y ETICA

Uno de los principios de los Bahá'ís es que el fundamento de todas las religiones

es uno s�lo. Los principios morales son ciertamente parte del fundamento de las

religiones. Por lo tanto son similares.

En las ense�anzas de Bahá'u'lláh, encontramos que hay un alto sentido de moral y

de conducta personal. Podemos decir que casi todas las ense�anzas de Bahau�ll�h

influyen en la conducta y en el comportamiento del hombre. En la Revelaci�n de

Bahá'u'lláh, hay realmente miles de tablillas reveladas por el B�b, Bahá'u'lláh y

'Abdu�l-Baha, y los escritos de Shoghi Effendi, en las que se establece el modelo de

la vida Bahá'í basada en la pureza de la mente y de la acci�n. No es posible recopilar

todos estos bellos escritos en un solo libro, aunque fuera grande. Sin embargo, ser�a

apropiado dar una peque�a vislumbre de tan bellos escritos de las Escrituras Bahá'ís.

Los lectores tendr�n que continuar sus estudios y sumergirse en el oc�ano

inmensurable de las Sagradas Escrituras si es que desean sacar tesoros de tan

incomparables gemas.
Bahá'u'lláh escribe a uno de Sus propios hijos:

"S� generoso en la prosperidad y agradecido en la adversidad. S� digno

de la confianza de tu pr�jimo, y m�rale con rostro resplandeciente y

amistoso. S� para el pobre un tesoro, para el rico, un amonestador; s� uno

que responde al llamado del menesteroso, y guarda la santidad de tu

promesa. S� recto en tu juicio y moderado en tu palabra. No seas injusto con

nadie, y a todos muestra mansedumbre. S� como una l�mpara para quienes

andan en tinieblas, una alegr�a para los entristecidos, un mar para los

sedientos, un asilo para los afligidos, un sostenedor y defensor de la v�ctima

de la opresi�n. Que la integridad y rectitud distingan todos tus actos. S� un

hogar para el forastero, un b�lsamo para el que padece, un baluarte para el

fugitivo. S� ojos para el ciego y una luz de gu�a a los pies de los que yerran.

S� un ornamento del semblante de la verdad, una corona sobre la frente de la

fidelidad, un pilar del templo de la rectitud, un h�lito de vida para el cuerpo

de la humanidad, una insignia de las huestes de la justicia, un lucero sobre

el horizonte de la virtud, un roc�o para la tierra del coraz�n humano, un arca

en el oc�ano del conocimiento, un sol en el cielo de la munificencia, una

gema en la diadema de la sabidur�a, una luz refulgente en el firmamento de tu

generaci�n, un fruto del �rbol de la humildad".

Damos a continuaci�n algunas citas de las Sagradas Escrituras Bahá'ís con

relaci�n a nuestra conducta personal:

"Todos los hombres han sido creados para llevar adelante una civilizaci�n

de progreso continuo... Actuar como las bestias del campo no es digno del

hombre. Las virtudes que corresponden a su dignidad son indulgencia,

misericordia, compasi�n y compasi�n, y amorosa bondad hacia todos los

pueblos y razas de la tierra".

"De ning�n modo es permisible transgredir los l�mites del propio grado o

posici�n de uno. La integridad de cada grado y posici�n debe ser preservada

necesariamente, esto significa que toda cosa creada debe ser vista a la luz

del grado o posici�n que se le ha ordenado ocupar".

Bahá'u'lláh

"La caridad es amada y aceptada ante Dios, y se la cuenta como la m�s

grande entre todas las buenas acciones. Ciertamente, esta bendita palabra,

en esta conexi�n, es un sol entre mundos. Bendito sea aquel que prefiere a

su hermano antes que a s� mismo; porque tal persona es de la gente de

Baha".

"... los que poseen riquezas, deben tener la mayor consideraci�n para con

los pobres, ya que grande es el honor destinado por Dios para los pobres

que son firmes en paciencia. �Por Mi vida! No hay otro honor, fuera del que

Dios desee conceder, que pueda compararse con este honor. Grande es la

bienaventuranza que espera a los pobres que soportan pacientemente y

encubren sus padecimientos y venturosos son los ricos que donan riquezas

a los necesitados y que los prefieren a ellos antes que a s� mismos.

Bahá'u'lláh

"�El cuidar de los enfermos es uno de los m�s grandes deberes! A toda alma

enferma, los amigos deber�n ofrecer una vida (de servicio) con suma bondad. ."

'Abdu�l-Baha

"Nosotros, en verdad, hemos escogido la cortes�a y hemos hecho de ella

la marca verdadera de aquellos que est�n cerca de El. La cortes�a es, en

verdad, una vestidura que sienta a todos los hombres, sean estos viejos o

j�venes. Bienaventurado sea aquel que adorna su templo con ella, y pobre

de aquel que se ve privado de esta gran d�diva".

��Oh gente de Dios! Yo os exhorto a que teng�is cortes�a. La cortes�a es,

en primera instancia, la Reina de todas las virtudes. �Bendito sea aquel que

est� iluminado con la luz de la cortes�a, y adornado con el manto de la

rectitud!"
Bahá'u'lláh

"Cuidaos de preferimos vosotros mismos a vuestros vecinos".

"Sed justos con vosotros mismos y con los dem�s, para que las se�ales

de justicia sean reveladas por vuestras acciones entre Nuestros fieles

siervos".

"La equidad es la m�s fundamental de las virtudes humanas. La

evaluaci�n de todas las cosas debe depender necesariamente de ella".

"Di: Sed equitativos en vuestro juicio, oh hombres de coraz�n

comprensivo! Aquel que es injusto en su juicio carece de las caracter�sticas

que distinguen la posici�n del hombre".
Bahá'u'lláh

"Gustamos de veros en todo momento uni�ndoos en amistad y concordia

dentro del para�so de Mi complacencia, y aspirar de vuestros actos la

fragancia de la amabilidad y la unidad, de la amorosa bondad y la

fraternidad... Siempre estaremos con vosotros; si aspiramos el perfume de

vuestra fraternidad. Nuestro coraz�n de seguro se regocijar�, pues nada

m�s Nos puede satisfacer".
Bahá'u'lláh

El pobre entre vosotros es Mi Fideicomiso; guardad Mi Fideicomiso; y no

est�is dedicados a lograr solamente vuestra propia comodidad. Si encontr�is

a alguien que es pobre, no le trat�is con desd�n. Reflexionas en aquello de lo

que fuisteis creados. Cada uno de vosotros fue creado de un pobre germen�.

Bahau�ll�h

�Una lengua bondadosa es un im�n para los corazones de los hombres.

Es el pan del Esp�ritu, la que reviste a las palabras de significado; es la

fuente de la luz de la sabidur�a y de la comprensi�n�.

Bahau�ll�h

�Cada uno debe ver en el otro la belleza de Dios reflejada en el alma, y al

encontrar este punto com�n, se atraer�n el uno al otro por medio del amor.

Este amor convertir� a todos los hombres en olas de un solo mar; este amor

les transformar� en estrellas de un mismo cielo, y los frutos de un solo

�rbol. Este amor conducir� a la realizaci�n de una verdadera armon�a, el

fundamento de la unidad real.

�El amor no tiene l�mites ni fronteras, es infinito! Las cosas materiales son

limitadas, cincunscritas, tienen fin... Est� claro que los lazos materiales son

insuficientes para expresar el amor adecuadamente. El gran amor

desinteresado para la humanidad no est� cercado por ninguna de estos

l�mites imperfectos, semi-ego�stas; �ste es el �nico amor perfecto, asequible

a todo el mundo, y que solamente puede alcanzarse por medio del poder del

Esp�ritu Divino".
�Abdu�l-Baha

�Guardaos de usurpar la propiedad de vuestro pr�jimo. Probad ser dignos

de la confianza y fe que ha depositado en vosotros, y no reteng�is del pobre

las d�divas que la gracia de Dios os ha conferido. El, verdaderamente,

recompensar� a los caritativos y les retornar� el doble de lo que hayan dado.

Bahau�ll�h

"Las buenas palabras y la veracidad son, en cuanto a la altura de su

posici�n y rango, como un sol que se ha levantado en el. horizonte del cielo

del conocimiento".
Bahá'u'lláh
CAP�TULO V
LA ADMINISTRACI�N
RELIGI�N SIN SACERDOCIO

Hubo un tiempo en el que era necesario tener grupo de gente en la sociedad para

estar a cargo los asuntos religiosos. La gente corriente era iletrada o no ten�a el

tiempo suficiente para hacer un estudio adecuado de su religi�n. Por lo tanto, como

metieron un n�mero de personas quienes no ten�an a obligaci�n o profesi�n en su

vida excepto la de estudiar religi�n y la de vigilar que la gente observara sus leyes.

Es por eso que nosotros encontramos brahmanes entre los hind�es; bhikkhus entre

los budistas, sacerdotes entre los cristianos y mull�s entre los musulmanes.

En la Fe Bahá'í el sacerdocio profesional est� abolido y �sta es una de las

distinciones de nuestra religi�n Bahá'u'lláh dice que aunque fue necesario tener

sacerdotes en el pasado, hoy en nuestra �poca ya los necesitamos. El pide que

cada uno de nosotros investiguemos por nosotros mismos la verdad, de manera que

podamos ver por nuestros propios ojos y no por los ojos de los dem�s, o�r por

nuestros propios iodos, y entender con nuestra propia facultad de entendimiento. Al

investigar la verdad, los Bahá'ís adquieren conocimientos suficientes acerca de su

Fe, a diferencia de la gente de otras religiones quienes esperan recibir instrucciones

de los cl�rigos. Cada Bahai debe rezar por s� mismo y no debe pagar a otro hombre

para que rece por �l, como hace mucha gente de otras religiones. Un Bahá'í mismo

pide a Dios la gracia y el perd�n, y no necesita que un cl�rigo lo haga en su lugar

por medio de ritos y ceremonias creados por el hombre. El Bahá'í puede establecer

contacto con Dios mediante su Manifestaci�n, y no se requiere ning�n intermediario

entre nosotros y Bahá'u'lláh.

Aunque han habido muy buenos sacerdotes en todas las religiones, buena parte

de los da�os causados en el nombre de la religi�n ha sido debido a los sacerdotes en

todas las �pocas.

Dos sacerdotes viviendo en la misma vecindad no est�n siempre de acuerdo sobre

problemas religiosos, y el desacuerdo entre ellos ha tra�do al mundo una gran

cantidad de problemas. Algunos piensan que tal sacerdote est� en lo correcto

mientras otros creen que otro tiene la raz�n en su punto de vista, y, por lo tanto, la

desuni�n y divisi�n se han creado en todas las religiones. Gradualmente, muchas

sectas fueron formadas debido a los desacuerdos sobre las diferentes

interpretaciones de sus sagradas escrituras, desacuerdos que llegaron a ser la causa

de guerras y derramamiento de sangre.

Tales cosas no pueden suceder dentro de la Fe Baha'i. En primer t�rmino, no hay

sacerdotes u otras personalidades que puedan formar una secta constituida por

algunos de los creyentes. Todos son iguales en la Fe. Segundo, ninguna persona

tiene el derecho para interpretar las ense�anzas y escrituras de Bahá'u'lláh. Esta

autoridad fue dada solamente a 'Abdu�l-Bahá por el mismo Bahá'u'lláh, y despu�s de,

'Abdu�l-Baha, el derecho de interpretaci�n fue dado solamente a Shoghi Effendi

Es muy peligroso hacer de la religi�n un medio para ganarse la vida por cuanto

mucha gente que no es sincera puede ser atra�da a esta profesi�n sin otra raz�n que

la de vivir una vida f�cil y obtener buenos ingresos. Esta clase de personas siempre

ha enga�ado a los dem�s, en las vestiduras sacerdotales, y ha cometido muchos

cr�menes en el nombre de la religi�n a fin de servir a sus intereses ego�stas.

Bahá'u'lláh ha abolido la instituci�n clerical para que as� nadie pueda servirse de la

religi�n para satisfacer sus propios intereses ego�stas y mundanos.

La historia del pasado demuestra que siempre cuando una Manifestaci�n de Dios

apareci� en el mundo, los sacerdotes de las religiones anteriores fueron los primeros

en opon�rsele. �Por qu�? Porque estos sacerdotes sab�an que por creer en la

nueva Manifestaci�n, ellos deb�an sacrificar su posici�n, su opulencia y comodidades

materiales. Ellos, por lo tanto, trataron de extirpar la nueva religi�n tan pronto como

�sta apareci� entre ellos. El Budismo fue expulsado de la India por los sacerdotes de

ese tiempo. Cristo fue crucificado porque los sacerdotes jud�os se Le opusieron. El

B�b fue martirizado por los sacerdotes musulmanes quienes no quer�an que la gente

creyese en El. Bahá'u'lláh sufri� toda Su vida principalmente porque los mull�s

instigaron al gobierno y a la gente de aquel tiempo a levantarse contra la nueva

Causa de Dios.

Hubieron excepciones por supuesto. Muchos sacerdotes eruditos que vivieron en

la �poca del B�b y Bahá'u'lláh creyeron en Ellos, y algunos inclusive ofrendaron sus

vidas en el sendero de Dios. Pero cuando ellos creyeron en El B�b y Bahá'u'lláh, no

continuaron siendo sacerdotes.

Se convirtieron en Bahá'ís, humildes siervos de la Causa de Dios. Ellos adoptaron

otras profesiones con que ganarse la vida. Ellos no confundieron el dinero con la

religi�n o una profesi�n mundana con la Fe de Dios.

En lugar de tener sacerdotes para velar por los asuntos religiosos en la

Comunidad, Bahá'u'lláh estableci� las bases de un maravilloso sistema de

Administraci�n por medio del cual todos y cada uno de nosotros podemos trabajar en

conjunto para el progreso de la Fe y el bienestar espiritual de la Comunidad. La

Administraci�n Baha'i, como todas las ense�anzas de Baha'u�ll�h, es divina en su

origen. Nosotros leeremos m�s acerca de esto en las p�ginas siguientes.

�QU� ES LA ADMINISTRACI�N Baha'i?

Si tenemos un r�o a un lado, y una gran extensi�n de tierra cultivable al otro,

�c�mo traer�amos agua a los varios trechos que nosotros deseamos cultivar?

Primeramente, dragar�amos un canal bastante grande para traer suficiente agua

desde el r�o para irrigar el �rea completa. Luego, excavar�amos canales m�s

peque�os, los cuales llevar�an el agua desde el canal principal a las diferentes

secciones del terreno. Y por �ltimo, requerir�amos una multitud de peque�as

corrientes de agua para llevar el agua de estos canales a cada uno de los campos.

Cuando nuestro sistema de canales y corrientes est� completo, el r�o entonces

podr� irrigar todo el alcance del terreno.

Shoghi Effendi nos ha dicho que la Administraci�n Bahá'í es como un sistema de

canales y corrientes de agua "a trav�s del cual el Esp�ritu de la Causa se vierte

sobre las comunidades Bahá'ís esparcidas por todo el mundo".

En �pocas anteriores se esperaba que los sacerdotes trajeran el agua de vida

desde su Fuente principal a la gente de su tiempo. Pero el poder de ellos era

limitado. Ellos pod�an llevar un pu�ado de esta agua, y eso tambi�n, solamente

seg�n el vigor y celo que ellos empleaban.

Pero Bahá'u'lláh no ha confiado esta tarea a individuos. El ha planeado una

maravillosa red de canales a trav�s de los cuales el agua de la vida es tra�da a los

campos de la existencia. Este Plan es llamado el Orden Mundial de Bahá'u'lláh, y la

Administraci�n Bahá'í es una parte de ello.

Las buenas nuevas del Orden Mundial de Bahá'u'lláh fueron primeramente

proclamadas por El B�b cuando dijo: "Bien est� con aquel quien fija su mirada

sobre el Orden de Bahá'u'lláh, y da gracias a su Se�or. Pues El, en verdad, se

manifestar�."

Bahá'u'lláh sent� la base de este Nuevo Orden Mundial y traz� el plan para su

desarrollo. M�s tarde 'Abdu�l-Bahá explic� este Plan Divino, d�ndonos sus detalles y

empezando su construcci�n.

Pero fue por los esfuerzos de Shoghi Effendi durante toda su vida que la

Administraci�n Bahá'í fue gradualmente edificada, uniendo esparcidas comunidades

y haci�ndolas partes de un todo unificado.

La Administraci�n Bahá'í es diferente de cualquier otra forma de orden religioso

porque no es hecha por el hombre. Es el Plan de Dios para esta era, dado a nosotros

a trav�s de Su Manifestaci�n, Bahau�ll�h, y destinado a establecer orden y paz entre

todos los pueblos de la tierra.

La Administraci�n Bahá'í est� compuesta de muchas partes, todas conectadas

entre s�. Consiste de Asambleas Espirituales Locales las cuales son elegidas por los

Bahá'ís de un pueblo o ciudad; Asambleas Espirituales Nacionales que son elegidas

por los Bahá'ís de un pa�s, y la Casa Universal de justicia elegida por todos los

Bahá'ís del mundo a trav�s de sus Asambleas Nacionales.

Si consideramos las Asambleas Espirituales Locales como si fueran las corrientes

que traen agua desde los canales a los diferentes campos, las Asambleas

Espirituales Nacionales ser�n los canales que conectan estas corrientes al gran

Canal dentro del cual el agua fluye desde el r�o mismo; y la Suprema Casa de justicia

es el Canal principal. Es a trav�s de la Casa de Justicia que la gu�a de Dios fluye a

todas las partes del mundo.

Antes de tratar las obligaciones y responsabilidades de cada una de estas partes

separadamente, vamos a dejar en claro que la Administraci�n Bahá'í nunca puede

estar divorciada de las otras ense�anzas de Bahá'u'lláh. Ning�n Bahá'í puede creer

en Bahau�ll�h, sin aceptar Su Orden Administrativo, y trabajar por medio de �l,

porque el Mensaje de Dios no ha sido tra�do solamente para la felicidad del individuo,

sino tambi�n para la unidad y bienestar de la sociedad. Nosotros debemos saber

que nuestra felicidad individual reposa en el bienestar de una sociedad unificada y en

procurar fortalecer este Orden Administrativo, del cual depende la esperanza del

futuro de la humanidad.
LA ELECCI�N DE UNA ASAMBLEA ESPIRITUAL

En el Libro de Aqdas, Bahá'u'lláh ha prescrito que en todo lugar donde el n�mero

de Bahá'ís adultos es de nueve o m�s, una Asamblea Espiritual debe ser elegida.

Esta Asamblea Espiritual, como un cuerpo, servir� a la Comunidad Local, a la que

ella pertenece.

�C�mo debemos elegir nuestra Asamblea Espiritual? Vamos a suponer que los

Bahá'ís en Cerro Grande, una aldea con cerca de sesenta creyentes, desean elegir

una Asamblea Espiritual. Estos son algunos de los puntos que ellos deber�an

recordar:

1. Ellos no pueden formar su Asamblea en cualquier tiempo del a�o. Solamente

pueden elegir su Asamblea el 21 de Abril, que es el aniversario de la Declaraci�n de

Bahá'u'lláh, d�a en que Bahá'u'lláh anunci� en el jard�n de Ridvan, que El era el

Prometido de todas las �pocas. El 21 de Abril es el primer d�a de nuestro festival de

Ridvan, y el �nico d�a en que los Bahá'ís pueden elegir su Asamblea Espiritual. Si

una Asamblea no es elegida dentro de las 24 horas entre la puesta del sol del 20 de

Abril y la puesta del sol del 21, entonces un a�o entero deber� pasar hasta el 21 de

Abril del pr�ximo a�o, cuando el. d�a de la elecci�n vuelva otra vez.

2. Solamente los Bahá'ís que tienen 21 a�os de edad o mayores de 21 a�os,

pueden votar y ser elegidos para la Asamblea Espiritual. Si, por ejemplo, entre los

sesenta Bahá'ís que viven en Cerro Grande, hay 35 hombres y mujeres que tienen 21

a�os o m�s, solamente �stos 35 pueden votar por su Asamblea; y los miembros que

ellos eligen para su Asamblea, deber�n ser de entre estos 35 hombres y mujeres.

3. Cada persona quien vota, debe escribir los nombres de las nueve personas a

quien �l o ella consideran los m�s dignos para ser elegidos en la Asamblea

Espiritual. Un voto no es v�lido si m�s o menos de nueve nombres han sido

mencionados.

4 Ninguna persona deber�a ser elegida en la Asamblea Espiritual debido a su

opulencia o nombre en la comunidad, o porque ellos se hayan mostrado generosos

con nosotros de alguna manera, y que por esto nosotros deseamos compensarlos,

pero s�, por su sinceridad y devoci�n a la Causa de Dios y por su habilidad en servir

a la Fe. Cada Bahá'í apto para votar debe considerar el car�cter y cualidades

espirituales de los hombres y mujeres dentro de su comunidad como tambi�n deber�

orar a Dios a fin de que El pueda ser guiado a nombrar las personas adecuadas para

la Asamblea.

5 Ning�n Bahá'í le es permitido recomendar cualquier persona como meritoria

para ser miembro de la Asamblea Espiritual, no importa lo buena que sea una

persona. Bahá'u'lláh nos ha prohibido candidatizar cualquier individuo o tratar de

dirigir la atenci�n de cualquier persona hacia alguien en particular, sea antes o

durante la elecci�n. Nadie en la comunidad Bahá'í deber� conocer a qui�n la otra

persona ha elegido o tiene intenci�n de elegir en su papeleta de votaci�n. A�n

marido y mujer, o los amigos m�s �ntimos, no pueden consultar entre s� sobre qui�n

deber�an escoger Cada Bahá'í debe buscar la asistencia de Dios a solas, y hacer su

propia decisi�n en este asunto sin ser influenciado por las opiniones de los dem�s.

Solamente un Bahá'í que no puede escribir est� permitido pedir a una persona de

confianza que le escriba los nombres de las personas que �l o ella dicte.

Teniendo en mente todos estos puntos, los Bahá'ís de Cerro Grande proceder�n a

elegir los miembros de su Asamblea Espiritual para ese a�o. Si est�n reunidos en un

lugar para dar su voto, comenzar�n su reuni�n con oraciones, pidiendo a Dios que

los ayude Y bendiga en su sagrada tarea. Luego, las papeletas ser�n recogidas, y

unos pocos Bahá'ís ser�n solicitados para contar los votos. Una persona leer� los

nombres escritos en cada hoja de papel, mientras dos o tres escribir�n

cuidadosamente el n�mero de votos recibidos por cada individuo. Los nueve Bahais

quienes han conseguido la mayor�a de votos, son los electos como los miembros de

la Asamblea Espiritual Local para ese a�o.

Y as�, los Bahá'ís de Cerro Grande, como los dem�s creyentes dentro de los miles

de otras aldeas, pueblos y ciudades del Este y del Oeste, ser�n benditos con una

Asamblea Espiritual que servir� a la comunidad de ellos hasta el primer d�a del

Ridvan del pr�ximo a�o, cuando el proceso de elecci�n se repite una vez m�s en

todo el mundo Bahai.
DEBERES DE UNA ASAMBLEA ESPIRITUAL LOCAL

Con relaci�n a las obligaciones de las Asambleas Espirituales, Bahá'u'lláh ha

escrito:

"Les incumbe ser los confiados del Misericordioso entre los hombres, y

considerarse como los guardianes designados por Dios de todos los que

habitan en la tierra. Les incumbe tomar consejo juntos y velar por los

intereses de los siervos de Dios, por amor a El, de la misma manera como

consideran sus propios intereses, y escoger lo que es honroso y

conveniente. Esto es lo que el Se�or, vuestro Dios, os ha ordenado.

Guardaos de descuidar lo que est� claramente revelado en Su Tablilla.

Temed a Dios,

La Asamblea Espiritual de cada aldea o pueblo debe, por lo tanto, cuidar de los

intereses de los Bahá'ís de esa localidad.

El trabajo m�s importante de cada Asamblea Espiritual es ayudar a los Bahá'ís a

ense�ar la Causa de Dios. El Mensaje de Bahá'u'lláh es la fuente de bendiciones

para toda la humanidad, y nuestras Asambleas Espirituales deben transformarse en

canales a trav�s de los cuales esta gran bendici�n debe llegar a la gente en todas las

partes del mundo.

Cuando se haya formado su Asamblea Espiritual, aseg�rense que se trate el

asunto de la ense�anza como su m�s importante tarea.

Otro importante deber de una Asamblea Espiritual es tratar de promover la

hermandad y amor entre los creyentes. Una Asamblea Espiritual deber� crear una

atm�sfera afectuosa de unidad entre los Bahá'ís; debe velar que todos sean felices

en esa comunidad. Si existe cualquier diferencia entre los amigos, es obligaci�n de

la Asamblea Espiritual tomar pasos para que �sta desaparezca. Cada Asamblea

Espiritual deber� actuar como un sabio y cari�oso padre para los Bahá'ís de su

propia localidad.

Escribiendo sobre las obligaciones de las Asambleas Espirituales, el Guardi�n

dice: "Ellas deber�n hacer el mayor esfuerzo posible para extender, en todo

tiempo, la mano de ayuda a los pobres, los enfermos, los incapacitados, los

hu�rfanos, las viudas, sin distinci�n de color, casta y credo".

Cada Asamblea Espiritual debe tener su propio Fondo. Veremos c�mo este fondo

ser� recolectado por la contribuci�n voluntaria de los amigos, y como ser� utilizado

para los intereses de la Causa y de la Comunidad.

Si los Bahá'ís enriquecen los Fondos de sus Asambleas, las Asambleas podr�n,

a su vez, ayudarle cuando ellos est�n en necesidad de asistencia.

La educaci�n de los ni�os y j�venes Bahá'ís es otra responsabilidad de nuestras

Asambleas Espirituales. En las palabras del amado Guardi�n, ellas "deben

promover por todos los medios a su alcance, la instrucci�n tanto material como

espiritual de la juventud, la educaci�n de los ni�os; establecer, cuando sea

posible, instituciones educacionales Bahá'ís, organizar y supervisar el trabajo

de �stas y proveer las mejores medidas�

Otra obligaci�n importante de la Asamblea Espiritual, de acuerdo con el Guardi�n,

es que "ellas deben hacer los arreglos para las reuniones regulares de los

amigos, las fiestas y los aniversarios, as� como tambi�n para reuniones

especiales cuya finalidad es servir y promover los intereses sociales,

intelectuales, y espirituales de sus semejantes".

Lo que hemos mencionado arriba son algunas de las funciones importantes de

cada Asamblea Espiritual Local. Los miembros de la Asamblea Espiritual deben tener

mucho cuidado de no faltar en el cumplimiento de sus responsabilidades. Ellos deben

recordar siempre estas palabras de Bahá'u'lláh:

"Les incumbe ser los fideicomisarios del Misericordioso entre los hombres

... y velar por los intereses de los siervos de Dios, por amor a El".

LOS OFICIALES DE LA ASAMBLEA ESPIRITUAL

Los miembros de la Asamblea Espiritual son aquellos nueve Bahá'ís quienes

recibieron m�s votos que los dem�s en cada comunidad en el d�a de elecciones. La

primera cosa que los miembros de una Asamblea deben hacer despu�s de sus

elecciones, es reunirse en su primera sesi�n. De entre los nueve miembros elegidos,

el que ha recibido m�s votos que los ocho restantes debe convocar la primera

reuni�n tan pronto como sea posible.

Deben empezar la reuni�n con oraciones, y rogar a Dios para que los ayude en la

promoci�n de Su Causa y servicio a la comunidad que los ha escogido. Despu�s de

eso, ellos deben elegir los oficiales de la Asamblea Espiritual para ese a�o.

Cada Asamblea Espiritual debe tener un Coordinador, un Vice-Coordinador, un

Secretario y un Tesorero. Esto es muy necesario y facilita el trabajo de la Asamblea.

El trabajo del Coordinador es el de dirigir las sesiones y ayudar a la Asamblea a

llegar a alguna decisi�n. Si los miembros solamente se re�nen para conversar y

dispersarse, ellos no pueden ser de utilidad alguna para la Asamblea. El Coordinador

pide las opiniones de todos los miembros en todos los asuntos que van a ser

discutidos, luego somete el asunto a votaci�n y asegura que la Asamblea llegue a

tomar una decisi�n sobre los varios puntos que se han tratado. En el cap�tulo sobre

La Consulta leeremos m�s acerca de esto.

El Vice-Coordinador dirige las reuniones de la Asamblea cuando el Coordinador

est� imposibilitado de asistir, por ejemplo, en el caso de enfermedad.

El Secretario es quien lleva un registro de todo el trabajo de la Asamblea, de todo

lo que se va a hacer, tambi�n de todo lo que ha sido realizado. El Secretario escribe

todas las cartas que tienen que ser enviadas a individuos, a otras Asambleas

Locales, o a la Asamblea Espiritual Nacional. Es a trav�s del Secretario que toda

Asamblea Local se mantiene en contacto con el resto del Mundo Baha'i.

El Tesorero est� a cargo del Fondo de la Asamblea. El extiende recibos a todos

los que contribuyen al Fondo y paga de esta suma todos los gastos autorizados por

la Asamblea Espiritual en cada reuni�n.

Cuando se eligen los oficiales de la Asamblea, los miembros deben observar los

m�ritos de cada persona y ver cu�l de entre ellos es m�s capacitado para ejecutar las

obligaciones asignadas para estos diferentes oficiales. Los mismos principios que

han sido tomados en consideraci�n al elegir los miembros de la Asamblea, deber�an

ser aplicados al elegir sus oficiales. Esta elecci�n, por lo tanto, debe tambi�n ser

llevada a cabo por voto secreto y sin ninguna clase de propaganda. Nadie debe ser

elegido o elegida por su posici�n social. Si, por ejemplo, entre los miembros de la

Asamblea, hay una persona mayor quien es respetada en la Comunidad, debido a su

edad, esto no es raz�n por la que debe ser electo como Coordinador de la Asamblea

Espiritual, a menos que �l sea el m�s capacitado para cumplir esta obligaci�n. Lo

mismo se aplica a una persona cuya riqueza le coloca en una alta posici�n social.

Por otra parte, nosotros debemos recordar tambi�n que los oficiales de la

Asamblea Espiritual no tienen posici�n especial en la Comunidad. El Coordinador,

por ejemplo, no es el l�der de la Comunidad o la persona m�s respetada. Su situaci�n

de �l o de ella, fuera de la Asamblea Espiritual, es la misma que la de cualquier otro

miembro de la Comunidad y tan pronto como la reuni�n de la Asamblea termina, �l o

ella no tiene m�s derechos en la Comunidad que cualquier otro Baha'i.

Para hacerlo m�s claro este asunto, pensemos en la gente de una aldea que

necesita agua pura para beber y decide perforar un pozo. El dirigente en esa aldea,

aunque sea respetado en toda forma, muy bien puede no tener conocimiento acerca

de c�mo debe proceder para perforar el pozo, mientras que un joven, sin ninguna

posici�n especial en la aldea, puede haber tenido much�sima experiencia en este

trabajo. �A cu�l de estos hombres los aldeanos deber�an escoger para conducir este

trabajo? Es el joven a quien se confiar� este trabajo, y el caudillo de la aldea podr�a

ser el primero en escogerlo para este prop�sito. Y, mientras se trabaja en el pozo,

todos los aldeanos, incluido el caudillo, aceptar�n la conducci�n del joven que ellos

mismos han escogido como supervisor para este trabajo. Esto no significa, por

supuesto, que el hombre joven se convertir� en el l�der de la aldea para todo asunto,

o que el caudillo vaya a perder su posici�n en la Comunidad. Pero si, este esp�ritu de

cooperaci�n va a beneficiar a todos en esa aldea.

Es dentro de este esp�ritu de cooperaci�n generosa y de armon�a que los Bahá'ís

eligen su Asamblea Espiritual y la Asamblea Espiritual sus oficiales.

El amado Guardi�n escribi� que los miembros de una Asamblea Espiritual "deben

realizar su labor con extrema humildad, y hacer todo lo posible, por su mente abierta,

su alto sentido de justicia y responsabilidad, su candor, su modestia, su entera

devoci�n para el bienestar e inter�s de los amigos, la Causa y la humanidad, para

ganarse no solamente la confianza y el genuino apoyo y respeto de todos a quienes

ellos sirven, sino tambi�n, su estimaci�n y afecto reales. . . "

LA ASAMBLEA ESPIRITUAL EN FUNCI�N - I

Supongamos que en la aldea de Cerro Grande se ha elegido una Asamblea

Espiritual, y que Manuel tiene m�s votos que ning�n otro de los ocho miembros.

�Qu� sucede a continuaci�n? Manuel invita a todos los otros miembros a que se

re�nan a una hora especial en un lugar se�alado con anticipaci�n, para as� tener su

primera sesi�n. Deciden reunirse una hora despu�s de la puesta del sol del 22 de

Abril, el segundo d�a de la Fiesta de Ridvan; y el lugar es la plaza central del pueblo.

Les seguiremos para ver lo que ellos har�n.

Manuel llega a la reuni�n un poco antes del tiempo se�alado. Ha tra�do su l�mpara

en caso de que la sesi�n se prolongue hasta la noche. Los otros miembros empiezan

a llegar de sus trabajos en el campo. Se saludan y van a la fuente del pueblo y se

lavan. Despu�s de haberse refrescado y hecho una limpieza, se re�nen en una

plataforma en la plaza del pueblo. justamente una hora despu�s de la puesta del sol,

Manuel comunica que la Asamblea iniciar� sus funciones.

En primer t�rmino, ciertas oraciones son elevadas por dos o tres miembros de la

Asamblea, y eso da a la reuni�n una magn�fica atm�sfera espiritual. Entonces Manuel

dice que se debe elegir un Coordinador de la Asamblea. Hace pedazos una hoja de

papel y da a cada uno de los miembros un pedazo, les pide que escriban el nombre

de la persona a quien ellos la consideran la m�s capaz para ejercer el cargo de

Coordinador en la Asamblea.

Los Bahá'ís de Cerro Grande son todav�a nuevos en la Fe. Cinco de los miembros

de la Asamblea no saben escribir; as� es que Manuel pide a un miembro que vaya a

cada uno de estos miembros y les escriba el nombre que ellos deseen para

Coordinador. Las nueve balotas son colectadas y mezcladas de tal manera que nadie

puede saber a quien pertenecen. Luego Manuel pide a dos de los miembros que le

ayuden a contar los votos. Mientras el mismo se encarga de leerlos en voz alta uno

por uno. Los dos ayudantes hacen una lista de los nombres de los candidatos y luego

cuentan el n�mero de votos que cada uno ha recibido, para ver quien tiene el mayor

n�mero de votos.

Ricardo ha recibido cinco votos, Manuel tres votos y Rafael un voto. Por lo tanto,

Ricardo es elegido como el Coordinador de la Asamblea. Si es que nadie ha recibido

m�s de cuatro votos, entonces habr� que repetir la elecci�n, puesto que los oficiales

de la Asamblea deben obtener por lo menos cinco votos cada uno para salir electos;

y cuando nadie recibe esta cantidad, la elecci�n debe ser repetida hasta que alguien

obtenga el n�mero requerido de votos.

Ahora que Ricardo ha sido escogido para desempe�ar el puesto de Coordinador,

es su obligaci�n el de supervisar la elecci�n del resto de los Oficiales de la

Asamblea. Luego de agradecer a Manuel por su participaci�n, Ricardo prosigue a dar

papeletas a los miembros para que voten por el Vice-Coordinador. El mismo

procedimiento que se utiliz� antes, se repite para elegir a los oficiales de la

Asamblea.

Como resultado de la elecci�n, la Sra. Ani�a ha sido elegida como Vice-

Coordinador, Manuel como Secretario y Le�n como el Tesorero de la Asamblea

Espiritual Local de Cerro Grande.

El Coordinador entonces pide al Secretario que haga las actas sobre lo que se ha

hablado en la primera sesi�n de la Asamblea.

Como ya es bastante tarde, uno de los miembros sugiere que se levante la

sesi�n y que sea continuada el d�a siguiente. Todos est�n de acuerdo con esta

Sugerencia y deciden que su siguiente sesi�n ser� el pr�ximo d�a a la misma hora,

en el mismo lugar. La sesi�n se cierra con una oraci�n, como todas las reuniones

Bahá'ís deben terminarse, y los miembros de la Asamblea se van a sus casas.

Leeremos sobre la siguiente reuni�n en las p�ginas posteriores.

LA CONSULTA

La Administraci�n Bahá'í funciona a trav�s de la Consulta. La consulta es aplicada

al trabajo Bahá'í en la Fiesta de Diecinueve D�as, en la Asamblea Espiritual Local, la

Convenci�n, la Asamblea Espiritual Nacional y en nuestras reuniones de comit�s y

conferencias. El Guardi�n nos dice que hay que recordar dos cosas importantes

cuando estamos en consulta en las reuniones Bahá'ís, la veracidad y la franqueza.

Cuando nos congregamos en una reuni�n Bahá'í debemos siempre recordar que

Bahá'u'lláh est� con nosotros en esp�ritu. Esto crea una maravillosa atm�sfera

espiritual que nos ayuda mucho en nuestra consulta. Si es que sentimos la Presencia

de Bahá'u'lláh en nuestras reuniones, trataremos de ser siempre dignos siervos de

Su Causa, sea que estemos sirviendo en una Asamblea, en un Comit� o en una

Fiesta de Diecinueve D�as. Haremos todo esfuerzo para eliminar motivos ego�stas o

comentarios injustos cuando participamos en la consulta; no debe haber ning�n rasgo

de insinceridad en nuestras discusiones, y nada que no sea la verdad debe ser

expresada, ya que Bahá'u'lláh ha dicho:

"�Oh Negligentes! No imagin�is que los secretos de vuestros corazones

han quedado ocultos, no tened certeza de que, grabados con muy claros

caracteres, abiertamente se hallan manifiestos ante la Santa Presencia".

En la consulta Baha'i, todos deben expresar su punto de vista con libertad

absoluta. Deben pensar solamente en los intereses de la Causa, y olvidarse de sus

relaciones personales con otros individuo. Por ejemplo, si un padre e hijo son

miembros de una Asamblea, cuando la consulta se lleva a cabo, o en caso de que

una votaci�n sea necesaria, el hijo no debe considerar que es una obligaci�n estar

de acuerdo con su padre. A pesar de que los Bahá'ís tienen como obligaci�n

demostrar el m�s grande respeto hacia sus padres, cuando est�n participando en la

consulta Baha'i, deben recordar que ellos son solamente responsables ante

Bahá'u'lláh Quien est� presente en sus reuniones y Cuya Causa ellos sirven, y no

deben dejar que los sentimientos personales interfieran con los intereses de la Fe.

Por lo tanto, si el hijo piensa que el criterio de su padre est� errado, es su deber

hacerlo saber, y el padre no debe esperar que su hijo act�e de otra manera, ya que �l

sabe que ambos han venido a la sesi�n a fin de servir la Causa con honestidad

absoluta, y no a complacerse mutuamente en sus modos de pensar.

Cuid�monos de que el resentimiento personal, mezquino, no se adentre en

nuestros corazones en tiempo de la consulta e influencia nuestro criterio. Si, por

ejemplo, alg�n amigo m�o no me ha atendido cuando le he pedido que haga algo por

m�, debo tener mucho cuidado que este incidente no introduzca el prejuicio en mi

punto de vista, influy�ndome en contra de alguna buena sugerencia que esa persona

pueda hacer. Aqu�, tambi�n, debo recordar que Bahá'u'lláh est� presente, y no dejar

que nada se interponga en el camino del servicio a Su Causa. Cuando los Bahá'ís se

re�nen en una sesi�n, deben trabajar como "los dedos de una sola mano" y como

"las gotas de un solo oc�ano".

No debemos insistir en nuestros puntos de vista, o tratar de imponer nuestros

deseos sobre los dem�s. Todos hemos visto como dos ni�os peque�os se pelean,

cada uno insiste que �l est� en lo correcto y que el otro est� errado. Ellos pueden

seguir peleando de esta manera por un largo tiempo sin conseguir nada, pero cuando

su padre viene, sus voces alteradas bajan de tono ya que le deben amor y respeto, y

pronto su problema se resuelve en su presencia. Si es que entendemos que

Bahá'u'lláh est� con nosotros en cada reuni�n, nunca actuaremos de manera

irrespetuosa en Su Presencia.

A pesar de que cada Bahá'í es libre de expresar su opini�n en la consulta, la

decisi�n a la que se llega depende de los puntos de vista de la mayor�a de los

miembros. Una vez que la decisi�n ha sido tomada, todo Bahá'í debe respetarla,

incluyendo a aquellos que han tenido criterios diferentes. Supongamos que Roberto

es miembro de la Asamblea Espiritual, y sugiere que la reuni�n para la Fiesta del 12

de Ridvan sea realizada el 2 de Mayo por la ma�ana. La mayor�a de los miembros

votan por la moci�n que dice que deben reunirse el d�a 1 de Mayo por la noche.

Ahora bien, Roberto puede haber tenido muy buenas razones para su sugerencia,

pero una vez que la Asamblea ha votado en contra de. ella, Roberto debe dejar a un

lado su punto de vista, y aceptar la decisi�n de la Asamblea de todo coraz�n, y tratar

de ayudar de la mejor manera en los arreglos que fueren necesarios para la reuni�n

del d�a se�alado por la noche.
'Abdu�l-Bahá ha dicho:

"En este d�a las Asambleas para consulta son de extraordinaria

importancia y una necesidad vital. La obediencia a ellas es esencial y

obligatoria. Sus miembros deben reunirse en consejo en tal forma que no se

presente ocasi�n para animadversi�n o discordia. Esto se puede lograr

cuando cada miembro exprese con absoluta libertad su propia opini�n y de a

conocer su argumento. Si alguien se opone, no debe sentirse herido ya que

hasta que se discutan plenamente los problemas no puede ser revelado el

recto sendero. La chispa brillante de la verdad salta solamente despu�s del

choque de opiniones diferentes. Si despu�s de la discusi�n se aprueba en

forma un�nime una decisi�n, est� muy bien; pero si, �proh�balo Dios!, se

presentan diferencias de opini�n, debe prevalecer la voz de la mayor�a".

Las diferentes opiniones ofrecidas por los miembros de una Asamblea son como

los diferentes ingredientes que se pone a un estofado delicioso. Cuando queremos

hacer un buen estofado, mezclamos una cantidad de cosas y lo cocinamos hasta que

est� bien cocido. Es delicioso solamente cuando los ingredientes est�n bien

combinados, ya que cada uno contribuye al sabor del estofado. Pero si probamos

esos ingredientes por separado, nunca sabr�n tan bien como el estofado completo.

De igual manera, cada individuo ofrece su opini�n en las reuniones Bahá'ís y

contribuye con algo hacia la decisi�n final que se tomar�. Pero la decisi�n en s�

misma no es la opini�n de una sola persona. Es la decisi�n de una Asamblea y el

resultado es derivado de las opiniones de todos los miembros.

En la siguiente tablilla, 'Abdu�l-Bahá nos demuestra claramente la manera que los

Bahá'ís deben consultarse. Leamos esto con mucho cuidado y sig�moslo en nuestras

reuniones.

"Los requisitos primordiales para aquellos que se re�nen en consejo son

pureza de intenci�n, esp�ritu radiante, desprendimiento de todo lo que no

sea Dios, atracci�n a Su Fragancia Divina, humildad y modestia entre Sus

amados, paciencia y resignaci�n en momentos de dificultad y servidumbre

ante su exaltado Umbral. Si por gracia recibieran ayuda para alcanzar estos

atributos, la victoria les ser� conferida desde el Reino invisible de Abha ...

"La primera condici�n es armon�a y amor absolutos entre los miembros de

la Asamblea. Deben mostrarse totalmente libres de distanciamiento y deben

manifestar en s� mismos la Unidad de Dios, por cuanto ellos son las olas de

un solo mar, las gotas de un solo r�o, las estrellas de un solo firmamento, los

rayos de un mismo sol, los �rboles de un mismo huerto, las flores de un

mismo jard�n. Si no existieran armon�a de pensamiento y unidad absoluta,

esa reuni�n seria dispersada y dicha Asamblea reducida a la nada. La

segunda condici�n: ellos deben volver sus rostros, cuando se re�nen, hacia

el Reino en lo Alto y pedir ayuda del Reino de Gloria. Deben proceder

entonces con la mayor devoci�n, cortes�a, dignidad, cuidado y moderaci�n

cuando expresen sus puntos de vista. En cada caso deben investigar la

verdad y no insistir en sus propias opiniones, ya que la terquedad y

persistencia en el propio parecer llevar� en �ltimo t�rmino a la discordia y

disputa y la verdad quedar� oculta. Los honorables miembros deben

expresar sus propios pensamientos con absoluta libertad y no es permisible

en caso alguno despreciar el pensamiento de otro; no, deben exponer la

verdad con moderaci�n y si surgen divergencias de opini�n, la voz de la

mayor�a debe prevalecer y todos deben obedecer y someterse a la mayor�a.

Adem�s, no es permitido que ninguno de los honorables miembros objete o

censure, ya sea dentro o fuera de la reuni�n cualquier decisi�n a que se haya

llegado previamente, a�n cuando esa decisi�n no sea correcta, porque tales

criticas impedir�n aplicar cualquier decisi�n. En resumen, cualquier cosa

que se resuelva en armon�a y con amor y pureza de intenci�n, su resultado

es luz y si prevaleciera la m�s m�nima se�al de alejamiento el resultado ser�

oscuridad de oscuridades.

�Si esto se considera en esta forma, aquella Asamblea ser� de Dios, de lo

contrario traer� enfriamiento y distanciamiento, lo que proviene del Malvado.

Las discusiones se deben limitar a asuntos espirituales relacionados con el

entrenamiento de las almas, la instrucci�n de los ni�os, la ayuda a los

pobres, el socorro a los d�biles en todas las clases del mundo, la bondad

hacia todos los pueblos, la difusi�n de las fragancias de Dios y la exaltaci�n

de Su Palabra Sagrada. Si ellos tratan de cumplir con estas condiciones les

ser� conferida la Gracia del Esp�ritu Santo aquella Asamblea llegar� a ser el

centro de las Divinas bendiciones, las huestes de la confirmaci�n Divina

vendr�n en su ayuda y d�a a d�a recibir�n una nueva efusi�n de Esp�ritu"

LA ASAMBLEA EN FUNCI�N - II

Los nueve miembros de la Asamblea Espiritual de Cerro Grande se volvieron a

reunir el 23 de Abril. El Coordinador pidi� que algunos de los miembros dijeran unas

oraciones. Estas fueron oraciones reveladas por Bahá'u'lláh y 'Abdu�l-Baha, algunas

de ellas espec�ficamente para el prop�sito de ser le�das en las reuniones. Despu�s

de las oraciones, el Coordinador pidi� al Secretario que leyera las actas de la reuni�n

anterior preparadas a base de las notas que hab�a tomado. Esto fue lo que el

Secretario ley�:

"La primera reuni�n de la Asamblea Espiritual de Cerro Grande se llev� a cabo

el 23 de Abril, una hora despu�s de la puesta del sol.

"Las oraciones iniciales fueron le�das y el Sr. Manuel dirigi� la primera parte de

la reuni�n. La elecci�n del Coordinador se llev� a cabo, saliendo electo Ricardo.

Manuel lo invit� a dirigir al resto de la reuni�n. La elecci�n de oficiales de la

Asamblea se efectu� a continuaci�n, y los siguientes miembros fueron elegidos:

Sra. Anita, Vice-Coordinadora; Sr. Le�n, Tesorero; y Manuel, Secretario.

"Se decidi� que la pr�xima reuni�n de la Asamblea se llevar�a a cabo el 23 de

Abril. La reuni�n se cerr� con una oraci�n final, tres horas despu�s de la puesta

del sol�.

Cuando el Secretario termin� la lectura de las actas de la �ltima reuni�n, el

Coordinador pregunt� a los otros miembros si las a probaban de acuerdo en

aprobarlas, y Manuel anot� que las actas de la �ltima reuni�n fueron le�das y

aprobadas.

A continuaci�n el Coordinador anunci� que como el motivo principal de cada

Asamblea Espiritual era divulgar el Mensaje de Dios, les gustar�a tratar este t�pico en

su reuni�n.

A continuaci�n el Coordinador invit� a cada miembro a que expresara sus ideas

sobre el asunto. Cuando todos hubiesen expresado sus puntos de vista, el

Coordinador las resumi� de esta manera:

1 - Nosotros mismos necesitamos saber m�s acerca de la Causa.

2 - Necesitamos literatura.
3 - Necesitamos Fondos.

4 - Debemos empezar actividades de ense�anza en los pueblos vecinos.

Seguidamente ellos tomaron estos asuntos uno por uno. Uno de los miembros

sugiri� que se comunicara a la comunidad acerca de esta importante tarea y se viera

si alguien pudiera participar en la campa�a de ense�anza que se iba a iniciar. Otro

miembro sugiri� que se deber�an tener reuniones semanales con el objeto de conocer

m�s acerca de la Causa. Se podr�an utilizar las reuniones de los s�bados con este

prop�sito. El sugiri� pedir a Germ�n quien era profesor de una escuela Bahá'í del

pueblo vecino, que dirigiera las clases.

El Coordinador pidi� que secundaran la proposici�n. Luis la secund�. Despu�s de

una peque�a discusi�n, el Coordinador puso la sugerencia a votaci�n. Anunci� que

aquellos quienes estaban en favor de llamar a Germ�n del pueblo Los Pinos para la

direcci�n de las clases del S�bado, que deber�an levantar la mano.

Siete miembros levantaron la mano. Los otros dos miembros, Felipe y Ricardo,

quienes pensaron que Germ�n no podr� venir de tal distancia, no estuvieron de

acuerdo con la proposici�n y no levantaron la mano.

El Coordinador anunci� que la proposici�n se llevaba a cabo y pidi� al Secretario

que lo anotara en Actas. El Coordinador anunci� que Germ�n el profesor, tiene que

viajar en bus para llegar al pueblo y que tendr�a que dejar el trabajo de pocas horas

que estaba realizando por las noches en su pueblo. Por lo tanto, un fondo tendr�a

que ser creado para ayudar a Germ�n a llegar a Cerro Grande y dirigir las clases. El

Coordinador pregunt� lo que se pensaba de esto. Felipe dijo, "Nosotros los miembros

de la Asamblea debemos ser el ejemplo de devoci�n a nuestra Fe para el resto de la

Comunidad. Yo prometo pagar un d�a de mi suelo todos los meses para el Fondo.

Tendr� gusto de ofrecerlo a la Asamblea"

Esto content� a todos los miembros y le felicitaron a Felipe por su donaci�n

generosa a la Comunidad. Se alegraron de manera especial porque aunque Felipe

originalmente no vot� por la proposici�n, una vez aprobada por la AEL, el le dio su

apoyo. Cuando una Asamblea toma una resoluci�n, estando de acuerdo o no,

debemos aceptarla y respetar el voto de la mayor�a. Los otros miembros de la A.E.L

tambi�n contribuyeron con dinero. Sus nombres y las cantidades prometidas por ellos

fueron anotados por el Secretario. El Tesorero tambi�n hizo nota de estas

contribuciones y anunci� que 6 pesos por mes eran prometidas por los miembros de

la Asamblea para el Fondo. Se decidi� anunciarlo a la Comunidad en la Fiesta de

Diecinueve D�as a celebrarse el 28 de Abril (Fiesta de la Belleza) ; y pedir a los

amigos a cooperar en este asunto.

El Coordinador luego present� la cuesti�n de la literatura requerida para las

actividades de ense�anza. Despu�s de la consulta, la Asamblea decidi� que deb�an

solicitar la ayuda de la A.E.N. en este asunto.

Despu�s de llegar a esta conclusi�n, el Coordinador anunci� que el punto que

ahora deb�an discutir, era empezar la difusi�n de la Fe en los pueblos vecinos.

Manuel propuso que cada Domingo deb�an ir en grupos a los pueblos alrededor de

Cerro Grande. Otros miembros tambi�n estuvieron de acuerdo con esta sugerencia.

Otro miembro agreg� que el Domingo ser�a un d�a muy apropiado porque habr� una

clase de estudio los S�bados y as� Germ�n tambi�n podr�a acompa�arles en los

viajes de ense�anzas los domingos.
Manuel, el Secretario, tom� nota de todo esto.

El Coordinador pregunt� si habr�a m�s sugerencias sobre el tema.

Le�n dijo que ser�a una buena idea celebrar reuniones grandes en los D�as

Sagrados y aniversarios especiales e invitar a amigos y parientes no Bahá'ís que

viven en lugares vecinos para asistir.

Esta sugerencia fue secundada, votada, y aprobada por la Asamblea.

Se decidi� comunicar estas sugerencias a la comunidad en la pr�xima Fiesta de

Diecinueve D�as y pedir a los Bahá'ís de Cerro Grande que ayuden a incrementar los

Fondos de la Asamblea y que se ofrezcan a colaborar con las actividades de

ense�anza en los pueblos vecinos.

Al final decidieron que la pr�xima reuni�n de la A.E.L. se llevar� a cabo el 29 de

Abril, un d�a despu�s de la Fiesta de Diecinueve D�as a fin de poder tratar las

sugerencias presentadas a la Asamblea por la comunidad durante la Fiesta.

Despu�s de la oraci�n final, los miembros de la Asamblea fueron a sus hogares

con corazones alegres, y agradecidos a Dios por haberles ayudado a llegar a

decisiones tan vitales para el bien de la comunidad.

Lo que ocurri� en esta reuni�n es una muestra de c�mo una Asamblea Espiritual

deber�a dirigir su trabajo, c�mo deber�a realizar su consulta, y c�mo llegar a

decisiones �tiles. Puede ser que los problemas que se presentan en las diferentes

comunidades no sean iguales; a�n puede ser que sus necesidades no sean iguales.

Cada Asamblea debe considerar cuidadosamente sus deberes y decidir de afrontar

sus tareas de acuerdo con su importancia en cada comunidad.

LA ASAMBLEA ESPIRITUAL EN FUNCI�N - III
EN LA FIESTA DE DIECINUEVE D�AS

Es la Fiesta de Belleza (Jam�l), y los Bahá'ís de Cerro Grande se han reunido

para celebrar su Fiesta de Diecinueve D�as. El Coordinador de la Asamblea dirige

todas las reuniones de la Fiesta de Diecinueve D�as a menos que no le sea posible

asistir, en cuyo caso el Vice-Coordinador le reemplaza. La primera parte de la Fiesta

siempre se dedica a oraciones y lecturas de las Escrituras del B�b, Bahau�ll�h, y

'Abdu�l-Baha. Estas pueden ser le�das por cualquiera de los Bahá'ís presentes en la

reuni�n por solicitud del Coordinador, mientras todos escuchan a las lecturas con

gran cuidado y atenci�n. El n�mero de oraciones y lecturas no deber�an ser mucho

para que las personas no se cansen.

Cuando los Bahá'ís de Cerro Grande terminaron la primera parte del programa, el

Coordinador de su Asamblea Espiritual, Ricardo, pidi� al Secretario Manuel que

leyera el informe de la Asamblea. Manuel inform� a la comunidad acerca de los

resultados de la elecci�n de los oficiales de la Asamblea y de las decisiones de la

Asamblea sobre la iniciaci�n de una campa�a de ense�anza para difundir el Mensaje

de Dios en el �rea vecina. El, tambi�n, inform� a la comunidad de la ayuda que se

necesita para el trabajo de ense�anza y de los fondos que se requieren para invitar a

un instructor para dar conferencias.

Despu�s del informe del Secretario, el Coordinador pidi� a los miembros de la

comunidad que dieran sus sugerencias sobre el asunto, y que indicaran en qu� forma

podr�an ayudar. Cada uno de los Bahá'ís prometi� ayudar en una forma u otra. Uno

dijo que podr�a dar una libra de trigo en cada conferencia, otro dijo que pagar�a el

pasaje de la venida o del regreso del instructor una vez por mes, mientras un tercero

prometi� dedicar un d�a entero semanalmente a las actividades de ense�anza.

Adem�s de estas promesas de cooperaci�n, los Bahá'ís de Cerro Grande llamaron la

atenci�n de su Asamblea a algunos hechos muy importantes que ella no hab�a

considerado. Por ejemplo, adem�s de las clases semanales de estudio y los viajes de

ense�anza, podr�an posiblemente organizarse para dar el Mensaje en las ferias del

pa�s que se realizan de tiempo en tiempo. Los que asisten a estas ferias podr�an,

tambi�n llevar con ellos literatura Bahá'í para distribuirla. Tambi�n se dieron muchas

valiosas sugerencias con el prop�sito de economizar con los fondos, etc. El

Secretario anot� todas estas sugerencias hechas en la Fiesta de Diecinueve D�as,

para presentarlas a la Asamblea Espiritual para su decisi�n en su pr�xima sesi�n.

El Coordinador prometi� que la Asamblea Espiritual considerar�a cuidadosamente

todas las sugerencias dadas y comunicar�a los resultados de sus decisiones a la

comunidad en la pr�xima Fiesta de Diecinueve D�as.

La tercera parte del programa de la Fiesta de Diecinueve D�as es el per�odo social.

Cuatro de las familias Bahá'ís de Cerro Grande hab�an colaborado para proveer un

plato de arroz para servir a todos Un grupo de j�venes que conoc�an unas hermosas

canciones, con permiso del Coordinador, empezaron a cantar, y muchos de los otros

se incorporaron en el coro. Una ni�a Bahá'í recit� un lindo poema que hab�a

memorizado en la escuela y todos estuvieron encantados con la recitaci�n.

El esp�ritu de unidad y alegr�a con que los Bahá'ís de Cerro Grande celebraron su

Fiesta de Diecinueve D�as trajo bendiciones espirituales que todos sintieron.

Salieron de la reuni�n despu�s de la oraci�n final, y llevaron su felicidad con ellos

hasta sus hogares.
ALGUNOS PUNTOS SOBRE LA FIESTA DE DIECINUEVE D�AS

Uno de los deberes de cada Asamblea es el de ver que los amigos de su

localidad observen la Fiesta de Diecinueve D�as. Las Fiestas de Diecinueve D�as son

reuniones a celebrarse cada Diecinueve D�as por los Bahá'ís de cada ciudad o

pueblo. Como esta fiesta est� recomendada por el B�b y ratificada por Bahá'u'lláh,

por lo tanto, es considerada como muy importante.

Pregunta: �Cu�l es el prop�sito de la Fiesta de Diecinueve D�as?

'Abdu�l-Bahá dice que en la Fiesta de Diecinueve D�as

"la gente se re�ne y exteriormente demuestran compa�erismo y amor, a

fin de que los Misterios Divinos puedan llegar a conocerse. El objetivo es la

concordia, para que, por medio de esta camarader�a los corazones lleguen a

ser perfectamente unidos, y la reciprocidad y la cooperaci�n mutua

establecidas".

Pregunta: �Qu� debemos hacer en la Fiesta de Diecinueve D�as?

Esta fiesta es una parte de la Administraci�n Bahá'í y as� como explic� el amado

Guardi�n, el programa de la Fiesta de Diecinueve D�as consiste de tres partes. La

primera parte es un programa devocional. Oraciones y lecturas de las Sagradas

Escrituras pueden ser ofrecidas por unos pocos amigos al comienzo de esta fiesta.

La segunda parte es Administrativa. La Asamblea Espiritual por medio de su

Secretario da un informe de las actividades de la Asamblea y pide a los amigos

Bahá'ís presentes que den sus sugerencias y ofrecimientos para la promoci�n de la

Causa de Bahá'u'lláh. La tercera parte es social. Los amigos puedes cantar. Si es

posible, se sirve un refrigerio sencillo.
Pregunta: �Qui�n invita a la gente a la Fiesta?

En los lugares donde existe una Asamblea, el Secretario invita a los Bahá'ís de

acuerdo con las fechas dadas en el Calendario Bahá'í se�alando el lugar y la hora

de reuni�n. En un lugar donde no hay Asamblea, los Bahá'ís pueden formar un

grupo y elegir a una persona como Secretario del Grupo. Este Secretario recordar�

a la Comunidad Bahá'í de las Fiestas de Diecinueve D�as.

Pregunta: �Qui�n dirige la Fiesta de Diecinueve D�as?

El Coordinador de la Asamblea dirige la Fiesta de Diecinueve D�as tambi�n. El

pedir� a distintas personas que reciten oraciones al comienzo y solicitar� a los

amigos que consulten con la Asamblea durante la segunda parte de la Fiesta de

Diecinueve D�as.
Pregunta: �Qui�n act�a de anfitri�n de la Fiesta?

Generalmente los individuos Bahá'ís toman turnos como anfitriones de las

Fiestas. A veces la Asamblea Espiritual Local realiza la Fiesta con sus propios

fondos. Tambi�n es posible que algunos Bahá'ís colaboren como anfitriones de

una Fiesta. Es preferible que haya alg�n refrigerio en la parte social. Pero esto no

es absolutamente necesario. Bahá'u'lláh dice que el anfitri�n de una Fiesta puede

servir solamente agua simple. La cosa importante en la Fiesta de Diecinueve D�as

es el desarrollo espiritual de los Bahá'ís y el aumento de unidad y armon�a entre

ellos. Deber�a servir, tambi�n para ayudar en el progreso de la Causa en la

localidad en consulta y colaboraci�n con la Asamblea Espiritual.

Citamos a continuaci�n palabras de 'Abdu'I-Bahá que demuestran el esp�ritu que

debe existir en cada reuni�n Baha'i:

"En estas reuniones, conversaciones ajenas al acto deben evitarse

completamente y los asistentes deben limitarse a cantar los versos y leer las

palabras, y asuntos que conciernan a la Causa de Dios, tales como la

explicaci�n de las pruebas, alegando evidencias claras y manifiestas e

investigando las se�ales de la revelaci�n del Amado de las criaturas.

Aquellos que atiendan a las reuniones deben engalanarse con la m�s

perfecta limpieza y dirigirse Al Reino de Abha, y entonces entrar a la reuni�n

con toda humildad y mansedumbre; y mientras se lean las Tablillas debe

haber quietud y silencio; y si uno deseare hablar, debe hacerlo as� con toda

cortes�a, con el asentimiento y permiso de los all� presentes, y hacerlo con

elocuencia y fluidez".

Las fechas en que celebrar las Fiestas son las siguientes:

21 de Mirza Bahá Esplendor
9 de Abril Jal�l Gloria
28 de Abril Jam�l Belleza
17 de Mayo �Azamat Grandeza
5 de Junio N�r Luz
24 de junio Rahmat Misericordia
13 de Julio Kalim�t Palabras
1 de Agosto Kam�l Perfecci�n
20 de Agosto Asm� Nombres
8 de Septiembre �Izzat Fuerza
27 de Septiembre Mash�yyat Voluntad
16 de Octubre 'Ilm Conocimiento
4 de Noviembre Qudrat Poder
23 de Noviembre Qawl Expresi�n
12 de Diciembre Mas�'il Preguntas
31 de Diciembre Sharaf Honor
19 de Enero Sultan Dominio
7 de Febrero Mulk Soberan�a
2 de Mirza �Al� Sublimidad

La Asamblea Espiritual de Cerro Grande se reuni� el d�a despu�s de la Fiesta de

Diecinueve D�as y, una vez le�das y aprobadas las actas de la reuni�n anterior,

consultaron sobre las sugerencias dadas por la comunidad en la Fiesta. Despu�s de

cuidadosa consideraci�n, aprobaron todas las sugerencias menos una.

La Asamblea decidi� invitar a todos los Bahá'ís a un paseo el �ltimo d�a del

Rldv�n a fin de que, en ese d�a, los amigos pudieran saber c�mo iban a ser divididos

en grupos para ir a varios pueblos para realizar actividades de ense�anza. Tres de

los miembros de la Asamblea fueron escogidos para integrarse en un comit� para

arreglar un programa adecuado para la reuni�n que se llevar�a a cabo el �ltimo d�a

del Rldv�n.

Antes de terminar la reuni�n de la Asamblea, hab�a una cosa m�s que atender.

Dos de los miembros hab�an solicitado a la Asamblea que les ayudara a resolver una

dificultad personal que se hab�a presentado entre ellos y sobre la cual no pod�an

llegar a un acuerdo. La Asamblea escuch� lo que cada parte ten�a que decir, y luego

propuso una soluci�n para su problema en un esp�ritu de gran amor y sabidur�a.

Cuando el Secretario de la Asamblea se refiri� a sus notas el d�a siguiente,

escribi� la siguiente carta a la Asamblea Espiritual Nacional:

Secretario Asamblea Espiritual Nacional
Ciudad Capital
Queridos Amigos Bahá'ís:

Nos es grato informarles que, por la gracia de Bahá'u'lláh, hemos formado

nuestra Asamblea Espiritual en Cerro Grande. Ya les hemos enviado los

formularios que Uds. nos pidieron llenar despu�s de la elecci�n, dando los

nombres y direcciones de los miembros y oficiales de la Asamblea.

Como primer paso hemos solicitado al Sr. Germ�n, el instructor Bahá'í de Los

Pinos, que venga a nuestro pueblo todos los s�bados para dirigir clases semanales

de estudio.

Adem�s, se decidi� que cada Domingo algunos de los amigos ir�n en grupos

m�viles a pueblos vecinos para ense�ar la Causa en nuevos lugares.

Hemos formado un Fondo especial en la Asamblea y los amigos han

contribuido, hasta el momento, $ 14.50 y prometieron contribuir la misma cantidad

cada mes. Esta suma se utilizar� para las actividades de ense�anza bajo la

direcci�n de esta Asamblea.

Puesto que requerimos una cantidad suficiente de literatura, les rogamos nos

hagan el favor de enviar a esta Asamblea un n�mero considerable de folletos y

tarjetas para inscribir nuevos miembros.

Esperamos poder comunicarles buenas nuevas sobre el progreso de la Causa

en nuestra pr�xima carta.
�Que Bahau�ll�h nos ayude en Su servicio!
Atentamente,
Manuel Robles
secretario
LA ASAMBLEA ESPIRITUAL NACIONAL

Todas las Asambleas Espirituales Locales en nuestro pa�s est�n unidas por medio

de una Asamblea Espiritual Nacional (A. E. N.).

La Asamblea Espiritual Nacional es un cuerpo que est� elegido por los Bahá'ís del

pa�s en una Convenci�n. Se env�an delegados a esta Convenci�n desde todas las

Asambleas Espirituales Locales de ese pa�s. Se debe tener presente las reglas

acerca de las elecciones Bahá'ís, las cuales se han mencionado previamente,

cuando se va a elegir la Asamblea Espiritual Nacional tambi�n. Una elecci�n, para

los Bahá'ís, es un deber sagrado y adquiere un car�cter espiritual; jam�s se nombra a

candidatos ni se hace propaganda.

El prop�sito de una Asamblea Espiritual Nacional es el de unificar el trabajo hecho

por los Bahá'ís a trav�s del pa�s y de estimularles en sus actividades. Las

comunidades Bahá'ís prestan su cooperaci�n a la A. E. N. por medio de sus

Asambleas Espirituales Locales. La Asamblea Espiritual Nacional se mantiene en

contacto con los Bahá'ís del pa�s por medio de cartas y circulares. Les provee

noticias acerca de las actividades de otros Bahá'ís y del progreso de la Fe a trav�s

del mundo. Tambi�n pide su cooperaci�n e invita a la consulta y sugerencias.

Las circulares de la A. E. N. son le�das por los Secretarios de las Asambleas

Espirituales Locales en las Fiestas de Diecinueve D�as. Si requieren consulta, cada

Bahá'í tiene la libertad para dar sus puntos de vista o una promesa de cooperaci�n.

El resultado de estas Consultas que se realizan en la Fiesta de Diecinueve D�as ser�

enviado a la Asamblea Espiritual Nacional por la Asamblea Espiritual Local de cada

lugar. La A. E. N. tratar� todas estas sugerencias y decidir� sobre cada asunto

despu�s de deliberaciones cuidadosas.

Si no existe una Asamblea Espiritual Local en un lugar, sino solamente un grupo

de Bahá'ís (menos de nueve personas), la A. E. N. se dirige a la persona que ha sido

escogida por el grupo para actuar como Secretario. Cuando hay solamente un Bahá'í

en un lugar, la A. E. N. mantiene correspondencia con �l directamente.

Puesto que la A. E. N. tiene varios deberes que atender, nombra comit�s para

ayudar con este trabajo. Los miembros que han de servir en estos comit�s son

escogidos por la A.E.N. misma, y se da una tarea especial a cada comit�. Si, Por

ejemplo, la A.E.N. de Panam� decide construir una Casa de Adoraci�n en el pa�s,

nombrar�a un comit� especial para atender todos los detalles del trabajo y dar

sugerencias respecto a la construcci�n del Templo. La A.E.N. est� libre para aceptar

las sugerencias del comit�; modificarlas o a�n rechazarlas. La Asamblea Espiritual

Local tambi�n puede elegir comit�s en la misma manera, para que la ayuden, en

caso de estimarlo necesario. Los comit�s nombrados por la Asamblea Nacional o por

la Asamblea Local son directamente responsables a la Asamblea para la cual est�n

trabajando. Las Asambleas Espirituales Locales son responsables a la Asamblea

Espiritual Nacional, y la A.E.N. es la autoridad m�s alta para los Bahá'ís en cada

pa�s.

La Asamblea Espiritual Nacional, al igual que la Asamblea Espiritual Local, elige

un Coordinador, un vice-Coordinador, un Tesorero y un Secretario. Los deberes de

los oficiales en la A.E.N. son los mismos que aquellos de los oficiales de una

Asamblea Espiritual Local pero en una escala nacional.

LA CONVENCI�N

La elecci�n de los miembros de una Asamblea Espiritual Nacional es una elecci�n

indirecta. Esto quiere decir que cada comunidad Bahá'í elige algunos delegados de

su propia localidad, y estos delegados, quienes son representantes de las

Comunidades Bahá'ís a trav�s del pa�s, se re�nen en una Convenci�n en la cual

eligen los miembros de la Asamblea Espiritual Nacional.

El n�mero de delegados que se eligen en cada localidad depende del n�mero de

Bahá'ís en ese lugar. Por ejemplo, si hay cincuenta Bahá'ís en Cerro Grande, puede

ser que se les solicite enviar solamente un delegado a la Convenci�n Nacional,

mientras los Bahá'ís de Bol�var, siendo cien, enviar�n dos delegados, y los Bahá'ís

del Cruce que son trescientos, enviar�n seis. La A.E.N. de cada pa�s asigna el

n�mero de delegados a los varios centros.

Estos delegados a la Convenci�n se re�nen en un lugar, preferiblemente donde

est� situada la sede de la Asamblea Espiritual Nacional, en alg�n tiempo durante los

dias del Ridvan (Abril 21 a Mayo 2). El prop�sito principal de la Convenci�n es el de

elegir los miembros de la Asamblea Espiritual Nacional para ese a�o. Adem�s, los

delegados que vienen de todas partes del pa�s tendr�n una oportunidad de consultar

con la Asamblea Espiritual Nacional y los unos con los otros, acerca del progreso de

la Causa en su pa�s.

Despu�s de iniciar la Convenci�n con oraciones, los miembros deben, primero que

todo, elegir un Coordinador de sus sesiones. El deber del Coordinador, en este caso

tambi�n, es el de ver que la consulta se lleve a cabo en una manera ordenada y con

un esp�ritu Baha'i. Los miembros de la Convenci�n eligen tambi�n un Secretario par

anotar las sugerencias que desean presentar a la Asamblea Espiritual Nacional.

A continuaci�n hay unos puntos importantes que debemos saber acerca de la

Convenci�n:

(1) Los delegados a la Convenci�n deben elegir los miembros de la Asamblea

Espiritual Nacional de entre los Bahá'ís de todo el pa�s. No es necesario que sean

elegidos de entre los delegados a la Convenci�n. Pueden escoger cualesquiera

nueve personas de entre toda la Comunidad Bahá'í del pa�s donde viven.

(2) Los que est�n elegidos como delegados a la Convenci�n no tienen otros

deberes o privilegios m�s que su participaci�n en la Convenci�n y la elecci�n de la

Asamblea Espiritual Nacional. Cuando termina la Convenci�n, se terminan tambi�n

sus deberes como delegados. En otras palabras, una Convenci�n no es un cuerpo

permanente, y no puede haber miembros permanentes cuando la Convenci�n misma

finaliza.

(3) La Convenci�n es un cuerpo consultivo. Sus recomendaciones se pasan a la

Asamblea Espiritual Nacional, y este cuerpo es libre para aceptar o rechazar esas

recomendaciones.

(4) La Convenci�n no tiene supremac�a sobre la Asamblea Espiritual Nacional. La

Asamblea Espiritual Nacional es la m�s alta autoridad en cada pa�s y tiene el control

sobre todas las Asambleas Espirituales Locales e individuos Bahá'ís en ese pa�s.

LA CASA UNIVERSAL DE JUSTICIA

Una de las instituciones �nicas de la Fe Bahá'í es la Casa Universal de Justicia

cuyos miembros est�n elegidos de entre los Bahais de todo el mundo por medio de

sus Asambleas Espirituales Nacionales. Bahau�ll�h nos ha asegurado que El

continuar� guiando a los Bahais por medio de la Casa Universal de Justicia durante

la Dispensaci�n Baha'i.

Bahá'u'lláh nos ha dado las leyes fundamentales y las ense�anzas de Dios para

esta edad, pero El ha dicho que necesitaremos otras leyes tambi�n, las cuales

tendr�n que ser establecidas gradualmente de acuerdo con nuestras necesidades

cambiantes. Estas reglas y disposiciones sociales, dice Bahá'u'lláh, deben ser

establecidas por la Casa Universal de Justicia, la cual estar� siempre bajo la gu�a

infalible de Dios.

Dice 'Abdu�l-Bahá sobre la Casa Universal de Justicia:

"Si est� establecida bajo las condiciones necesarias con miembros

elegidos de entre toda la gente, esa Casa de Justicia estar� bajo la

protecci�n y guardian�a de Dios. Si aquella Casa de Justicia decide por

unanimidad o por mayor�a sobre cualquier cuesti�n no mencionada en el

Libro, aquella decisi�n o mandato estar� protegido contra el error".

Es, por lo tanto, obvio que la Casa Universal de Justicia ser� inspirada en todas

sus decisiones, y cualesquiera reglamentos que establezca, ser�n perfectos para los

requerimientos de la �poca. Pero no debemos pensar que la Casa de Justicia

cambiar� aquellos principios fundamentales que Bahá'u'lláh nos ha dado. Lo que

har� es sentar reglamentos que nos guiar�n a llevar a cabo las leyes de Bahá'u'lláh.

Por ejemplo, uno de los principios de la Fe Bahá'í es que no debe haber extremos de

riqueza ni de pobreza en el mundo. Pero Bahá'u'lláh no nos ha dicho cu�nto

impuesto la gente deber�a pagar. Se deja a la Casa Universal de Justicia la

elaboraci�n de un m�todo de impuestos que permitir� a todos a vivir una vida

confortable, y al mismo tiempo restringir que alguien acumule riquezas innecesarias.

Otro ejemplo es que Bahá'u'lláh ha ordenado que tengamos un idioma universal en

el mundo, pero no ha mencionado cu�l idioma debe ser. Esto, tambi�n, se ha dejado

para que la Casa Universal de Justicia lo decida. Al respecto,

Bahá'u'lláh ha escrito:

�...en Nuestras Ep�stolas, hemos ordenado que los fideicomisarios de la

Casa de Justicia escojan una de las lenguas existentes, u originen una

nueva, y asimismo, adopten una escritura com�n, y las ense�en a los ni�os

en las escuelas del mundo, a fin de que el mundo pueda llegar a ser como

una sola tierra y un solo hogar".

Aunque la Casa Universal de Justicia no puede cambiar cualquier cosa que ha

sido revelada por Bahá'u'lláh, ni alterar cualquiera de las interpretaciones de 'Abdu�l-

Bahá y Shoghi Effendi, s� puede cambiar sus propias decisiones si las circunstancias

lo requieren. Supongamos que la Casa Universal de Justicia, en un per�odo, decide

sobre la cantidad de impuestos que se debe pagar. Esa decisi�n es, sin duda,

perfecta para aquel tiempo, pero puede ser que despu�s de cincuenta a�os ya no

corresponda a las necesidades de la �poca. La Casa Universal de Justicia, por lo

tanto, est� libre para cambiar la decisi�n que hizo en una fecha previa.

'Abdu�l-Baha, en su Voluntad y Testamento, escribi�:

"Todos deben volverse hacia el Libro M�s Sagrado, y todo lo que no est�

anotado expresamente all� debe ser referido a la Casa Universal de Justicia.

Aquello que dicho cuerpo apruebe, ya sea por unanimidad o por mayor�a,

es por cierto la Verdad y el Prop�sito de Dios Mismo. Quienquiera se

desv�e de ello, es en verdad, de aquellos que aman la discordia, muestran

maldad y se apartan del Se�or del Convenio"

La labor de nuestro amado Guardi�n durante 36 a�os de su ministerio, prepar� el

camino para el establecimiento de la Casa Universal de Justicia. El Guardi�n

mencion� que la Casa Universal de Justicia era como la c�pula de un edificio que

necesitaba pilares fuertes para sostenerla. Aquellos pilares, dijo, eran las Asambleas

Espirituales Nacionales del Mundo. Y fue por medio de los esfuerzos incesantes de

nuestro Guardi�n que aquellos pilares se erigieron uno por uno en todas partes de la

tierra. Bajo la gu�a divina del Guardi�n, los Bahais aprendieron c�mo trabajar en

grupos y en Asambleas Locales, y c�mo trabajar juntos en cada pa�s por medio de su

Asamblea Espiritual Nacional. Cuando llegaron a determinado nivel de progreso, �l

les dio el Plan de Diez A�os, el cual ense�� a las Asambleas Espirituales Nacionales

a trabajar juntos en una empresa mundial, y tambi�n ayud� a los Bahais a establecer

los pilares restantes de la Casa Universal de Justicia. Al final del Plan de Diez a�os

en 1963, existieron suficientes Asambleas Espirituales Nacionales a trav�s del

mundo para establecer la Casa Universal de Justicia.

'Abdu�l-Bahá pronostic� que la Casa Universal de Justicia se establecer�a cuando

la Fe Bahá'í se hubiera difundido a todas partes del mundo, y esto tambi�n, se

cumpli� al final del Plan de Diez A�os en Abril 1963.

ALGUNOS PUNTOS IMPORTANTES
SOBRE LA ADMINISTRACI�N Bahai�.
1. Obediencia a las decisiones de la Asamblea.

Una Asamblea Espiritual Bahá'í debe ser considerada por los Bahais como una

instituci�n sagrada porque est� basada en las Ense�anzas de Dios. Debemos, por

lo tanto, obedecer todas las decisiones de la Asamblea. 'Abdu�l-Bahá ha dicho que

El mismo obedecer�a las decisiones de la Asamblea Espiritual a�n si supiera que

algunas de esas decisiones fueran equivocadas. Esto demuestra que al obedecer

a la Asamblea, estamos obedeciendo un Mandato de Dios

2. �Qu� debemos hacer si pensamos que cierta decisi�n tomada por nuestra

Asamblea Espiritual Local no es correcta?

Primero debemos obedecer esa decisi�n porque Dios nos ha mandado que lo

hagamos. Pero podemos apelar a la Asamblea Espiritual Nacional que reconsidere

la decisi�n de nuestra Asamblea Local. Al obedecer nuestras Asambleas Espirituales

Locales y Nacionales, fortalecemos la base de la Administraci�n Baha'i. No podr�a

existir la unidad entre nosotros si cada uno obedeciera solamente algunas de las

decisiones de nuestra Asamblea.

3. �Podr�amos decir que, por el hecho de no gustarnos algunos de los miembros

de la Asamblea, que no deseamos obedecer las decisiones de esa Asamblea?

No. Esta es una actitud muy equivocada. Nuestra lealtad a la Asamblea

Espiritual no depende de nuestra simpat�a o antipat�a hacia sus miembro. Es la

instituci�n hacia la cual somos leales, no importa quienes sean los miembros de

esa Asamblea. La unidad de la comunidad se proteger� solamente si prestamos

nuestro apoyo completo a las instituciones de la Causa, sean quien sean sus

miembros.

4. �Podemos renunciar como miembro de una Asamblea Espiritual?

No. A menos que tengamos una raz�n muy fuerte tal como mala salud continua

o por haber cambiado nuestra residencia a otra ciudad o pueblo. Cuando somos

elegidos como miembros de una Asamblea, debemos recordar que Dios nos ha

dado el privilegio de servir a nuestra comunidad. Nuestra lealtad a las Ense�anzas

de Bahá'u'lláh y nuestro amor por El deber�an alentarnos para aceptar cualquier

responsabilidad en el servicio hacia Su Causa.

5. �Podernos consultar con la Asamblea Espiritual sobre nuestros problemas

personales?

S�, podemos. 'Abdu�l-Bahá ha estimulado a los Bahais a que lleven sus

problemas a la Asamblea Espiritual y consulten sobre sus dificultades. Si, no lo

quiera Dios, se presente alguna diferencia entre dos Bahais, ellos deben pedir a

la Asamblea Espiritual que les ayude a resolver sus problemas, y deben aceptar la

decisi�n de la Asamblea.

6. �Es la Asamblea Espiritual responsable a los Bahais que la han elegido?

No. La Asamblea Espiritual Local es responsable a Dios, y en los asuntos

administrativos, a la Asamblea Espiritual Nacional del pa�s. Cada Asamblea debe

basar sus decisiones en lo que es bueno para la Causa. En cuanto a problemas

que puedan surgir entre miembros de la Comunidad, ella deber�a ser imparcial y

actuar con justicia. No importa c�mo la Comunidad reaccione hacia sus

decisiones, siempre que la Asamblea se haya guiado por la justicia.

7. �Es la autoridad de alg�n Bahá'í m�s alta que la autoridad de una Asamblea

Espiritual?.

No. No existe el liderato individual en la Causa. El ser Coordinador o Secretario

de una Asamblea no da a un individuo derechos especiales. Fuera de la reuni�n

de la Asamblea, los miembros no tienen m�s derechos que cualquier otro Bahá'í

en la Comunidad, y as� como los dem�s, tienen que acatar todas las decisiones de

la Asamblea. Hay una igualdad absoluta de derechos en la Fe Bahai.

LOS TEMPLOS Bahai�S

La Fe Bahá'í es una religi�n universal, por lo tanto el templo Bahá'í es una casa

universal de la adoraci�n a Dios. Cuando los Bahais construyen sus templos, los

dedican a los pueblos del mundo. Cada persona, cualquiera que sea su religi�n,

casta o credo, es bienvenida al templo Baha'i. Las Escrituras Sagradas de todas las

religiones se leen en nuestros templos. En los templos Bahais la gente se re�ne

como miembros de una sola familia bajo un solo techo para adorar a un solo Dios

Todopoderoso.

La estructura de los templos Bahais es en s� misma un s�mbolo de la unidad. Son

edificios de nueve lados. Cada lado tiene una puerta. Todos estas puertas se abren a

un auditorio central bajo una hermosa c�pula. Estas nueve puertas y estructuras de

nueve lados simbolizan las nueve principales religiones del mundo. Expresan la

unidad b�sica de todas las religiones. Cuando estamos en el auditorio central, vemos

por todos los lados las hermosas puertas. No hay una puerta de frente y una puerta

de atr�s en el templo Baha'i. Las puertas en todos los lados se abren, todas reciben

luz y derraman luz sobre el auditorio central donde gente de toda clase se re�ne para

adorar a Dios. Esta es una manera maravillosa de demostrar por medio de un edificio

la igualdad y unidad de las religiones.

Los templos Bahais no son meramente casas de adoraci�n. Son instituciones.

Alrededor de cada uno de estos templos de nueve lados est�n conectados nueve

instituciones humanitarias como una escuela, un orfanato, hospital, etc., por medio de

hermosos caminos y senderos. Todos estos caminos conducen a la Casa de Dios

�No es esto un hermoso arreglo? Lo es, en verdad, y esto es porque 'Abdu�l-Bahá

mismo en sus Tablillas reveladas ha indicado el plan para los Templos Bahais.

Actualmente tenemos cinco Casas de Adoraci�n en los cinco continentes del

mundo. Uno se encuentra en Asia en Ishkabad, Rusia, uno en Wilmette en los

Estados Unidos de Am�rica, uno est� en Kampala, Africa, uno en Sidney, Australia, y

uno en Frankfurt, Alemania en el continente europeo. Estos son llamados los templos

madres de cada Continente porque en el futuro se construir�n numerosos templos en

muchos pa�ses del mundo. Muchos pa�ses ya han adquirido sitios para construir sus

templos. (1)(En 1970 ya se hab�a comenzado la construcci�n del primer templo de

Am�rica Latina situado en la Rep�blica de Panam�.)

EL FONDO Baha'i.

Si Ud. viviera en un pueblo que haya sufrido una inundaci�n, y la casa de alg�n

habitante se hubiera arrastrado dej�ndole a �l y sus hijos sin hogar, y al llegar a

saber Ud. que un n�mero de personas estuvieron ayudando a construir un refugio

para esa familia sin hogar �qu� har�a Ud.? �Dir�a que Ud. est� demasiado pobre

para ayudar, o aportar�a con su parte, por peque�a que fuera, para hacer posible que

esa familia tenga un techo sobre sus cabezas? Cualquier cosa que Ud. tenga para

ofrecer, sea una carreta de piedras o una peque�a suma de dinero, ser� una de

muchas otras donaciones que, al ser juntadas, har�n posible construir un refugio para

la familia que qued� sin hogar.

La raza humana hoy d�a es como una familia sin hogar, la cual se encuentra

atrapada en la tempestad de la guerra y centenares de otras calamidades, y la Fe

Bahá'í es el refugio en que la humanidad puede encontrar paz y felicidad. Los

Bahais del mundo est�n esforz�ndose para construir ese refugio para el g�nero

humano. �No nos acercaremos cada una para ayudar?

Tenernos que establecer las instituciones de la Causa, erigir nuestros Centros y

Casas de Adoraci�n, traducir las ense�anzas de la Fe en todos los idiomas del

mundo, publicar folletos y libros. Y para estas cosas y muchas otras empresas,

necesitamos los medios materiales tanto como ayuda espiritual. Por esta raz�n, cada

Asamblea Espiritual Local y Nacional tiene un Fondo especial al cual los Bahais

podemos contribuir.

Las contribuciones deben hacerse voluntariamente; nadie puede obligarnos a

donar a los fondos si no deseamos hacerlo. Pero la contribuci�n a nuestros fondos es

una obligaci�n espiritual, y un prueba nuestra fe. Ning�n Baha'i, sabiendo la

importancia de esta Causa para la humanidad, puede privarse del privilegio de

ayudar a levantar sus instituciones y llevarla a la atenci�n en un mundo doliente.

La cantidad que damos al Fondo Bahá'í no tiene tanta importancia como el esp�ritu

con que darnos nuestra contribuci�n. Cuando los Bahais decidieron Construir un

Templo en Am�rica, 'Abdu'l-Bahá pidi� a los creyentes del mundo a que

contribuyeran al �l. Hubo una dama inglesa que era muy pobre pero anhelaba dar

algo al Templo. Todo lo que ten�a en el mundo que pod�a vender era su largo y bello

pelo dorado. Aunque significaba un gran sacrificio, cort� su cabellera larga, la vendi�

y contribuy� el dinero al Fondo. En esta manera, ella tambi�n pudo participar en

construir un glorioso Templo.
Nuestro amado Guardi�n dijo:

"Debemos ser como un manantial que est� continuamente vaci�ndose de

todo lo que tiene y est� constantemente llen�ndose de la Fuente Invisible. El

estar continuamente dando para el bien de nuestros semejantes, sin ser

impedidos por el temor a la pobreza y confiados en la generosidad infalible

de la Fuente de toda riqueza y de todo bien, esto es el secreto del buen

vivir".

Cada Asamblea Espiritual debe establecer un Fondo. Los miembros de la

Comunidad deben contribuir de acuerdo con sus posibilidades por su libre albedr�o.

Al dar una parte de lo que Dios nos ha dado, estamos ofreciendo nuestra gratitud a

nuestro Dios benevolente.
Recordemos lo que dijo 'Abdu�l-Baha:

"Oh vosotros, los amigos de Dios: tened por seguro que en lugar de esta

contribuci�n, vuestro comercio, vuestra agricultura e industrias ser�n

bendecidas muchas veces. El que hace una buena acci�n, Dios le

recompensar� diez veces. No hay duda alguna de que el Se�or viviente

ayudar� y confirmar� el alma generosa�.
CAP�TULO VI
ALGUNAS DE LAS LEYES Y OBLIGACIONES
LA LIMPIEZA
Bahá'u'lláh dice en el Libro de Aqdas:

"Sed la esencia de limpieza entre la humanidad ... En toda circunstancia

observad las maneras m�s refinadas ... No dej�is aparecer la menor traza de

desaseo en vuestras vestiduras ... Sumerg�os en agua pura; el agua que ya

ha sido usada est� prohibida ... En verdad, nuestro deseo es ver en vosotros

la manifestaci�n del Para�so en la tierra, para que pod�is difundir aquello que

har� regocijar el coraz�n de los favorecidos".

Este mandamiento de Bahá'u'lláh nos ayuda a comprender la importancia de la

limpieza. Dios quiere que estemos sanos y felices por toda la vida. Si no nos

mantenemos limpios, esto afectar� nuestra salud, y cuando no estamos sanos, no

podemos estar tan felices como debemos ser.

La ciencia ha probado que la mayor�a de las enfermedades en el mundo se deben

a la falta de limpieza. Si comemos la comida con manos sucias, ponemos en peligro a

nuestra salud porque muchas enfermedades entran en nuestros cuerpos de esta

manera. Si tocamos los ojos con manos sucias, tendremos enfermedades del ojo. En

muchos pueblos en el mundo hoy, la gente lava su ropa y platos en agua que no est�

muy limpia. A veces a�n el agua potable est� lejos de ser pura, y esto puede

causarles mucha desgracia en la forma de varias enfermedades.

El guardar a nosotros mismos, a nuestra ropa y a nuestros hogares limpios es muy

importante para nosotros como Bahais porque es un mandamiento de Bahá'u'lláh.

'Abdu�l-Bahá dijo:

"La limpieza externa, aunque es una cosa f�sica, tiene gran influencia

sobre la espiritualidad... El hecho de tener un cuerpo puro y limpio ejerce

mucha influencia en el esp�ritu del hombre"
LA ORACI�N

"Si un amigo siente amor por otro, su deseo es d�rselo a conocer. Aunque

sabe que su amigo comprende que �l lo ama, todav�a desea dec�rselo... Dios

conoce los deseos de todos los corazones, pero el impulso de orar es

natural en el hombre, y emana de su amor a Dios".

'Abdu�l-Bahá dice que la oraci�n es la conversaci�n con Dios. En otra parte El dice:

"Debemos hablar en el idioma del cielo, en el idioma del esp�ritu, pues hay

un idioma del esp�ritu y del coraz�n. Es tan diferente de nuestro propio

lenguaje como el nuestro es diferente del de los animales, que s�lo se

expresan por medio de gritos y sonidos".

"Es el idioma del esp�ritu el que habla a Dios. Cuando estamos en oraci�n,

libres de todo lo externo, y nos dirigimos hacia Dios, es como si en nuestro

coraz�n oy�ramos la voz de Dios. Hablamos sin palabras, nos comunicamos,

conversamos con Dios y o�mos las respuestas... Todos nosotros, cuando

alcanzamos la verdadera condici�n espiritual, podemos o�r la Voz de Dios�

La oraci�n es la alimentaci�n del alma. No podemos llegar a ser fuertes y sanos

del esp�ritu si no oramos. Por consiguiente, la oraci�n es obligatoria en nuestra

religi�n. Bahá'u'lláh en Su M�s Sagrado Libro (Aqdas ) escribe:

"Entona (o recita) las Palabras de Dios cada ma�ana y cada noche. Aquel

que descuidar� esta pr�ctica no ha sido fiel al Convenio de Dios y Su

acuerdo, y aquel que se aparta de ella, es de los que se apartan de Dios.

Teme a Dios, �oh Mi pueblo! No permit�is que la mucha lectura (de la Palabra

Sagrada) o vuestras acciones, de d�a o de noche, os vuelva orgullosos.

Entonar un solo verso con gozo y alegr�a, es mejor para ti que leer sin

cuidado todas las Revelaciones del Dios Omnipotente. Entonad las Tablillas

de Dios en tal forma, que no os sint�is fatigados o deprimidos. No fatigu�is

vuestro esp�ritu hasta dejarlo exhausto y l�nguido; antes bien, procurad

refrescarlo hasta que se eleve en las alas de la Revelaci�n hacia el lugar del

Amanecer de las pruebas. Esto os llevar� m�s cerca de Dios, si sois de los

que comprenden".

De estas sagradas palabras de Bahá'u'lláh comprendemos que las oraciones

Bahais, aunque son obligatorias, no deben ser consideradas como una clase de rito

o ceremonia. Hay en el mundo mucha gente que piensa que por el mero repetir de

algunas palabras que generalmente ellos no comprenden, est�n haciendo una acci�n

meritoria. Algunas personas piensan que si recitan un libro entero de las sagradas

escrituras en un d�a, encontrar�n gracia a la vista de Dios y recibir�n recompensa en

alguna manera.

Miles de personas pasan horas leyendo sus Libros Sagrados en s�nscrito o en

lat�n o en �rabe cuando no comprenden palabra alguna de estos idiomas. Ellos lo

hacen porque suponen que la mera recitaci�n de palabras sagradas les traer� la

salvaci�n, cuando est�n imitando ciegamente lo que hicieron sus antepasados antes

de ellos. En la Fe Bahá'í la adoraci�n s�lo por palabras no es aceptable.

Bahá'u'lláh dice:

"Entonar un solo verso con gozo y alegr�a, es mejor para ti que leer sin

cuidado todas las Revelaciones de Dios Omnipotente�.

El nos advierte

"No fatigu�is vuestro esp�ritu hasta dejarlo exhausto y l�nguido; antes

bien, procurad refrescarlo hasta que se eleve en las alas de la Revelaci�n

hacia el lugar del Amanecer de las pruebas".

Hay centenares de oraciones reveladas por el B�b, Bahá'u'lláh y 'Abdu�l-Baha. Se

anima a los Bahais a leerlas cuando quieran orar. Generalmente las reuniones

Bahais abren y cierran con oraciones. Una persona lee o entona de las Escrituras

Sagradas en la reuni�n mientras los dem�s escuchan y meditan sobre las palabras.

Las oraciones dan mucha inspiraci�n y uno puede experimentar gran gozo y

elevaci�n espiritual cuando las oraciones Bahais est�n recit�ndose. Estas oraciones no

son obligatorias y se deja al criterio de cada individuo recitarlas cuando le guste hacerlo.

Pero los Bahais tienen oraciones obligatorias tambi�n. Bahá'u'lláh ha revelado tres

de tales oraciones. Podemos elegir cualquiera de estas tres oraciones, pero tenemos

que usar una de ellas cada d�a. De estas oraciones, hay una que se debe recitar una

vez cada veinticuatro horas. Se llama la Oraci�n Obligatoria larga. Entonces hay una

oraci�n m�s corta que se debe recitar tres veces al d�a por la ma�ana, a mediod�a y

en la noche. La tercera es una oraci�n muy corta que se debe recitar todos los d�as a

mediod�a.

Se puede encontrar a todas estas oraciones en los libros de oraciones Bahais. La

corta oraci�n obligatoria se puede encontrar en el prime capitulo de este bajo "el

Prop�sito de Nuestras Vidas". Si se decide decir esta oraci�n a mediod�a todos los

d�as, es mejor aprenderla de memoria. No importa la oraci�n que elija, se debe

recordar que el esp�ritu con el cual ofrecemos nuestras oraciones es de la m�s

grande importancia.
'Abdu�l-Bahá dice,

"En la m�s elevada oraci�n, el hombre ora solo por amor a Dios, no por

temor a El o al infierno, o porque espere favores del cielo... Cuando el

hombre se enamora de un ser humano, le es imposible no mencionar el

nombre del ser amado. Es mucho m�s dif�cil dejar de mencionar el Nombre

de Dios cuando uno ha llegado a amarlo. El hombre espiritual no encuentra

gozo en otra cosa que no sea la conmemoraci�n de Dios�.

EL AYUNO

En el Calendario Bahá'í hay cuatro, y a veces cinco d�as entre los decimoctavo y

decimonoveno meses del a�o que se llaman "D�as de H�" o los D�as Intercalares.

Durante estos d�as los Bahais invitan a sus amistades o a sus parientes a sus casas

o distribuyen comida entre los pobres. Con el comienzo del decimonoveno mes, el

mes de Sublimidad ('Ali), el per�odo de nuestro ayuno empieza.

Durante los diecinueve d�as del ayuno, no comemos ni tomamos nada desde la

salida del sol hasta la puesta del sol. Nos levantamos al amanecer para orar a Dios y

agradecerle por todos Sus favores y bendiciones. Entonces desayunamos antes de la

salida del sol, y no comemos ni tomamos nada m�s hasta que haya puesto el sol.

Rompemos nuestro ayuno con la puesta del sol despu�s de ofrecer nuestras oraci�n.

Estos d�as de ayuno nos acercan m�s a Dios que en cualquier otro tiempo.

Cuando guardamos el ayuno, estamos mostrando de manera simb�lica nuestro amor

por Dios y nuestra fidelidad en obedecer Sus mandamientos.

Esto es lo que dice 'Abdu�l-Bahá sobre el ayuno:

�El ayuno es un s�mbolo. Ayuno significa abstenerse de toda sensualidad.

El ayuno f�sico es un s�mbolo de esa abstinencia y un recordatorio; es decir,

que as� como una persona se abstiene de apetitos f�sicos, debe tambi�n

abstenerse de apetitos y deseos personales. Pero la simple abstenci�n de

alimentos no tiene efecto sobre el esp�ritu. Es solo un s�mbolo, un

recordatorio. De otra forma no tiene importancia. Ayunar con este objeto no

quiere decir privarse completamente de la comida. La regla de oro en cuanto

al alimento es no comer demasiado o comer muy poco. Moderaci�n es

necesaria. Hay una secta en la India que practica extrema abstinencia y va

reduciendo su alimento poco a poco hasta llegar a existir casi sin alimento.

Pero su inteligencia sufre. Un hombre no puede servir a Dios con el cerebro

o el cuerpo si est� debilitado por falta de alimento. No puede ver claramente"

Antes de la salida del sol nos preparamos para la oraci�n y meditaci�n. Hay bellas

oraciones, reveladas por Bahá'u'lláh especialmente para este per�odo. Un poco antes

de la salida del sol terminamos nuestro desayuno. No comeremos ni tomaremos

desde la salida del sol hasta la puesta del sol. Durante el periodo de ayuno, m�s que

en cualquier otro tiempo, sentimos nuestro amor por Bahá'u'lláh y siempre

recordamos que fue por Su amor que observamos el ayuno. Despu�s de la puesta

del sol rompemos el Ayuno. Tambi�n ofrecemos oraciones antes o despu�s de

romper el Ayuno. Aunque hayan varias oraciones reveladas especialinente para el

Ayuno, se puede ofrecer cualquier oraci�n revelada en las Escrituras Sagradas

Bahais. Sin embargo para la conveniencia de nuestros queridos lectores,

mencionamos abajo una de las oraciones que se puede decir durante el Per�odo de

Ayuno:

��Alabado seas, Oh Se�or Mi Dios! Te imploro por esta Revelaci�n

mediante la cual la oscuridad ha sido convertida en luz, se ha erigido el

Frecuentado Templo, se ha revelado la Tabla Escrita, y se ha descubierto el

Rollo Desplegado, que hagas descender sobre m� y sobre quienes me

acompa�an, aquello que nos permita remontarnos a los cielos de Tu

trascendente gloria, y nos lave la mancha de las dudas que impidieron a los

sospechosos entrar en el tabern�culo de Tu unidad.

"Soy aquel, oh mi Se�or, que se ha sostenido firmemente del cord�n de Tu

cari�osa bondad, y se ha aferrado al borde de Tu misericordia y favores.

Ordena para m� y para mis amados, el bien de este mundo y del venidero.

Prov�eles pues, con la D�diva Oculta que T� ordenaste para los elegidos

entre Tus criaturas.

"Estos son, oh mi Se�or los d�as en que T� ordenaste a Tus siervos

observar el ayuno. Bendito aquel que observa el ayuno enteramente por Tu

causa y con absoluto desprendimiento de todas las cosas excepto de Ti.

Ay�dame y ay�dales, oh mi Se�or, a obedecerte y a guardar Tus preceptos.

T�, verdaderamente, tienes poder para hacer lo que desees.

"No hay Dios sino T�, el Omnisciente, el Sapient�simo. Toda alabanza sea

para Dios, Se�or de todos los mundos".

El per�odo de Ayuno sigue hasta el �ltimo d�a del a�o Baha'i. El a�o nuevo, que

cae el 21 de Mirza, marca el fin del ayuno, Y los Bahais celebran este d�a como la

Fiesta de Naw R�z.
EL TRABAJO ES ADORACI�N.

Entre las leyes de Bahá'u'lláh existe aquella que ordena que todo el mundo debe

trabajar. Es un pecado mendigar o ser ocioso en la vida Y por consiguiente est�

prohibido en la Fe Bahai. El trabajo es obligatorio para todos en esta Causa, y

cuando est� hecho en el esp�ritu de servicio a los pueblos del mundo, llega a ser una

forma de adoraci�n para los Bahais.
Bahá'u'lláh dice:

"Se ha ordenado a cada uno de vosotros que os dediqu�is a alguna

ocupaci�n. Ya sea arte, oficio u otra cosa. Hemos hecho que �sta, vuestra

ocupaci�n, sea id�ntica a la adoraci�n de Dios, el Verdadero. Reflexionar, oh

pueblo, sobre la misericordia de Dios y sobre Sus favores, y dadle gracias

ma�ana y noche".
'Abdu�l-Bahá explica adem�s:

"En la Causa Baha'i, las artes, las ciencias, los oficios son considerados

formas de adoraci�n. El hombre que hace un pedazo de papel lo mejor que le

es posible, concienzudamente, concentrando toda su habilidad para

perfeccionarlo. Est� alabando a Dios. Brevemente, todo esfuerzo que el

hombre despliega desde el fondo de su coraz�n, es devoci�n a Dios, si obra

impulsado por los m�s altos motivos y el deseo de servir a la humanidad.

Esto es devoci�n a Dios: servir a la humanidad y socorrer a los necesitados.

Servicio es oraci�n. Un m�dico que atiende a los enfermos con bondad, con

ternura, libre de prejuicios y creyendo en la solidaridad humana, est�

alabando a Dios".

�El trabajo es adoraci�n! �El servicio es adoraci�n! Esta es una ley maravillosa.

Cuando queremos adorar a Dios, debemos hacerlo con alegr�a y sinceridad. Los

Bahais creen que el agricultor quien est� cultivando la tierra en beneficio propio y de

los dem�s, est� adorando a Dios. El carpintero quien est� haciendo una puerta para

la casa de alguien, o el sastre quien est� cosiendo un vestido y tratando de emplear

toda su habilidad en hacerlo bello para que alguien goce de ello, est� alabando a

Dios.

As� vemos que, con la bendici�n de Bahá'u'lláh, en cualquier campo puede

hacerse un templo de Dios, cada taller una casa de adoraci�n. Por consiguiente, para

el Bahá'í su trabajo, por dif�cil que sea su ocupaci�n, llega a ser una ocupaci�n

agradable porque por medio de ella �l puede adorar a Dios. Y un Bahai puede

desempe�ar su trabajo con la misma felicidad, sinceridad y honradez con que �l hace

sus oraciones.

Un asceta que vive en una cueva o en el coraz�n de la selva, est� dispuesto a

hacer toda clase de penitencia porque �l siente que al hacerlo �l est� adorando a

Dios. Bahá'u'lláh ha dicho que se termin� la edad del asceticismo y de monjes. En

cambio, El ha colocado toda clase de trabajo al nivel de la adoraci�n de Dios. Ya no

consideraremos fatigoso el trabajo cuando lo estimamos una oraci�n y lo hacemos

con devoci�n.

Renunciar al mundo y vivir una vida solitaria no se considera meritorio en nuestra

Fe. Es por eso que los Bahais no tienen ni monjes ni ascetas entre ellos.

Bahá'u'lláh dice:

"Oh pueblos de la tierra! Una vida solitaria y una disciplina severa no

reciben la aprobaci�n de Dios Los poseedores de percepci�n y conocimiento

deben investigar los medios que conducen al gozo y a la fragancia. Tales

pr�cticas proceden de los lomos de la superstici�n y de la matriz de la

fantas�a, y no son dignos de la gente del conocimiento. Algunas gentes del

pasado moraban en las cuevas de las monta�as, y otras frecuentaban las

tumbas durante la noche. Decid: Escuchad el consejo de este Oprimido.

Abandonad aquello que ten�is, y adher�os a aquello que el Consejero

fidedigno os manda. No os priv�is de aquello que fue creado para vosotros".

Que adoremos a Dios en nuestros campos y nuestros talleres. Que Le alabemos

por medio del trabajo continuo y concienzudo. Que ofrezcamos nuestras oraciones

sinceras a nuestro Creador mediante nuestro servicio a la humanidad. Que

recordemos esta ley de Dios para esta Epoca:

"No perd�is vuestro tiempo en el ocio y la indolencia, y ocupaos en

aquello que pueda beneficiaros a vosotros y a vuestros semejantes. As� se

ha decretado en esta Tablilla, desde el Horizonte de donde el Sol de la

Sabidur�a y la Divina Declaraci�n est� brillando. Los hombres m�s

despreciables ante Dios son aquellos que se sientan y piden. As de la cuerda

de los recursos, confiando en Dios, la Causa de las Causas. Cada alma quien

se ocupa en un arte o un oficio...esto ser� considerado como un acto de

adoraci�n ante Dios. �Verdaderamente, esto no procede de ninguna otra

fuente sino de Su gran y abundante favor"
Ense�ar la Causa de Dios

Si alguien nos pregunta que es el deber de un Baha'i, podemos decir que un

Bahá'í debe: 1) estudiar la Causa, 2) practicar sus Ense�anzas, y 3) esparcir su

Mensaje.
Bahá'u'lláh dice:

"Dios ha dado a cada alma el deber de ense�ar Su Causa de acuerdo con su

capacidad".

�Por qu� es necesario para nosotros ense�ar la Causa de Dios?

Cuando una persona sufre de una enfermedad terrible, luego encuentra una

medicina que le cura, le trae alivio inmediato de todo su dolor y sufrimiento,

ciertamente �l se aferrar� a ella con el mayor cuidado. Pero si �l ve a un amigo suyo

sufriendo de la misma enfermedad, �Qu� har� �l con el remedio? �Lo guardar�

ego�stamente para s� mismo y permitir� que su amigo siga sufriendo? Por supuesto

que no. Con alegr�a �l dar� el remedio a su amigo y le asegurar� que le dar� alivio

inmediato de su enfermedad porque �l ya lo ha probado.

Bahá'u'lláh es el M�dico Omnisciente y El ha tra�do una Medicina maravillosa que

puede curarnos de todas nuestras enfermedades. Los males del odio, superstici�n,

desesperaci�n y desarmon�a est�n destruyendo a la gente del mundo. �C�mo puede

un Baha'i, quien ha sido curado de estos males y conoce el remedio, ser indiferente

hacia el sufrimiento de los dem�s? Seguramente, �l debe tratar de compartir lo que �l

mismo ha recibido de las Ense�anzas de Dios con sus hermanos enfermos a quienes

�l encuentra por todos lados.

En la Fe Bahá'í no tenemos gente especial cuya responsabilidad es predicar y

esparcir el Mensaje de Dios. La responsabilidad de guiar a la gente a la Causa, por

consiguiente, est� puesta sobre los hombros de cada individuo.

�Cu�l es nuestro inter�s en dar el Mensaje de Dios a los dem�s? No estamos

tratando de recoger a un ej�rcito. No esperemos ninguna ayuda material por dar el

Mensaje. Solamente ense�amos la Causa de Dios porque sentimos amor por otros y

no queremos que ellos sean privados de la gran bondad que Dios ha derramado

sobre nosotros en esta �poca. Nunca tratamos de imponer nuestras ideas sobre otras

gentes. No altercamos con ellos. Si ellos rechazan lo que les ofrecemos, todav�a

seguimos am�ndolos. Nunca decimos a la gente que ellos est�n equivocados y que

nosotros tenemos la raz�n. S�lo presentamos el Mensaje de Dios que El nos ha

enviado por Bahá'u'lláh. Se deja a ellos aceptarlo. Nuestro amor por los dem�s no

depende de ser ellos Bahais.
Esto es lo que Bahá'u'lláh nos ordena hacer:

�Oh pueblo de Baha! Sois los puntos de amanecer del amor y los

manantiales del favor de Dios. No profan�is vuestras lenguas con

juramentos o execraciones a vuestros semejantes; guardad vuestros ojos de

lo que no es digno de ser visto. Mostrad aquello que pose�is (es decir, la

Verdad). Si es aceptada, el objetivo ha sido alcanzado. Si no, los reproches

o interferencias con �l que os rechaza, son vanos. Dejadlo consigo mismo y

avanzad hacia Dios, el Protector, El que Subsiste por Si Mismo. �No se�is la

causa de pesar, cuanto menos de sedici�n o de lucha! Se espera que ser�is

nutridos en la sombra del �rbol de la Divina Bondad y actuar�is de acuerdo

con la voluntad de Dios. Sois todos hojas de un mismo �rbol y gotas de un

mismo oc�ano".

Bahá'u'lláh espera que nos ense�emos a nosotros mismos antes de ense�ar a los

dem�s. Esto quiere decir que debemos esforzarnos por conocer Sus ense�anzas y

de practicarlas en nuestras propias vidas antes de esperar que los dem�s sigan estas

ense�anzas.
En las palabras de Bahá'u'lláh:

"La gente de Bahá debe servir al Se�or con sabidur�a; su vida debe ser

ense�anza para los dem�s y debe manifestar en todos sus actos la Luz de

Dios. El efecto de sus acciones ser� m�s poderoso que el de sus palabras El

efecto de la palabra de �l que ense�a depende de su pureza de intenci�n y

de su desprendimiento. Algunos se satisfacen con palabras, pero la verdad

de las palabras se prueba con hechos y el ejemplo de la vida. Los hechos

revelan el rango del hombre. Las palabras deben estar de acuerdo con lo que

ha provenido de la boca de la Voluntad de Dios y est� escrito en Sus

Tablillas".

Es un gran privilegio para nosotros llegar a ser una fuente de progreso espiritual y

bendiciones para los dem�s. Tal vez en el mundo espiritual no puede haber nada

m�s precioso para nosotros que ayudar a la gente a comprender el prop�sito de sus

vidas y a unirse en una Causa universal. 'Abdu�l-Bahá ha dicho que cada Bahá'í debe

tratar de guiar al menos a una persona a la Causa de Bahá'u'lláh cada a�o. Ense�ar

la Causa de Bahá'u'lláh no depende de nuestra educaci�n. 'Abdu�l-Bahá dice que a�n

si uno no puede leer y escribir, todav�a �l puede probar que �l es un verdadero siervo

de la humanidad por medio de sus hechos y acciones. Si vivimos la vida de un

verdadero Baha'i, la gente por s� mismo llegar� a ver que somos diferentes porque

hemos puesto en pr�ctica las Ense�anzas de Dios para esta �poca. La importancia

de ense�ar la Causa y la bendici�n que nos trae se entiende claramente de esta

Tablilla de 'Abdu�l-Baha:

"Es conocido y claro que hoy d�a la invisible asistencia divina rodea a

aquellos quienes dan el Mensaje. Y si el trabajo de dar el Mensaje es

descuidado, la asistencia ser� completamente cortada, porque es imposible

que los amigos de Dios reciban ayuda a no ser que est�n entregados a dar el

Mensaje. Bajo todas condiciones se debe dar el Mensaje, pero con sabidur�a.

Los amigos deben ser ocupados en educar a las almas y deben llegar a ser los

instrumentos para ayudar al mundo de la humanidad a adquirir gozo espiritual

y fragancia. Por ejemplo: si cada uno de los creyentes fuera a establecer

relaciones de amistad y buen trato con una de las almas negligentes,

asociarse y vivir con �l con perfecta bondad, y por medio de buena conducta

y una vida moral conducirle a la divina instrucci�n, al consejo celestial y las

ense�anzas, seguramente �l despertar�a gradualmente a esa persona

negligente y cambiar�a su ignorancia en conocimiento".

LAS BEBIDAS ALCOH�LICAS SON PROHIBIDAS

Hemos visto como el hombre se distingue de los animales por su mente y alma.

Dios espera que cuidemos bien a estos preciosos dones con que El bendijo a la raza

humana. Debemos esforzarnos para guardar tan sanos como sea posible a nuestras

mentes y almas.

Las bebidas alcoh�licas envenenan la mente a tal grado que la gente olvida su

rango como seres humanos y caen al nivel de las bestias cuando est�n borrachos.

Por consiguiente, Bahá'u'lláh nos ha prohibido terminantemente usar bebidas

alcoh�licas.

Hay muchos Bahais quienes sol�an usar bebidas alcoh�licas antes de que

llegaran a creer en esta Fe. Pero despu�s de que aceptaron a Bahá'u'lláh como la

Manifestaci�n de Dios, probaron su amor y lealtad hacia El por deshacerse de este

h�bito da�ino que les tra�a solo la p�rdida financiera, f�sica y espiritual. Ahora ellos

beben del agua de vida que Bahá'u'lláh ha prove�do para nosotros por Sus

Ense�anzas, y no necesitan bebidas alcoh�licas para estar alegres o para olvidar sus

problemas diarios.

Tambi�n hay algunas tribus en el mundo quienes estuvieron acostumbradas a

servir bebidas alcoh�licas durante ciertas fiestas o Ceremonias de la tribu. Ahora

que son Bahais, todav�a tienen sus ceremonias pero sirven jugos deliciosos que

est�n libres del da�o del alcohol en vez de servir bebidas intoxicantes.

No s�lo las bebidas alcoh�licas, sino tambi�n las drogas intoxicantes como el opio,

que envenenan tanto la mente como el cuerpo, est�n prohibidas tambi�n en la Fe

Baha'i.
LA OBSERVANCIA DE LOS D�AS SAGRADOS

Hay nueve D�as Sagrados durante el a�o en los cuales el Bahá'í no debe trabajar.

Estos d�as han sido escogidos porque alg�n acontecimiento especial de gran

importancia en la Causa tuvo lugar en cada uno de ellos, y por eso no deben ser

considerados como d�as ordinarios. Siete de los D�as Sagrados son Fiestas, y dos de

ellos conmemoran el martirio del B�b y la ascensi�n de Bahá'u'lláh.

Entre los d�as de fiestas, la primera es la Fiesta de Naw-R�z la cual marca el fin

del per�odo del ayuno y el principio del A�o Nuevo.

Las pr�ximas tres fiestas son durante el festival del Ridvan. Este es el aniversario

de la Declaraci�n de Bahá'u'lláh que tuvo lugar en Bagdad. Durante los doce d�as

que llamamos "los d�as del Ridvan", Bahá'u'lláh permaneci� en un bello jard�n

llamado "Ridvan" donde Sus amigos y seguidores fueron a visitarle por �ltima vez

antes de que El saliera para Constantinopla. Bahá'u'lláh iba a ser exilado de Bagdad,

y Sus m�ltiples seguidores, junto con centenares de personas quienes hab�an

llegado a amarle y respetarle, estuvieron llenos de pasar por Su salida. Pero el

amargo dolor que pesaba sobre los corazones de Sus amantes iba a ser cambiado a

gozo eterno, porque fue durante aquellos d�as que Bahá'u'lláh declar� abiertamente

que El era Aquel Cuyo advenimiento las Divinas Manifestaciones del pasado hablan

predicho, y por Quien el Bendito B�b hab�a dado Su preciosa vida. En

conmemoraci�n de esos doce d�as maravillosos, celebramos la Fiesta del Ridvan

todos los a�os, y de estos d�as, el primero, el noveno y el duod�cimo son D�as

Sagrados en los cuales no trabajamos.

Entonces tenemos el aniversario de la Declaraci�n del B�b que es el d�a cuando el

B�b habl� de Su Misi�n a Mulla Husayn por primera vez en Shiraz.

El sexto y s�ptimo de nuestros d�as de fiesta son los nacimientos del B�b y de

Bahá'u'lláh.
Aqu� est�n los D�as Sagrados Bahais
1. 21 de Mirza La Fiesta del Naw-R�z

2. 21 de Abril Primer D�a del Ridvan Declaraci�n de Bahá'u'lláh

(a�o 1863) a las 15 horas
3. 29 de Abril El noveno d�a del Ridvan
4. 2 de Mayo El duod�cimo d�a del Ridvan

5. 23 de Mayo La Declaraci�n del B�b (a�o 1844) dos horas y once

minutos despu�s de la puesta del sol el 22 de Mayo

6. 29 de Mayo La Ascensi�n de Bahau'll�h (a�o 1892) a las 3 horas

7. 9 de julio El Martirio del B�b (a�o 1850) a mediod�a

8. 20 de Octubre El Nacimiento del B�b (a�o 1819)

9. 12 de Noviembre El Nacimiento de Baha'u�ll�h (a�o 1817)

Para los Bahais la puesta del sol es el fin de un d�a y el comienzo de otro. Por

consiguiente, cada uno de estos D�as Sagrados empieza con la puesta del sol del d�a

anterior. Por ejemplo, la Declaraci�n del B�b tuvo lugar dos horas y once minutos

despu�s de la puesta del sol el 22 de Mayo y termina con la puesta del sol el 23 de

Mayo. El d�a de la Ascensi�n de Bahá'u'lláh empieza con la puesta del sol el 28 de

Mayo y termina con la puesta del sol del 29 de Mayo, y as� seguidamente.

Abdu�l-Bahá dice que debemos tratar de hacer a estos D�as Sagrados diferentes

de los dem�s d�as del a�o por tomar alg�n paso importante para el progreso de la

Causa y para el servicio a la humanidad. Establecemos un centro Bahá'í o una clase

Baha'i; podemos empezar una escuela o un hospital, cada comunidad de acuerdo

con su capacidad y sus necesidades especiales. Como individuos tambi�n, podemos

hacer decisiones que nos ayudar�n a ser mejores Bahais en nuestras vidas

personales y mejores miembros de nuestra comunidad. As� que, seg�n 'Abdu�l-Baha,

un d�a de fiesta para nosotros no es solamente para el prop�sito de comer buena

comida y entretenernos, aunque eso tambi�n es parte de una fiesta.

No nos sentamos para lamentar en el d�a del martirio del B�b o en la ascensi�n de

Bahá'u'lláh, porque aunque es natural para nosotros sentir el pesar de estos d�as,

sabemos que la �nica manera de mostrar nuestra lealtad a las Manifestaciones de

Dios es dedicar nuestras vidas al servicio de la Causa por la cual Ellas viv�an y

mor�an.

Los Bahá'ís se re�nen siempre y ofrecen oraciones especiales en los D�as

Sagrados. Estas reuniones son muy importantes porque por medio de ellas la unidad

es establecida entre los miembros de la comunidad, y la unidad de los Bahais llegar�

a ser la causa de las bendiciones divinas.
'Abdu�l-Bahá dice:

"Se ha decidido, por el Deseo de Dios, que la uni�n y la armon�a vayan

diariamente en aumento entre los amigos de Dios y los siervos del

Misericordioso. Hasta que esto se haya realizado, las actividades no podr�n

avanzar en forma alguna. Y el mayor medio para la uni�n y armon�a entre

todos es el de las reuniones espirituales. Este asunto es de gran

importancia, y es como un im�n para atraer la confirmaci�n divina".

EL MATRIMONIO

Hemos visto que no hay vida mon�stico en la Fe Baha'i. El matrimonio es una

instituci�n importante en la Fe Baha'i.

En el "Aqdas", el Libro M�s Sagrado, Bahá'u'lláh dice:

"Entraos en el matrimonio, oh pueblo, para que pod�is producir a aquel

quien har� menci�n de M�".
'Abdu�l-Bahá dice:

"El matrimonio entre los Bahais significa que el hombre y la mujer deben

unirse espiritualmente y f�sicamente, para que puedan tener eterna unidad a

trav�s de todos los mundos divinos, y mejorar mutuamente su vida

espiritual. Este es el matrimonio Baha'i".

�C�mo se hace el matrimonio Baha'i? Los requerimientos para un matrimonio

Bahá'í son:

1) el hombre y la mujer deben estar de acuerdo con casarse.

2) los padres del novio y de la novia deben dar su consentimiento al matrimonio.

Bahá'u'lláh dice:

"Puesto que deseamos fomentar el amor, la amistad y la unidad de los

pueblos, lo hemos hecho condicional del consentimiento de los padres

tambi�n para evitar toda enemistad y mala voluntad".

Cuando la pareja haya conseguido estos consentimientos necesarios, ellos

informan a la Asamblea Espiritual de su intenci�n de casarse y fijan la fecha para que

la Asamblea pueda enviar su representante para presenciar el matrimonio. Entonces

en la presencia de otras personas, ellos repetir�n el siguiente verso prescrito por

Bahá'u'lláh en Su Libro M�s Sagrado:

"En verdad todos acataremos la Voluntad de Dios" y la novia tambi�n dir�:

"En verdad todos acataremos la voluntad de Dios".

Despu�s de esto el hombre y la mujer son marido y esposa y se inscribe la fecha

del matrimonio con la Asamblea Espiritual.

A�n si no hay una Asamblea Espiritual, el matrimonio pod�a realizarse, en la

manera arriba expuesta, por el novio y la novia en la presencia de unos testigos.

'Abdu�l-Bahá dice:

"El compromiso Bahá'í es la perfecta comunicaci�n y el pleno

consentimiento de ambos contrayentes. Sin embargo, deben poner la mayor

atenci�n cada uno sobre el car�cter del otro, y el firme convenio hecho entre

ellos debe convertirse en un lazo eterno, y sus intenciones han de ser

afinidad, amistad, unidad y vida eterna".

Vista a la luz de esta ense�anza, el matrimonio es un acto tanto material como

espiritual. No estamos negociando a nuestros hijos e hijas cuando se casan. Estamos

uni�ndoles en unidad. Es la costumbre entre algunos pueblos obligar a la mujer y a

sus padres pagar una cierta cantidad o dar un regalo a la familia del novio y

viceversa. No hay tal sistema en el matrimonio Baha'i.

Hay algunas bellas oraciones reveladas por Baha'u�ll�h y 'Abdu�l-Bahá para el

matrimonio, las cuales no son obligatorias, pero que pod�an ser usadas con estos

versos, si as� se desea.

En el matrimonio, como en cualquier otra ocasi�n alegre, la gente de cada tribu o

naci�n esta libre para entretenerse y tener cualquier clase de actuaci�n que es parte

de su cultura. Estas costumbres, sin embargo, no deben ser contra las ense�anzas

de Dios que exhortan mantener la pureza del car�cter y la dignidad del hombre. Hay

bellas danzas y cantos folkl�ricos que enriquecen la nueva cultura compuesta de la

humanidad. Los Bahais alientan esta herencia cultural del pueblo. Por consiguiente,

la bella herencia cultural del pueblo, sea esta relacionada con el matrimonio u otras

ocasiones festivas, puede ser puesta en pr�ctica.

Alguien podr�a preguntar si un Bahá'í puede casarse con no Baha'i. El matrimonio

del muchacho o de la muchacha Bahá'í con no Bahá'í quien pertenece a otra religi�n

es posible. Por cierto, uno de los mandamientos de Bahá'u'lláh dice:

"Asociaos con la gente de todas las religiones con gozo y fragancia;

demostraos aquello que fue declarado por portavoz del Monte; y haz Justicia

en todos los asuntos. Los seguidores de la sinceridad y la fidelidad deben

asociarse con toda la gente del mundo con gozo y fragancia; porque la

asociaci�n siempre conduce a la uni�n y la armon�a, y la uni�n y armon�a

son las causas del orden del mundo y la vida de las naciones. Benditos sean

aquellos quienes se adhieran al cord�n de la compasi�n y la bondad y est�n

desprendidos de la animosidad y del odio".

Un Bahá'í quien se casa con un no Bahá'í debe dejar en claro a su pareja que �l o

ella es Bahá'í y tiene que obtener el consentimiento de los padres a fin de cumplir

con las leyes Bahais. Puesto que el Bahá'í espera que su pareja no Bahá'í tome

parte en una ceremonia sencilla pero digna, �l o ella tambi�n est� dispuesto a tomar

parte en la ceremonia de matrimonio de la religi�n de su pareja.

La ley del matrimonio Bahá'í es otro s�mbolo de la unidad de la humanidad.

Demuestra que la Fe Bahá'í no fue destinada para un culto o grupo especial, es para

la humanidad.
LEALTAD HACIA EL GOBIERNO

Bahá'u'lláh nos ha prohibido tomar parte en cualquier actividad que pueda hacer

da�o a la sociedad. Tambi�n tenemos que abstenernos de cualquier cosa que no sea

honrada o que sea subversiva. Hace cien a�os Bahá'u'lláh sent� este principio en

uno de Sus Escritos:

"En todo pa�s o gobierno donde reside alguien de esta comunidad, debe

mostrar una conducta fiel, digna de confianza y veraz hacia ese gobierno".

Un Bahá'í no puede ser fiel a su religi�n si el no es fiel a su gobierno.

'Abdu�l-Bahá dijo:

"Lealtad hacia el gobierno, desde el punto de vista Bahá'í es un esencial

principio espiritual y social. Debemos obedecer y desear el bien para los

gobiernos de la tierra. La esencia del esp�ritu Bahá'í es que a fin de

establecer un orden social y una condici�n econ�mica mejores, debe haber

lealtad a las leyes y principios del gobierno".

La lealtad hacia el gobierno es parte del car�cter que tiene que construirse entre

nosotros. Cualquier acto de traici�n es un pecado.

Bahá'u'lláh dice:

"Dejad que la integridad y la rectitud distingan todos sus actos.

Embelleced vuestra lenguas, oh pueblo con la veracidad, y adornad vuestras

almas con el ornamento de la honestidad. Cuidad, oh pueblo, no sea que

obr�is traicioneramente con alguno. Sed los procuradores de Dios entre Sus

criaturas y los emblemas de Su generosidad en medio de Su pueblo".

En esta conexi�n hay otro punto que se puede mencionar que todos los Bahais

deben observar.

Nuestra Fe no tiene nada que ver con la pol�tica y los Bahais no pueden participar

de manera alguna en las actividades de un partido pol�tico. Esto no significa que

estamos contra aquellos que act�an en partidos pol�ticos ni que estamos en contra de

cualquier partido. Creemos que Dios nos ha indicado que la manera en que debemos

gastar nuestras energ�as y recursos es en establecer un Orden Mundial divino.

Tenemos un plan dado por Dios que incluye todos los buenos aspectos de todos los

programas de los partidos pol�ticos actuales y mucho m�s, sin sus fallas.

Dios ha se�alado el sendero recto que debemos pavimentar. Este sendero no se

inclina ni hacia la izquierda ni hacia la derecha, ni hacia el Occidente ni hacia el

Oriente. Es el camino de la unidad de toda la humanidad en todas partes del mundo,

abarcando las varias naciones, credos y clases. Adem�s, el orden que Bahá'u'lláh ha

establecido en el mundo es de origen divino; y necesariamente es muy diferente en

su naturaleza, rango y dimensi�n que aquellos de ideolog�as hechas por los

hombres, a menudo en conflicto.

Hay otra raz�n por que un Bahá'í no puede participar en movimientos pol�ticos.

Esta ha sido explicada por Shoghi Effendi, el Guardi�n en una de sus cartas:

"Nosotros los Bahais somos una sola unidad en todo el mundo; estamos

tratando de construir un nuevo Orden Mundial, de origen divino. �C�mo

podr�amos hacer esto si cada Bahá'í fuera miembro de un partido pol�tico

diferente...algunos de ellos diametralmente opuestos los unos a los otros?

Entonces, en que quedar�a nuestra unidad? Por causa de la pol�tica estar�amos

divididos los unos contra los otros y esto es contrario a nuestro prop�sito. Es

obvio que si a un Bahá'í en Austria se le da libertad para pertenecer a un

partido pol�tico, por excelentes que sean sus objetivos, a otro Bahá'í en Jap�n,

Am�rica, o la India habr�a que darle igual libertad y �l podr�a pertenecer a un

partido diametralmente opuesto en sus principios a aquel a que pertenece el

Bahá'í en Austria. �D�nde quedar�a, entonces, la unidad de la Fe? Estos dos

hermanos espirituales estar�an trabajando el uno contra el otro a causa de sus

afiliaciones pol�ticas diferentes (como lo han estado haciendo los cristianos

europeos en tantas guerras fratricidas). La mejor manera en que un Bahá'í

puede servir a su pa�s y al mundo, es trabajar para el establecimiento del Orden

Mundial de Bahá'u'lláh, el cual unir� gradualmente a todos los seres humanos y

har� desaparecer los sistemas pol�ticos y credos religiosos que dividen.

C�MO UNO SE HACE Bahai�

Muchas veces o�mos esta pregunta: "�C�mo puedo yo hacerme Baha'i?" Algunas

personas piensan que la Fe Bahá'í es una sociedad que, invita a los miembros. Esto

no es correcto. Otros piensan que los Bahais est�n interesados en cambiar los

nombres de las personas y darles una nueva secta religiosa a que pertenecer, esto

tampoco es correcto.

Hacerse Bahá'í significa tener convicci�n en la unidad de Dios, en la unidad de las

religiones y en la unidad de la humanidad; darse cuenta que la religi�n es progresiva

y continua y que la religi�n es para la unidad en vez de la discordia. Un Baha'i,

adem�s, est� convencido que todas las religiones son divinas en origen y son

iguales. Sin embargo, un Bahá'í cree que Bahá'u'lláh (la Gloria de Dios) es la

Manifestaci�n de Dios para esta �poca. Y El, Bahá'u'lláh, como las Manifestaciones

de Dios en el pasado, ha venido para abrir una nueva era de felicidad y unidad para

nosotros en esta �poca. Cuando uno se hace Baha'i, encuentra el amor de

Bahá'u'lláh en su coraz�n. Cuando esta convicci�n existe, somos Bahais. No se

necesita ninguna ceremonia, bautismo o cambio de nombre para introducir una

persona en la Fe Baha'i. En otras palabras no creemos en la conversi�n sin

convicci�n, y la convicci�n no necesita una ceremonia.

'Abdu�l-Bahá dice,

"El hombre que vive la vida de acuerdo con las ense�anzas de Bahá'u'lláh,

es de hecho un Baha'i".

Los prop�sitos de los Bahais son servir a la humanidad y traer unidad y felicidad

al mundo. El cambio del coraz�n no es posible salvo por el poder de las Palabras de

Dios

En una ocasi�n se le pregunto a �Abdu�l-Baha: "�Que es un Baha'i?"

El contest� que

"Ser un Bahá'í significa sencillamente amar a todo el mundo; amar a la

humanidad y tratar de servirla; trabajar por la paz y la hermandad universal".

Cuando un espejo est� limpio, refleja la luz. Cuando no est� limpio, no refleja

nada. Si los Bahais ense�an su religi�n a otros, es un esfuerzo para limpiar los

espejos de los corazones del polvo de prejuicios, odio y animosidad. Cuando la gente

de coraz�n puro se pone en contacto con el Sol de la Verdad, reciben la luz en gran

medida y la reflejan a otros.

Muchos Bahais de hoy en d�a son personas que siempre hab�an sentido en sus

corazones la necesidad de tener nuevas ense�anzas para esta nueva �poca, pero no

sab�an como pod�an poner sus sentimientos en pr�ctica. Ellos no sab�an que exist�a

una religi�n en el mundo que contiene todas las ense�anzas que ellos quer�an

existieran en una religi�n. Tan pronto como se enteraron de la Fe Baha'i, creyeron en

ella como la Voz de Dios porque ya hab�an o�do la Voz de Dios en sus corazones sin

conocer a Bahá'u'lláh. Ellos son los espejos limpios que ahora se han vuelto tornado

en la direcci�n de los rayos del Sol de la Verdad y reflejan su esplendor. Los espejos

de los corazones, aunque sean limpios se quedar�n oscuros si no se vuelven hacia la

luz.

Cuando esta convicci�n y comprensi�n de la verdad ocurre en alguien, el se hace

Baha'i. Sin embargo, hay un formulario que ha de ser llenado y firmado por los

Bahais, dando sus nombres y direcciones, y se informa a la Asamblea Espiritual

Nacional de su pa�s que ellos creen en Bahá'u'lláh. De esta manera, la comunidad

mundial Bahá'í llega a saber que el es un creyente en Bahá'u'lláh.

Un Bahá'í sirve a la humanidad tambi�n ora por ella. Entre las m�ltiples bellas

oraciones reveladas, encontramos esta:

iOh T� Bondadoso Se�or! T� has creado a toda la humanidad de los

mismos padres originales y has destinado que todos pertenezcan al mismo

hogar. En Tu Sagrada Presencia son Tus siervos y toda la humanidad se

cobija bajo Tu tabern�culo Todos se han reunido en Tu mesa de

munificencia y est�n radiantes por la luz de Tu providencia. �Oh Dios! T�

eres bondadoso con todos, T� has provisto para todos, T� das asilo a todos,

T� confieres vida a todos. T� has dotado a todos con talento y facultades;

todos est�n sumergidos en el oc�ano de Tu misericordia. �Oh T� bondadoso

Se�or! Une a todos, haz que las religiones concuerden, haz de las naciones

una sola, a fin de que puedan ser como de una especie y como hijos de una

misma patria. Puedan ellos asociarse en unidad y concordia. �Oh Dios!

Levanta el estandarte de unidad de la humanidad. �Oh Dios! Establece la

M�s Grande Paz. Une los corazones uno con otros. �Oh Dios! �Oh T�, Padre

bondadoso, Dios! Regocija los corazones con la fragancia de Tu amor;

ilumina los ojos con la luz de Tu gu�a; alegra el o�do con las melod�as de Tu

Palabra y amp�ranos en el refugio de Tu providencia. �T� eres el Fuerte y el

Poderoso! T� eres el Que Perdona y T� eres Aquel que tolera las

negligencias de la humanidad".
5

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